Jer 1:12
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Y me dijo el Señor: Así es como tú has visto, pues yo seré vigilante en cumplir mi palabra.
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Jer 2:4
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Ahora, pues, oíd la palabra del Señor vosotros los de la casa de Jacob , y vosotras todas las familias del linaje de Israel.
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Jer 6:10
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Mas, ¿a quién dirigiré yo la palabra? ¿Y a quién conjuraré para que me escuche, pues tienen tapadas sus orejas, y no pueden oír? Lo peor es que la palabra del Señor les sirve de escarnio, y no la recibirán.
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Jer 6:10
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Mas, ¿a quién dirigiré yo la palabra? ¿Y a quién conjuraré para que me escuche, pues tienen tapadas sus orejas, y no pueden oír? Lo peor es que la palabra del Señor les sirve de escarnio, y no la recibirán.
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Jer 7:2
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Ponte a la puerta del templo del Señor, y predica allí este sermón, hablando en los términos siguientes: Oíd la palabra del Señor todos vosotros, ¡oh hijos de Judá!, que entráis por estas puertas para adorar al Señor.
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Jer 8:9
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Confundidos están vuestros sabios, aterrados y presos, porque desecharon la palabra del Señor, y ni rastro hay ya en ellos de sabiduría.
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Jer 9:12
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¿Cuál es el varón sabio que entienda esto, y a quien el Señor comunique de su boca la palabra, a fin de que declare a los otros el porqué ha sido asolada esta tierra, y está seca y quemada como un árido desierto, sin haber persona que transite por ella?
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Jer 9:20
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Escuchad, pues, ¡oh mujeres de mi país!, la palabra del Señor, y perciban bien vuestros oídos lo que os anuncian sus labios; y enseñad a vuestras hijas, y cada cual a su vecina endechas y canciones lúgubres.
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Jer 11:8
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Pero no la escucharon ni prestaron oídos a mi palabra, sino que cada uno siguió los depravados apetitos de su maligno corazón; y descargué sobre ellos todo el castigo que estaba escrito en aquel pacto que les mandé guardar, y no guardaron.
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Jer 11:16
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El Señor te dio el nombre de olivo fértil, bello, fructífero, ameno; mas después a la voz de una palabra suya prendió en el olivo un gran fuego, y quedaron abrasadas todas sus ramas.
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Jer 15:16
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Yo hallé tu divina palabra, y me alimenté con ella; y en tu palabra hallé el gozo mío y la alegría de mi corazón; porque yo llevo el nombre de profeta tuyo, ¡oh Señor Dios de los ejércitos!
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Jer 15:16
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Yo hallé tu divina palabra, y me alimenté con ella; y en tu palabra hallé el gozo mío y la alegría de mi corazón; porque yo llevo el nombre de profeta tuyo, ¡oh Señor Dios de los ejércitos!
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Jer 17:15
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He aquí que ellos me están diciendo: ¿Dónde está la palabra del Señor? Que se cumpla.
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Jer 17:20
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y les dirás a todos: Oíd la palabra del Señor, ¡oh reyes de Judá!, y tú, pueblo todo de Judá, y todos vosotros ciudadanos de Jerusalén que entráis por estas puertas,
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Jer 18:18
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Mas ellos dijeron entonces: Venid y tratemos seriamente de obrar contra Jeremías, porque a pesar de lo que él predice, no nos faltará la explicación de la ley de boca del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Venid, pues, atravesémosle con los dardos de nuestra lengua, y no hagamos caso de ninguna de sus palabras.
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Jer 19:3
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Escuchad, les dirás, la palabra del Señor, ¡oh reyes de Judá y ciudadanos de Jerusalén ! Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Sabed que yo descargaré sobre este lugar tales castigos, que a cualquiera que los oyere contar le retiñirán las orejas.
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Jer 20:8
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porque ya tiempo hace que estoy clamando contra la iniquidad, y anunciando a voz en grito la devastación; y la palabra del Señor no me acarrea más que continuos oprobios y escarnios.
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Jer 21:11
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Dirás también a la casa del rey de Judá: Oíd la palabra del Señor:
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Jer 22:2
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y dirás: Escucha, ¡oh rey de Judá!, la palabra del Señor, tú que te sientas sobre el trono de David, tú y los de tu servidumbre, y tu pueblo que entráis por estas puertas.
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Jer 22:29
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¡Tierra, tierra!; oye, ¡oh tierra!, la palabra del Señor, y escarmienta.
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Jer 23:28
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Que cuente su sueño aquel profeta que así sueña; y predique mi palabra con toda verdad aquel que recibe mi palabra, y se verá la diferencia. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo, dice el Señor?
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Jer 23:28
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Que cuente su sueño aquel profeta que así sueña; y predique mi palabra con toda verdad aquel que recibe mi palabra, y se verá la diferencia. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo, dice el Señor?
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Jer 25:3
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Desde el año decimotercero de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta el día de hoy, en que han pasado veintitrés años, el Señor me ha hecho oír su palabra, y yo os la he estado anunciando, levantándome antes de amanecer para predicaros, y vosotros no me habéis escuchado.
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Jer 26:2
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Esto dice el Señor: Ponte en el atrio de la casa del Señor; y a todas las ciudades de Judá, cuyos moradores vienen a adorar en el templo del Señor, les anunciarás todo aquello que te he mandado decirles; no omitas ni una sola palabra,
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Jer 27:18
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Que si son verdaderamente profetas, y está en ellos la palabra del Señor, intercedan con el Señor de los ejércitos para que los vasos que han quedado en el templo del Señor, y en el palacio del rey de Judá, y en Jerusalén , no vayan también a Babilonia.
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Jer 29:20
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Entretanto, vosotros todos a quienes hice yo pasar desde Jerusalén a Babilonia, oíd la palabra del Señor;
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Jer 31:10
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Escuchad, ¡oh naciones!, la palabra del Señor, y anunciadla a las islas más remotas, y decid: Aquel mismo que dispersó a Israel, lo reunirá y lo guardará como guarda el pastor a su rebaño.
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Jer 32:8
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En efecto, según la palabra del Señor, Hanameel, hijo de mi tío paterno, vino a encontrarme en el patio de la cárcel, y me dijo: Cómprame el campo que tengo en Anatot, tierra de Benjamín; pues a ti te toca por derecho de herencia poseerlo, por ser tú el pariente más cercano. Conocí que aquello venía del Señor;
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Jer 33:14
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Vienen ya los días, dice el Señor, en que yo llevaré a efecto la palabra o promesa buena, que di a la casa de Israel y a la casa de Judá.
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Jer 38:27
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En efecto, vinieron luego todos los príncipes a Jeremías, y se lo preguntaron, y él les respondió palabra por palabra todo lo que le había prevenido el rey; y no le molestaron más, pues nada se había traslucido.
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Jer 38:27
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En efecto, vinieron luego todos los príncipes a Jeremías, y se lo preguntaron, y él les respondió palabra por palabra todo lo que le había prevenido el rey; y no le molestaron más, pues nada se había traslucido.
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Jer 44:24
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Y dijo Jeremías a todo el pueblo y a las mujeres todas: Escuchad la palabra del Señor, vosotros todos los del pueblo de Judá que estáis en tierra de Egipto.
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Jer 44:26
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Por tanto, oíd la palabra del Señor todos los de Judá que vivís en tierra de Egipto: He aquí que yo he jurado por mi gran Nombre, dice el Señor, que de ningún modo será pronunciado más en toda la tierra de Egipto el Nombre mío, por la boca de judío alguno, diciendo: Vive el Señor Dios.
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Jer 44:28
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Mas aquellos pocos que se librarán de la espada saliendo de Egipto, éstos volverán a la tierra de Judá; y todos los residuos del pueblo de Judá que han entrado en Egipto para vivir allí, conocerán si se verificará mi palabra o la de ellos.
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Bar 2:1
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Por este motivo el Señor Dios nuestro cumplió su palabra, que nos había ya ordenado a nosotros, y a nuestros jueces gobernadores de Israel, y a nuestros reyes, y a nuestros príncipes, y a todo Israel y Judá,
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Bar 3:22
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No se oyó palabra de ella en la tierra de Canaán, ni fue vista en Temán.
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Bar 5:5
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Levántate, ¡oh Jerusalén !, y ponte en la altura, y dirige tu vista hacia oriente, y mira cómo se congregan tus hijos desde el oriente hasta el occidente en virtud de la palabra del Santo, gozándose en la memoria de su Dios;
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Ezeq 1:3
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dirigió el Señor su palabra a Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Cobar; y allí se hizo sentir sobre él la mano o virtud de Dios.
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Ezeq 6:3
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y dirás: Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor Dios: Esto dice el Señor Dios a los montes y a los collados, a los peñascos y a los valles: Mirad, yo haré que descargue sobre vosotros la espada, y destruiré vuestros lugares altos;
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Ezeq 20:46
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Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia el mediodía, y dirige tu palabra hacia el lado del viento ábrego, y vaticina contra el bosque de la campiña del mediodía.
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Ezeq 20:47
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Y dirás al bosque del mediodía: Escucha la palabra del Señor: Esto dice el Señor Dios: Mira, yo pondré en ti fuego y abrasaré todos tus árboles, los verdes y los secos; no se apagará la llama del incendio, y arderá toda su superficie desde el mediodía hasta el norte.
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Ezeq 24:14
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Yo el Señor he hablado: Vendrá el tiempo y lo ejecutaré; no volverá atrás mi palabra, ni perdonaré, ni me aplacaré, según tus caminos y tus procederes te juzgaré yo, dice el Señor.
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Ezeq 32:17
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Y en el año duodécimo, a los quince días del mes, me dirigió el Señor su palabra, diciendo:
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Ezeq 32:21
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Desde en medio del infierno le dirigirán la palabra los campeones más poderosos que descendieron allí con sus auxiliares, y perecieron incircuncisos al filo de la espada.
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Ezeq 34:9
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Por tanto oíd, ¡oh pastores!, la palabra del Señor:
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Ezeq 36:1
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Mas tú, ¡oh hijo de hombre!, profetiza acerca de los montes de Israel, y dirás: Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor.
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Ezeq 36:4
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por tanto, oíd, ¡oh montes de Israel!, la palabra del Señor Dios: Esto dice el Señor Dios a los montes, y a los collados, a los arroyos y a los valles, y a los desiertos, y a las murallas derrocadas, y a las ciudades abandonadas que han quedado sin moradores, y son la mofa de todas las demás naciones circunvecinas.
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Dan 2:47
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El rey, pues, dirigió su palabra a Daniel, y le dijo: Verdaderamente que vuestro Dios es el Dios de los dioses, y el Señor de los reyes, y el que revela los secretos, pues has podido tú descubrir éste.
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Dan 4:16
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Entonces Daniel, que era llamado Baltasar, se quedó pensativo y en silencio como una hora, y lo conturbaban sus pensamientos. Mas el rey tomó la palabra, y dijo: Baltasar, no te turbes por causa del sueño y de su explicación. A lo que respondió Baltasar diciendo: Ojalá, señor mío, que el sueño recaiga sobre los que te quieren mal, y sea para tus enemigos lo que él significa.
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Dan 5:10
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Mas la reina, con motivo de lo acaecido al rey y a sus cortesanos, entró en la sala del convite, y tomando la palabra, dijo: ¡Vive, oh rey, eternamente! No te conturben los pensamientos que tienes, ni se altere tu semblante.
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