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Gen 4:7
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¿No es cierto que si obrases bien, serás recompensado; pero si mal, el castigo del pecado estará siempre presente en tu puerta o a tu vista? Mas de cualquier modo su apetito o la concupiscencia estará a tu mandar, y tú le dominarás, si quieres.
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Gen 18:20
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Le dijo, pues, el Señor: El clamor de Sodoma y de Gomorra se aumenta más y más, y la gravedad de su pecado ha subido hasta lo sumo.
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Gen 20:9
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Llamó también Abimelec a Abrahán, y le dijo: ¿Qué es lo que has hecho con nosotros?; o ¿en qué te hemos ofendido, para que me hayas expuesto a mí y a mi pueblo a un gran pecado? Has hecho con nosotros lo que hacer no debiste.
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Gen 26:10
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Replicó Abimelec: ¿Cómo, así nos has engañado? Pudo alguno del pueblo abusar de tu esposa, y nos hubieras hecho reos de un grande pecado. Con eso intimó una orden a todo el pueblo, diciendo:
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Gen 31:36
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Entonces Jacob montando en cólera, dijo con acrimonia: ¿Por qué culpa mía, o por qué pecado mío te has enardecido tanto en perseguirme,
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Gen 38:24
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Pero he aquí que al cabo de tres meses avisaron a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha pecado, pues se va observando que está embarazada; y dijo Judá: Sacadle fuera, para que sea públicamente quemada.
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Gen 41:9
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Entonces, por fin, acordándose de José el copero mayor, dijo al rey: Confieso mi pecado:
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Gen 42:21
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y conversaban entre sí, diciendo: Justamente padecemos lo que padecemos, por haber pecado contra nuestro hermano, y porque al ver las angustias de su alma, cuando nos rogaba que tuviésemos compasión de él, nosotros no le escuchamos; por esto nos ha sobrevenido esta tribulación.
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Gen 43:9
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Yo respondo del muchacho; pídeme a mí cuenta de él; si no te lo volviere a traer y pusiere en tus manos, consiento en que jamás me perdones ese pecado.
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Gen 44:32
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Sea yo personalmente tu esclavo, yo que le he recibido a mi cargo y salí por fiador, habiendo dicho: Si no te le restituyere, seré para siempre reo de pecado contra mi padre.
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Gen 50:17
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que te dijésemos estas palabras en su nombre: Te ruego que te olvides de la maldad de tus hermanos, y del pecado, y de la malicia que contra ti usaron. Nosotros también te suplicamos que perdones esta maldad a los siervos del Dios de tu padre. Oyendo José estas razones, prorrumpió en llanto.
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Ex 9:27
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Envió, en fin, el faraón a llamar a Moisés y Aarón, y les dijo: También esta vez he pecado: el Señor es justo; yo y mi pueblo unos impíos.
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Ex 9:34
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Pero viendo el faraón que había cesado la lluvia, la piedra y los truenos, agravó su pecado:
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Ex 10:17
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Ahora, pues, perdonadme mi pecado también por esta vez, y rogad al Señor vuestro Dios que aparte de mí esta muerte.
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Ex 29:14
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Pero las carnes del becerro, y la piel, y el estiércol, eso lo quemarás fuera del campamento; por cuanto es sacrificio por el pecado.
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Ex 29:36
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Y en cada uno de estos días ofrecerás un becerro por el pecado, para que sea perdonado. Y después de inmolada la hostia por la expiación del pecado, purificarás el altar, y le ungirás para santificarle de nuevo.
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Ex 29:36
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Y en cada uno de estos días ofrecerás un becerro por el pecado, para que sea perdonado. Y después de inmolada la hostia por la expiación del pecado, purificarás el altar, y le ungirás para santificarle de nuevo.
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Ex 30:10
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Una vez en el año hará Aarón la expiación del altar, rociando sus cuatro puntos con la sangre de la víctima, ofrecida por el pecado, y con ella aplacará a Dios por vuestras generaciones. Será esta cosa santísima en el acatamiento del Señor.
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Ex 32:7
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Y el Señor habló a Moisés, diciendo: Anda, baja; pecado ha tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto.
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Ex 32:21
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Dijo después a Aarón: ¿Qué es lo que te ha hecho este pueblo, para que acarrearas sobre él tan enorme pecado?
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Ex 32:30
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Al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Habéis cometido un pecado enorme; subiré al Señor, a ver si puedo inclinarle de algún modo a que se apiade de vosotros.
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Ex 32:31
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Y habiendo vuelto al Señor, dijo: Dígnate escucharme, oh Señor: Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo; se ha fabricado dioses de oro, Señor, oh perdónales esta culpa,
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Ex 32:34
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Mas tú ve, y conduce a ese pueblo donde te tengo dicho. Mi ángel irá delante de ti. Si bien yo en el día de la venganza castigaré todavía este pecado que han cometido.
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Lev 4:3
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si el que peca es el sumo sacerdote, que está ungido, haciendo delinquir al pueblo, ofrecerá al Señor por su pecado un becerro sin tacha.
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Lev 4:8
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Después quitará el sebo del becerro sacrificado por el pecado, tanto el que cubre las entrañas como los demás intestinos,
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Lev 4:14
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y después conociere su pecado, ofrecerá por el pecado un becerro, que conducirá a la entrada del Tabernáculo.
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Lev 4:14
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y después conociere su pecado, ofrecerá por el pecado un becerro, que conducirá a la entrada del Tabernáculo.
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Lev 4:21
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Al dicho becerro le sacará fuera del campamento y le quemará también como al primero, por ser sacrificio por el pecado de todo el pueblo.
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Lev 4:23
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y después reconociere su pecado, ofrecerá en sacrificio al Señor un macho cabrío sin tacha.
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Lev 4:24
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y pondrá sobre la cabeza de él su mano, y después de degollado en el lugar en que suele inmolarse el holocausto delante del Señor, porque es sacrificio por el pecado,
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Lev 4:25
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mojará el sacerdote el dedo en la sangre de esta víctima por el pecado, tiñendo con ella las puntas del altar del holocausto, y derramando el resto al pie de dicho altar.
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Lev 4:26
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Pero el sebo lo quemará encima, como se hace en las hostias pacíficas; entonces el sacerdote hará oración por él y por su pecado, y se le perdonará.
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Lev 4:28
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reconociere su pecado, ha de ofrecer una cabra sin tacha,
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Lev 4:29
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y pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima que se ofrece por el pecado, y la degollará en el lugar de los holocaustos;
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Lev 4:32
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Pero si ofreciere por el pecado una víctima de ganado lanar, esto es, una oveja sin tacha,
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Lev 4:35
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Y quitando también toda la grasa, así como se quita del carnero sacrificado por hostia pacífica, la quemará sobre el altar como un incienso ofrecido al Señor; y orará por el que ofrece y por su pecado, y le será perdonado.
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Lev 5:5
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haga penitencia por el pecado,
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Lev 5:6
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y ofrezca de los rebaños una cordera o una cabra, y el sacerdote hará oración por dicha persona y por su pecado.
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Lev 5:7
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Pero si no pudiere ofrecer una res, ofrezca al Señor dos tórtolas o dos pichones, uno por el pecado y otro en holocausto,
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Lev 5:8
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y los entregará al sacerdote; el cual, ofreciendo el uno por el pecado, le retorcerá la cabeza hacia las alitas, de manera que quede pegada al cuello y no enteramente separada.
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Lev 5:9
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Y rociará con su sangre la pared del altar, y destilará al pie de él toda la restante, porque es sacrificio por el pecado.
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Lev 5:10
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Y quemará el otro en holocausto, como se acostumbra hacer; y el sacerdote orará por este hombre y por su pecado, y se le perdonará.
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Lev 5:11
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Mas si no tuviere posibilidad para ofrecer dos tórtolas o dos pichones, ofrecerá por su pecado la décima parte de un efi de flor de harina, en que no ha de mezclar aceite, ni poner encima incienso alguno, pues es ofrenda por el pecado.
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Lev 5:11
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Mas si no tuviere posibilidad para ofrecer dos tórtolas o dos pichones, ofrecerá por su pecado la décima parte de un efi de flor de harina, en que no ha de mezclar aceite, ni poner encima incienso alguno, pues es ofrenda por el pecado.
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Lev 5:15
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Si alguno peca por error, faltando a las ceremonias en las cosas consagradas al Señor, ofrecerá por su pecado un carnero sin tacha de los rebaños, que puede comprarse por dos siclos, según el peso del santuario;
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Lev 5:18
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ofrecerá un carnero sin tacha de los rebaños al sacerdote, a medida y proporción del pecado; el sacerdote rogará por él, pues lo hizo sin advertencia y quedará perdonado,
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Lev 6:6
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Y ofrecerá por su pecado un carnero sin tacha de los rebaños, y lo dará al sacerdote, a proporción y medida del delito;
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Lev 6:7
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el cual hará oración por él en presencia del Señor, y le será perdonado cualquier pecado que haya cometido.
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Lev 6:17
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La razón porque no tendrá levadura, es porque una parte de ella se ofrece como holocausto al Señor. Así sera ésta una cosa sacrosanta, como el sacrificio por el pecado y por el delito o falta.
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Lev 6:25
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Di a Aarón y a sus hijos: Esta es la ley de la víctima ofrecida por el pecado: Será sacrificada en el acatamiento del Señor, en el lugar donde se ofrece el holocausto, siendo, como es, cosa sacrosanta.
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