Jud 7:8
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Pero los amonitas y los moabitas fueron y dijeron a Holofernes: Los hijos de Israel no ponen su confianza en sus lanzas ni en sus flechas, sino que su defensa y fortificaciones son los montes y los collados escarpados.
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Jud 7:9
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Para que puedas, pues, vencerlos sin venir a las manos, pon guardias en los manantiales, a fin de que no cojan agua de ellos, y así los matarás sin sacar la espada, o a lo menos apurados de la sed, entregarán su ciudad, que por estar situada en los montes, creen inexpugnable.
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Jud 16:5
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Vino de los montes el asirio, por el lado del Aquilón, con sus numerosas fuerzas; cuya muchedumbre secó los arroyos, y su caballería cubrió los valles.
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Jud 16:18
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Los montes con las aguas que encierran, serán desquiciados desde los cimientos; se derretirán las peñas en tu presencia, como si fuesen cera.
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Job 9:5
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El traslada los montes de una a otra parte, y sin que lo perciban, son abatidos y allanados por su furor.
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Job 14:18
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Los montes van cayendo a pedazos y deshaciéndose, y cambian de sitio los peñascos.
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Job 15:7
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¿Naciste tú por ventura el primer hombre del mundo, y fuiste formado antes que los montes?
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Job 24:8
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los cuales quedan bañados con la lluvia de los montes, y no teniendo con qué cubrirse se abrigan y guarecen en los huecos de las peñas.
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Job 28:9
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El extendió su mano contra la peña viva, y trastornó de raíz los montes.
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Job 39:8
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Tiende su vida alrededor por los montes, donde pace, y anda buscando todo lo verde.
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Job 40:20
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Los montes producen hierba para su pasto; y allí junto a él retozarán todas las bestias del campo.
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Salm 17:8
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Conmovióse y tembló luego la tierra, los cimientos de los montes se estremecieron y se conmovieron, viéndole tan airado.
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Salm 35:7
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Como altísimos montes es grande tu justicia, abismo profundísimo tus juicios. A hombres y bestias conservas, ¡oh Señor!
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Salm 45:3
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Por eso no temeremos aun cuando se conmueva la tierra, y sean trasladados los montes al medio del mar.
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Salm 45:4
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Bramaron y se alborotaron sus aguas, a su furioso ímpetu se estremecieron los montes.
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Salm 49:10
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porque mías son todas las fieras silvestres, los ganados que pacen en los montes y los bueyes.
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Salm 64:7
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Tú que das firmeza a los montes con tu poder; tú que armado de fortaleza
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Salm 67:17
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Mas ¿por qué andáis pensando en otros montes fértiles? Este es el monte donde Dios se complació en fijar su morada. Sí; en él morará el Señor perpetuamente.
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Salm 71:3
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Reciban del cielo los montes la paz para el pueblo, y reciban los collados la justicia.
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Salm 71:16
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Y en su tierra aun en la cima de los montes habrá sustento; se verán sus frutos en la cumbre del Líbano, y se multiplicarán en la ciudad como la hierba en los prados.
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Salm 74:7
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Porque ni por el oriente, ni por el occidente, ni por los desiertos montes tendréis escape,
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Salm 75:5
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Alumbrando tú maravillosamente desde los montes eternos,
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Salm 79:11
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Cubrió con su sombra los montes, y los altísimos cedros con sus sarmientos.
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Salm 82:15
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como fuego que abrasa una selva, cual llama que devora los montes,
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Salm 86:1
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A los hijos de Coré. Salmo y Cántico. Sobre los montes santos está Jerusalén fundada.
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Salm 89:2
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Tú, ¡oh Dios!, eres antes que fuesen hechos los montes, o se formara la tierra y el mundo universo; eres desde siempre y por toda la eternidad.
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Salm 94:4
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Porque en su mano tiene toda la extensión de la tierra, y suyos son los más encumbrados montes.
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Salm 96:5
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Se derritieron, como cera, los montes a la presencia del Señor; a la presencia del Señor se derretirá la tierra toda.
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Salm 97:8
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Los ríos aplaudirán con palmadas; los montes a una saltarán de contento
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Salm 103:6
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Se hallaba cubierta como de una capa de inmensas aguas; sobrepujaban éstas los montes.
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Salm 103:8
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Se alzan como montes, y se abajan como valles, en el lugar que les estableciste.
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Salm 103:10
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Tú haces brotar las fuentes en los valles, y que filtren las aguas por en medio de los montes.
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Salm 103:13
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Tú riegas los montes con las aguas que envías de lo alto; colmas la tierra de frutos que tú haces nacer.
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Salm 103:18
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Los altos montes, sirven de asilo a los ciervos; los peñascos de madriguera a los erizos.
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Salm 103:32
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aquel Señor que hace estremecer la tierra con sola una mirada; y que si toca los montes, humean.
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Salm 113:4
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Los montes brincaron de gozo como carneros, y los collados como corderitos.
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Salm 113:6
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Vosotros, ¡oh montes!, ¿por qué brincasteis de gozo como carneros?; y ¿vosotros, ¡oh collados!, como corderitos?
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Salm 120:1
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Cántico gradual. Alcé mis ojos hacia los montes de Jerusalén , de donde me vendrá el socorro.
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Salm 124:2
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de Jerusalén . Rodeada está Jerusalén de montes, y el Señor es el antemural de su pueblo, desde ahora y para siempre.
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Salm 143:5
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Señor, inclina esos tus cielos, y desciende a socorrernos; toca los montes, y se desharán en humo.
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Salm 146:8
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El es el que cubre el cielo de nubes, y dispone así la lluvia para la tierra; el que produce en los montes el heno, y la hierba para los animales del servicio de los hombres.
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Prov 8:25
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no estaba asentada la grandiosa mole de los montes, ni aún había collados, cuando yo había nacido.
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Prov 27:25
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Tienes a tu disposición los prados; brotaron las verdes hierbas, y se recogió ya el heno de los montes.
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Cant 2:8
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Me parece que oigo la voz de mi amado. Vedlo cómo viene saltando por los montes y brincando por los collados.
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Cant 2:17
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hasta que declina el día, y caen las sombras. Vuélvete corriendo, aseméjate, querido mío, a la corza y al cervatillo que se crían en los montes de Beter.
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Cant 4:8
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Ven, desciende del Líbano, esposa mía, vente del Líbano; ven y serás coronada; ven de la cima del monte Amaná de las cumbres de Sanir y del Hermón, de esos lugares guarida de leones, de esos montes morada de leopardos.
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Cant 8:14
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¡Ah!, corre aprisa, amor mío, y aseméjate a la corza y al cervatillo; huye a los montes de los aromas, si quieres oír mi voz.
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Sab 17:18
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ya el recio estruendo de peñascos que se desgajaban, ya el correr de los animales, que andaban retozando, y a los cuales no divisaban, ya el fuerte alarido de las bestias que aullaban, ya el eco resonante en las concavidades de montes altísimos, los hacía desfallecer de espanto.
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Ecli 16:19
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Los montes también, y los collados y los cimientos de la tierra sólo con que los mire Dios se estremecerán de terror.
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Ecli 43:4
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el sol abrasa tres veces más los montes, vibrando rayos de fuego, con cuyo resplandor deslumbra los ojos.
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