Ezeq 38:22
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Y lo castigaré con la peste, y con la espada, y con furiosos aguaceros y terribles piedras; fuego y azufre lloveré sobre él, y sobre su ejército, y sobre los muchos pueblos que van con él.
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Ezeq 39:6
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Y despediré fuego sobre la tierra de Magog y sobre los habitantes de las islas o países sujetos a Gog, los cuales viven sin temor alguno, y conocerán que yo soy el Señor.
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Ezeq 39:9
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Y saldrán los moradores de las ciudades de Israel, y recogerán para el fuego y quemarán las armas, los escudos, las lanzas, los arcos, las saetas, los bastones o garrotes y las picas, y serán leña para el fuego por siete, por muchos, años.
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Ezeq 39:9
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Y saldrán los moradores de las ciudades de Israel, y recogerán para el fuego y quemarán las armas, los escudos, las lanzas, los arcos, las saetas, los bastones o garrotes y las picas, y serán leña para el fuego por siete, por muchos, años.
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Dan 3:6
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Que si alguno no se postrare, y no la adorare, en el mismo momento será arrojado en un horno de fuego ardiente.
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Dan 3:11
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y que cualquiera que no se postrare y no la adorare, sea arrojado en un horno de fuego ardiente.
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Dan 3:15
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Ahora, pues, si estáis dispuestos a obedecer, al punto que oigáis el sonido de la trompeta, de la flauta, del arpa, de la zampoña, y del salterio, y de la sinfonía, y de todo género de instrumentos músicos, postraos, y adorad la estatua que yo he hecho; pero si no la adoráis, al instante seréis arrojados en el horno ardiente de fuego. ¿Y cuál es el dios que os librará de mi mano?
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Dan 3:17
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Porque he aquí que nuestro Dios, a quien adoramos, puede librarnos del horno del fuego ardiente, y sustraernos, oh rey, de tus manos.
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Dan 3:19
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Se enfureció con esto Nabucodonosor, y cambió el aspecto de su rostro para con Sidrac, Misac y Abdénago, y mandó que se encendiese el horno con fuego siete veces mayor de lo acostumbrado.
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Dan 3:20
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Y dio orden a unos soldados de los más fuertes de su ejército para que atando de pies y manos a Sidrac, Misac y Abdénago, los arrojasen al horno de fuego ardiente.
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Dan 3:21
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Y al punto fueron atados aquellos tres varones, y echados en el horno ardiente de fuego con sus fajas, y tiaras, y calzados, y vestidos.
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Dan 3:22
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Porque era urgente mandato del rey, y el horno estaba extraordinariamente encendido. Pero de repente las llamas del fuego mataron a aquellos hombres que habían echado a Sidrac, a Misac, y a Abdénago.
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Dan 3:25
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Y Azarías, poniéndose en pie, oró de esta manera, y abriendo su boca en medio del fuego, dijo:
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Dan 3:49
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Y el ángel del Señor habiendo descendido al horno, estaba con Azarías y con sus compañeros, y los preservaba de la llama del fuego del horno.
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Dan 3:50
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E hizo que en medio del horno soplase como un viento fresco y húmedo que los recreaba; y el fuego no les tocó en parte alguna, ni los afligió, ni causó la menor molestia.
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Dan 3:88
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Vosotros, Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, loadle y ensalzadle por todos los siglos sobre todas las cosas. Porque él nos ha salvado del infierno, o del sepulcro, y librado de las manos de la muerte, y nos ha sacado de en medio de las ardientes llamas, y libertado del fuego del horno.
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Dan 3:91
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Entonces el rey Nabucodonosor quedó atónito, se levantó apresuradamente, y dijo a sus magnates: ¿No hemos mandado arrojar tres hombres atados aquí en medio del fuego? Respondieron diciendo: Así es, ¡oh rey!
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Dan 3:92
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Repuso él, y dijo: He aquí que yo veo cuatro hombres sueltos, que se pasean por medio del fuego, sin que hayan padecido ningún daño, y el aspecto del cuarto es semejante a un hijo de Dios.
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Dan 3:93
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Se acercó entonces Nabucodonosor a la boca del horno de fuego ardiente, y dijo: Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios Altísimo, salid fuera, y venid. Y luego salieron de en medio del fuego Sidrac, Misac y Abdénago.
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Dan 3:93
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Se acercó entonces Nabucodonosor a la boca del horno de fuego ardiente, y dijo: Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios Altísimo, salid fuera, y venid. Y luego salieron de en medio del fuego Sidrac, Misac y Abdénago.
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Dan 3:94
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Y agolpándose los sátrapas, y magistrados, y jueces, y los cortesanos del rey, contemplaban aquellos varones, en cuyo cuerpo no había tenido el fuego poder alguno; y ni un cabello de su cabeza se había chamuscado, ni sus ropas habían padecido nada, ni habían tan siquiera percibido el olor o vecindad del fuego.
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Dan 3:94
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Y agolpándose los sátrapas, y magistrados, y jueces, y los cortesanos del rey, contemplaban aquellos varones, en cuyo cuerpo no había tenido el fuego poder alguno; y ni un cabello de su cabeza se había chamuscado, ni sus ropas habían padecido nada, ni habían tan siquiera percibido el olor o vecindad del fuego.
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Dan 7:9
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Estaba yo observando, hasta tanto que se pusieron unas sillas; y el anciano de muchos días se sentó, eran sus vestiduras blancas como la nieve, y como lana limpia los cabellos de su cabeza; de llamas de fuego era su trono, y fuego encendido las ruedas de éste.
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Dan 7:9
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Estaba yo observando, hasta tanto que se pusieron unas sillas; y el anciano de muchos días se sentó, eran sus vestiduras blancas como la nieve, y como lana limpia los cabellos de su cabeza; de llamas de fuego era su trono, y fuego encendido las ruedas de éste.
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Dan 7:10
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Salía de delante de él un impetuoso río de fuego; eran millares de millares los que le servían, y mil millones, o innumerables, los que asistían ante su presencia. Se sentó para juzgar, y fueron abiertos los libros, o procesos.
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Dan 7:11
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Estaba yo en expectación, a causa del ruido de las palabras grandiosas que salían de aquella asta; pero reparé que la bestia había sido muerta, que su cuerpo muerto había sido echado a arder en el fuego;
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Dan 11:33
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Y los sabios del pueblo iluminarán a mucha gente, haciéndose víctima de la espada, del fuego, del cautiverio y de la rapiña o saqueo, que durará muchos días.
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Dan 12:10
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Muchos serán escogidos y blanqueados, y purificados como por fuego. Los impíos obrarán impíamente; ninguno de los impíos lo entenderá; mas los sabios o prudentes lo comprenderán.
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Os 8:14
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Se olvidó Israel de su Hacedor, y erigió templos a los ídolos; Judá se ha construido muchas plazas fuertes; mas yo aplicaré fuego a sus ciudades fortificadas, el cual devorará todos sus edificios.
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Joel 1:19
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A ti, ¡oh Señor!, levantaré mis clamores, porque el fuego ha devorado todas las hermosas praderas del desierto, y las llamas han abrasado todos los árboles del país.
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Joel 1:20
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Y aun las mismas bestias del campo levantan los ojos hacia ti, como la tierra sedienta de agua, porque se secaron los manantiales de las aguas, y el fuego ha devorado todas las hermosas praderas del desierto.
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Joel 2:3
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Delante de él va un fuego devorador, y lleva en pos de sí una abrasadora llama; la tierra que antes de su llegada era un paraíso de delicias, la deja hecha un asolado desierto, sin que nadie pueda librarse de él.
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Joel 2:30
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Y haré aparecer prodigios en el cielo y sobre la tierra, sangre, y fuego, y torbellinos de humo.
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Amós 1:7
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Yo enviaré fuego contra los muros de Gaza, el cual reducirá a cenizas sus edificios.
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Amós 1:10
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Yo enviaré fuego contra los muros de Tiro, el cual reducirá a cenizas sus edificios.
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Amós 1:12
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Yo enviaré fuego contra Temán, que reducirá a pavesas los edificios de Bosra.
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Amós 1:14
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Yo enviaré el fuego a los muros de Rabba, el cual abrasará sus edificios, en medio de los alaridos del tiempo de la batalla y del tumulto en el día de la destrucción.
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Amós 2:2
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Yo enviaré, pues, fuego contra Moab, que devorará los edificios de Cariot; y Moab perecerá en medio del estruendo y del sonido de las trompetas de guerra.
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Amós 2:5
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Yo enviaré fuego contra Judá, que devorará los edificios de Jerusalén .
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Amós 5:6
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Buscad al Señor, y tendréis vida, no sea que por desgracia arda como el fuego la casa de José, o Efraín, y devore a Betel sin que haya quien le apague.
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Amós 7:4
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Me hizo el Señor Dios ver aun lo siguiente: Veía al Señor Dios que llamaba al fuego para que fuese instrumento de su justicia, el cual secó un gran abismo de aguas, y consumía al mismo tiempo una parte del pueblo.
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Abd 1:18
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Será la casa de Jacob un fuego devorador; será una llama la casa de José, y será paja seca la casa de Esaú, la cual será abrasada y devorada de aquélla, sin que quede resto alguno de la casa de Esaú, porque así lo ha dicho el Señor.
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Miq 1:4
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Y los montes se consumirán debajo de él, y los valles se derretirán como la cera delante del fuego, y fluirán como las aguas que corren por un despeñadero.
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Miq 1:7
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Y serán destrozados todos sus simulacros, y arrojados al fuego todas sus riquezas, y yo destruiré todos sus ídolos; porque todos sus bienes los ha juntado Samaria con el precio de la prostitución, y precio de meretriz volverán a ser.
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Miq 6:10
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Aún están en casa del impío, como fuego devorador, los tesoros inicuamente adquiridos; y llena está de la ira del Señor la medida corta de que usaba.
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Nah 1:6
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¿Quién podrá sostenerse cuando se deje ver su indignación? ¿Y quién será capaz de resistirle cuando esté airado y enfurecido? Derrámense cual fuego voraz su cólera, y hace derretir los peñascos.
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Nah 2:4
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Se agolpan en los caminos; los carros se chocan unos con otros en las calles; sus ojos son como centellas de fuego, como relámpagos que pasan de una a otra parte.
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Nah 3:13
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Mira que el pueblo que contiene se ha vuelto débil como si fuese un pueblo de mujeres. Las puertas de tu país se abrirán de par en par a tus enemigos; devorará el fuego los cerrojos o barras que les pongas.
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Nah 3:15
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Entonces serás devorada por el fuego; perecerás al filo de la espada, la cual te devorará, como el pulgón a la hierba, aunque reúnas gente en tanto número como el pulgón y la langosta.
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Hab 2:13
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¿Acaso no están predichas estas cosas por el Señor de los ejércitos? Porque en vano, dice el Señor, se afanarán los pueblos, y las gentes allegarán bienes para pábulo de un gran fuego, y desfallecerán.
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