Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

habían

Jos 9:18 Y no les hicieron ningún daño, por cuanto se lo habían jurado los príncipes del pueblo en el nombre del Señor Dios de Israel. Por lo que todo el pueblo, viéndose privado del pillaje, murmuró contra los príncipes.
Jos 10:1 Mas como Adonisedec, rey de Jerusalén , hubiese oído que Josué había conquistado a Hai, y arrasádola (pues lo que había hecho con Jericó y su rey, lo mismo hizo con Hai y el rey de esta ciudad), y que los gabaonitas se habían pasado al partido de Israel y se habían aliado con ellos,
Jos 10:1 Mas como Adonisedec, rey de Jerusalén , hubiese oído que Josué había conquistado a Hai, y arrasádola (pues lo que había hecho con Jericó y su rey, lo mismo hizo con Hai y el rey de esta ciudad), y que los gabaonitas se habían pasado al partido de Israel y se habían aliado con ellos,
Jos 10:27 Al ponerse el sol mandó a los que le acompañaban que los quitaran de los patíbulos, y descolgados los echaron en la cueva donde se habían escondido, y pusieron sobre su boca grandes piedras, que permanecen hasta el presente.
Jos 10:30 Y el Señor la entregó con su rey en poder de Israel; y pasaron a cuchillo a todos sus moradores, sin dejar alma viviente. Con el rey de Lebna hicieron lo mismo que habían hecho con el rey de Jericó .
Jos 15:14 Y Caleb exterminó de ella a tres hijos de Enac, Sesai, Ahimán y Tolmai, que habían quedado de la raza de Enac.
Jos 18:2 Mas quedaban siete tribus de los hijos de Israel, las cuales no habían recibido todavía sus posesiones.
Jos 22:11 Lo que oído por los hijos de Israel, y recibidas noticias ciertas de que los hijos de Rubén y de Gad, y la media tribu de Manasés habían edificado un altar en la tierra de Canaán en las cercanías del Jordán, enfrente de los demás hijos de Israel,
Jos 22:30 Oídas estas razones, el sacerdote Finees y los principales del pueblo que los israelitas habían enviado con él, se apaciguaron y admitieron con suma satisfacción la respuesta de los hijos de Rubén y de Gad, y de la media tribu de Manasés.
Jos 22:34 Y los hijos de Rubén y de Gad pusieron por título al altar que habían edificado: Testimonio nuestro de que el Señor mismo es el Dios nuestro y suyo.
Jos 24:32 Asimismo los huesos de José, que los hijos de Israel habían traído de Egipto, los sepultaron en Siquem en una parte de la heredad que compró Jacob a los hijos de Hemor, padre de Siquem, por cien corderos, y tocó en posesión a los hijos de José.
Juec 2:6 sirvieron al Señor todos los días de la vida de Josué y de los ancianos que vivieron después de él por largo tiempo, y habían visto todas las obras maravillosas que había hecho el Señor por Israel.
Juec 2:9 y toda la dicha generación pasando de este mundo a unirse con sus padres, sucedieron otros que no conocían al Señor, ni habían visto los prodigios que había hecho a favor de Israel.
Juec 2:18 mas luego que moría el juez, reincidían, y hacían cosas mucho peores que las que habían hecho sus padres, siguiendo a los dioses ajenos, sirviéndolos y adorándolos. No dejaron sus devaneos, ni el obstinado tenor de vida a que se habían acostumbrado.
Juec 2:18 mas luego que moría el juez, reincidían, y hacían cosas mucho peores que las que habían hecho sus padres, siguiendo a los dioses ajenos, sirviéndolos y adorándolos. No dejaron sus devaneos, ni el obstinado tenor de vida a que se habían acostumbrado.
Juec 5:6 Se habían acabado en Israel los valientes, habían desaparecido, hasta que Débora levantó la cabeza y se dejó ver como una madre para Israel.
Juec 5:6 Se habían acabado en Israel los valientes, habían desaparecido, hasta que Débora levantó la cabeza y se dejó ver como una madre para Israel.
Juec 6:3 Pues cuando los israelitas habían hecho la sementera se presentaban los madianitas, los amalecitas y los otros pueblos orientales,
Juec 8:10 Entretanto Zebee y Salmana estaban descansando con todo su ejército; porque de todas las tropas de los pueblos orientales habían quedado quince mil hombres, habiendo sido muertos ciento veinte mil soldados, que manejaban la espada.
Juec 9:24 echando la culpa de la muerte atroz de los setenta hijos de Jerobaal y de la efusión de su sangre a dicho Abimelec su hermano y demás principales de Siquem que le habían ayudado.
Juec 9:46 Como hubiesen oído esto los que moraban en la torre de Siquem, se retiraron al templo de su dios Berit, en donde habían hecho alianza con Abimelec, y de lo cual le venía al lugar aquel nombre de Berit: lugar que estaba muy fortificado.
Juec 9:49 Ellos luego cortando a porfía ramas de árboles seguían a su caudillo; y cercando con ellas las fortalezas, le pusieron fuego; por manera que con el humo y las llamas perecieron mil personas entre hombres y mujeres de los que se habían acogido en la torre de Siquem.
Juec 9:57 Y así también pagaron los siquemitas la pena de cuanto habían hecho, y les alcanzó la maldición de Joatam, hijo de Jerobaal.
Juec 12:5 Ocuparon también los galaaditas los vados del Jordán, por donde habían de pasar a la vuelta los de Efraín. Y cuando llegaba allí alguno de los fugitivos de Efraín y les decía: Os ruego que me dejéis pasar, le preguntaban los galaaditas: ¿No eres tú efrateo? Y respondiendo él: No lo soy,
Juec 16:22 Ya habían comenzado a crecerle los cabellos,
Juec 18:17 Pero los que habían entrado en la vivienda del joven se empeñaron en llevarse la estatua de talla, el efod y los terafim, y la imagen hecha de fundición, mientras el sacerdote estaba en la puerta con algunos que le entretenían, y los seiscientos varones esforzados aguardaban no lejos de allí.
Juec 18:18 En fin, los que habían entrado se llevaron la estatua de talla, el efod, los ídolos y la imagen de fundición, a los cuales les dijo el sacerdote: ¿Qué es lo que hacéis?
Juec 20:3 (No se ocultó a los hijos de Benjamín que los hijos de Israel habían subido a Masfa). Preguntado, pues, al levita, marido de la mujer muerta, en qué forma se había cometido tan atroz atentado,
Juec 20:22 Confiados éstos en su valor y muchedumbre, volvieron luego a presentar batalla en el mismo lugar en que habían antes peleado.
Juec 20:36 Pues los hijos de Benjamín, viéndose que iban de vencida, habían echado a huir: lo que advertido por los hijos de Israel, les abrieron paso para que huyesen y viniesen a caer en la emboscada que tenían preparada de antemano junto a la ciudad.
Juec 20:38 Es de advertir que los hijos de Israel se habían convenido antes, en que luego que los de la emboscada se apoderasen de la ciudad, encendiesen un gran fuego, para que con la humareda que subiría a lo alto diesen a entender que eran ya dueños de la plaza.
Juec 20:41 al punto los que habían fingido huir, vuelta la cara, los rebatían con el mayor esfuerzo. Visto esto los hijos de Benjamín echaron a huir,
Juec 20:42 tomando el camino del desierto, persiguiéndolos aún hasta allí los enemigos. Demás de esto, los que habían incendiado la ciudad los acometieron por frente.
Juec 20:45 Los otros que habían quedado de Benjamín al ver esto, huyeron hacia el desierto, tirando a refugiarse en la peña llamada Remmón. Pero como estaban desordenados y huían dispersos, en la misma fuga fueron muertos cinco mil hombres. A los que tiraron adelante los fueron también persiguiendo, y mataron aún otros dos mil.
Juec 21:5 ¿Quién es en todas las tribus de Israel el que no se unió al ejército del Señor? Porque estando en Masfa se habían obligado con un solemne juramento a matar a los que faltasen.
Juec 21:8 Dijeron pues: ¿Quién hay de las tribus todas de Israel que no haya comparecido ante el Señor en Masfa? Y se halló que los moradores de Jabes-Galaad no habían estado en aquel ejército.
I Rey 3:2 Sucedió, pues, un día, que estando Helí, cuyos ojos habían perdido ya la facultad de ver, acostado en su aposento,
I Rey 4:15 Helí tenía a la sazón noventa y ocho años, y sus ojos habían cegado, de suerte que no podía ver.
I Rey 6:18 Y los ratones de oro que ofrecieron, fueron tantos cuantas eran las poblaciones de los filisteos en las cinco provincias, comenzando desde las ciudades muradas, hasta las aldeas que no tienen muros; todo el país hasta la piedra grande llamada después Abel, sobre la cual habían colocado el arca del Señor, piedra que hasta hoy día está en la heredad de Josué betsamita.
I Rey 7:7 Mas oyendo los filisteos que los israelitas se habían congregado en Masfa, salieron sus sátrapas o príncipes contra Israel; lo cual sabiendo los hijos de Israel, temieron el encuentro de los filisteos,
I Rey 9:3 Se habían perdido unas burras de Cis, padre de Saúl, por lo que dijo Cis a Saúl, su hijo: Toma contigo a un criado, y anda a ver si encuentras las burras. Ellos habiendo atravesado la montaña de Efraín,
I Rey 10:11 Y viendo los que le habían conocido poco antes, como estaba con los profetas y profetizando, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto que ha sucedido al hijo de Cis? Pues, ¿también Saúl es uno de los profetas?
I Rey 10:16 Le respondió Saúl: Nos hizo saber que habían aparecido las burras. Mas no le descubrió nada de lo que Samuel le había dicho acerca del reino.
I Rey 11:5 Venía a la sazón Saúl del campo en pos de sus bueyes, y preguntó: ¿Qué llanto es ése del pueblo? Y le contaron lo que habían enviado a decir los habitantes de Jabes.
I Rey 11:9 Y respondieron a los mensajeros que habían venido de Jabes: Diréis a los habitantes de Jabes de Galaad: Mañana, calentando el sol, seréis socorridos. Partieron, pues, los mensajeros, y llevaron esta nueva a los habitantes de Jabes que la recibieron con gran alegría.
I Rey 13:11 Y le dijo Samuel: ¿Qué has hecho? Respondió Saúl: Como vi que me iba abandonando la gente, y que tú no venías en el plazo señalado, y los filisteos por una parte se habían juntado en Macmas,
I Rey 13:16 Estaban, pues, Saúl y Jonatás, su hijo, y su tropa en Gabaa de Benjamín; los filisteos habían puesto su campo en Macmas.
I Rey 13:19 En toda la tierra de Israel no se hallaba un herrero; porque los filisteos habían tomado esta precaución, para que los hebreos no forjasen espadas ni lanzas.
I Rey 14:11 Luego, pues, que los dos fueron descubiertos por la guardia de los filisteos, dijeron éstos: He allí los hebreos que van saliendo de las cavernas, donde se habían escondido.
I Rey 14:15 Se esparció luego un terror por todos los campamentos de los filisteos y demás tropa que estaba en la campaña; pues aún toda la tropa de aquellas bandas, que habían salido al pillaje, se llenó de pavor, y se conmovió el país; y el suceso fue como un milagro de Dios.