Ag 1:14
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Y excitó el Señor el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y emprendieron la construcción del templo del Señor de los ejércitos, su Dios.
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Ag 1:14
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Y excitó el Señor el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y emprendieron la construcción del templo del Señor de los ejércitos, su Dios.
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Ag 1:14
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Y excitó el Señor el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y emprendieron la construcción del templo del Señor de los ejércitos, su Dios.
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Ag 2:6
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el pacto que hice con vosotros cuando salíais de la tierra de Egipto; y mi espíritu estará en medio de vosotros. No temáis.
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Zac 4:6
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Entonces me respondió él, y me dijo: Esta es la palabra que el señor dice a Zorobabel: No ha de ser por medio de un ejército, ni con la fuerza, sino por la virtud de mi espíritu, dice el Señor de los ejércitos.
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Zac 6:8
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En seguida me llamó, y me habló de esta manera: Mira, aquellos que se dirigen hacia la dicha tierra, han hecho que reposase el espíritu mío sobre la tierra del Aquilón.
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Zac 7:12
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Y endurecieron su corazón como un diamante; para no hacer caso de la ley, ni de las palabras que les había dirigido el Señor por medio de su espíritu, puesto en boca de los anteriores profetas. De donde provino la gran indignación del Señor de los ejércitos.
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Zac 12:1
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Duro anuncio del Señor contra Israel. Dice el Señor, el que extendió los cielos y puso los fundamentos de la tierra, y el que forma el espíritu que tiene dentro de sí el hombre:
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Zac 12:10
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Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los habitantes de Jerusalén , el espíritu de gracia y de oración; y pondrán sus ojos en mí, a quien traspasaron, y llorarán al que han herido, como suele llorarse un hijo único; y harán duelo por él, como se suele hacer en la muerte de un primogénito.
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Zac 13:2
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Y en aquel día, dice el Señor de los ejércitos, yo exterminaré de la tierra hasta los nombres de los ídolos, y no quedará más memoria de ellos, y extirparé de ellas los falsos profetas, y el espíritu inmundo.
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Mal 2:15
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Pues, ¿no la hizo a ella aquel Señor que es uno? ¿Y no es ella una partícula de su espíritu? Y aquel uno ¿qué es lo que quiere, sino una prole o linaje de Dios? Guardad, pues, custodiad vuestro espíritu, y no despreciéis la mujer que tomasteis en vuestra juventud.
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Mal 2:15
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Pues, ¿no la hizo a ella aquel Señor que es uno? ¿Y no es ella una partícula de su espíritu? Y aquel uno ¿qué es lo que quiere, sino una prole o linaje de Dios? Guardad, pues, custodiad vuestro espíritu, y no despreciéis la mujer que tomasteis en vuestra juventud.
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Mal 2:16
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Cuando tú la llegues a mirar con odio, déjala, dice el Señor Dios de Israel, mas la iniquidad te cubrirá todo, como te cubre el vestido, dice el Señor de los ejércitos. Guardad, ¡oh maridos!, vuestro espíritu, y no queráis desechar vuestra mujer.
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I Mac 2:24
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Lo vio Matatías, y se llenó de dolor; se le conmovieron las entrañas; e inflamándose su furor o celo, conforme al espíritu de la ley, se arrojó sobre él, y lo despedazó sobre el mismo altar.
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I Mac 13:7
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Se inflamó el espíritu del pueblo así que oyó estas palabras,
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II Mac 1:3
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y os dé a todos un mismo corazón para adorarlo y cumplir su voluntad con gran espíritu y con un ánimo fervoroso.
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II Mac 3:24
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Pero el espíritu de Dios todopoderoso se hizo allí manifiesto con señales bien patentes, en tal conformidad, que derribados en tierra por una virtud divina cuantos habían osado obedecer a Heliodoro, quedaron como yertos y despavoridos.
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II Mac 7:12
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Dijo esto de modo que así el rey, como su comitiva, quedaron maravillados del espíritu de este joven que ningún caso hacía de los tormentos.
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II Mac 7:22
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les decía: Yo no sé cómo fuisteis formados en mi seno; porque ni yo os di el alma, el espíritu y la vida, ni fui tampoco la que coordiné los miembros de cada uno de vosotros;
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II Mac 7:23
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sino el Creador del universo, que es el que formó al hombre en su origen, y el que dio principio a todas las cosas; y él mismo os volverá por su misericordia el espíritu y la vida, puesto que ahora por amor de sus leyes no hacéis aprecio de vosotros mismos.
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Mt 4:1
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En aquella sazón, Jesús fue conducido del espíritu de Dios al desierto, para que fuese tentado allí por el diablo.
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Mt 5:3
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Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
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Mt 10:20
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puesto que no sois vosotros quien habla entonces, sino el espíritu de vuestro Padre, el cual habla por vosotros.
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Mt 12:18
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Ved ahí el siervo mío, a quien yo tengo elegido, el amado mío, en quien mi alma se ha complacido plenamente. Pondré sobre él mi espíritu y anunciará la justicia a las naciones.
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Mt 12:28
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Mas si yo echo los demonios en virtud del espíritu de Dios, se sigue por cierto que ya el reino de Dios, o el Mesías, ha llegado a vosotros.
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Mt 12:31
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Por lo cual os declaro que cualquier pecado y cualquier blasfemia se perdonará a los hombres; pero la blasfemia contra el espíritu de Dios no se perdona tan fácilmente.
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Mt 12:43
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Cuando el espíritu inmundo ha salido de algún hombre, anda vagando por lugares áridos, buscando dónde hacer asiento, sin que lo consiga.
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Mt 13:19
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Cualquiera que oye la palabra del reino de Dios y no para en ella su atención, viene el mal espíritu y le arrebata aquello que se había sembrado en su corazón; éste es el sembrado junto al camino.
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Mt 13:38
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el campo es el mundo; la buena simiente son los hijos del reino; la cizaña son los hijos del espíritu maligno.
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Mt 22:43
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Les replicó: ¿Pues cómo David en espíritu profético le llama su Señor, cuando dice:
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Mt 26:41
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Velad y orad para no caer en la tentación. Que si bien el espíritu está pronto, la carne es flaca.
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Mt 27:50
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Entonces Jesús , clamando de nuevo con una voz grande y sonora, entregó su espíritu.
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Mc 1:23
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Había en la sinagoga un hombre poseído del espíritu inmundo, el cual exclamó,
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Mc 1:26
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Entonces el espíritu inmundo, agitándole con violentas convulsiones, y dando grandes alaridos, salió de él,
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Mc 2:8
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Mas como Jesús penetrase al momento con su espíritu esto mismo que interiormente pensaban, les dijo: ¿Qué andáis revolviendo esos pensamientos en vuestros corazones?
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Mc 3:30
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Les decía esto porque lo acusaban de que estaba poseído del espíritu inmundo.
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Mc 5:8
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Y es que Jesús le decía: Sal, espíritu inmundo, sal de ese hombre.
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Mc 7:25
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porque luego que lo supo una mujer, cuya hija estaba poseída del espíritu inmundo, entró, y se arrojó a sus pies.
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Mc 9:16
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A lo que respondiendo uno de ellos, dijo: Maestro, yo he traído a ti un hijo mío, poseído de cierto espíritu, que lo ha dejado mudo;
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Mc 9:19
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Se lo trajeron. Y apenas vio a Jesús , cuando el espíritu empezó a agitarlo con violencia; y tirándose contra el suelo, se revolcaba, echando espumarajos.
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Mc 9:24
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Viendo Jesús la gente que iba acudiendo, amenazó al espíritu inmundo, diciendo: Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando, sal de este muchacho, y no vuelvas más a entrar en él.
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Mc 12:33
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y que el amarle de todo corazón, y con todo el espíritu, y con toda el alma, y con todas las fuerzas, y al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios.
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Mc 14:38
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Velad, y orad para que no caigáis en la tentación. El espíritu a la verdad está pronto, pero la carne es flaca.
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Lc 1:17
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delante del cual irá él revestido del espíritu y de la virtud de Elías para reunir los corazones de los padres o patriarcas con los de los hijos y conducir los incrédulos a la prudencia y fe de los antiguos justos, a fin de preparar al Señor un pueblo perfecto.
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Lc 1:47
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y mi espíritu está transportado de gozo en el Dios salvador mío:
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Lc 1:80
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Mientras tanto el niño iba creciendo, y se fortalecía en el espíritu, y habitó en los desiertos hasta el tiempo en que debía darse a conocer a Israel.
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Lc 8:29
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Y es que Jesús mandaba al espíritu inmundo que saliese de aquel hombre; porque hacía mucho tiempo que estaba de él apoderado; y por más que le ataban con cadenas y ponían grillos, rompía las prisiones, y acosado del demonio huía a los desiertos.
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Lc 9:39
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y un espíritu maligno le toma, y de repente le hace dar alaridos, y le tira contra el suelo, y le agita con violentas convulsiones hasta hacerlo arrojar espuma, y con dificultad se aparta de él, después de desgarrarle sus carnes.
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Lc 9:43
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Pero Jesús , habiendo increpado al espíritu inmundo, curó al mozo, y lo devolvió a su padre.
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Lc 9:55
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Pero Jesús vuelto a ellos los reprendió, diciendo: No sabéis a qué espíritu pertenecéis.
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