Job 2:4
|
A esto respondió Satanás, diciendo: El hombre dará siempre la piel de otro por conservar la suya propia, y abandonará de buena gana cuanto posee por salvar su vida;
|
Job 3:18
|
y allí están sin sufrir ya molestia alguna, ni oír la voz del cruel capataz, aquellos que en otro tiempo estaban juntos con grillete.
|
Job 9:32
|
Porque no habré de dar mis descargos a otro hombre como yo, ni a quien puede igualmente ser citado conmigo a juicio.
|
Job 19:19
|
Los que en otro tiempo eran mis consejeros, me abominaban; y el amigo a quien más amaba, ése me ha vuelto las espaldas.
|
Job 19:27
|
a quien he de ver yo mismo en persona y no por medio de otro, y a quien contemplarán los mismos ojos míos. Esta es la esperanza que en mi pecho tengo depositada.
|
Job 20:24
|
Huirá por un lado de las armas de hierro, y caerá por otro en las saetas del arco de bronce.
|
Job 21:21
|
Porque de otro modo, ¿qué ciudado le daría la suerte de su casa después de muerto, aun cuando fuese cortado por medio el número de sus meses o años?
|
Job 22:14
|
está escondido allá entre las nubes; y no hace alto en nuestras cosas, y anda paseándose de uno a otro polo del cielo.
|
Job 30:25
|
Yo en otro tiempo lloraba con el que se hallaba atribulado, y mi alma se compadecía del pobre.
|
Job 31:8
|
siembre yo, y cómase otro el fruto y sea desarraigado mi linaje.
|
Job 31:10
|
sea mi mujer manceba de otro, y sirva a otros de prostituta.
|
Job 34:13
|
¿Ha cedido él a algún otro sus veces sobre la tierra? ¿O a quién ha encargado gobernar el mundo que fabricó?
|
Job 38:41
|
¿Quién prepara al cuervo su alimento, cuando sus pollitos levantan sus graznidos hacia Dios, yendo de un lado a otro del nido, por no tener nada que comer?
|
Job 40:17
|
endurece y levanta su cola como cedro; los nervios de muslos están interiormente entrelazados uno con otro.
|
Salm 17:32
|
Porque ¿qué otro Dios hay sino el Señor? ¿O qué Dios hay fuera de nuestro Dios?
|
Salm 41:8
|
Como el estampido con que se deshacen tus cataratas, un abismo o aguacero llama a otro abismo; así todas tus tempestades y todas tus olas han ido descargando sobre mí.
|
Salm 48:8
|
El hermano no redime, ¿cómo redimirá otro hombre? Ninguno podrá ofrecer a Dios cosa que le aplaque,
|
Salm 54:14
|
Mas tú ¡oh hombre, que aparentabas ser otro yo, mi guía, y mi amigo!
|
Salm 71:8
|
Y dominará de un mar a otro, y desde el río hasta el extremo de la tierra.
|
Salm 74:8
|
pues el juez es Dios. El abate a uno, y ensalza a otro;
|
Salm 74:9
|
porque el Señor tiene en la mano un cáliz de vino puro, lleno de amarga mistura, y le hace pasar de uno a otro; mas no por eso se han apurado sus últimos tragos, las han de beber todos los pecadores de la tierra.
|
Salm 104:13
|
y pasaban a menudo de una nación a otra y de un reino a otro pueblo.
|
Salm 108:8
|
Acortados sean sus días y ocupe otro su ministerio o puesto.
|
Salm 147:20
|
No ha hecho otro tanto con las demás naciones, ni les ha manifestado a todas ellas sus juicios o preceptos. ¡Aleluya!
|
Salm 148:13
|
porque sólo el Nombre del Señor y no otro, es digno de ser ensalzado.
|
Prov 5:10
|
A no ser que quieras que los extraños se enriquezcan con tus bienes, y que vaya a parar en casa de otro el fruto de tus sudores.
|
Prov 6:10
|
Tú dormirás un poquito, otro poquito dormitarás, otro cruzarás tus manos para dormir,
|
Prov 6:10
|
Tú dormirás un poquito, otro poquito dormitarás, otro cruzarás tus manos para dormir,
|
Prov 12:15
|
Al necio se le figura acertado su proceder; pero el sabio toma los consejos de otro.
|
Prov 17:5
|
Quien menosprecia al pobre, insulta a su Creador y el que se goza en la ruina de otro, no quedará impune.
|
Prov 20:10
|
Un peso y medida para dar, y otro peso y medida para recibir, son dos cosas que Dios abomina.
|
Prov 21:14
|
La dádiva secreta calma los enojos; y el don, metido oportunamente en el seno de otro, aplaca la mayor cólera.
|
Prov 22:16
|
Quien oprime al pobre a trueque de acrecentar sus riquezas, tendrá que cederlas a otro más rico, y vendrá a quedar miserable.
|
Prov 23:33
|
Se irán después tus ojos tras la mujer de otro, y prorrumpirá tu corazón en palabras perversas e indecentes.
|
Prov 25:10
|
No sea que éste después de haberlo sabido te insulte, y no cese de sonrojarte. El favor y la amistad libertan al hombre; procura conservar uno y otro para no caer en el desprecio.
|
Prov 26:2
|
La maldición pronunciada sin causa contra alguno, pasará sin detenerse por encima de él, como el ave que pasa volando a otro clima, y el pájaro que gira a su placer.
|
Prov 27:2
|
La boca de otro, no la tuya, sea la que te alabe; el extraño, y no tus propios labios.
|
Prov 28:23
|
Quien corrige a una persona será al fin más grato a ella que otro que la engaña con palabras lisonjeras.
|
Ecle 4:5
|
Por otro extremo, el necio está con las manos cruzadas y se consume a sí mismo, diciendo:
|
Ecle 4:10
|
Si uno va a caer, el otro lo sostiene. Pero ¡ay del hombre que está solo!, pues si cae no tiene quién lo levante.
|
Ecle 4:14
|
Porque algunas veces de la cárcel y de entre cadenas sale uno para reinar; y otro nacido en el trono acaba en miseria.
|
Ecle 5:7
|
Si vieres la opresión de los pobres, la violencia que reina en los juicios y el trastorno de la justicia en una provincia, no hay que turbarte por este desorden; pues aquel que está en alto puesto, tiene otro sobre sí, y sobre éstos aun hay otros más elevados,
|
Ecle 6:2
|
un hombre a quien Dios ha dado riquezas, y haciendas, y honores, sin que le falte cosa de cuantas desea su alma; mas Dios no le da facultad para disfrutar de ellas; sino que abandonándolo a la avaricia, otro hombre extraño lo ha de devorar todo; vanidad es ésta y miseria muy grande.
|
Ecle 8:9
|
Todas estas cosas consideré, y apliqué mi espíritu a la meditación de cuanto se hace deba-jo del sol. Y observé que un hombre domina sobre otro hombre a veces para su propia desdicha.
|
Ecle 9:11
|
Volví mi consideración a otro asunto, y observé que debajo del sol ni la ventaja en la carrera es de los ligeros, ni de los valientes la victoria en la guerra; ni el pan para los sabios; ni para los doctos las riquezas; ni de los peritos en las artes es el crédito; sino que todo se hace como por azar y a la ventura.
|
Sab 2:1
|
Dijeron, pues, los impíos entre sí, discurriendo sin juicio: Corto y lleno de tedio es el tiempo de nuestra vida; no hay consuelo en el fin del hombre o después de su muerte, ni se ha conocido nadie que haya vuelto de los infiernos o del otro mundo.
|
Sab 5:3
|
y arrepentidos, y arrojando gemidos de su angustiado corazón, dirán dentro de sí: Estos son los que en otro tiempo fueron el blanco de nuestros escarnios, y a quienes proponíamos como un ejemplar de oprobio.
|
Sab 8:1
|
Ella, pues, abarca fuertemente de un cabo a otro todas las cosas, y las ordena todas con suavidad.
|
Sab 12:13
|
Porque no hay otro Dios sino tú; que de todas las cosas tienes cuidado, para demostrar que no hay injusticia alguna en tus juicios o disposiciones.
|
Sab 12:27
|
Porque irritados de lo que padecían, y viéndose atormentados por las mismas cosas que creían dioses, y que ellas eran su ruina, reconocieron ser el verdadero Dios aquel a quien en otro tiempo negaban conocer; pero no dejaron la impiedad. Por lo cual descargó al cabo sobre ellos la condenación final.
|