I Rey 23:7
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Es de saber que cuando Abiatar, hijo de Aquimelec, se refugió a David en Ceila, se llevó consigo el efod del sumo sacerdote.
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I Rey 23:10
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Y advertido David de que Saúl trazaba secretamente su ruina, dijo al sacerdote Abiatar: Ponte el efod para consultar al Señor.
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I Rey 30:7
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Y dijo a Abiatar sumo sacerdote, hijo de Abimelec: Tráeme el efod. Y Abiatar trajo a David el efod.
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II Rey 15:24
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Vino asimismo el sumo sacerdote Sadoc, acompañado de todos los levitas, que llevaban el arca del Testamento de Dios, y la colocaron allí. Abiatar se mantuvo junto a ella, hasta que aca-bó de pasar todo el pueblo que salía de la ciudad.
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II Rey 15:27
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Y añadió el rey al sumo sacerdote Sadoc: Oh vidente, vuélvete en paz a la ciudad con tu hijo Aquímaas y con Jonatás, hijo de Abiatar; estén con vosotros esos dos hijos vuestros.
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II Rey 20:26
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e Ira de Jair era sacerdote de David.
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III Rey 1:7
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Y estaba de inteligencia con Joab, hijo de Sarvia, y con Abiatar, sumo sacerdote, los cuales favorecían su partido.
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III Rey 1:8
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Mas el otro sumo sacerdote Sadoc, y Banaías, hijo de Joíada, el profeta Natán, y Semei, y Rei, y la principal fuerza del ejército de David, no estaban por Adonías.
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III Rey 1:19
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Ha hecho degollar bueyes, y toda suerte de víctimas o reses cebadas, y muchísimos carneros, y ha convidado a todos los hijos del rey, y también al sumo sacerdote Abiatar, y a Joab, general del ejército: pero no ha convidado a tu siervo Salomón .
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III Rey 1:25
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Porque hoy ha salido, y ha hecho degollar bueyes y reses gordas, muchísimos carneros, y ha convidado a todos los hijos del rey y a los caudillos del ejército, y también a Abiatar, sumo sacerdote; los cuales han comido y bebido a su lado, diciendo: ¡Viva el rey Adonías!
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III Rey 1:26
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Mas a mí, tu siervo, ni al sumo sacerdote Sadoc, ni a Banaías, hijo de Joíada, como ni a tu siervo Salomón , no nos ha convidado.
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III Rey 1:32
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Dijo después el rey David: Llamadme al sumo sacerdote Sadoc, y al profeta Natán, y a Banaías, hijo de Joíada. Y así que estuvieron éstos en su presencia
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III Rey 1:34
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y allí lo ungirán por rey de Israel el sumo sacerdote Sadoc y el profeta Natán; y tocaréis la trompeta, y diréis: ¡Viva el rey Salomón !
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III Rey 1:38
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Con esto salieron el sumo sacerdote Sadoc, y el profeta Natán, y Banaías, hijo de Joíada, con las guardias de cereteos y feleteos, y haciendo montar a Salomón en la mula del rey David, lo condujeron a Gihón.
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III Rey 1:39
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El sumo sacerdote Sadoc tomó del Tabernáculo la vasija del óleo sagrado, y ungió a Salomón , y tocaron las trompetas, y gritó todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón !
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III Rey 1:42
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Aún estaba hablando, cuando llegó Jonatás, hijo de Abiatar el sumo sacerdote; y le dijo Adonías: Entra, que tú eres un hombre valeroso y portador de buenas nuevas.
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III Rey 1:44
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Y ha enviado con él al sumo sacerdote Sadoc, y al profeta Natán y a Banaías, hijo de Joíada, con los cereteos y feleteos; y lo han hecho montar en la mula del rey;
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III Rey 1:45
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y Sadoc, sumo sacerdote, y el profeta Natán lo han ungido por rey en Gihón, y han regresado de allí en medio de aclamaciones de júbilo, que resuenan por toda la ciudad. Estas son las voces de alborozo que habéis oído.
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III Rey 2:22
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Respondió el rey Salomón , y dijo a su madre: ¿Por qué me pides la sunamita Abisag para Adonías? Pide también para él mi reino; pues él es mi hermano mayor, y tiene de su parte al sumo sacerdote Abiatar, y a Joab hijo de Sarvia.
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III Rey 2:26
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Dijo asimismo el rey a Abiatar, sumo sacerdote: Retírate a la posesión que tienes en Anatot. Tú, a la verdad, mereces la muerte, pero yo no te quito hoy la vida, por cuanto llevaste el arca del Señor Dios delante de mi padre David, y acompañaste a mi padre en todos los trabajos que padeció.
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III Rey 2:27
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Con esto Salomón desterró a Abiatar, para que no ejerciese más las funciones de sumo sacerdote del Señor; con lo cual se cumplió la palabra pronunciada por el Señor en Silo contra la casa de Helí.
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III Rey 2:35
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Después de esto el rey dio a Banaías, hijo de Joíada, el mando del ejército en lugar del difunto; y nombró o confirmó sumo sacerdote a Sadoc, en vez de Abiatar.
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III Rey 4:2
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Y éstos eran sus principales ministros: Azarías, hijo del sumo sacerdote Sadoc;
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III Rey 4:5
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Azarías, hijo de Natán, superintendente de los que asistían al rey; Zabud, hijo de Natán, sacerdote, privado o confidente del rey;
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III Rey 13:33
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Después de todos estos sucesos, no se convirtió Jeroboam de su vida perversa; antes al contrario, creó sacerdotes de los lugares altos, hombres del común del pueblo; todo el que quería se consagraba, y quedaba hecho sacerdote de los lugares altos.
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IV Rey 11:9
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Ejecutaron puntualmente todo lo que les había ordenado el sumo sacerdote Joíada, y tomando cada uno de sus gentes, así los que entraban de semana como los que salían, se presentaron al sumo sacerdote Joíada,
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IV Rey 11:9
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Ejecutaron puntualmente todo lo que les había ordenado el sumo sacerdote Joíada, y tomando cada uno de sus gentes, así los que entraban de semana como los que salían, se presentaron al sumo sacerdote Joíada,
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IV Rey 11:15
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Mas Joíada dio orden a los centuriones que mandaban la tropa, diciéndoles: Sacadla fuera del recinto del templo; y cualquiera que la siga, sea pasado a cuchillo. Pues había dicho el sumo sacerdote: No sea muerta en el templo del Señor.
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IV Rey 11:18
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E inmediatamente entró todo el pueblo de la tierra en el templo de Baal, y derribaron sus aras, e hicieron añicos sus imágenes, y delante del mismo altar mataron a Matán, sacerdote de Baal. Y el sumo sacerdote puso guardias en la casa del Señor.
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IV Rey 11:18
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E inmediatamente entró todo el pueblo de la tierra en el templo de Baal, y derribaron sus aras, e hicieron añicos sus imágenes, y delante del mismo altar mataron a Matán, sacerdote de Baal. Y el sumo sacerdote puso guardias en la casa del Señor.
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IV Rey 12:2
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Procedió Joás rectamente delante del Señor todo el tiempo que tuvo por director al sumo sacerdote Joíada.
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IV Rey 12:7
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Entonces llamó el rey Joás al sumo sacerdote Joíada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no habéis hecho los reparos en la construcción del templo? No tenéis, pues, que recibir de aquí en adelante el dinero en vuestros turnos o semanas, sino dejadlo para reparar el templo.
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IV Rey 12:9
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Entonces el sumo sacerdote Joíada mandó hacer una arca , y abrir encima de ella un agujero; y la colocó cerca del altar, a mano derecha de los que entraban en la Casa del Señor. Y los sacerdotes que estaban de guardia en las puertas echaban en ella todo el dinero que se ofrecía al templo del Señor.
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IV Rey 12:10
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Y cuando veían que había mucho dinero en el arca , venía un secretario del rey, y con el sumo sacerdote sacaban y contaban el dinero, que se hallaba en la casa del Señor,
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IV Rey 16:10
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Entonces el rey Acaz fue a Damasco a recibir a Teglatfalasar, rey de los asirios; y viendo el altar de Damasco, envió el rey Acaz al sumo sacerdote Urías un modelo de él, que representaba exactamente todas sus labores.
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IV Rey 16:11
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Y el sumo sacerdote Urías erigió un altar conforme en un todo a las órdenes que le había comunicado el rey Acaz desde Damasco. El sumo sacerdote Urías hizo esto, mientras el rey Acaz volvía de Damasco.
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IV Rey 16:11
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Y el sumo sacerdote Urías erigió un altar conforme en un todo a las órdenes que le había comunicado el rey Acaz desde Damasco. El sumo sacerdote Urías hizo esto, mientras el rey Acaz volvía de Damasco.
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IV Rey 16:15
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Además dio el rey Acaz al sumo sacerdote Urías esta orden: Ofrecerás sobre este altar grande el holocausto de la mañana y el sacrificio de la tarde, y el holocausto del rey con su sacrificio, y el holocausto de todo el pueblo de la tierra con sus sacrificios y libaciones; y has de derramar sobre este altar toda la sangre de los holocaustos, y toda la sangre de las víctimas. En cuanto al altar de bronce estará pronto a disposición mía.
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IV Rey 16:16
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Hizo, pues, el sumo sacerdote Urías todo cuanto el rey Acaz le había mandado.
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IV Rey 22:4
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Ve a Helcías, sumo sacerdote, y dile que mande recoger el dinero que ha entrado en el templo del Señor, que han recibido del pueblo los porteros del templo,
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IV Rey 22:8
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Con esta ocasión dijo el sumo sacerdote Helcías a Safán, secretario: He hallado en el templo del Señor el libro de la ley. Y entregó Helcías aquel volumen a Safán; el cual lo leyó.
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IV Rey 22:10
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El secretario Safán dijo además al rey: El sumo sacerdote Helcías me ha dado este libro. Y leyó Safán en presencia del rey;
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IV Rey 22:12
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y dio esta orden al sumo sacerdote Helcías, y a Ahicam, hijo de Safán, y a Acobor, hijo de Micá, y a Safán, secretario, y a Asaías, ministro del rey:
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IV Rey 22:14
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Fueron, pues, el sumo sacerdote Helcías, y Ahicam, y Acobor, y Safán, Asaías a casa de Holda profetisa, mujer de Sellum, hijo de Tecua, y nieto de Araas jefe del guardarropa, la cual habitaba en Jerusalén en la parte llamada Segunda, y hablaron con ella.
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IV Rey 23:4
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Al mismo tiempo mandó el rey al sumo sacerdote Helcías y a los sacerdotes de segundo orden, y a los porteros, que arrojasen del templo del Señor todos los vasos o alhajas consagradas a Baal, y al ídolo del bosque, y a todos los astros del cielo, y los quemó fuera de Jerusalén en el valle de Cedrón, e hizo llevar las cenizas a Betel.
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IV Rey 23:24
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Extirpó igualmente Josías a los pitones o magos y a los adivinos, y las figuras de ídolos, y las inmundicias y abominaciones que habían quedado en el país de Judá y de Jerusalén a fin de restablecer en su vigor las palabras de la ley escritas en aquel libro hallado por Helcías, sumo sacerdote, en el templo del Señor.
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IV Rey 25:18
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Además, se llevó el general del ejército a Saraías, primer sacerdote, y a Sofonías, segundo sacerdote y a tres porteros.
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IV Rey 25:18
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Además, se llevó el general del ejército a Saraías, primer sacerdote, y a Sofonías, segundo sacerdote y a tres porteros.
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I Par 9:11
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Asimismo Azarías, hijo de Helcías, hijo de Mosollam, hijo de Sadoc, hijo de Marayot, hijo de Aquitob, sumo sacerdote de la casa de Dios.
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I Par 16:39
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Al mismo tiempo destinó al sumo sacerdote Sadoc, y a los sacerdotes, sus hermanos, al servicio del Tabernáculo del Señor, que se conservaba en el lugar alto en Gabaón.
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