I Rey 10:1
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Entonces sacó Samuel una redomita de óleo o bálsamo, y la derramó sobre la cabeza de Saúl, y lo besó, diciendo: He aquí que el Señor te ha ungido para príncipe sobre su herencia y tú librarás a su pueblo de las manos de sus enemigos que la rodean. Esta señal tendrás de que Dios te ha ungido para príncipe:
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I Rey 10:24
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Dijo entonces Samuel a todo el pueblo: Ya véis a quien ha elegido el Señor, y que no hay en todo el pueblo uno semejante a él. Y gritó todo el pueblo, diciendo: ¡Viva el rey!
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I Rey 12:10
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Pero después clamaron al Señor, diciendo: Hemos pecado, pues abandonamos al Señor y hemos servido a Baal y a Astarot; ahora, pues, líbranos de las manos de nuestros enemigos, y te serviremos.
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I Rey 13:3
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Y Jonatás pasó a cuchillo la guarnición de los filisteos, puesta en Gabaa; lo que supieron luego los filisteos. Y Saúl mandó a publicarlo a son de trompeta por todo el país, diciendo: Sepan esto los hebreos.
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I Rey 14:24
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Se reunieron entonces los israelitas; y Saúl juramentó al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que probare bocado antes de la noche, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos. Y toda la gente se abstuvo de comer.
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I Rey 14:28
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Entonces le advirtió uno del pueblo, diciéndole: Tu padre ha obligado al pueblo con juramento, diciendo: Maldito sea el hombre que probare hoy bocado. (Estaban ya todos desfallecidos).
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I Rey 14:37
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Y consultó Saúl al Señor, diciendo: ¿Perseguiré a los filisteos? ¿Los entregarás en las manos de Israel? Y no le dio el Señor respuesta aquel día.
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I Rey 14:43
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Dijo, pues, Saúl a Jonatás: Declárame qué es lo que has hecho. Jonatás lo confesó todo, diciendo: Gusté ansiosamente con la punta del bastón que traía en la mano, un poquito de miel, y he aquí que voy a morir por eso. Aquí me tienes, yo moriré.
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I Rey 15:18
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El Señor te envió a esta empresa, diciendo: Anda, y pasa a cuchillo a los perversos amalecitas, y pelea con ellos hasta su total exterminio.
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I Rey 17:27
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Le refería la gente las mismas palabras, diciendo: Esto se dará al que lo matare.
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I Rey 19:2
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y así le avisó, diciendo: Saúl, mi padre, busca cómo matarte; te ruego, pues, que mires por ti y te vayas mañana a un lugar oculto, en el cual te estés escondido,
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I Rey 19:11
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Saúl envió en seguida a sus guardias a la casa de David para que lo asegurasen y lo matasen al otro día por la mañana. Pero se lo avisó a David su esposa Micol, diciendo: Si esta noche no te pones a salvo, mañana morirás.
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I Rey 19:22
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marchó él mismo a Rámata, y habiendo llegado hasta la gran cisterna de Socó, preguntó, diciendo: ¿Dónde se hallan Samuel y David? Y le respondieron: Están allá en Nayot junto a Rámata.
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I Rey 20:32
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Mas Jonatás respondió a su padre Saúl diciendo: Pero ¿por qué morirá?; ¿qué es lo que ha hecho?
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I Rey 20:42
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En conclusión Jonatás le dijo a David: Vete en paz; todo aquello que los dos hemos jurado en el nombre del Señor, diciendo: El Señor sea testigo entre mí y entre ti, entre mi descendencia y la tuya para siempre...
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I Rey 21:3
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Le respondió David: El rey me ha encargado una comisión, diciendo: Nadie sepa el negocio a que te envío, ni las órdenes que te he dado. Por cuyo motivo aun a mis gentes les he mandado que me esperen en tal y tal lugar.
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I Rey 23:2
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Después de esto avisaron a David, diciendo: Mira que los filisteos están sitiando a Ceila, y saquean las eras o mieses del país.
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I Rey 23:3
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Consultó, pues, David al Señor, diciendo: ¿Iré, y podré yo vencer a los filisteos? Le respondió el Señor: Anda, que derrotarás a los filisteos, y librarás a Ceila.
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I Rey 23:5
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Consultó nuevamente David al Señor. El cual le respondió, diciendo: Marcha y ve a Ceila que yo entregaré en tus manos a los filisteos.
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I Rey 23:27
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Cuando he aquí que llegó un mensajero a Saúl diciendo: Ven a toda prisa, que los filisteos han hecho una irrupción en el país.
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I Rey 24:1
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Y como Saúl volviese de haber perseguido a los filisteos, le avisaron, diciendo: Mira que David está en el desierto de Engaddi.
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I Rey 24:8
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cuando se fue también David en pos de Saúl, y salido ya fuera, dio voces a espaldas de Saúl, diciendo: Mi rey y señor. Volvió Saúl la cabeza, y postrándose David hasta el suelo, le hizo una profunda reverencia.
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I Rey 25:14
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Entretanto uno de los criados de Nabal avisó a su mujer Abigaíl, diciendo: Mira que David acaba de enviar del desierto unos mensajeros para saludar a nuestro amo y él los ha desechado con desprecio.
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I Rey 27:12
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Por donde Aquis vino a fiarse de David, diciendo entre sí: Muchos son los daños que ha hecho contra su pueblo de Israel; y por lo mismo se quedará ya para siempre adicto a mi servicio.
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I Rey 28:10
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Mas Saúl le juró por el Señor diciendo: Vive Dios que no te vendrá por esto mal ninguno.
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I Rey 28:12
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Mas luego que la mujer vio a Samuel, exclamó a grandes gritos diciendo a Saúl: ¿Por qué me has engañado? Tú eres Saúl.
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I Rey 30:8
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Y, revestido de él Abiatar, consultó David al Señor, diciendo: ¿Perseguiré a estos salteadores, y los alcanzaré, o no? Respondió el Señor: Persíguelos; porque sin duda los alcanzarás, y les quitarás el botín.
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I Rey 30:26
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Llegó, en fin, David a Siceleg, y envió dones de la presa a los ancianos de Judá, parientes suyos, diciendo: Recibid esta expresión de lo que hemos tomado a los enemigos del Señor.
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II Rey 1:16
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diciendo David al mismo tiempo: A nadie sino a ti mismo se impute tu muerte, porque tu propia boca ha dado testimonio contra ti, con haber dicho: Yo maté al ungido del Señor.
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II Rey 2:1
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Después de todo esto, consultó David al Señor, diciendo: ¿Iré a alguna de las ciudades de Judá? Le respondió el Señor: Ve. Preguntó más David: ¿A cuál? Dijo el Señor: A Hebrón.
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II Rey 2:26
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desde donde Abner gritó a Joab, diciendo; ¿No se saciará de sangre tu espada, sino hasta el total exterminio? ¿No sabes que es cosa peligrosa reducir a la desesperación al enemigo? ¿No será ya tiempo de decir al pueblo que deje de perseguir a sus hermanos?
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II Rey 3:14
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En seguida envió David embajadores a Isboset, hijo de Saúl, diciendo: Restitúyeme mi mujer Micol, la cual se me dio por esposa, por haber muerto yo cien filisteos.
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II Rey 3:24
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Oído que hubo esto Joab, entró al rey diciendo: Señor, ¿qué es lo que has hecho? Sé que Abner acaba de venir a ti: ¿por qué lo has dejado ir, y que se marche libremente?
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II Rey 3:35
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Se levantó, pues, David y toda la gente para ir a comer, siendo aún día claro, juró David diciendo: No me haga Dios bien, y hágame si mucho mal, si antes de ponerse el sol probare yo pan, ni cosa ninguna.
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II Rey 5:1
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Después de esto se presentaron todas las tribus de Israel a David en Hebrón, diciendo: Aquí nos tienes; hueso tuyo y carne tuya somos.
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II Rey 5:6
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Porque a pocos días el rey con toda la gente que tenía consigo se dirigió a Jerusalén contra los jebuseos, moradores de aquel territorio, y le dijeron a David los sitiados: No entrarás acá dentro de esta plaza si no echas primero de ella a los ciegos y cojos, los cuales están diciendo: No entrará David acá.
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II Rey 5:19
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Y David consultó al Señor, diciendo: ¿Será bien que yo acometa a los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? Ve, respondió el Señor, que en tus manos los pondré infaliblemente.
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II Rey 5:23
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Consultó David al Señor, diciendo: ¿Acometeré a los filisteos, y los entregarás tú en mis manos? Le respondió el Señor: No los acometas de frente, sino da la vuelta por sus espaldas, y embístelos por enfrente de los perales.
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II Rey 11:5
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y volvió preñada a su casa. De lo que dio aviso a David, diciendo: He concebido.
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II Rey 12:27
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remitió correos a David, diciendo: He combatido a Rabbat, y está para ser tomada la ciudad de las aguas.
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II Rey 15:10
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Y despachó Absalón emisarios por todas las tribus de Israel, diciendo: Luego que oigáis el sonido de la trompeta, decid: Absalón ha sido alzado rey en Hebrón.
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II Rey 15:13
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Le llegó, pues, a David un mensajero, diciendo: Todo Israel se va con plena voluntad en pos de Absalón.
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II Rey 16:3
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Preguntó más el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió: Se ha quedado en Jerusalén , diciendo: Hoy me restituirá la casa de Israel el reino de mi padre.
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II Rey 17:21
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Así que se fueron, subieron los otros del pozo, y prosiguiendo su camino dieron aviso al rey David diciendo: Levantad el campo, y pasad prontamente el río, pues esto ha aconsejado Aquitofel contra vosotros.
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II Rey 18:10
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Lo vio uno, y avisó a Joab, diciendo: He visto a Absalón colgado de una encina.
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II Rey 18:12
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Pero él replicó a Joab: Aunque pusieras en mi mano mil monedas de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; pues que, oyéndolo nosotros, te mandó el rey a ti, y a Abisai, y a Etai diciendo: Conservadme a mi hijo Absalón.
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II Rey 18:22
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Instó Aquímaas, hijo de Sadoc, nuevamente a Joab diciendo: ¿Qué inconveniente hay en que yo vaya corriendo tras de Cusi? Le respondió Joab: ¿Para qué quieres ir a correr, hijo mío? Serás el portador de una mala noticia.
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II Rey 18:33
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Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
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II Rey 19:43
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Replicaron los de Israel a los de Judá, diciendo: Diez veces valemos más que vosotros para con el rey; y David, como rey, más nos pertenece a nosotros, que a vosotros. ¿Por qué nos habéis hecho este agravio, y no se nos avisó a nosotros primero, para que fuésemos y trajésemos nuestro rey? Pero los de Judá respondieron con mucha aspereza y tesón a los de Israel.
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II Rey 20:1
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Aconteció que se hallaba allí un hombre malvado, un hijo de Belial llamado Seba, hijo de Bocri, de la tribu de Benjamín; el cual tocó la trompeta, diciendo: Nada tenemos que hacer con David, ni que esperar cosa alguna del hijo de Isaí; vuélvete, Israel, a tu casa.
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