EN el segundo año de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel, entró a reinar Amasías, hijo del otro Joás, rey de Judá. 2 Veinticinco años tenía cuando comenzó a reinar; y reinó veintinueve años en Jerusalén . Se llamaba su madre Joadán, natural de Jerusalén .

3 E hizo lo que era justo en la presencia del Señor; mas no como David, su padre. En todo imitó el proceder de su padre Joás; 4 aunque tampoco quitó los lugares altos, pues todavía sacrificaba el pueblo, y quemaba incienso en las alturas. 5 Luego que entró en posesión del reino, hizo quitar la vida a sus criados, que habían muerto al rey, su padre; 6 aunque no mató a los hijos de los que lo habían muerto, conforme a lo que se halla escrito en el libro de la ley de Moisés, según el precepto del Señor, que dice: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su pecado personal.

7 Este mismo derrotó diez mil idumeos en el valle de las Salinas, y tomó a viva fuerza a Petra, a la cual llamó Jectehel, nombre que conserva hasta hoy día.

8 Entonces envió Amasías embajadores a Joás, hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel, diciendo: Ven, y veámonos las caras. 9 Y Joás, rey de Israel, envió a Amasías, rey de Judá, esta respuesta: El cardo del Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Mas las bestias salvajes que habitan en el Líbano pasaron y pisotearon al cardo orgulloso. 10 Como tú has vencido y derrotado a los idumeos, por esto se ha engreído tu corazón. Conténtate con esa gloria, y estáte quedo en tu casa: ¿a qué fin quieres acarrearte males para perderte tú y Judá contigo? 11 Pero Amasías no quiso aquietarse. Por lo cual Joás, rey de Israel salió a campaña, y encontrándose él y Amasías, rey de Judá, junto a Betsamés, ciudad de Judá, 12 fue el ejército de Judá derrotado por el de Israel; y cada cual huyó a su casa. 13 Y Joás, rey de Israel, hizo prisionero en la batalla de Betsamés a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Ocozías, y lo llevó a Jerusalén ; y abrió una brecha de cuatrocientos codos en la muralla de Jerusalén , desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina. 14 Y tomó todo el oro y plata, y todas las alhajas que se hallaron en el templo del Señor, y en los tesoros del rey, y los rehenes; y volvió a Samaria.

15 Las demás acciones de Joás y el valor con que peleó contra Amasías, rey de Judá, ¿todo eso no está escrito en el Libro de los Anales de los Reyes de Israel? 16 Finalmente, Joás pasó a descansar con sus padres, y fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel, sucediéndole en el reino su hijo Jeroboam Segundo. 17 Mas Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, vivió quince años después de la muerte de Joás, hijo de Joacaz, rey de Israel. 18 Lo restante de las acciones de Amasías, ¿no está todo escrito en el Libro de los Anales de los Reyes de Judá? 19 Contra éste se suscitó una conjuración en Jerusalén , por causa de la cual huyó a Laquís; pero destacaron gentes a Laquís, y allí lo mataron. 20 Lo transportaron después de allí en un carro tirado de caballos, y fue sepultado en Jerusalén con sus padres en la ciudad de David. 21 Luego todo el pueblo de Judá cogió a Azarías, que era de dieciséis años, y lo proclamó rey en lugar de Amasías, su padre.

22 Este reedificó a Elat, y la restituyó a Judá, después que el rey pasó a descansar con sus padres.

23 El año decimoquinto del reinado de Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, entró a reinar en Samaria Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel, y reinó cuarenta y un años. 24 Y obró el mal delante del Señor, en nada se apartó de todos los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. 25 Restableció en el primitivo estado los límites del reino de Israel, reconquistando desde la entrada de Emat hasta el mar del desierto, conforme a la palabra del Señor Dios de Israel, pronunciada por su siervo el profeta Jonás hijo de Amati natural de Get, ciudad situada en Ofer.

26 Porque vio el Señor la amarguísima aflicción de Israel, y que habían perecido a filo de espada hasta los que estaban en la cárcel, y los más desvalidos, y que no había quien socorriese a Israel. 27 No había decretado el Señor borrar el nombre de Israel de debajo del cielo; y así los libertó por mano de Jeroboam, hijo de Joás. 28 Las demás cosas de Jeroboam, y todo cuanto hizo, y el valor con que combatió, y cómo restituyó a Israel las ciudades de Damasco y Emat, que habían sido de Judá, ¿no está todo eso escrito en el Libro de los Anales de los Reyes de Israel? 29 En fin, Jeroboam fue a reposar con sus padres, los reyes de Israel, y lo sucedió en el reino su hijo Zacarías.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Atlas