Ezeq 34:14
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En pastos muy fértiles las apacentaré, y estarán sus pastos en los altos montes de Israel; allí sestearán entre la verde hierba, y con los abundantes pastos de los montes de Israel quedarán saciadas.
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Ezeq 35:8
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Y henchiré sus montes de sus muertos, pasados serán a cuchillo sobre tus collados, y en tus valles, y en tus arroyos.
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Ezeq 35:12
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Y conocerás que yo el Señor he oído todos los insultos que has pronunciado contra los montes de Israel, diciendo: Abandonados están, se nos han dado para que los devoremos.
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Ezeq 36:1
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Mas tú, ¡oh hijo de hombre!, profetiza acerca de los montes de Israel, y dirás: Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor.
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Ezeq 36:2
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Esto dice el Señor Dios: Porque el enemigo ha dicho de vosotros: Bueno, bien está; se nos han dado a nosotros como en herencia los eternos montes de Israel.
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Ezeq 36:4
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por tanto, oíd, ¡oh montes de Israel!, la palabra del Señor Dios: Esto dice el Señor Dios a los montes, y a los collados, a los arroyos y a los valles, y a los desiertos, y a las murallas derrocadas, y a las ciudades abandonadas que han quedado sin moradores, y son la mofa de todas las demás naciones circunvecinas.
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Ezeq 36:4
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por tanto, oíd, ¡oh montes de Israel!, la palabra del Señor Dios: Esto dice el Señor Dios a los montes, y a los collados, a los arroyos y a los valles, y a los desiertos, y a las murallas derrocadas, y a las ciudades abandonadas que han quedado sin moradores, y son la mofa de todas las demás naciones circunvecinas.
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Ezeq 36:6
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Por tanto profetiza acerca de la tierra de Israel, y dirás a los montes y collados, a los cerros y a los valles: Esto dice el Señor Dios: He aquí que yo he hablado en medio de mi celo y furor, porque vosotros habéis sufrido los insultos de las naciones.
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Ezeq 36:8
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Vosotros, ¡oh montes de Israel!, brotad vuestros retoños, producid vuestros frutos para el pueblo mío de Israel, porque está ya cercana su vuelta del cautiverio:
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Ezeq 37:22
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Y formaré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Israel, y habrá solamente un rey que los mande a todos, y nunca más formarán ya dos naciones, ni en lo venidero estarán divididos en dos reinos.
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Ezeq 38:8
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Pues al cabo de muchos días serás tú visitado y castigado; al fin de los años irás tú a una tierra, que fue librada de la espada, y cuya población ha sido recogida de entre muchas naciones en los montes de Israel, que estuvieron por mucho tiempo desiertos; esta gente ha sido sacada de entre las naciones, y morará toda en dicha tierra tranquilamente.
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Ezeq 38:20
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y a mi presencia se agitarán y andarán perturbados los peces del mar, y las aves del cielo, y las bestias del campo y todos los reptiles que se mueven sobre la tierra, y cuantos hombres moran en ella; y serán derribados los montes, y caerán los vallados o baluartes e irán por el suelo todas las murallas.
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Ezeq 38:21
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Y llamaré contra él en todos mis montes la espada, dice el Señor Dios, cada uno dirigirá la espada contra su propio hermano.
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Ezeq 39:2
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Yo te llevaré por dondequiera, y te sacaré fuera, y te haré venir de la parte del norte, y te conduciré sobre los montes de Israel.
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Ezeq 39:4
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Sobre los montes de Israel caerás muerto tú y todas tus huestes, y los pueblos que van contigo; a las fieras, a las aves y a todos los volátiles y bestias de la tierra te entregaré para que te devoren.
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Ezeq 39:17
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A ti, pues, hijo de hombre, esto dice el Señor Dios: Diles a todos los volátiles, y a todas las aves, y a todas las bestias del campo: Reuníos, daos prisa y venid de todas partes a la víctima mía, víctima grande, que os presento sobre los montes de Israel, para que comáis sus carnes, y bebáis su sangre.
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Ezeq 47:8
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Y me dijo el ángel: Estas aguas que corren hacia los montes de arena al oriente, y descienden a la llanura del desierto, entrarán en el mar y saldrán; y las aguas del mar quedarán salutíferas.
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Os 4:13
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Han ofrecido sacrificios sobre las cimas de los montes, y sobre los collados quemaban el timiama o incienso, y debajo de la encina, y del álamo, y del terebinto, por serles grata su sombra; por esto vuestras hijas darán al traste con su honor, y serán adúlteras vuestras esposas.
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Os 10:8
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Destruidos serán los lugares altos consagrados al ídolo, que es el pecado de Israel; espinas y abrojos crecerán sobre sus altares. Entonces los hijos de Israel dirán a los montes: Sepultadnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.
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Joel 2:2
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Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublados y de torbellinos. Un pueblo numeroso y fuerte se derrama por todos los montes de la Judea, como se extiende la luz por la mañana, no lo ha habido semejante desde el principio , ni lo habrá en muchas generaciones.
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Joel 2:5
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Saltarán sobre las cordilleras de los montes con un ruido semejante al de los carros, como el ruido que hacen las llamas cuando abrasan los pajares, como una muchedumbre armada cuando se ordena en batalla.
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Joel 3:18
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En aquel día sucederá que los montes destilarán miel, y manarán leche los collados, y correrán llenos de aguas saludables todos los arroyos de Judá; y del templo del Señor brotará una fuente maravillosa que regará el valle de las espinas.
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Amós 3:9
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Hacedlo saber a las familias de los filisteos de Azoto y a las del país de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y observad los muchos desórdenes que reinan en él, y las violencias que se cometen en su interior.
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Amós 4:13
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Pues he aquí que viene aquel que forma los montes y crea los vientos, el cual anuncia a los hombres su palabra o Verbo eterno, aquel que produce la niebla de la mañana, y el que pisa con sus pies las alturas de la tierra, aquel que tiene por nombre Señor Dios de los ejércitos.
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Amós 9:13
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He aquí que vienen los tiempos, dice el Señor, en los cuales el que está aún arando verá ya detrás de sí al que siega; y aquel que pisa las uvas, verá tras de sí al que siembra. Los montes destilarán delicias, y serán cultivados todos los collados.
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Jon 2:7
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He descendido hasta las raíces de los montes; los cerrojos o barreras de la tierra me encerraron allí dentro para siempre, mas tú, ¡oh Señor Dios mío!, sacarás mi vida, o alma, del lugar de la corrupción.
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Miq 1:4
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Y los montes se consumirán debajo de él, y los valles se derretirán como la cera delante del fuego, y fluirán como las aguas que corren por un despeñadero.
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Miq 4:1
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Pero sucederá que en los últimos tiempos el monte o reino de la casa del Señor será fundado sobre la cima de los demás montes, y se levantará sobre los altos collados, y correrán allá en gran número los pueblos.
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Miq 6:1
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Escuchad lo que me dice el Señor: ¡Ea, pues, oh profeta!, ventila en juicio mi causa contra los montes, y oigan los collados tu voz.
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Miq 6:2
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Oigan la defensa del Señor los montes y los fuertes cimientos de la tierra porque entra el Señor en juicio con su propio pueblo, y tiene pleito con Israel.
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Nah 1:5
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El hace estremecer los montes, y deja asolados los collados, ante él tiembla la tierra entera, y cuantos en ella habitan.
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Nah 1:15
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Mira ya sobre los montes los pies del que viene a anunciar la buena nueva, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus festividades, cumple tus votos que ya no volverá más a hacer por ti correrías aquel Belial: Pereció del todo.
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Nah 3:18
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Se durmieron, ¡oh rey de Asur!, tus pastores, o capitanes; enterrados serán tus príncipes; se escondió tu gente por los montes, y no hay quien la reúna.
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Hab 3:6
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y el diablo delante de sus pies. Se paró, y midió la tierra. Echó una mirada y acabó con las naciones, y quedaron reducidos a polvo los altísimos montes. Se encorvaron los collados del mundo al pasar el Eterno.
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Hab 3:10
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Te vieron los montes, y se estremecieron; se retiraron los hinchados ríos. Los abismos alzaron su voz, y levantó sus manos el profundo mar.
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Ag 1:11
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Y envié la sequía sobre la tierra y sobre los montes en perjuicio de los granos, y del vino, y del aceite, y de todos los productos de la tierra, y de los hombres, y de las bestias, y de toda labor de manos.
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Zac 6:1
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Y de nuevo levanté mis ojos y observé: Y he aquí cuatro carrozas que salían de entre dos montes; y estos montes eran montes de bronce.
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Zac 6:1
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Y de nuevo levanté mis ojos y observé: Y he aquí cuatro carrozas que salían de entre dos montes; y estos montes eran montes de bronce.
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Zac 6:1
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Y de nuevo levanté mis ojos y observé: Y he aquí cuatro carrozas que salían de entre dos montes; y estos montes eran montes de bronce.
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Zac 14:5
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Y vosotros huiréis al valle de aquellos montes, pues el valle de aquellos montes estará contiguo al monte vecino, y huiréis al modo que huisteis por miedo del terremoto en los tiempos de Ozías, rey de Judá. Y vendrá el Señor mi Dios; y con él todos los santos.
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Zac 14:5
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Y vosotros huiréis al valle de aquellos montes, pues el valle de aquellos montes estará contiguo al monte vecino, y huiréis al modo que huisteis por miedo del terremoto en los tiempos de Ozías, rey de Judá. Y vendrá el Señor mi Dios; y con él todos los santos.
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I Mac 2:28
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E inmediatamente huyó con sus hijos a los montes, y abandonaron todo cuanto tenían en la ciudad."
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I Mac 4:5
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Y Gorgias, habiendo llegado aquella noche al campamento de Judas, no halló en él alma viviente; y se fue a buscarlos por los montes, diciendo: Estas gentes van huyendo de nosotros.
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I Mac 4:38
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donde vieron desierto el lugar santo, y profanado el altar, y quemadas las puertas, y que en los patios habían nacido arbustos como en los bosques y montes, y que estaban arruinadas todas las habitaciones de los ministros del santuario."
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I Mac 6:39
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Así que salió el sol e hirió con sus rayos los escudos de oro y de bronce, reflejaron éstos la luz en los montes, resplandeciendo como antorchas encendidas."
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I Mac 6:40
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Y una parte del ejército del rey caminaba por lo alto de los montes, y la otra por los lugares bajos, e iban avanzando con precaución y en buen orden."
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I Mac 9:40
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Entonces saliendo súbitamente de su emboscada, se echaron sobre ellos, y mataron e hirieron a muchos, huyendo los demás a los montes; con lo cual se apoderaron de todos sus despojos;"
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I Mac 10:70
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estas palabras: Tú eres el único que nos hace resistencia; y yo he llegado a ser un objeto de escarnio y oprobio, a causa de que tú te haces fuerte en los montes, y triunfas contra nosotros."
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II Mac 5:27
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Judas Macabeo, que era uno de los diez que se habían retirado a un lugar desierto, pasaba la vida con los suyos en los montes, entre las fieras, alimentándose de hierbas, a fin de no tener parte en las profanaciones."
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II Mac 9:8
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Y aquel que lleno de soberbia quería levantarse el hombre, y se lisonjeaba de poder mandar aun a las olas del mar, y de pesar en una balanza los montes más elevados, humillado ahora hasta el suelo, era conducido en una silla de manos, presentando él mismo un manifiesto testimonio del poder de Dios;
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