OMANDO entonces la palabra Baldad de Suhá, dijo:
¿Hasta cuándo has de hablar de ese modo, y han de ser como un torbellino las palabras de tu boca?
¿Por ventura tuerce Dios el juicio? ¿O el Omnipotente trastorna la justicia?
Aunque tus hijos hayan pecado contra él, y los haya abandonado al poder de su iniquidad, y castigado severamente;
esto no obstante, si tú recurres solícito a Dios, y humilde ruegas al Todopoderoso;
si procedes con inocencia y rectitud, al punto volverá a ti los ojos para socorrerte, y restituirá la paz y felicidad a la morada de tu inocencia;
en tanto grado que tus principios habrán sido pequeños en comparación del último estado de grandeza a que te ensalzará.
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Pregunta si no a las generaciones pasadas, y escudriña atentamente las memorias de nuestros padres;
(porque nosotros nacimos ayer, y somos unos ignorantes, pasándose nuestros días sobre la tierra como una sombra),
y ellos te instruirán; hablarán contigo, y de dentro de su corazón sacarán sentencias.
¿Por ventura puede el junco conservarse verde sin humedad? ¿O crecer sin agua un carrizo?
Estando todavía en flor, y sin que mano ninguna lo toque, se seca primero que todas las hierbas.
Tal es la suerte de todos los que se olvidan de Dios; y así pasará en humo la esperanza del hipócrita.
A él mismo no le contentará ya su impiedad; y toda su confianza en las criaturas se desvanecerá como telaraña.
Querrá apoyarse sobre su casa, y se hundirá; pondrá puntales, mas no se mantendrá.
Pero el justo es una planta que se muestra fresca y lozana antes de venir el sol, y naciendo arroja su retoño.
Sus raíces se multiplican, y se abren camino aun por entre los pedregales, y ella vive en medio de peñascos.
Si alguno la arrancare de su sitio, ella renunciará a él, y dirá: Nada tengo que hacer contigo.
Pues la naturaleza de esta planta es de tan feliz condición, que brotarán nuevamente otros renuevos de la misma tierra.
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Dios no abandona al hombre de bien, ni alarga su mano a los malvados.
Algún día tu boca rebosará de risa, y tus labios de júbilo.
Entonces los que te aborrecen, serán cubiertos de confusión; y no quedará en pie la casa de los impíos.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas