Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

otro

Lc 11:29 Como concurriesen las turbas a oírle, comenzó a decir: Esta raza de hombres es una raza perversa; ellos piden un prodigio, y no se les dará otro prodigio que el del profeta Jonás ;
Lc 14:8 Cuando fueres convidado a bodas, no te pongas en el primer puesto, porque quizá haya otro convidado de más distinción que tú;
Lc 14:31 O ¿cuál es el rey que habiendo de hacer guerra contra otro rey, no considera primero despacio si podrá con diez mil hombres hacer frente al que con veinte mil viene contra él?
Lc 14:32 Que si no puede, despachando una embajada, cuando está el otro todavía lejos, le ruega con la paz.
Lc 16:7 Dijo después a otro: ¿Y tú cuánto debes? Respondió: Cien coros, o cargas de trigo. Le dijo: Toma tu obligación, escribe otra de ochenta.
Lc 16:13 Ningún criado puede servir a dos amos; porque o aborrecerá al uno, y amará al otro; o amará al primero, y no hará caso del segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Lc 17:24 Porque como el relámpago brilla y se deja ver de un cabo del cielo al otro, iluminando la atmósfera, así se dejará ver el Hijo del hombre el día suyo.
Lc 17:34 Una cosa os digo: Aquella noche dos estarán en un mismo lecho; el uno será libertado, y el otro abandonado:
Lc 17:35 Estarán dos mujeres moliendo juntas; la una será libertada, y la otra abandonada: dos hombres en el mismo campo; el uno será libertado, y el otro abandonado.
Lc 18:10 Dos hombres subieron al templo a orar, el uno era fariseo, y el otro publicano.
Lc 18:14 Os declaro, pues, que éste volvió a su casa, justificado, mas no el otro; porque todo aquel que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
Lc 19:20 Vino otro, y dijo: Señor, aquí tienes tu marco de plata, el cual he guardado envuelto en un pañuelo;
Lc 20:11 Envió de nuevo a otro criado; pero a éste también, después de herirle y llenarle de golpes, le remitieron sin nada.
Lc 20:12 Les envió todavía otro; y a éste también le hirieron y echaron fuera.
Lc 20:35 pero entre los que serán juzgados dignos del otro siglo y de la resurrección de entre los muertos, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres maridos.
Lc 21:10 Entonces añadió él: Se levantará un pueblo contra otro pueblo, y un reino contra otro reino.
Lc 21:10 Entonces añadió él: Se levantará un pueblo contra otro pueblo, y un reino contra otro reino.
Lc 22:58 De allí a poco mirándole otro, dijo: Si, tú también eres de aquéllos. Mas Pedro le respondió: ¡Oh hombre!, no lo soy.
Lc 22:59 Pasada como una hora, otro distinto aseguraba lo mismo, diciendo: No hay duda, éste estaba también con él porque es igualmente de Galilea.
Lc 23:33 Llegados que fueron al lugar llamado Calvario, allí le crucificaron; y con él a los ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Lc 23:40 Mas el otro le reprendía, diciendo: ¿Cómo, ni aun tú temes a Dios, estando como estás en el mismo suplicio?
Lc 24:32 Entonces se dijeron uno a otro: ¿No es verdad que sentíamos abrasarse nuestro corazón, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?
Jn 4:37 Y en esta ocasión se verifica aquel refrán: Uno es el que siembra, y otro el que siega.
Jn 5:7 Señor, respondió el enfermo, no tengo una persona que me meta en la piscina, cuando el agua está agitada; por lo cual mientras yo voy, ya otro ha bajado antes.
Jn 5:32 Mas otro hay que da testimonio de mí; y sé que es testimonio idóneo el que da de mí, y que vosotros no podéis desecharlo.
Jn 5:43 Pues yo vine en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere de su propia autoridad, a aquél le recibiréis.
Jn 6:1 Después de esto pasó Jesús al otro lado del mar de Galilea, que es el lago de Tiberíades.
Jn 8:9 Mas, oída tal respuesta, se iban escabullendo uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta que dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio.
Jn 8:50 Pero yo no busco mi gloria; otro hay que la promueve, y él me juzgará.
Jn 11:16 Entonces Tomás, por otro nombre Dídimo, dijo a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, y muramos con él.
Jn 13:14 Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, debéis también vosotros lavaros los pies uno al otro.
Jn 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consuelo y abogado, para que esté con vosotros eternamente,
Jn 15:24 Si yo no hubiera hecho entre ellos obras tales, cuales ningún otro ha hecho, no tendrían culpa; pero ahora ellos las han visto y con todo me han aborrecido a mí, y no sólo a mí sino también a mi Padre.
Jn 18:15 Iba siguiendo a Jesús , Simón Pedro y otro discípulo, el cual era conocido del sacerdote, y así entró con Jesús en el atrio del sacerdote,
Jn 18:16 quedándose Pedro fuera en la puerta. Por eso el otro discípulo, conocido del sacerdote, salió a la puerta y habló a la portera, y franqueó a Pedro la entrada.
Jn 19:32 Vinieron, pues, los soldados, y rompieron las piernas del primero y del otro que había sido crucificado con él.
Jn 19:37 Y del otro lugar de la Escritura que dice: Dirigirán sus ojos hacia aquel a quien traspasaron.
Jn 20:2 y sorprendida echó a correr, y fue a estar con Simón Pedro y con aquel otro discípulo amado de Jesús , y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.
Jn 20:4 Corrían ambos a la par, mas este otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro;
Jn 20:7 y el sudario o pañuelo que habían puesto sobre la cabeza de Jesús , no junto con los demás lienzos, sino separado y doblado en otro lugar.
Jn 20:8 Entonces el otro discípulo, que había llegado primero al sepulcro, entró también, y vio, y creyó que efectivamente le habían quitado;
Jn 20:12 Y vio a dos ángeles, vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera, y otro a los pies, donde estuvo colocado el cuerpo de Jesús .
Jn 21:18 En verdad, en verdad te digo, que cuando eras más mozo, tú mismo te ceñías el vestido, e ibas adonde querías; mas siendo viejo, extenderás tus manos en una cruz, y otro te ceñirá, y te conducirá adonte tú no gustes.
Hech 1:20 Así es que está escrito en el libro de los Salmos: Quede su morada desierta, ni haya quien habite en ella, y ocupe otro su lugar en el episcopado.
Hech 4:12 Fuera de él no hay que buscar la salvación en ningún otro. Pues no se ha dado a los hombres otro Nombre debajo del cielo, por el cual debamos salvarnos.
Hech 4:12 Fuera de él no hay que buscar la salvación en ningún otro. Pues no se ha dado a los hombres otro Nombre debajo del cielo, por el cual debamos salvarnos.
Hech 7:18 hasta que reinó allí otro soberano, que no sabía nada de José.
Hech 7:26 Al día siguiente se metió entre unos que reñían: y los exhortaba a la paz, diciendo: Hombres, vosotros sois hermanos; ¿pues por qué os maltratáis uno al otro?
Hech 8:4 Pero los que se habían dispersado andaban de un lugar a otro, predicando la palabra de Dios.
Hech 8:34 A esto preguntó el eunuco a Felipe: Dime, te ruego, ¿de quién dice esto el profeta?, ¿de sí mismo, o de algún otro?