Jn 18:13
|
De allí le condujeron primero a casa de Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.
|
Jn 18:15
|
Iba siguiendo a Jesús , Simón Pedro y otro discípulo, el cual era conocido del sacerdote, y así entró con Jesús en el atrio del sacerdote,
|
Jn 18:15
|
Iba siguiendo a Jesús , Simón Pedro y otro discípulo, el cual era conocido del sacerdote, y así entró con Jesús en el atrio del sacerdote,
|
Jn 18:16
|
quedándose Pedro fuera en la puerta. Por eso el otro discípulo, conocido del sacerdote, salió a la puerta y habló a la portera, y franqueó a Pedro la entrada.
|
Jn 18:19
|
Entretanto el sacerdote se puso a interrogar a Jesús sobre sus discípulos y su palabra.
|
Jn 18:22
|
A esta respuesta, uno de los ministros asistentes dio una bofetada a Jesús , diciendo: ¿Así respondes tú al sacerdote?
|
Jn 18:24
|
Entonces lo envió Anás atado al sumo sacerdote Caifás.
|
Jn 18:26
|
Le dijo uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel cuya oreja había cortado Pedro: Pues, ¿no te vi yo en el huerto con él?
|
Hech 5:27
|
Fueron conducidos y presentados al concilio; y el sumo sacerdote los interrogó,
|
Hech 14:13
|
Además de eso el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba al entrar en la ciudad, trayendo toros adornados con guirnaldas delante de la puerta, intentaba, seguido del pueblo, ofrecerles sacrificios.
|
Hech 22:5
|
como me son testigos el sumo sacerdote y todos los ancianos, de los cuales tomé así mismo cartas para los hermanos de Damasco, e iba allá para traer presos a Jerusalén a los de esta secta que allí hubiese, a fin de que fuesen castigados.
|
Hech 23:4
|
Los circunstantes le dijeron: ¿Cómo maldices tú al sumo sacerdote de Dios?
|
Hech 24:1
|
Al cabo de cinco días llegó a Cesarea el sumo sacerdote Ananías con algunos ancianos y con un tal Tértulo orador, o abogado, los cuales comparecieron ante el gobernador contra Pablo.
|
Heb 2:17
|
Por lo cual debió en todo semejarse a sus hermanos, a fin de ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel para con Dios, en orden a expiar o satisfacer por los pecados del pueblo.
|
Heb 4:14
|
Teniendo, pues, por sumo sacerdote a Jesús , Hijo de Dios, que penetró hasta lo más alto del cielo, y nos abrió sus puertas, estemos firmes en la fe que hemos profesado.
|
Heb 4:15
|
Pues no es tal nuestro sumo sacerdote que sea incapaz de compadecerse de nuestras miserias, habiendo voluntariamente experimentado todas las tentaciones y debilidades, a excepción del pecado, por razón de la semejanza con nosotros en el ser de hombre.
|
Heb 5:1
|
Porque todo sumo sacerdote entresacado de los hombres, es puesto para beneficio de los hombres, en lo que mira al culto de Dios, a fin de que ofrezca dones y sacrificios por los pecados,
|
Heb 5:5
|
Así también, Cristo no se arrogó la gloria de hacerse sumo sacerdote, sino que se la dio el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
|
Heb 5:6
|
Al modo que también en otro lugar dice: Tú eres sacerdote eternamente, según el orden de Melquisedec.
|
Heb 5:10
|
siendo nombrado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
|
Heb 6:20
|
Donde entró Jesús por nosotros el primero como nuestro precursor, constituido sumo sacerdote por toda la eternidad según el orden de Melquisedec.
|
Heb 7:1
|
En efecto, este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios altísimo, es el que salió al encuentro a Abrahán cuando volvía victorioso de la derrota de los cuatro reyes, y el que le bendijo;
|
Heb 7:3
|
representado sin padre, sin madre, sin genealogía, sin ser conocido el principio de sus días, ni el fin de su vida, sino que siendo por todo esto imagen del Hijo de Dios, queda sacerdote eternamente.
|
Heb 7:11
|
Y si la perfección o santidad se daba por el sacerdocio levítico (ya que en tiempo del mismo recibió el pueblo la ley) ¿qué necesidad hubo después de que se levantase otro sacerdote nombrado según el orden de Melquisedec, y no según el de Aarón?
|
Heb 7:15
|
Y aun esto se manifiesta más claro; supuesto que sale a la luz otro sacerdote a semejanza de Melquisedec,
|
Heb 7:17
|
como lo declara la Escritura diciendo: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
|
Heb 7:20
|
Y además este sacerdote Jesucristo no ha sido establecido sin juramento (porque ciertamente los otros fueron instituidos sacerdotes sin juramento;
|
Heb 7:21
|
mas éste lo fue con juramento, por aquel que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote por toda la eternidad)
|
Heb 7:26
|
A la verdad tal como éste nos convenía que fuese nuestro sumo sacerdote, santo, inocente, inmaculado, segregado de los pecadores, o de todo pecado, y sublimado sobre los cielos,
|
Heb 7:28
|
Pues la ley constituyó sacerdotes a hombres flacos; pero la palabra de Dios, confirmada con el juramento que ha hecho posteriormente a la ley, estableció por sumo sacerdote a su Hijo Jesucristo, que es santo y perfecto eternamente.
|
Heb 8:1
|
En suma, cuanto acabamos de decir se reduce a esto: Tenemos un sumo sacerdote tal, que está sentado a la diestra del trono de la majestad de Dios en los cielos,
|
Heb 8:2
|
y es el ministro, o sacerdote, del santuario celestial, y del verdadero Tabernáculo, erigido por el Señor, y no por hombre alguno:
|
Heb 8:3
|
que si todo sumo sacerdote es destinado a ofrecer dones y víctimas, forzoso es que también éste tenga alguna cosa que ofrecer;
|
Heb 8:4
|
porque si él habitase sobre la tierra, ni aun sacerdote sería, estando ya establecidos a este fin los hijos de la tribu de Leví, que según la ley, ofrecen los dones,
|
Heb 8:6
|
Mas nuestro sumo sacerdote, Jesucristo, ha alcanzado un ministerio tanto más excelente, cuanto es mediador de un Testamento o alianza más apreciable, la cual fue otorgada sobre mejores promesas.
|
Heb 9:7
|
pero en el segundo el solo sumo sacerdote, una vez al año, no sin llevar allí sangre, la cual ofrecía por sus ignorancias y por las del pueblo,
|
Heb 9:11
|
Mas sobreviniendo Cristo sumo sacerdote que nos había de alcanzar los bienes venideros, por medio de un Tabernáculo más excelente y más perfecto, no hecho a mano, esto es, no de fábrica o formación semejante a la nuestra;
|
Heb 9:25
|
y no para ofrecerse muchas veces a sí mismo como entra el sumo sacerdote de año en año en el lugar santísimo con sangre ajena y no propia.
|
Heb 10:11
|
Y así en lugar de que todo sacerdote de la antigua ley se presenta cada día, por mañana y tarde, a ejercer su ministerio y a ofrecer muchas veces las mismas víctimas, las cuales no pueden jamás quitar los pecados,
|
Heb 10:12
|
este nuestro sumo sacerdote después de ofrecida una sola hostia por los pecados, está sentado para siempre a la diestra de Dios,
|
Heb 10:21
|
teniendo asimismo el gran sacerdote, Jesucristo, constituido sobre la casa de Dios, o la Iglesia,
|
Heb 13:11
|
Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre por el pecado ofrece el sumo sacerdote en el santuario, son quemados enteramente fuera de los alojamientos o de la población;
|