Heb 2:7
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Le hizo por un poco de tiempo inferior a los ángeles, mas luego le has coronado de gloria y de honor, y le has constituido sobre las obras de tus manos.
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Heb 2:9
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Mas vemos a aquel mismo Jesús , que por un poco de tiempo fue hecho inferior a los ángeles, coronado ya de gloria y de honor, por la muerte que padeció, habiendo querido Dios por pura gracia o misericordia, que muriese por todos los hombres.
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Heb 2:10
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Por cuanto era cosa digna que aquel Dios para quien y por quien son todas las cosas, habiendo de conducir a muchos hijos adoptivos a la gloria, consumase o inmolase por medio de la pasión y muerte al autor y modelo de la salvación de los mismos, Jesucristo Señor nuestro.
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Heb 3:3
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Considerad, pues, que fue digno de gloria tanto mayor que la de Moisés cuanto mayor dignidad u honra tiene que la casa, aquel que la construyó.
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Heb 3:6
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Pero Cristo se ha dejado ver como hijo en su propia casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el fin mantenemos firme la animosa confianza en él y la esperanza de la gloria.
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Heb 5:5
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Así también, Cristo no se arrogó la gloria de hacerse sumo sacerdote, sino que se la dio el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.
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Heb 10:39
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Mas nosotros, hermanos, no somos de los hijos que desertan de la fe para perderse, sino de los fieles y constantes para poner a salvo al alma, y asegurarle la eterna gloria.
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Heb 12:2
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poniendo siempre los ojos en Jesús , autor y consumador de la fe, el cual en vista del gozo que le estaba preparado en la gloria sufrió la cruz, sin hacer caso de la ignominia, y en premio está sentado a la diestra del trono de Dios.
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Heb 13:21
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os haga aptos para todo bien, a fin de que hagáis siempre su voluntad, obrando él en vosotros lo que sea agradable a sus ojos por los méritos de Jesucristo, al cual sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
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Sant 1:9
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Aquel hermano que sea de baja condición ponga su gloria en la verdadera exaltación suya;
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I Ped 1:7
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para que vuestra fe probada de esta manera y mucho más acendrada que el oro (que se acrisola con el fuego) se halle digna de alabanza, de gloria y de honor en la venida manifiesta de Jesucristo para juzgaros;
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I Ped 1:8
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a quien amáis, sin haberle visto; en quien ahora igualmente creéis, aunque no lo veis; mas porque creéis os alegraréis con júbilo indecible y colmado de gloria,
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I Ped 1:24
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Porque toda carne es heno; y toda su gloria como la flor del heno, se secó el heno, y su flor se cayó al instante:
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I Ped 4:11
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El que habla o predica la palabra divina, hágalo de modo que parezca que habla Dios por su boca; quien tiene algún ministerio eclesiástico, ejercítelo como una virtud que Dios le ha comunicado, a fin de que en todo cuanto hagáis sea Dios glorificado por Jesucristo, cuya es la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
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I Ped 4:13
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antes bien alegraos de ser participantes de la pasión de Cristo , para que cuando se descubra su gloria, os gocéis también con él llenos de júbilo.
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I Ped 4:14
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Si sois infamados por el nombre de Cristo , seréis bienaventurados; porque la honra, la gloria y la virtud de Dios, y su Espíritu mismo reposa sobre vosotros.
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I Ped 5:1
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Esto supuesto, a los presbíteros que hay entre vosotros suplico yo, vuestro copresbítero y testigo de la pasión de Cristo , como también participante de su gloria, la cual se ha de manifestar a todos en lo por venir,
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I Ped 5:4
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que cuando se dejará ver el Príncipe de los pastores, Jesucristo, recibiréis una corona inmarcesible de gloria.
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I Ped 5:10
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Mas Dios dador de toda gracia, que nos llamó a su eterna gloria por Jesucristo, después que hayáis padecido un poco, él mismo os perfeccionará, fortificará y consolidará.
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I Ped 5:11
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A él sea dada la gloria y el poder soberano por los siglos de los siglos. Amén.
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II Ped 1:3
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Así como todos los dones que nos ha dado su poder divino, correspondientes a la vida y a la piedad cristiana, se nos han comunicado por el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y por su virtud,
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II Ped 1:17
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porque al recibir de Dios Padre aquel glorioso testimonio, cuando desde la nube en que apareció con tanta brillantez la gloria de Dios, descendió una voz que le decía: Este es mi Hijo amado, en quien estoy complaciéndome, escuchadle,
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II Ped 1:18
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nosotros oímos también esta voz venida del cielo, y vimos su gloria estando con él en el monte santo del Tabor.
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II Ped 3:18
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antes bien id creciendo en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El sea dada la gloria desde ahora y por el día perpetuo de la eternidad. Amén.
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I Jn 3:2
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Carísimos, nosotros somos ya ahora hijos de Dios; mas lo que seremos algún día no aparece aún. Sabemos sí que cuando se manifestare claramente Jesucristo, seremos semejantes a él en la gloria, porque le veremos como él es.
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III Jn 1:7
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pues que por la gloria de su Nombre han emprendido el viaje, sin tomar nada de los gentiles recién convertidos.
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Judas 1:24
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En fin, al que es poderoso para conservaros sin pecado, y presentaros sin mancha y llenos de júbilo ante el trono de su gloria en la venida de nuestro Señor Jesucristo,
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Judas 1:25
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al solo Dios, salvador nuestro, por Jesucristo nuestro Señor, sea dada la gloria y magnificencia, imperio y potestad antes de todos los siglos, y ahora, por todos los siglos de los siglos. Amén.
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Apoc 1:6
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y nos ha hecho reino y sacerdotes de Dios, Padre suyo. Al mismo la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
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Apoc 3:19
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Yo a los que amo, los reprendo y castigo. Arde, pues, en celo de la gloria de Dios, y haz penitencia.
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Apoc 4:9
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Y mientras aquellos animales tributaban gloria, y honor, y bendición o acción de gracias al que estaba sentado en el trono, que vive por los siglos de los siglos,
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Apoc 4:11
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Digno eres, ¡oh Señor Dios nuestro!, de recibir la gloria, y el honor, y el poderío, porque tú creaste todas las cosas, y por tu querer subsisten, y fueron creadas.
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Apoc 5:12
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los cuales decían en alta voz: Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, y la divinidad, y la sabiduría, y la fortaleza, y el honor, y la gloria y la bendición.
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Apoc 5:13
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Y a todas las criaturas que hay en el cielo y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y las que hay en el mar; a cuantas hay en todos estos lugares, a todas las oí decir: ¡Al que está sentado en el trono, y al Cordero, bendición, y honra, y gloria, y potestad por los siglos de los siglos!
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Apoc 7:12
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diciendo: Amén. Bendición, y gloria, y sabiduría, y acción de gracias, honra y poder, y fortaleza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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Apoc 11:13
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Y en aquella hora se sintió un gran terremoto, con que se arruinó la décima parte de la ciudad; y perecieron en el terremoto siete mil personas; y los demás entraron en miedo, y dieron gloria al Dios del cielo.
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Apoc 14:7
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diciendo a grandes voces: Temed al Señor, y honradle, o dadle gloria, porque venida es la hora de su juicio; y adorad a aquel que hizo el cielo, y la tierra, y el mar, y las fuentes de las aguas.
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Apoc 16:9
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Y los hombres, abrasándose con el calor excesivo, blasfemaron el Nombre de Dios que tiene en su mano estas plagas, en vez de hacer penitencia para darle gloria.
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Apoc 19:1
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Después de estas cosas oí en el cielo como una voz de muchas gentes, que decían: ¡Aleluya!, la salvación, y la gloria, y el poder son debidos a nuestro Dios,
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Apoc 19:7
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gocémonos, y saltemos de júbilo, y démosle la gloria, pues son llegadas las bodas del Cordero y su esposa se ha puesto de gala o ataviada;
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Apoc 21:24
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Y a la luz de ella andarán las gentes; y los reyes de la tierra llevarán a ella su gloria y su majestad.
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Apoc 21:26
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Y en ella se introducirá, y vendrá a parar, la gloria y la honra de las naciones.
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