I Rey 2:20
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Y bendijo Helí a Elcana y a su mujer, diciéndole a él: El Señor te conceda sucesión de esta mujer en pago de la prenda que has consagrado y depositado en manos del Señor. Después de lo cual se volvieron a su casa.
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I Rey 2:29
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Pues, ¿cómo habéis hollado o envilecido mis víctimas y mis dones, que yo mandé ofrecer en el templo, y has tenido tú más respeto a tus hijos que a mí, comiendo con ellos lo principal o mejor de todos los sacrificios de mi pueblo de Israel?
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I Rey 3:5
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corrió al punto a Helí, y le dijo: Heme aquí, pues me has llamado. Helí le dijo: No te he llamado, vuélvete a dormir. Se fue Samuel y se acostó de nuevo.
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I Rey 3:6
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Volvió el Señor por segunda vez a llamar a Samuel; y levantándose éste fue a Helí, y le dijo: Heme aquí, ya que me has llamado. Helí le respondió: Hijo mío, yo no te he llamado; vuélvete a dormir.
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I Rey 3:9
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diciendo: Heme aquí, pues me has llamado. Con esto reconoció Helí que era el Señor quien llamaba al joven; y dijo a Samuel: Vete a dormir; y si te llamare otra vez, responderás: Hablad, oh Señor, que vuestro siervo os escucha. Volvió, pues, Samuel a su aposento, y se puso otra vez a dormir.
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I Rey 4:20
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Cuando estaba ya expirando, le dijeron las que la asistían: Buen ánimo, que has parido un hijo. Mas ella, penetrada de dolor, no les contestó, ni se dio por entendida.
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I Rey 8:5
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y le dijeron: Ya ves que tú has envejecido, y que tus hijos no siguen tus pasos; constitúyenos un rey que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones.
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I Rey 12:4
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A lo que dijeron: No nos has calumniado ni oprimido, ni has tomado de nadie cosa chica ni grande.
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I Rey 12:4
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A lo que dijeron: No nos has calumniado ni oprimido, ni has tomado de nadie cosa chica ni grande.
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I Rey 13:11
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Y le dijo Samuel: ¿Qué has hecho? Respondió Saúl: Como vi que me iba abandonando la gente, y que tú no venías en el plazo señalado, y los filisteos por una parte se habían juntado en Macmas,
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I Rey 14:41
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Dijo entonces Saúl al Señor Dios de Israel: Oh Señor Dios de Israel, danos a entender, ¿por qué causa no has hoy respondido a tu siervo? Si la culpa está en mí o en Jonatás, mi hijo, decláralo; pero si tu pueblo es el culpado, manifiesta tu santidad. Y cayó la suerte sobre Jonatás y Saúl, quedando libre el pueblo.
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I Rey 14:43
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Dijo, pues, Saúl a Jonatás: Declárame qué es lo que has hecho. Jonatás lo confesó todo, diciendo: Gusté ansiosamente con la punta del bastón que traía en la mano, un poquito de miel, y he aquí que voy a morir por eso. Aquí me tienes, yo moriré.
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I Rey 15:19
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Pues ¿por qué no has obedecido la voz del Señor, y te has enamorado del botín, pecando a los ojos del Señor?
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I Rey 15:19
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Pues ¿por qué no has obedecido la voz del Señor, y te has enamorado del botín, pecando a los ojos del Señor?
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I Rey 15:23
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Porque el desobedecer al Señor, es como un pecado de magia, y como crimen de idolatría el no querer sujetársele. Por tanto, ya que tú has desechado la palabra del Señor, el Señor te ha desechado a ti, y no quiere ya que seas rey.
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I Rey 15:26
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Le respondió Samuel: No volveré contigo; porque has desechado la palabra del Señor, y el Señor te ha desechado a ti, para que no seas rey de Israel.
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I Rey 16:1
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Entonces dijo el Señor a Samuel: ¿Hasta cuándo has tú de llorar a Saúl, habiéndole yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno o botijo de óleo, y ven; que quiero enviarte a Isaí, natural de Betlehem; porque de entre sus hijos me he provisto de un rey.
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I Rey 16:2
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A lo que respondió Samuel: ¿Cómo tengo que ir? Lo sabrá luego Saúl, y me quitará la vida. Dijo el Señor: Tomarás contigo un becerro de la vacada, y dirás que has ido allí a ofrecer sacrificios al Señor.
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I Rey 17:28
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Y habiéndolo oído hablar así con la gente Eliab, su hermano mayor se indignó contra él, y le dijo: ¿Por qué has venido aquí, dejando abandonadas en el desierto aquellas poquitas ovejas que tenemos? Bien conocida tengo yo tu altanería y la malicia de tu corazón. A ver la batalla es a lo que has venido.
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I Rey 17:28
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Y habiéndolo oído hablar así con la gente Eliab, su hermano mayor se indignó contra él, y le dijo: ¿Por qué has venido aquí, dejando abandonadas en el desierto aquellas poquitas ovejas que tenemos? Bien conocida tengo yo tu altanería y la malicia de tu corazón. A ver la batalla es a lo que has venido.
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I Rey 17:45
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Mas David respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada, lanza y escudo; pero yo salgo contra ti en el nombre del Señor de los ejércitos, del Dios de las legiones de Israel, a las cuales tú has insultado este día.
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I Rey 19:17
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Por lo que dijo Saúl a Micol: ¿Cómo me has burlado de esta manera, y dejado escapar a mi enemigo? Y respondió Micol a Saúl: Porque él me dijo: Déjame ir, si no te mataré.
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I Rey 24:17
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Y dijo a David: Más justo eres tú que yo; porque tú no me has hecho sino bienes, y yo te he pagado con males.
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I Rey 24:18
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Tú has mostrado hoy el bien que me has hecho; puesto que me ha entregado el Señor en tus manos, y no me has quitado la vida.
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I Rey 24:18
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Tú has mostrado hoy el bien que me has hecho; puesto que me ha entregado el Señor en tus manos, y no me has quitado la vida.
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I Rey 24:18
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Tú has mostrado hoy el bien que me has hecho; puesto que me ha entregado el Señor en tus manos, y no me has quitado la vida.
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I Rey 24:19
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Porque, ¿quién es el que hallando a su enemigo desprevenido, le deja ir sin hacerle daño? El Señor te dé la recompensa por lo que hoy has hecho conmigo.
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I Rey 25:32
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Respondió David a Abigaíl: Bendito sea el Señor Dios de Israel por haberte hoy enviado a mi encuentro, y bendito sea el consejo que me has dado.
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I Rey 25:33
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Bendita seas tú que me has estorbado hoy en ir a derramar sangre, y a tomarme la venganza por mi mano.
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I Rey 25:35
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En fin, recibió David de su mano todo lo que había traído, y le dijo: Vuélvete en paz a tu casa; ya ves que he hecho lo que me has pedido, y que lo he hecho por consideración a ti.
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I Rey 26:15
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Le replicó David: ¿No eres tú un hombre de valor? ¿Y hay otro ninguno en Israel que te iguale? Pues, ¿cómo no has guardado al rey, tu señor, puesto que ha entrado uno de la plebe con intento de matar a tu señor el rey?
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I Rey 26:21
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Y dijo Saúl: He pecado, vuelve, hijo mío David, que no te haré mal ninguno de este día en adelante; visto que has mirado hoy con tanto aprecio mi vida, que bien se ve cuán neciamente he procedido, y que he sido mal informado en muchísimas cosas.
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I Rey 27:10
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Y le decía Aquis: ¿Hacia qué lado te has dejado caer hoy? David le respondía: Hacia la parte meridional de Judá; o bien hacia el mediodía de Jerameel; o hacia el mediodía de Ceni.
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I Rey 28:12
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Mas luego que la mujer vio a Samuel, exclamó a grandes gritos diciendo a Saúl: ¿Por qué me has engañado? Tú eres Saúl.
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I Rey 28:13
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Y le dijo el rey: No temas: ¿Qué es lo que has visto? He visto, respondió la mujer, como un dios que salía de dentro de la tierra.
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I Rey 28:15
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Pero Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué has turbado mi reposo, haciéndome levantar? Respondió Saúl: Me veo en un estrechísimo apuro; los filisteos me han movido guerra, y Dios se ha retirado de mí, y no ha querido responderme, ni por medio de los profetas, ni por sueños; por esta razón te he llamado, a fin de que me declares lo que debo hacer.
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I Rey 28:21
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Mas aquella mujer entró donde estaba Saúl, que se hallaba sumamente conturbado, diciéndole: Bien ves que tu esclava te ha obedecido, y que he expuesto mi vida, y dado crédito a lo que me has dicho;
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I Rey 29:6
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Llamó, pues, Aquis a David, y le dijo: Vive el Señor que tú eres justo y bueno en mis ojos; y que es tal la conducta que has observado en el ejército, que no he hallado en ti falta ninguna, desde el día en que te pasaste a mí hasta el presente; pero no eres del gusto de los sátrapas.
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I Rey 29:8
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Dijo David a Aquis: Pues, ¿qué he hecho yo, y qué has visto en mí, siervo tuyo, desde el día en que me presenté a ti hasta hoy, para que no pueda yo ir a pelear contra los enemigos del rey mi señor?
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II Rey 1:14
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Le replicó David: Pues, ¿cómo has osado levantar tu mano para matar a un ungido del Señor?
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II Rey 3:8
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¿Cómo te has acercado a la mujer secundaria, viuda de mi padre? Mas él, sumamente indignado por esas palabras de Isboset, respondió: ¿Acaso valgo yo tan poco como un vil perro contra la tribu de Judá; yo que he sostenido la casa de Saúl, tu padre, y a sus hermanos y allegados, y no he querido entregarte en manos de David? Y en pago de esto, ¿vas buscando ahora cómo hacerme cargos por razón de una mujer?
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II Rey 3:24
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Oído que hubo esto Joab, entró al rey diciendo: Señor, ¿qué es lo que has hecho? Sé que Abner acaba de venir a ti: ¿por qué lo has dejado ir, y que se marche libremente?
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II Rey 3:24
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Oído que hubo esto Joab, entró al rey diciendo: Señor, ¿qué es lo que has hecho? Sé que Abner acaba de venir a ti: ¿por qué lo has dejado ir, y que se marche libremente?
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II Rey 3:33
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Y el rey plañendo y deshaciéndose en lágrimas por Abner, dijo: No has muerto, oh Abner, como mueren los cobardes.
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II Rey 6:22
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bailaré yo, y me abatiré todavía más de lo que he hecho, y seré despreciable a los ojos míos; y a los de las criadas, de que has hablado, y pareceré más glorioso.
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II Rey 7:9
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Por todas partes donde has andado he estado contigo; he exterminado delante de ti a todos tus enemigos, y hecho tu nombre tan célebre como el de los grandes de la tierra.
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II Rey 7:19
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Y pareciéndote aún, ¡oh Señor Dios!, que esto era poco a tus ojos, has querido asegurar a tu siervo la permanencia de su casa para los siglos venideros; que tal es la ley o el deseo de los hijos de Adán, ¡oh Señor Dios!
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II Rey 7:21
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Por amor de tu palabra y según tu corazón has hecho estas grandes maravillas, y aun las has manifestado a tu siervo.
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II Rey 7:21
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Por amor de tu palabra y según tu corazón has hecho estas grandes maravillas, y aun las has manifestado a tu siervo.
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II Rey 7:22
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En lo cual, ¡oh Señor Dios mío! has ostentado tu grandeza; que nadie hay semejante a ti, ni hay Dios fuera de ti, según todas las cosas que hemos oído con nuestros mismos oídos.
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