Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

reino

Mt 24:14 Entretanto se predicará esta buena noticia del reino de Dios en todo el mundo, en testimonio para todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
Mt 25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas salieron a recibir al esposo y a la esposa;
Mt 25:34 Entonces el rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, a tomar posesión del reino celestial, que os está preparado desde el principio del mundo;
Mt 26:29 Y os declaro que no beberé ya más desde ahora de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con vosotros el nuevo cáliz de delicias en el reino de mi Padre.
Mc 1:14 Pero después que Juan fue puesto en la cárcel, vino Jesús a la alta Galilea predicando la buena nueva del reino de Dios.
Mc 1:15 Y diciendo: Se ha cumplido ya el tiempo, y el reino de Dios está cerca: Haced penitencia, y creed las buenas nuevas.
Mc 3:24 Pues si un reino se divide en partidos contrarios, es imposible que subsista tal reino.
Mc 3:24 Pues si un reino se divide en partidos contrarios, es imposible que subsista tal reino.
Mc 3:26 Así que si Satanás se levanta contra sí mismo, está su reino en discordia, y no puede durar; antes está cerca su fin.
Mc 4:11 Y él les decía: A vosotros se os ha concedido el saber o conocer el misterio del reino de Dios; pero a los extraños, todo se les anuncia en parábolas,
Mc 4:26 Decía asimismo: El reino de Dios viene a ser a manera de un hombre que siembra su heredad.
Mc 4:30 Y proseguía, diciendo: ¿A qué cosa compararemos el reino de Dios? ¿O con qué parábola le representaremos?
Mc 6:23 y le añadió con juramento: Sí, te daré todo lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.
Mc 8:39 Y les añadió: En verdad os digo, que algunos de los que aquí están no han de morir sin que vean la llegada del reino de Dios en su majestad.
Mc 9:46 Y si tu ojo te sirve de escándalo, arráncalo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que tener dos ojos y ser arrojado al fuego del infierno,
Mc 10:14 Lo que advirtiendo Jesús , lo llevó muy a mal y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo estorbéis; porque de los que se asemejan a ellos es el reino de Dios.
Mc 10:15 En verdad os digo, que quien no recibiere, como niño el reino de Dios no entrará en él.
Mc 10:23 Y echando Jesús una ojeada alrededor de sí, dijo a sus discípulos: ¡Oh, cuán difícilmente los acaudalados entrarán en el reino de Dios!
Mc 10:24 Los discípulos quedaron pasmados al oír tales palabras. Pero Jesús , volviendo a hablar les añadió: ¡Ay, hijitos míos, cuán difícil cosa es que los que ponen su confianza en las riquezas entren en el reino de Dios!
Mc 10:25 Más fácil es que pase un camello por el ojo de una aguja, que el entrar un rico en el reino de Dios.
Mc 11:10 ¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el reino de nuestro padre David que vemos llegar ahora!¡Hosanna en lo más alto de los cielos!
Mc 12:34 Viendo Jesús que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie osaba hacerle más preguntas.
Mc 13:8 puesto que se armará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá terremotos en varias partes, y hambres. Y esto no será sino el principio de los dolores.
Mc 13:8 puesto que se armará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá terremotos en varias partes, y hambres. Y esto no será sino el principio de los dolores.
Mc 14:25 En verdad os digo, que de hoy más no beberá de este fruto de la vid, hasta el día en que lo beba nuevo en el reino de Dios.
Mc 15:43 fue José de Arimatea, persona ilustre y senador, el cual esperaba también el reino de Dios, y entró denodadamente a Pilatos, y pidió el cuerpo de Jesús .
Lc 1:33 y su reino no tendrá fin.
Lc 4:43 Mas él les dijo: Es necesario que yo predique también a otras ciudades la buena nueva del reino de Dios; pues para eso he sido enviado.
Lc 6:20 Entonces levantando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Lc 7:28 Por lo que os digo: Entre los nacidos de mujeres, ningún profeta es mayor que Juan Bautista; si bien aquel que es el más pequeño en el reino de Dios, es mayor que él.
Lc 8:1 Algún tiempo después andaba Jesús por las ciudades y aldeas predicando, y anunciando el reino de Dios, acompañado de los doce,
Lc 8:10 A los cuales respondió así: A vosotros se os ha concedido entender el misterio del reino de Dios, mientras a los demás en parábolas, de modo que viendo no echen de ver, y oyendo no entiendan.
Lc 9:2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a dar la salud a los enfermos.
Lc 9:6 Habiendo, pues, partido, iban de lugar en lugar, anunciando la buena nueva del reino de Dios, y curando enfermos por todas partes.
Lc 9:11 Lo que sabido por los pueblos se fueron tras él; y los recibió Jesús con amor, y les hablaba del reino de Dios, y daba salud a los que carecían de ella.
Lc 9:27 Os aseguro con verdad, que algunos hay aquí presentes que no morirán sin que hayan visto el reino de Dios.
Lc 9:60 Le replicó Jesús : Deja tú a los muertos el cuidado de sepultar a sus muertos; pero tú ve, y anuncia el reino de Dios.
Lc 9:62 Le respondió Jesús : Ninguno que después de haber puesto mano en el arado vuelve los ojos atrás, es apto para el reino de Dios.
Lc 10:9 y curad a los enfermos que en ella hubiere, y decidles: El reino de Dios está cerca de vosotros.
Lc 10:11 Hasta el polvo que se nos ha pegado de vuestra ciudad, lo sacudimos contra vosotros; mas sabed que el reino de Dios está cerca.
Lc 11:2 Y Jesús les respondió: Cuando os pongáis a orar, habéis de decir: Padre, sea santificado tu nombre. Venga a nosotros tu reino.
Lc 11:17 Pero Jesús penetrando sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido en partidos contrarios quedará destruido; y una casa dividida en facciones, camina a su ruina.
Lc 11:18 Si, pues, Satanás está también dividido contra sí mismo, ¿cómo susbsistirá su reino?, ya que decís vosotros que yo lanzo los demonios por arte de Beelzebub.
Lc 11:20 Pero si yo lanzo demonios con el dedo de Dios, es evidente que ha llegado ya el reino de Dios a vosotros.
Lc 12:31 Por tanto, buscad primero el reino de Dios y su justicia; que todo lo demás se os dará por añadidura.
Lc 12:32 No tenéis vosotros que temer, pequeñito rebaño, porque ha sido el agrado de vuestro Padre daros el reino.
Lc 13:18 Decía también Jesús : ¿A qué cosa es semejante el reino de Dios, o con qué podré compararlo?
Lc 13:20 Y volvió a repetir: ¿A qué cosa diré que se asemeja el reino de Dios?
Lc 13:28 Allí será el llanto y el rechinar de dientes; cuando veréis a Abrahán, y a Isaac, y a Jacob , y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras vosotros sois arrojados fuera.
Lc 13:29 Y vendrán también gentes del oriente y del occidente, del norte y del mediodía, y se pondrán a la mesa en el convite del reino de Dios.