II Rey 20:16
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Entonces una mujer muy sabia de aquella ciudad dio voces, diciendo: Oíd, escuchad, decid a Joab que se acerque, para que pueda yo hablarle.
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II Rey 21:17
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Pero lo defendió Abisai, hijo de Sarvia, el cual hirió y mató al filisteo. Con este motivo los soldados de David juraron diciendo: No saldrás ya más con nosotros a la guerra, a fin de que no se apague la antorcha de Israel.
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II Rey 23:17
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diciendo: Dios me libre de tal cosa. ¿Y yo bebería la sangre de estos hombres que han ido a exponer su vida? No quiso, pues, beberla. Tal acción hicieron esos tres valientes.
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II Rey 24:11
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Por la mañana, así que David se hubo levantado, habló el Señor a Gad, profeta y vidente de David, diciendo:
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II Rey 24:13
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Presentándose, pues, Gad a David, se lo contó diciendo: O por siete años será tu país afligido del hambre; o por tres meses andarás huyendo de tus enemigos que te irán persiguiendo; o a lo menos por tres días habrá peste en tu reino. Delibera, pues, ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me ha enviado.
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III Rey 1:13
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Anda, ve y preséntate al rey David, y dile: ¿No es verdad, oh rey y señor mío, que tú me juraste a mí, esclava tuya, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí; y él se sentará en mi trono? Pues, ¿cómo es que reina Adonías?
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III Rey 1:17
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Respondió ella, diciendo: Tú juraste, mi señor, a tu esclava por el Señor Dios tuyo, que Salomón , mi hijo, reinaría después de ti, y se sentaría en tu trono.
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III Rey 1:23
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Y entraron recado al rey, diciendo: Aquí está el profeta Natán. El cual se presentó al rey, y postrándose hasta el suelo, le hizo profunda reverencia,
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III Rey 1:25
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Porque hoy ha salido, y ha hecho degollar bueyes y reses gordas, muchísimos carneros, y ha convidado a todos los hijos del rey y a los caudillos del ejército, y también a Abiatar, sumo sacerdote; los cuales han comido y bebido a su lado, diciendo: ¡Viva el rey Adonías!
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III Rey 1:30
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que así como te juré por el Señor Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará sobre mi trono en mi lugar, así lo ejecutaré hoy.
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III Rey 1:36
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Banaías, hijo de Joíada, respondió al rey, diciendo: Amén, así lo confirme el Señor y Dios del rey mi amo.
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III Rey 1:47
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y los criados del rey han entrado ya para felicitar a David, nuestro rey y señor, diciendo: Haga Dios el nombre de Salomón más glorioso todavía que tu mismo nombre, y engrandezca su trono aun más que el tuyo. Y el rey desde su cama ha adorado al Señor,
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III Rey 1:51
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De lo cual avisaron a Salomón , diciendo: Sábete que Adonías temiendo al rey Salomón se marchó y fue a refugiarse a un lado del altar, y dice: Júreme hoy el rey Salomón que no hará morir al filo de la espada a su siervo.
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III Rey 2:1
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Estando ya David cercano al día de su muerte, dio estas instrucciones a su hijo Salomón , diciendo:
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III Rey 2:4
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De esta manera el Señor confirmará las palabras que me dio, diciendo: Si tus hijos procedieren bien, y anduvieren en mi presencia, siguiendo la verdad con todo su corazón y con toda su alma, ocupará siempre alguno de tu linaje el trono de Israel.
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III Rey 2:8
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Así te queda también Semei, hijo de Gera, hijo de Jemini, natural de Bahurim, el cual vomitó contra mí horrendas maldiciones cuando yo me retiraba a los campamentos. Mas porque salió a recibirme al repasar yo el Jordán, le juré por el Señor, diciendo: No te quitaré la vida.
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III Rey 2:23
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Por lo cual juró el rey Salomón por el Señor, diciendo: Tráteme Dios con todo el rigor de su justicia, si no es verdad que en daño de su propia vida ha entablado Adonías esta pretensión.
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III Rey 2:29
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Le dieron cuenta al rey Salomón de que Joab se había refugiado al Tabernáculo del Señor, y de que estaba al lado del altar; y envió Salomón a Banaías, hijo de Joíada, diciendo: Anda, ve, y mátale.
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III Rey 2:30
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Fue, pues, Banaías al Tabernáculo del Señor, y dijo a Joab: El rey te manda que salgas fuera. No saldré, respondió Joab; sino que moriré aquí. Dio Banaías parte al rey, diciendo: Esto me ha dicho Joab, y esto me ha respondido.
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III Rey 3:5
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Y se apareció el Señor por la noche en sueños a Salomón , diciendo: Pide lo que quieres que yo te otorgue.
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III Rey 5:5
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Por eso pienso edificar un templo al Nombre del Señor Dios mío, como lo dejó el Señor ordenado a mi padre David, diciendo: Tu hijo a quien pondré en tu lugar sobre tu solio, ése ha de edificar el templo al Nombre mío.
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III Rey 6:11
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Después de lo cual habló el Señor a Salomón , diciendo:
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III Rey 8:15
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Y añadió Salomón : Bendito sea el Señor Dios de Israel, el cual por su propia boca predijo a David, mi padre, lo que con su poder ha ejecutado, diciendo:
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III Rey 8:25
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Ahora, pues, Señor Dios de Israel, confirma a tu siervo David, mi padre, lo que le prometiste, diciendo: No faltará jamás de tu linaje quien se siente ante mí sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos vigilen sobre sus pasos, y anden delante de mí como tú has andado en mi presencia.
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III Rey 8:47
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y ellos en el lugar de su cautiverio se arrepintieren de corazón, y convertidos te pidieren perdón en medio de su esclavitud, diciendo: Hemos pecado, hemos procedido inicuamente, hemos hecho acciones impías;
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III Rey 8:55
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y puesto en pie, bendijo a toda la congregación de Israel, diciendo en alta voz:
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III Rey 9:5
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yo aseguraré para siempre el trono de tu reino sobre Israel, como se lo prometí a tu padre David, diciendo: Será siempre de tu linaje el que ocupe el trono de Israel.
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III Rey 12:12
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Compareció, pues, Jeroboam con todo el pueblo delante de Roboam al tercer día, en conformidad con lo que el rey había mandado, diciendo: Volved a mí dentro de tres días.
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III Rey 12:14
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y les habló según el consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre os impuso un yugo pesado; pues yo añadiré aun más peso a vuestro yugo; mi padre os azotó con correas, mas yo os azotaré con escorpiones.
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III Rey 12:16
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Viendo, pues, el pueblo que el rey no había querido atenderlo, le replicó diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver con la familia de David? ¿Ni qué herencia o provecho esperamos del hijo de Isaí? Vete a tus estancias, oh Israel; y tú, oh hijo de David, gobierna ahora tu casa. Con eso Israel se retiró a sus estancias.
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III Rey 12:22
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Pero el Señor dirigió su palabra a Semeías, varón de Dios, diciendo:
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III Rey 13:2
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y exclamó contra el altar, diciendo de parte del Señor: Altar, altar, oye lo que dice el Señor: Tiempo vendrá en que ha de nacer en la familia de David un hijo que se llamará Josías; el cual hará degollar sobre ti los sacerdotes de los lugares altos, que ahora queman sobre ti inciensos, y él quemará sobre ti huesos de hombres.
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III Rey 13:4
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Así que oyó el rey las palabras que el varón de Dios pronunció en alta voz contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, diciendo: Prended a ése. Mas al punto se le secó la mano que había extendido contra el profeta, y no pudo retirarla hacia sí.
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III Rey 13:17
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por cuanto el Señor me habló de su propia boca, diciendo: No comas allí pan, ni bebas agua, ni vuelvas por el camino por donde fueres.
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III Rey 13:30
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y puso el cadáver en su sepulcro, y lo lloraron, y lo endecharon, diciendo: ¡Ay!, ¡ay!, ¡hermano mío!
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III Rey 16:1
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Después de esto habló el Señor a Jehú, hijo de Hanani, contra Baasa, diciendo:
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III Rey 17:20
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Y clamó al Señor diciendo: ¡Oh Señor Dios mío!, ¿aun a esta viuda, que me sustenta del modo que puede, la has afligido, quitando la vida a su hijo?
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III Rey 17:21
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Después de esto se tendió, y se encogió sobre el niño por tres veces, y clamó al Señor diciendo: ¡Señor Dios mío! Te ruego que vuelvas el alma de este niño a sus entrañas.
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III Rey 18:1
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Mucho tiempo después habló el Señor a Elías en el tercer año del hambre, diciendo: Anda y preséntate a Acab; porque quiero enviar lluvias a la tierra.
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III Rey 18:7
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Estando Abdías de camino, le salió al encuentro Elías; ante el cual, luego que lo conoció, se postró sobre su rostro, diciendo: Mi señor, ¿eres tú Elías?
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III Rey 18:24
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Invocad vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de mi Señor; y aquel dios que mostrare oír, enviando el fuego, ése sea tenido por el verdadero Dios. Respondió todo el pueblo diciendo a una voz: Excelente proposición.
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III Rey 18:26
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Ellos tomando el buey que les fue dado, lo inmolaron, y no cesaban de invocar el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Baal, escúchanos. Pero no se oía voz, ni había quien respondiese; y saltando sobre el ara que habían hecho, pasaban de una parte a otra.
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III Rey 18:27
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Siendo ya el mediodía, burlábase Elías de ellos, diciendo: Gritad más recio; porque ese dios quizá está en conversación con alguno, o en alguna posada, o de viaje; tal vez está durmiendo, y así es menester despertarlo.
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III Rey 18:31
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Tomó doce piedras, según el número de las tribus de los hijos de Jacob , a quien habló el Señor, diciendo: Israel será tu nombre.
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III Rey 18:39
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Visto lo cual por todo el pueblo, se postraron todos sobre sus rostros, diciendo: El Señor es el Dios, el Señor es el Dios verdadero.
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III Rey 18:43
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dijo a su criado: Anda, ve y observa hacia el mar. Habiendo ido el criado y mirado, volvió diciendo: No hay nada. Le replicó Elías: Vuelve hasta siete veces.
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III Rey 19:4
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Y prosiguió su camino una jornada por el desierto; y habiendo llegado allá y sentándose debajo de un enebro pidió para su alma la separación del cuerpo, diciendo: Bástame ya, Señor, de vivir; llévate mi alma; pues no soy yo de mejor condición que mis padres.
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III Rey 20:10
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Volviéndose los mensajeros, llevaron a Benadad esta respuesta; el cual los despachó nuevamente, diciendo por medio de ellos a Acab: Háganme los dioses no bien, sino mucho mal, si todo el polvo o tierra de Samaria ha de ser bastante para que repartido entre mis soldados le quepa a cada uno un puñado.
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III Rey 20:17
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Salieron, pues los mozos de los príncipes de las provincias al frente de la tropa. Envió Benadad batidores, los cuales volvieron diciendo: Son unos hombres que han salido de Samaria.
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III Rey 20:39
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Y así que hubo pasado el rey dio voces tras él, diciendo: Había avanzado tu siervo para batir más de cerca al enemigo; y como hubiese huido un hombre de los prisioneros, otro me lo trajo, y me dijo: Guarda a ese hombre; que si lo dejas escapar, tu vida responderá por la suya, o me pagarás un talento de plata.
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