Prov 16:11
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Pesados están en fiel balanza los juicios del Señor; y todas sus obras son justas como las piedras que se llevan para servir de pesas.
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Prov 24:24
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Aquellos jueces que dicen al malvado: Tú eres justo, serán malditos de los pueblos, y detestados de todas las tribus.
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Prov 28:5
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Los malvados no se cuidan de lo que es justo; pero los que buscan al Señor, miran todas las cosas con atención.
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Prov 30:4
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¿Quién ha subido al cielo y ha bajado de allá, para poder hablar sabiamente? ¿Quién sujetó el viento con sus manos? ¿Quién envolvió en densas nubes las aguas como en un envoltorio? ¿Quién ha dado esta habilidad a todas las partes de la tierra? ¿Cuál es el nombre de quien lo hizo?, ¿y qué nombre tiene su hijo? Dilo tú, si es que lo sabes.
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Prov 30:27
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las langostas, que sin tener rey, se mueven todas ordenadas en escuadrones;
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Prov 31:10
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¿Quién hallará una mujer fuerte? De mayor estima es que todas las preciosidades traídas de lejos y de los últimos términos del mundo.
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Prov 31:29
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Muchas son las hijas o esposas que han allegado riquezas; mas a todas has tú aventajado.
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Ecle 1:13
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y propuse en mi corazón inquirir e investigar curiosamente acerca de todas las cosas que suceden debajo del sol. Esta ocupación penosísima ha dado Dios a los hijos de los hombres, para que trabajen en ella.
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Ecle 2:11
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Mas volviendo la vista hacia todas las obras de mis manos, y considerando los trabajos en que tan inútilmente me había afanado, vi que todo era vanidad y aflicción de espíritu, y que nada hay estable en este mundo.
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Ecle 2:16
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Porque no ha de ser eterna la memoria del sabio, como no lo es la del necio; y los tiempos venideros sepultarán en el olvido todas las cosas, muriendo así el docto como el ignorante.
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Ecle 2:20
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Por este motivo he dado de mano a todas estas cosas, y he resuelto en mi corazón no afanarme más por nada de este mundo,
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Ecle 3:14
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He visto que todas las cosas que ha creado Dios, duran perpetuamente; ni podemos añadir ni quitar nada de lo que Dios hizo para ser temido y adorado.
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Ecle 3:17
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y he dicho luego en mi corazón: Dios ha de juzgar algún día al justo y al impío; y entonces será el tiempo de ordenar todas las cosas.
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Ecle 3:20
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y todo va a parar a un mismo lugar; de la tierra fueron hechas todas estas cosas, y en tierra igualmente o polvo vuelven a parar.
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Ecle 4:4
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Pasé también a contemplar todas las obras o destinos de los hombres; y advertí que sus habilidades están expuestas a la envidia del prójimo, y que así aun en esto hay vanidad y cuidados inútiles.
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Ecle 5:5
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No sea tu lengua ocasión de que peque tu cuerpo. No digas en presencia del ángel: No hay providencia; no sea que Dios, irritado contra tus palabras, destruya todas las obras de tus manos.
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Ecle 6:6
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Mas el avaro, aunque haya vivido dos mil años, si no ha podido gozar de los bienes, ¿acaso no corren todas las cosas con él a un mismo paradero?
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Ecle 6:11
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Mucho se habla y discurre en las disputas, y en todas ellas se ve mucha vanidad.
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Ecle 7:21
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No te pares a escuchar todas las conversaciones que se tienen, no sea que oigas a tu siervo murmurar a ti,
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Ecle 7:25
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Recorrió mi espíritu todas las cosas para saber y considerar, y buscar la sabiduría y la razón, para conocer asimismo la malicia de los insensatos y el error de los imprudentes;
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Ecle 7:28
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razón que aún anda buscando mi alma, sin haberla podido descubrir; a saber, porque entre mil hombres hallé uno, y ninguna entre las mujeres todas.
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Ecle 8:17
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Al final entendí que no puede el hombre hallar razón completa de todas las obras de Dios que se hacen en este mundo; y que cuanto más trabajare por descubrirla, menos la hallará; aunque dijere el sabio que él la sabe, nunca podrá dar con ella.
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Ecle 9:2
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sino que todo se reserva incierto para lo venidero; porque ahora todas las cosas suceden igualmente al justo como al impío, al bueno y al malo, al limpio y al no limpio, al que sacrifica víctimas y al que desprecia los sacrificios: en suma, así es tratado el inocente como el pecador, y el que jura verdad como el perjuro.
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Ecle 9:3
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Esta es la cosa más intrincada y peligrosa de todas cuantas pasan debajo del sol, el ver que todos están sujetos a los mismos azares, de donde nace que los corazones de los hijos de los hombres se llenan de malicia y de orgullo durante su vida, y después de esto son llevados a los infiernos.
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Ecle 11:5
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Así como ignoras por dónde viene el espíritu al cuerpo, y la manera con que se compaginan los huesos en el vientre de la que está encinta, así tampoco puedes conocer la obra de Dios, hacedor de todas las cosas.
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Ecle 11:9
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Gózate, pues, ¡oh joven disoluto!, en tu mocedad; disfrute de los bienes tu alma en los floridos días de tu juventud; sigue las inclinaciones de tu corazón y lo que agrada a tus ojos; pero sábete que de todas esas cosas te pedirá Dios cuenta en el día en que te juzgue.
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Ecle 12:14
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y acordémonos que hará Dios dar cuenta en su juicio de todas las faltas y de todo el bien y el mal que se habrá hecho.
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Cant 1:3
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Atráeme tú mismo en pos de ti, y correremos todas al olor de tus aromas. Me introdujo el rey en su gabinete, elevándome a esposa suya. Saltaremos de contento, y nos regocijaremos en ti, conservando la memoria de tus castos amores, superiores a las delicias del vino. Por eso te aman los rectos de corazón.
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Cant 4:2
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Tus dientes blancos y bien unidos como hatos de ovejas trasquiladas, acabadas de lavar, todas con dobles crías, sin que haya entre ellas una estéril.
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Cant 5:9
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¿Qué tiene tu amado sobre los demás amados, oh hermosísima entre todas las mujeres?; ¿qué hay en tu querido sobre los demás queridos para que así nos conjures que lo busquemos?
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Cant 6:1
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¿Hacia dónde partió tu amado, oh hermosísima entre todas las mujeres?; ¿por dónde se fue, que iremos contigo a buscarlo?
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Cant 6:6
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Tus dientes blancos y unidos como aparece la manada de ovejas al subir de lavarse, todas con crías dobles, sin que haya entre ellas ninguna estéril.
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Cant 7:13
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Las mandrágoras están despidiendo su fragancia. Allí tenemos a nuestras puertas toda suerte de frutas exquisitas. Las nuevas y las añejas todas las he guardado para ti, ¡oh amado mío!
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Sab 1:7
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Por cuanto el Espíritu del Señor llena el mundo universo; y como comprende todas las cosas, tiene conocimiento de todo, hasta de una voz.
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Sab 1:14
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Lo creó todo a fin de que subsistiera eternamente en su presencia; saludables hizo él todas las cosas que nacen en el mundo; nada había en ellas de ponzoñoso ni nocivo; el infierno o la muerte no reinaba entonces en la tierra.
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Sab 2:9
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Ninguno de nosotros deje de tomar parte de nuestras diversiones; dejemos por todas partes vestigios de nuestro regocijo, ya que nuestra herencia es ésta, y así es nuestra suerte.
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Sab 5:9
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Pasaron como sombra todas aquellas cosas; y como mensajero que va en posta;
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Sab 6:17
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Porque ella misma va por todas partes buscando a los que son dignos de poseerla; y por los caminos se les presenta con agrado, y en todas ocasiones y asuntos la tienen al lado.
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Sab 6:17
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Porque ella misma va por todas partes buscando a los que son dignos de poseerla; y por los caminos se les presenta con agrado, y en todas ocasiones y asuntos la tienen al lado.
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Sab 7:12
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Y me gozaba en todas estas cosas, porque me guiaba esta sabiduría; e ignoraba yo que ella fuese madre de todos estos bienes.
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Sab 7:21
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En suma, aprendí cuantas cosas hay ocultas y nunca vistas; pues la sabiduría, que es el artífice de todas, me instruyó.
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Sab 7:24
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Pues la sabiduría es más ágil que todas las cosas que se mueven, y alcanza a todas partes, a causa de su pureza o espiritualidad,
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Sab 7:24
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Pues la sabiduría es más ágil que todas las cosas que se mueven, y alcanza a todas partes, a causa de su pureza o espiritualidad,
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Sab 7:27
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Y con ser una sola lo puede todo; y siendo en sí inmutable, todo lo renueva, y se derrama por todas las naciones entre las almas santas, formando amigos de Dios y profetas.
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Sab 8:1
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Ella, pues, abarca fuertemente de un cabo a otro todas las cosas, y las ordena todas con suavidad.
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Sab 8:1
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Ella, pues, abarca fuertemente de un cabo a otro todas las cosas, y las ordena todas con suavidad.
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Sab 8:3
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Realza su nobleza la estrecha unión que tiene con Dios; y además, el mismo Señor de todas las cosas ha declarado que la ama;
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Sab 8:5
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Y si en esta vida se codician las riquezas, ¿qué cosa más rica que la sabiduría, creadora de todas las cosas?
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Sab 8:18
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y un santo placer en su amistad, e inagotables tesoros en las obras de sus manos, y la prudencia en el ejercicio de conversar con ella, y gran gloria en participar de sus razonamientos, andaba por todas partes buscando cómo apropiármela.
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Sab 9:1
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Oh Dios de mis padres y Señor de misericordia, que hiciste todas cosas por medio de tu palabra,
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