Gen 3:14
|
Dijo entonces el Señor Dios a la serpiente: Por cuanto hiciste esto, maldita tú eres o seas entre todos los animales y bestias de la tierra; andarás arrastrando sobre tu pecho, y tierra comerás todos los días de tu vida.
|
Gen 20:6
|
Le dijo Dios: Yo también sé que lo hiciste con corazón sencillo: y por eso te he preservado de pecar contra mí, ni permití que la tocases.
|
Gen 31:13
|
Yo soy el Dios de Betel, en donde tú ungiste la piedra, y me hiciste aquel voto. Ahora, pues, levántate y sal de esta tierra, y vuélvete a la de tu nacimiento .
|
Gen 32:10
|
Yo soy indigno de todas tus misericordias, y de la fidelidad con que has cumplido a tu siervo las promesas que le hiciste; sólo con mi simple cayado pasé este río Jordán, y ahora vuelvo con dos cuadrillas de gentes y ganados.
|
Ex 34:1
|
Dijo después el Señor: Labra dos tablas de piedra, semejantes a las primeras, y escribiré en ellas las palabras que contenían las tablas que hiciste pedazos.
|
Núm 21:34
|
Pero dijo el Señor a Moisés: No le temas, porque en tus manos le tengo entregado a él y a todo su pueblo y tierra, y harás con él lo mismo que hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesebón.
|
Deut 3:2
|
Y me dijo el Señor: No le temas, porque así él como todo su pueblo y país están entregados en tus manos; y harás con éste lo mismo que hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesebón.
|
II Rey 12:9
|
¿Cómo, pues, has vilipendiado mi palabra, haciendo el mal delante de mis ojos? A Urías, heteo, le hiciste perder la vida, y has tomado su mujer para mujer tuya, matándole a él con la espada de los hijos de Amón.
|
III Rey 2:44
|
Y añadió el rey a Semei: Tú bien sabes y tu misma conciencia es testigo de todo el mal que hiciste a mi padre David. El Señor ha hecho caer sobre tu cabeza el castigo de tu maldad.
|
II Par 1:9
|
Ahora, pues, oh Señor Dios, cúmplase la promesa que hiciste a David, mi padre; y pues tú me has hecho rey de este pueblo tuyo tan crecido, tan innumerable como las partículas del polvo de la tierra,
|
II Par 2:3
|
Y envió a decir a Hiram, rey de Tiro: Así como lo hiciste con David, mi padre, remitiéndole maderas de cedro para la construcción de la casa, donde él habitó,
|
II Esd 9:6
|
Tú mismo, oh Señor, tú solo hiciste el cielo, y el cielo de los cielos donde habitas, y toda su milicia celestial, la tierra, y cuanto ella contiene, y los mares y todo lo que hay en ellos; y tú das vida o conservas todas estas cosas, y a ti te adora el ejército o milicia celestial.
|
II Esd 9:15
|
También le diste pan del cielo, estando hambrientos; y cuando tuvieron sed hiciste brotar agua de una peña; y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, que alzada tu mano o con juramento habías prometido darles.
|
II Esd 9:17
|
No quisieron escucharte ni acordarse de las maravillas que a favor de ellos hiciste; antes endurecieron sus cervices, y como rebeldes quisieron elegirse un caudillo para volverse a su esclavitud de Egipto. Pero tú, oh Dios propicio, clemente y misericordioso, de larga, y de mucha benignidad, no los abandonaste,
|
II Esd 9:22
|
Y los hiciste dueños de reinos y pueblos, y se los repartiste por suertes; y así poseyeron el país de Sehón, el país del rey de Hesebón, y el país de Og, rey de Basaán.
|
Jud 9:3
|
por cuyo motivo hiciste que sus mujeres fuesen robadas, y cautivadas sus hijas; y dividiste todos los despojos entre tus siervos que ardieron en celo de tu honor; socorre, te suplico, oh Señor Dios mío, a esta viuda.
|
Jud 9:11
|
Levanta tu brazo, como ya otra vez hiciste, y con tu poder infinito estrella su fuerza; caiga por tierra todo el poder de ellos al golpe de tu ira, ya que presumenh violar tu santuario, y profanar el Tabernáculo dedicado a tu Nombre santo, y derribar con su espada la gloria de tu altar.
|
Est 13:10
|
Tú hiciste el cielo y la tierra, y todo cuanto el ámbito de los cielos abraza.
|
Salm 8:3
|
De la boca de los niños y de los que están aún pendientes del pecho de sus madres, hiciste tú salir perfecta alabanza, por razón de tus enemigos, para destruir al enemigo y al vengativo.
|
Salm 8:6
|
Lo hiciste un poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y de honor,
|
Salm 10:4
|
Porque aquello que tú hiciste de bueno, lo han reducido a nada; mas el justo, ¿qué es lo que ha hecho de malo?
|
Salm 31:4
|
Porque de día y de noche me hiciste sentir tu pesada mano. Revolcábame en mi miseria, mientras tenía clavada la espina.
|
Salm 38:9
|
Líbrame de todas las iniquidades; tú me hiciste objeto de los ultrajes del insensato.
|
Salm 38:12
|
A los recios golpes de tu mano, yo desfallecí cuando me corregías; por el pecado castigaste tú al hombre; e hiciste que su vida se consumiese como araña. Ciertamente que en vano se conturba y agita el hombre.
|
Salm 43:2
|
Nosotros, oh Dios, hemos oído por nuestros propios oídos, nuestros padres nos han contado las obras que tú hiciste en sus días y en los tiempos antiguos.
|
Salm 43:11
|
Nos hiciste volver las espaldas a nuestros enemigos; y que fuésemos presa de los que nos aborrecen.
|
Salm 51:11
|
Te alabaré, Señor, eternamente, porque esto hiciste y esperaré el auxilio de tu Nombre, por ser como es tan bueno para tus santos.
|
Salm 59:3
|
Oh Dios, tú nos desechaste, e hiciste que quedásemos arruinados; montaste en cólera pero te apiadaste de nosotros.
|
Salm 59:5
|
Cosas bien duras hiciste sufrir a tu pueblo; nos hiciste beber vino de amargura.
|
Salm 59:5
|
Cosas bien duras hiciste sufrir a tu pueblo; nos hiciste beber vino de amargura.
|
Salm 73:15
|
Tú hiciste brotar de los peñascos fuentes y arroyos; tú sacaste ríos caudalosos.
|
Salm 73:17
|
Tú hiciste todas las regiones de la tierra; el estío y la primavera obras tuyas son.
|
Salm 75:9
|
Desde el cielo hiciste oír tu sentencia; la tierra tembló, y se quedó suspensa,
|
Salm 76:15
|
Tú eres el Dios autor de los prodigios. Tú hiciste manifiesto a los pueblos tu poderío.
|
Salm 79:10
|
Fuiste delante de ella en el viaje, para irla guiando; la hiciste arraigar, y llenó la tierra.
|
Salm 117:28
|
¡Oh Señor!, tú eres mi Dios, y a ti tributaré acciones de gracias; tú eres mi Dios, y tu gloria ensalzaré. Tus alabanzas cantaré, porque me has oído, y te hiciste mi salvador .
|
Salm 118:49
|
ZAIN. Acuérdate de la promesa que hiciste a tu siervo, con que me diste esperanza.
|
Salm 118:98
|
Con tu mandamiento o ley divina me hiciste superior en prudencia a mis enemigos; porque le tengo permanentemente ante mis ojos.
|
Ecle 5:3
|
Si hiciste algún voto a Dios, no tardes en cumplirlo; pues le desagrada la promesa infiel y la prudente. Por tanto cumple todo lo que hubieres prometido.
|
Sab 9:1
|
Oh Dios de mis padres y Señor de misericordia, que hiciste todas cosas por medio de tu palabra,
|
Sab 9:2
|
y con tu sabiduría formaste al hombre, para que fuese señor de las criaturas que tú hiciste,
|
Sab 12:21
|
¿con cuánto cuidado juzgarás a tus hijos, a cuyos padres hiciste con juramentos y pactos grandes promesas?
|
Sab 12:23
|
Por la misma razón a esos otros, que vivieron como insensatos e injustos, les hiciste sufrir horribles tormentos por medio de aquellas mismas cosas que adoraban.
|
Sab 16:2
|
Mas a tu pueblo, en lugar de estos tormentos, le hiciste favores concediéndole los apetecidos deleites con traerle por manjar de exquisito sabor gordas codornices;
|
Isa 9:4
|
Porque su pesado yugo y la vara que hería sus espaldas, y el bastón de su tirano, tú los hiciste pedazos, como en la jornada de Madián.
|
Isa 26:12
|
A nosotros, Señor, nos darás la paz, porque todas nuestras obras tú nos las hiciste por medio de nosotros.
|
Isa 43:4
|
Después que te hiciste estimable y glorioso a mis ojos, yo te he amado, y entregaré por ti hombres, y daré pueblos por tu salvación.
|
Isa 43:22
|
Pues tú, ¡oh Jacob !, no me invocaste; ni hiciste caso de mí, ¡oh Israel!
|
Isa 57:11
|
¿Qué es lo que tú temiste, tan acongojada, que así has faltado a la fe, y no te has acordado de mí, ni has reflexionado en tu corazón? Porque yo callaba y hacía el desentendido, por eso tú no hiciste caso de mí.
|
Jer 2:28
|
¿Dónde están, les responderé yo, aquellos dioses tuyos, que tú te hiciste? Acudan ellos y líbrenme en el tiempo de tu aflicción, ya que eran tantos tus dioses, ¡oh Judá!, como tus ciudades.
|