Juec 8:20
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Dijo entonces a Jeter su primogénito: Anda, ve y mátalos. Mas Jeter no sacó la daga porque tenía miedo, siendo como era muchacho.
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Juec 11:39
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Acabados los dos meses volvióse a su padre, que cumplió en su hija lo que había votado; la cual era y se quedó virgen. De allí vino la costumbre en Israel, que después se ha conservado siempre,
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Juec 13:2
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En esta sazón había un hombre natural de Saraa y de la tribu de Dan, llamado Manué, cuya mujer era estéril.
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Juec 13:6
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Ella fue a contárselo a su marido, diciendo: Un varón de Dios ha venido a mí, el cual tenía rostro de ángel, sumamente respetable, a quien preguntando yo quién era, de dónde venía, y cómo se llamaba, no ha querido decírmelo;
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Juec 14:10
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En fin, fue su padre a la casa de la mujer, y dispuso un convite para su hijo Sansón: que tal era la costumbre de los jóvenes novios.
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Juec 17:7
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Hubo también en este tiempo otro joven, natural de Betlehem de Judá, de esta misma estirpe de Judá por parte de madre: el cual era de la tribu de Leví, y tenía allí su habitación.
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Juec 18:23
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y comenzaron a dar gritos a sus espaldas. Mas algunos de ellos volviéndose a mirar lo que era, dijeron a Micás: ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué me gritas?
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Juec 19:16
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Cuando he aquí que al anochecer apareció un hombre anciano que volvía del campo y de su labranza, el cual era también de la montaña de Efraín, y habitaba como forastero en Gabaa; pues los hombres de aquel territorio eran hijos de Jemini o benjamitas.
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Rut 1:1
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En el tiempo que Israel era gobernado por jueces, sucedió bajo el gobierno de uno de éstos que hubo una gran hambre en aquella tierra. Por lo que un hombre, natural de Betlehem de Judá, se fue a morar en el país extranjero de la tierra de Moab con su mujer y dos hijos.
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Rut 2:3
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Fue, pues, y empezó a recoger espigas detrás de los segadores. Por fortuna el dueño de aquel campo era el mencionado Booz, de la parentela de Elimelec.
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Rut 2:11
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A la cual respondió Booz: Me han contado lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido; y cómo has abandonado a tus padres y el país nativo, por venir a un pueblo que te era antes desconocido.
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Rut 3:2
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Este Booz, con cuyas criadas andas junta en el campo, es nuestro pariente, y esta noche avienta la cebada en su era.
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Rut 3:3
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Lávate, pues, y úngete con los perfumes, y ponte los mejores vestidos, y encamínate a la era: procura que no te vea hasta que hayas acabado de comer y beber.
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Rut 3:6
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Se fue, pues, a la era, e hizo todo lo que la suegra le había ordenado.
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Rut 4:7
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Era costumbre antigua en Israel entre los parientes, que cuando uno cedía su derecho al otro para que la cesión fuese válida, se quitaba aquél su calzado y se lo daba a su pariente. Esta era la fórmula y testimonio de cesión en Israel.
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I Rey 1:1
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Hubo un hombre en la ciudad de Ramataimsofim, en las montañas de Efraín, cuyo nombre era Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohú, hijo de Suf, de la tribu de Leví, y domiciliado en la de Efraín.
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I Rey 1:24
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y destetado, le llevó consigo, con tres becerros y tres medios de harina y un cántaro de vino, a la casa del Señor en Silo. El niño era todavía pequeñito.
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I Rey 2:5
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Los que estaban antes colmados de bienes, se han alquilado por un pedazo de pan, y los que se hallaban acosados del hambre han sido plenamente saciados. La que era estéril ha venido a ser madre de muchos hijos; y la que estaba rodeada de ellos, perdió todos sus bríos.
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I Rey 2:22
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Helí era muy viejo; y llegó a saber el modo de portarse sus hijos con todo el pueblo; y que dormían con la mujeres que venían a velar y a orar en la puerta del Tabernáculo.
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I Rey 2:26
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Entretanto el niño Samuel iba adelantando y creciendo, y era grato no menos al Señor que a los hombres.
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I Rey 3:1
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Entretanto el joven Samuel proseguía sirviendo al Señor bajo la dirección de Helí; y la palabra del Señor o revelación era rara, y por consiguiente, de mucha estima; no era común en aquellos días la profecía.
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I Rey 3:1
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Entretanto el joven Samuel proseguía sirviendo al Señor bajo la dirección de Helí; y la palabra del Señor o revelación era rara, y por consiguiente, de mucha estima; no era común en aquellos días la profecía.
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I Rey 3:9
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diciendo: Heme aquí, pues me has llamado. Con esto reconoció Helí que era el Señor quien llamaba al joven; y dijo a Samuel: Vete a dormir; y si te llamare otra vez, responderás: Hablad, oh Señor, que vuestro siervo os escucha. Volvió, pues, Samuel a su aposento, y se puso otra vez a dormir.
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I Rey 3:20
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Con lo que conoció todo Israel, desde Dan hasta Bersabee, que Samuel era un verdadero profeta del Señor.
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I Rey 4:6
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Y oyéndolas los filisteos, dijeron: ¿Qué gritería es esta que se oye en el campamento de los hebreos? Y supieron que era por haber llegado al campamento el arca del Señor.
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I Rey 4:18
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Apenas el hombre hubo nombrado el arca de Dios, cayó Helí de espaldas de la silla junto a la puerta, y quebrándose la cerviz, murió, siendo como era ya hombre anciano. Fue Helí juez de Israel cuarenta años.
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I Rey 7:2
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Y sucedió que desde el día en que el arca del Señor llegó a Cariatiarim, pasó mucho tiempo (pues ya era el año vigésimo), y toda la casa de Israel gozó de paz, siguiendo al Señor.
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I Rey 10:23
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Fueron, pues, corriendo, y lo trajeron de allí; y así que estuvo en medio del pueblo, se vio que era más alto que todos los demás todo lo que va de hombros arriba.
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I Rey 12:12
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Pero viendo que Naas, rey de los amonitas, marchaba contra vosotros, me dijisteis: No será como hasta aquí, sino que nos mandará un rey, siendo así que era entonces el mismo Señor Dios vuestro el que reinaba en medio de vosotros.
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I Rey 17:4
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Y salió de los campamentos de los filisteos un hombre bastardo, llamado Goliat, natural de Get, cuya estatura era de seis codos y un palmo.
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I Rey 17:7
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El astil de su lanza era grueso como el rodillo de un telar, y el hierro o punta de la misma pesaba seiscientos siclos; e iba delante de él su escudero.
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I Rey 17:12
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David, según queda dicho, era hijo de un varón efrateo, de la ciudad de Betlehem en Judá, llamado Isaí, el cual tenía ocho hijos, y era hombre anciano, y de los más avanzados en edad en el tiempo de Saúl.
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I Rey 17:12
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David, según queda dicho, era hijo de un varón efrateo, de la ciudad de Betlehem en Judá, llamado Isaí, el cual tenía ocho hijos, y era hombre anciano, y de los más avanzados en edad en el tiempo de Saúl.
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I Rey 17:14
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David era el menor de todos. Habiendo, pues, los tres mayores seguido a Saúl,
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I Rey 18:25
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Dijo entonces Saúl: Hablad así a David: El rey no necesita de dote para su hija; únicamente exige de ti la cabeza de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos. Pero el designio de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos.
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I Rey 22:10
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Doeg, idumeo, que se hallaba presente, y era el más acreditado entre los criados de Saúl, respondiendo dijo: Yo vi al hijo de Isaí en Nobe, en casa del sumo sacerdote Aquimelec, hijo de Aquitob.
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I Rey 25:2
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A la sazón vivía un hombre en el desierto de Maón, que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual era sumamente rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Cabalmente hacía entonces esquilar sus rebaños en el Carmelo.
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I Rey 25:3
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Se llamaba este hombre Nabal, y su esposa Abigaíl, mujer de gran prudencia y hermosura; al contrario su marido era duro, y muy perverso y malicioso, el cual descendía del linaje de Caleb.
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I Rey 25:44
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Pero ya antes Saúl había dado su hija Micol, mujer de David, a Falti, hijo de Lais, que era de Gallim.
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I Rey 26:20
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Ahora, pues, no sea derramada en tierra mi sangre en presencia del Señor. ¿Y era necesario que el rey de Israel saliese a campaña para preseguir a una pulga, así como se va tras de una perdiz en los montes?
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I Rey 27:11
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No dejaba David hombre ni mujer con vida; ni conducía prisionero ninguno a Get. No sea caso, decía, que hablen contra nosotros. Esta era la conducta de David, y éste era su proceder todo el tiempo que habitó en el país de los filisteos.
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I Rey 27:11
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No dejaba David hombre ni mujer con vida; ni conducía prisionero ninguno a Get. No sea caso, decía, que hablen contra nosotros. Esta era la conducta de David, y éste era su proceder todo el tiempo que habitó en el país de los filisteos.
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I Rey 28:14
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Le replicó Saúl: ¿Qué figura tiene? La de un varón anciano, dijo ella, cubierto con un manto. Reconoció, pues, Saúl que era Samuel, y le hizo una profunda reverencia, postrándose en tierra sobre su rostro.
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II Rey 4:2
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Tenía este hijo de Saúl dos caudillos de tropas ligeras o guerrillas, de los cuales uno se llamaba Baana, y el otro Recab, hijos de Remmón de Berot de la tribu de Benjamín; pues Berot era contada entre las ciudades de Benjamín;
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II Rey 5:2
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A más de que tiempo atrás, cuando Saúl era nuestro rey, tú eras el que capitaneaba a Israel; y a ti te ha dicho el Señor: Tú apacentarás a mi pueblo de Israel y tú serás su caudillo.
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II Rey 6:6
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Mas así que llegaron a la era de Nacón, extendió Oza la mano hacia el arca de Dios, y la sostuvo, porque los bueyes coceaban y la habían hecho inclinar.
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II Rey 7:19
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Y pareciéndote aún, ¡oh Señor Dios!, que esto era poco a tus ojos, has querido asegurar a tu siervo la permanencia de su casa para los siglos venideros; que tal es la ley o el deseo de los hijos de Adán, ¡oh Señor Dios!
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II Rey 8:10
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envió a Joram, su hijo, a saludar a David, a fin de congratularse con él, y darle gracias por haber vencido y deshecho a Adarecer; pues Tou era enemigo de Adarecer. Joram trajo consigo alhajas de oro, de plata y de cobre;
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II Rey 8:16
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Joab, hijo de Sarvia, era el general de sus tropas; Josafat, hijo de Ahilud, era su secretario o cronista;
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II Rey 8:16
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Joab, hijo de Sarvia, era el general de sus tropas; Josafat, hijo de Ahilud, era su secretario o cronista;
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