Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

templo

Jer 27:18 Que si son verdaderamente profetas, y está en ellos la palabra del Señor, intercedan con el Señor de los ejércitos para que los vasos que han quedado en el templo del Señor, y en el palacio del rey de Judá, y en Jerusalén , no vayan también a Babilonia.
Jer 27:21 Dice, pues, así, el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los vasos que quedaron en el templo del Señor, y en el palacio del rey de Judá, y en Jerusalén :
Jer 28:1 En aquel mismo año, al principio del reinado de Sedecías, rey de Judá, en el quinto mes del año cuarto, Hananías, hijo de Azur, profeta falso de Gabaón, me dijo en el templo del Señor en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:
Jer 28:3 Dentro de dos años cumplidos yo haré restituir a este lugar todos los vasos del templo del Señor, que quitó de acá Nabucodonosor, rey de Babilonia, a cuya ciudad los transportó.
Jer 30:18 Pero esto dice el Señor: Yo haré que vuelvan los cautivos que habitan en las tiendas o tabernáculos de Jacob , y tendré piedad de sus casas, y será reedificada la ciudad en su altura, y fundado el templo según su anterior estado.
Jer 31:6 Porque tiempo vendrá en que los centinelas o jefes de mi pueblo clamarán sobre el monte de Efraín: Vamos todos, y subamos a Sión, al templo del Señor Dios nuestro.
Jer 35:2 Anda, ve a la familia de los recabitas, y habla con ellos, y condúcelos a la casa o templo del Señor, a uno de los aposentos de los tesoros o repuestos, y preséntales vino para que beban.
Jer 35:4 y los introduje a la casa del Señor, en el aposento llamado de los Tesoros, donde estaban los hijos de Hanán, hijo de Jegedelías, varón de Dios; aposento que estaba junto al tesoro de los príncipes, sobre la tesorería de Maasías, hijo de Sellum, el cual era el guarda del atrio del templo.
Jer 36:10 Y entonces leyó Baruc por el libro las palabras de Jeremías en la casa del Señor, desde la habitación, que está a cargo de Gamarías, hijo de Safán, doctor de la ley, sobre el atrio de arriba, a la entrada de la puerta nueva del templo del Señor, oyéndolo todo el pueblo.
Jer 38:14 Envió después el rey Sedecías a buscar al profeta Jeremías, y lo hizo traer a la tercera puerta del templo del Señor; y dijo el rey a Jeremías: Una cosa te voy a preguntar: No me ocultes nada.
Jer 43:13 Y hará pedazos las estatuas de la casa o templo del Sol, que hay en tierra de Egipto, e incendiará los templos de los dioses de Egipto.
Jer 50:28 Voz de los fugitivos y de aquellos que escaparon de la tierra de Babilonia, para llevar a Sión la noticia de la venganza del Señor Dios nuestro, de la venganza de su santo templo.
Jer 51:11 Aguzad, ¡oh babilonios!, vuestras saetas, llenad de ellas vuestras aljabas. El Señor ha suscitado el espíritu de los reyes de la Media, y ha tomado ya su resolución de arruinar a Babilonia; porque el Señor debe ser vengado, debe ser vengado su templo.
Jer 51:51 Avergonzados estamos, ¡oh Señor!, de los oprobios que hemos oído: Se cubrieron de confusión nuestros rostros, porque los extranjeros entraron en el santuario del templo del Señor.
Jer 52:13 y abrasó el templo del Señor, y el palacio del rey, y todas las casas de Jerusalén , y todos los grandes edificios quedaron incendiados.
Jer 52:17 Los caldeos hicieron también pedazos las columnas de bronce que estaban en el templo del Señor, y los pedestales, y el mar o concha de bronce que había en el templo del Señor; y se llevaron a Babilonia todo su cobre.
Jer 52:17 Los caldeos hicieron también pedazos las columnas de bronce que estaban en el templo del Señor, y los pedestales, y el mar o concha de bronce que había en el templo del Señor; y se llevaron a Babilonia todo su cobre.
Jer 52:18 Y se llevaron las calderas, y los garfios, y los salterios, y las tenazas, y los morterillos, y todos los muebles de cobre del uso del templo;
Jer 52:20 y las dos columnas, y el mar de bronce, y los doce becerros de bronce que estaban debajo de las basas, que había mandado hacer Salomón en el templo del Señor. Inmenso era el peso del metal de todos estos muebles.
Lam 4:1 ¡Cómo se ha oscurecido el oro del templo, y cambiado su color bellísimo! ¡Dispersas, ¡ay!, dispersas están las piedras del santuario por los ángulos de todas las plazas!
Bar 1:8 después que Baruc hubo recibido los vasos del templo del Señor, que habían sido robados del templo, para volverlos otra vez a tierra de Judá, a diez del mes de Siván; vasos de plata que había hecho Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá,
Bar 1:8 después que Baruc hubo recibido los vasos del templo del Señor, que habían sido robados del templo, para volverlos otra vez a tierra de Judá, a diez del mes de Siván; vasos de plata que había hecho Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá,
Bar 1:14 Y leed este libro o escrito, el cual os hemos enviado para que se haga la lectura de él en donde estaba el templo del Señor, en día solemne y tiempo oportuno.
Bar 2:26 Y el templo en que se invocaba tu santo Nombre, lo redujiste al estado en que se halla hoy día, por causa de las maldades de Israel y de la casa de Judá."
Bar 6:16 Colocados que se hallan en una casa o templo, sus ojos se cubren luego del polvo que levantan los pies de los que entran.
Bar 6:54 Porque si se prendiere fuego en el templo de los dioses esos de madera, de plata y de oro, a buen seguro que echarán a huir sus sacerdotes, y se pondrán a salvo; pero ellos se abrasarán dentro, lo mismo que las vigas."
Ezeq 8:3 Y vi la figura de una mano extendida que me cogió de una guedeja de mi cabeza, y me levantó en espíritu entre cielo y tierra, y me llevó a Jerusalén en una visión maravillosa de Dios, junto a la puerta de adentro del templo, que miraba al norte, en donde estaba colocado el ídolo de los celos, o celotipia, para provocar los celos del Señor.
Ezeq 8:14 Y me llevó a la entrada de la puerta del templo del Señor, que caía al norte, y vi a unas mujeres que estaban allí sentadas llorando a Adonis.
Ezeq 8:16 Y me introdujo en el atrio interior del templo del Señor, y he aquí que vi en la puerta del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, como unos veinticinco hombres que tenían sus espaldas vueltas al templo del Señor, y las caras hacia el oriente, adorando al sol que nacía.
Ezeq 8:16 Y me introdujo en el atrio interior del templo del Señor, y he aquí que vi en la puerta del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, como unos veinticinco hombres que tenían sus espaldas vueltas al templo del Señor, y las caras hacia el oriente, adorando al sol que nacía.
Ezeq 8:16 Y me introdujo en el atrio interior del templo del Señor, y he aquí que vi en la puerta del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, como unos veinticinco hombres que tenían sus espaldas vueltas al templo del Señor, y las caras hacia el oriente, adorando al sol que nacía.
Ezeq 9:3 Entonces la gloria del Señor de Israel se trasladó desde los querubines, sobre los cuales residía, al umbral de la casa, o templo; y llamó al varón que llevaba la vestidura de lino, y tenía en su cintura recado de escribir.
Ezeq 9:6 Matad al anciano, al jovencito, y a la doncella, y a los niños, y a las mujeres, hasta que no quede nadie; pero no matéis a ninguno en quien viereis la Tau; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, por aquellos ancianos que estaban delante del templo.
Ezeq 9:7 Y les dijo él: Contaminad el templo, llenad sus pórticos de cadáveres, salid. Y salieron, y mataron a cuantos estaban en la ciudad.
Ezeq 10:3 Y cuando entró, estaban los querubines al lado derecho del templo, y la nube llenó el atrio interior.
Ezeq 10:4 Y se trasladó la gloria del Señor desde encima de los querubines al umbral del templo y se llenó el templo de una nube tenebrosa; el atrio quedó lleno del resplandor de la gloria del Señor.
Ezeq 10:4 Y se trasladó la gloria del Señor desde encima de los querubines al umbral del templo y se llenó el templo de una nube tenebrosa; el atrio quedó lleno del resplandor de la gloria del Señor.
Ezeq 10:18 Y la gloria del Señor partió del umbral del templo, y se puso sobre los querubines.
Ezeq 10:19 Extendiendo los querubines sus alas, se remontaron del suelo a mi vista; y al marcharse ellos, les siguieron también las ruedas; y se pararon a la entrada de la puerta oriental del templo del Señor; y la gloria del Dios de Israel iba sobre los querubines.
Ezeq 11:1 Me arrebató el espíritu, y me condujo a la puerta oriental del templo del Señor que mira hacia el oriente, y vi que a la entrada de la puerta había veinticinco hombres, y vi en medio de ellos a Jezonías, hijo de Azur, y a Feltías, hijo de Banaías, príncipes del pueblo.
Ezeq 21:2 Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Jerusalén , y habla contra los santuarios, o el templo, y profetiza contra la tierra de Israel.
Ezeq 23:39 Pues el día mismo que inmolaban sus propios hijos a los ídolos, venían a mi santuario para profanarlo; y cometían estas maldades dentro de mi mismo templo.
Ezeq 40:45 Y me dijo el ángel: Esta cámara o habitación que mira al mediodía, será para los sacerdotes que velan en la guardia del templo.
Ezeq 40:47 Y midió el atrio, que tenía cien codos de largo y cien codos en cuadro de ancho, y el altar que estaba delante de la fachada del templo.
Ezeq 40:48 Y me introdujo en el vestíbulo del templo; y midió el vestíbulo, que tenía cinco codos de una parte y cinco codos de otra; y la anchura de la puerta tres codos de un lado y tres de otro.
Ezeq 41:1 Y me introdujo el ángel en el templo y midió los postes, que tenían seis codos de anchura por un lado y seis codos por otro; lo cual era la anchura del Tabernáculo antiguo.
Ezeq 41:4 Y midió el fondo del santuario delante de la fachada del templo, y halló ser de veinte codos de largo y otros veinte de ancho, y me dijo: Este es el lugar santísimo.
Ezeq 41:5 Y midió el grueso de la pared de la casa, o templo, que era de seis codos; y la anchura de los lados por todo el contorno de la casa era de cuatro codos.
Ezeq 41:6 Y los lados, unidos el uno al otro, componían dos veces treinta y tres cámaras; y había modillones que sobresalían y entraban en la pared de la casa por los lados alrededor, a fin de que sostuviesen las cámaras, sin que éstas tocasen la pared del templo.
Ezeq 41:7 Y había una pieza redonda, con una escalera de caracol, por donde se subía a lo alto, y dando vueltas conducía a la cámara más alta del templo; de suerte que el templo era más ancho en lo más alto, y así desde el pavimento se subía a la estancia del medio, y de ésta a la más alta.