IV Rey 22:10
|
El secretario Safán dijo además al rey: El sumo sacerdote Helcías me ha dado este libro. Y leyó Safán en presencia del rey;
|
IV Rey 22:12
|
y dio esta orden al sumo sacerdote Helcías, y a Ahicam, hijo de Safán, y a Acobor, hijo de Micá, y a Safán, secretario, y a Asaías, ministro del rey:
|
IV Rey 22:14
|
Fueron, pues, el sumo sacerdote Helcías, y Ahicam, y Acobor, y Safán, Asaías a casa de Holda profetisa, mujer de Sellum, hijo de Tecua, y nieto de Araas jefe del guardarropa, la cual habitaba en Jerusalén en la parte llamada Segunda, y hablaron con ella.
|
IV Rey 23:4
|
Al mismo tiempo mandó el rey al sumo sacerdote Helcías y a los sacerdotes de segundo orden, y a los porteros, que arrojasen del templo del Señor todos los vasos o alhajas consagradas a Baal, y al ídolo del bosque, y a todos los astros del cielo, y los quemó fuera de Jerusalén en el valle de Cedrón, e hizo llevar las cenizas a Betel.
|
IV Rey 23:24
|
Extirpó igualmente Josías a los pitones o magos y a los adivinos, y las figuras de ídolos, y las inmundicias y abominaciones que habían quedado en el país de Judá y de Jerusalén a fin de restablecer en su vigor las palabras de la ley escritas en aquel libro hallado por Helcías, sumo sacerdote, en el templo del Señor.
|
I Par 9:11
|
Asimismo Azarías, hijo de Helcías, hijo de Mosollam, hijo de Sadoc, hijo de Marayot, hijo de Aquitob, sumo sacerdote de la casa de Dios.
|
I Par 16:39
|
Al mismo tiempo destinó al sumo sacerdote Sadoc, y a los sacerdotes, sus hermanos, al servicio del Tabernáculo del Señor, que se conservaba en el lugar alto en Gabaón.
|
I Par 24:6
|
Semeías, hijo de Natanael, de la tribu de Leví, secretario o canciller, formó la lista de ellos en presencia del rey, y de los magnates, y de Sadoc sumo sacerdote, y de Ahimelec hijo de Abiatar, como también de las cabezas de las familias sacerdotales y levíticas; tomando alternativamente de la casa de Eleazar, que era sobre las otras, y de la casa de Itamar, que tenía también otras bajo de sí.
|
I Par 29:22
|
Con lo cual comieron y bebieron aquel día en presencia del Señor con gran alegría. Ungieron después por segunda vez a Salomón , hijo de David. Y lo ungieron por rey por orden del Señor; y a Sadoc por sumo sacerdote.
|
II Par 1:1
|
Quedó, pues, Salomón , hijo de David, asegurado en su reino, y el Señor Dios suyo estaba con él, y lo engrandeció en sumo grado.
|
II Par 11:12
|
Hizo además de esto en cada una de las ciudades una armería de escudos y de picas, y las fortificó con sumo esmero; y reinó sobre las tribus de Judá y de Benjamín.
|
II Par 17:12
|
Fue, pues, Josafat haciéndose poderoso, y creciendo en grandeza hasta lo sumo; y edificó en Judá alcázares a manera de torres, y ciudades muradas,
|
II Par 19:11
|
A este fin Amarías, vuestro sumo sacerdote, presidirá en todo aquello que concierne a Dios; y Zabadías, hijo de Ismahel, príncipe de la casa de Judá, presidirá en todos los negocios pertenecientes al servicio del rey; tenéis también entre vosotros los levitas, los cuales os servirán de maestros; cobrad ánimo y cumplid exactamente vuestros deberes, que el Señor os colmará de bienes.
|
II Par 22:11
|
Pero Josabet, hija del rey, cogió a Joás, hijo de Ocozías, robándolo de entre los demás hijos del rey, cuando los mataban, y lo escondió en compañía de con su nodriza en el templo, en la estancia del dormitorio de los sacerdotes y levitas. Esta Josabet, que lo escondió, y evitó que Atalía lo matase, era hija del rey Joram, mujer del sumo sacerdote Joíada, y hermana de Ocozías.
|
II Par 23:8
|
Los levitas, pues, y todo Judá ejecutaron puntualmente las órdenes del sumo sacerdote Joíada. Y tomó cada uno los hombres que tenía a su mando, así los que venían según el turno para hacer la semana, como los que, cumplida su semana, debían salir, porque el sumo sacerdote Joíada no había permitido que se marcharan las compañías de levitas, que al fin de la semana se sucedían unas a otras.
|
II Par 23:8
|
Los levitas, pues, y todo Judá ejecutaron puntualmente las órdenes del sumo sacerdote Joíada. Y tomó cada uno los hombres que tenía a su mando, así los que venían según el turno para hacer la semana, como los que, cumplida su semana, debían salir, porque el sumo sacerdote Joíada no había permitido que se marcharan las compañías de levitas, que al fin de la semana se sucedían unas a otras.
|
II Par 23:9
|
Y dio luego el sumo sacerdote Joíada a los centuriones las lanzas, y escudos, consagrados al templo del Señor por el rey David;
|
II Par 23:11
|
En seguida sacaron al hijo del rey, y le ciñeron la corona, y el testimonio, y le pusieron en la mano el libro de la ley, y lo proclamaron rey. Y el sumo sacerdote Joíada, asistido de sus hijos, lo ungió; y lo aclamaron diciendo: Viva el rey.
|
II Par 23:14
|
Pero el sumo sacerdote Joíada acercándose a los centuriones y comandantes del ejército, les dijo: Sacadla de dentro del recinto del templo, y allá fuera degolladla; con lo que precavió el sumo sacerdote que fuese muerta dentro de la casa del Señor.
|
II Par 23:14
|
Pero el sumo sacerdote Joíada acercándose a los centuriones y comandantes del ejército, les dijo: Sacadla de dentro del recinto del templo, y allá fuera degolladla; con lo que precavió el sumo sacerdote que fuese muerta dentro de la casa del Señor.
|
II Par 24:11
|
Así que llegaba el tiempo de llevar al arca a la presencia del rey por manos de los levitas (cuando veían que había mucha cantidad de dinero), venía el secretario del rey con un comisario elegido por el sumo sacerdote, y sacaban el dinero que había en el arca , la cual volvían a su sitio. Así lo hacían todos los días; y se recogió infinito dinero.
|
II Par 24:20
|
Por último revistió Dios de su espíritu al sumo sacerdote Zacarías, hijo de Joíada; y presentándose delante del pueblo, les habló de esta manera: Esto dice el Señor Dios: ¿Por qué buscáis vuestra ruina traspasando los mandamientos del Señor, y lo habéis abandonado para ser de él abandonados?
|
II Par 24:25
|
y al partir lo dejaron en grandes dolores; finalmente, sus propios criados se conjuraron contra él para vengar la sangre del hijo de Joíada, sumo sacerdote, y lo asesinaron en su misma cama, y quedó muerto; y lo enterraron en la ciudad de David, mas no en los sepulcros de los reyes.
|
II Par 26:17
|
Al instante entró en pos de él Azarías, sumo sacerdote, acompañado de ochenta sacerdotes del Señor, hombres de gran firmeza;
|
II Par 26:20
|
Y habiéndolo mirado Azarías, sumo sacerdote, y todos los demás sacerdotes, echaron de ver la lepra en su frente, y a toda prisa lo hicieron salir fuera. Y él mismo despavorido, se apresuró a salir, porque había sentido de repente el castigo que le había enviado el Señor.
|
II Par 30:23
|
Y todo aquel concurso acordó hacer fiesta aún otros siete días, como lo ejecutaron con sumo gozo.
|
II Par 31:13
|
Y después de éste a Jahiel, y a Azarías, y a Nahat, y a Asael, y a Jerimot, y a Jozabad, y a Eliel, y a Jesmaquías y a Mahat, y a Banaías, que fueron los administradores bajo las órdenes de Conenías, y de Semei, su hermano, por mandato del rey Ezequías , y de Azarías, sumo sacerdote de la casa de Dios, a quienes se daba cuenta de todo.
|
II Par 34:9
|
Los cuales vinieron a Helcías, sumo sacerdote, y recibiendo de él el dinero depositado en la casa del Señor, y que los levitas y porteros habían recogido de las tribus de Manasés y Efraín, y de todo el resto de Israel, como también de todo Judá, y de Benjamín, y de los moradores de Jerusalén ;
|
II Par 34:14
|
Al tiempo de sacar el dinero depositado en el templo del Señor, encontró el sumo sacerdote Helcías el Libro de la ley del Señor escrita por mano de Moisés;
|
II Par 34:18
|
Además de esto me ha entregado Helcías, sumo sacerdote, este libro. Y habiéndolo él leído en presencia del rey,
|
II Par 35:8
|
También sus oficiales o magnates presentaron lo que espontáneamente habían ofrecido, tanto al pueblo como a los sacerdotes y levitas. Además Helcías sumo sacerdote, y Zacarías, y Jahiel, principales de la casa del Señor, dieron a los sacerdotes para celebrar la Pascua entre unas y otras dos mil seiscientas reses menores, y trescientos bueyes.
|
I Esd 2:63
|
Y les dijo Atersata que no comiesen de las ofrendas santificadas, hasta tanto que se presentase un sumo sacerdote docto y perfecto.
|
I Esd 3:2
|
Donde el sumo sacerdote Josué, hijo de Josedec, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Salatiel con sus hermanos emprendieron edificar el altar del Dios de Israel para ofrecer en él los holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, varón de Dios.
|
I Esd 10:6
|
Partió, pues, Esdras de delante del templo de Dios, y se fue al aposento de Johanán, hijo de Eliasib, sumo sacerdote; y entrado allí no comió ni bebió, porque no cesaba de llorar la prevaricación de los que habían venido del cautiverio.
|
II Esd 3:1
|
Entonces Eliasib, sumo sacerdote, y los sacerdotes sus hermanos pusieron manos a la obra, y reedificaron la puerta del Ganado; consagrándola con especiales bendiciones, y asentaron sus puertas, y la consagraron hasta la torre de cien codos, y hasta la torre de Hananeel.
|
II Esd 3:20
|
Cerca de éste en el monte de Sión edificó Baruc, hijo de Zacai, otra porción igual de muro desde dicho ángulo hasta la puerta de la casa de Eliasib, sumo sacerdote.
|
II Esd 7:65
|
Y les dijo Atersata, esto es, Nehemías, que no comiesen de las carnes santificadas, hasta tanto que hubiese un sumo sacerdote docto y perfecto, que decidiese el punto.
|
II Esd 12:10
|
Josué, sumo sacerdote, engendró a Joacim, Joacim engendró a Eliasib, y Eliasib engendró a Joíada.
|
II Esd 13:28
|
Uno de los hijos de Joíada, hijo de Eliasib, sumo sacerdote, era yerno de Sanaballat horonita, por cuyo motivo lo aparté lejos de mí.
|
Jud 4:5
|
Asimismo el sumo sacerdote Eliaquim o Joacim, escribió a todos los que habitaban hacia Esdrelón, que está enfrente a la gran llanura contigua a Dotaín, y a todos los lugares que estaban en los caminos por donde podía pasar Holofernes, a fin de que ocupasen las alturas de los montes, por los cuales podía abrirse camino para Jerusalén , y guarneciesen los pasos estrechos o desfiladeros que hubiese entre los montes.
|
Jud 4:6
|
Ejecutaron los hijos de Israel puntualmente las disposiciones de Eliaquim, sumo sacerdote del Señor.
|
Jud 4:10
|
Entonces Eliaquim, sumo sacerdote del Señor, recorrió todo el país de Israel, y les hablaba,
|
Jud 15:9
|
En seguida Joacim, sumo sacerdote, vino de Jerusalén a Betulia con todos sus ancianos o senadores para ver a Judit;
|
Job 11:7
|
¿Acaso puedes tú comprender los caminos de Dios, o entender al Todopoderoso hasta lo sumo de su perfección?
|
Salm 33:21
|
De todos los huesos de ellos tiene el Señor sumo cuidado; ni uno solo será quebrantado.
|
Sab 11:22
|
porque tú solo tienes siempre a la mano el sumo poder; y ¿quién puede resistir a la fuerza de tu brazo?
|
Ecli 3:31
|
El corazón del sabio se deja conocer en la adquisición de la sabiduría, y el oído bien dispuesto escuchará a ésta con sumo anhelo,
|
Ecli 50:1
|
Simón, hijo de Onías, sumo sacerdote, durante su vida levantó de nuevo la casa del Señor, y en sus tiempos fue el restaurador del templo.
|
Ecli 50:11
|
como el olivo que retoña, y como el ciprés que descuella por su altura, tal parecía el sumo sacerdote Simón cuando se ponía el manto glorioso, y se revestía de todos los ornamentos de su dignidad.
|
Ecli 50:22
|
Entonces el sumo sacerdote, bajando del altar, extendía sus manos hacia toda la congregación de los hijos de Israel, para dar gloria a Dios con sus labios, y celebrar su santo Nombre.
|