Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

eran

I Par 24:5 La repartición de los oficios, entre ambas familias la hizo por suertes; porque así los descendientes de Eleazar como los de Itamar, eran príncipes del santuario y príncipes de Dios.
I Par 24:20 Los otros hijos de Leví eran Subael de los hijos de Amram, y Jehedeya de los hijos de Subael.
I Par 25:4 Asimismo Hemán, cuyos hijos eran Bocciau, Mataniau, Oziel, Subuel, y Jerimot, Hananías, Hanani, Eliata, Gedelti y Romemtiezer, y Jesbacasa, Melloti, Otir, Mahaziot;
I Par 26:6 Y Semei, o Semeías, su hijo, tuvo hijos que fueron cabezas de otras tantas familias de ostiarios; porque eran varones de gran fuerza.
I Par 26:8 Todos éstos eran de la familia de Obededom; así ellos como sus hijos y hermanos, o parientes, varones de la mayor robustez para su ministerio; en todos, sesenta y dos de la casa de Obededom.
I Par 26:9 Los hijos de Meselemías, con sus hermanos, muy robustos, eran dieciocho.
I Par 26:11 Helcías el segundo, Tabelías el tercero, Zacarías el cuarto. Todos estos hijos de Hosa, junto con sus hermanos, eran trece.
I Par 27:1 Los hijos de Israel, que bajo sus jefes de familias, tribunos, y centuriones, y prefectos servían al rey, repartidos en escuadrones, cambiándose todos los meses del año, eran en número de veinticuatro mil hombres mandados por sus respectivos capitanes.
I Par 27:22 De la de Dan, Ezrihel, hijo de Jeroham; éstos eran los príncipes de los hijos de Israel.
I Par 27:31 De las ovejas Jaziz, agareno. Todos éstos eran administradores de la hacienda del rey David.
II Par 3:15 Además, delante de las puertas del templo erigió dos columnas, que tenían treinta y cinco codos de altura entre las dos, y cuyos capiteles eran de cinco codos.
II Par 4:22 Así como también eran de oro purísimo los braserillos de los perfumes, y los incensarios, y las navetas, y los morterillos. Las puertas del templo interior, esto es, el lugar santísimo, las hizo cincelar, y las puertas del templo estaban cubiertas de oro por fuera. De esta suerte quedaron acabadas todas las obras que hizo Salomón en la casa del Señor.
II Par 5:9 aunque como las varas, con que se llevaba el arca , eran algo más largas, se descubrían sus remates delante del oráculo; aunque el que estuviese un poco afuera, ya no podía verlas. Así quedó el arca allí, hasta el día de hoy.
II Par 8:7 A toda la gente que había quedado de los heteos, y amorreos, y ferezeos, y heveos, y jebuseos, los cuales no eran del linaje de Israel; esto es,
II Par 8:9 Mas no echó mano de los hijos de Israel para trabajar en las obras del rey; porque éstos servían en la milicia, y de ellos eran los primeros oficiales, y los comandantes de los carros armados, y de la caballería.
II Par 8:10 Todos los jefes del ejército del rey Salomón eran doscientos cincuenta; los cuales adiestraban al pueblo.
II Par 16:8 Pues, ¿no eran en mucho mayor número los etíopes y los de la Libia, con sus carros de guerra y caballería y tropas innumerables, y no obstante los entregó el Señor en tus manos, por haber puesto en él tu confianza?
II Par 17:14 de los cuales ésta es la enumeración, según sus casas y familias: En Judá los jefes del ejército eran el general Ednas, que tenía a sus órdenes trescientos mil hombres de gran valor;
II Par 24:19 Entretanto el Señor les enviaba profetas para que se convirtiesen a él; pero por más intimaciones que les hacían, no eran escuchadas.
II Par 28:15 y los varones antes mencionados, tomando a los cautivos y a todos los desnudos, los vistieron de los despojos; y después de haberlos vestido y calzado, y confortado con comida y bebida, y ungido para aliviarlos del cansancio, y cuidádolos con mucho esmero, montaron en asnos a los que no podían andar y eran de cuerpo débil, y los llevaron a Jericó , ciudad de las Palmas, a sus hermanos; y después se volvieron a Samaria.
II Par 29:34 Pero los sacerdotes eran pocos, y no bastaban por sí solos para desollar las reses de los holocaustos; por cuyo motivo les ayudaron los levitas, sus hermanos, hasta que se acabó la función, y se hubieron purificado más sacerdotes; porque los levitas se purifican con menos ceremonias que los sacerdotes.
II Par 34:12 Ejecutaban éstos todo fielmente. Los capataces de los obreros eran Jahat y Abdías de los descendientes de Merari, Zacarías y Mosollam de la estirpe de Caat, los cuales daban prisa a la obra; todos levitas diestros en tañer instrumentos.
II Par 35:22 No quiso Josías retirarse, sino que se preparó para darle batalla, sin querer escuchar las palabras de Necao, que eran de Dios; y avanzó para venir a las manos en el campo de Mageddo.
I Esd 2:57 los hijos de Safatías, los hijos de Hatil, los hijos de Foqueret que eran oriundos de Asebaim, los hijos de Ami.
I Esd 2:65 sin contar sus esclavos y esclavas, que eran siete mil trescientos treinta y siete; y entre ellos doscientos cantores y cantoras.
I Esd 4:17 Respondió el rey a Reum Beelteem, y a Samsai, secretario, y a los otros habitantes de Samaria que eran del consejo de ellos, y a los demás de la otra parte del río, diciéndoles, después de saludarlos:
I Esd 8:19 Asimismo a Hasabías, y con él a Isaías de los hijos de Merari, y a sus hermanos e hijos, que eran veinte.
II Esd 7:60 Todos los natineos con los hijos de los siervos de Salomón eran trescientos noventa y dos.
II Esd 7:61 Y he aquí los que vinieron de Telmela, Telarsa, Querub, Addón y Emmer ciudades de Caldea, y no pudieron hacer constar la familia de sus padres, ni su linaje, ni si eran del pueblo de Israel.
II Esd 7:67 sin contar sus siervos y siervas que eran siete mil trescientos treinta y siete; y había entre ellos doscientos cuarenta y cinco.
II Esd 7:68 Sus caballos eran setecientos treinta y seis; los mulos doscientos cuarenta y cinco.
II Esd 8:2 Presentó, pues, Esdras, sacerdote, la ley a la multitud de hombres y mujeres y de cuantos eran capaces por su edad de entenderla, el primer día del mes séptimo.
II Esd 10:29 Todos los que eran capaces de discernir y entender, lo prometieron por medio de sus hermanos; viniendo los prinicipales o magnates entre ellos a prometer y jurar que procederían según la ley de Dios, promulgada por medio de Moisés, siervo de Dios y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos del Señor Dios nuestro, y sus preceptos y ceremonias;
II Esd 11:14 con sus hermanos, que eran muy poderosos, ciento veintiocho; y su caudillo Zabdiel, hijo de uno de los magnates.
II Esd 11:18 todos los levitas en la ciudad santa eran en número de doscientos ochenta y cuatro.
II Esd 11:19 Los porteros Accub, Telmón, y sus hermanos, que guardaban las puertas, eran ciento setenta y dos.
II Esd 11:21 Y los natineos habitaban en Ofel; y Siaha y Gasfa eran cabezas de los natineos.
II Esd 11:22 Y el inspector o jefe de los levitas en Jerusalén era Azzi, hijo de Bani, hijo de Hasabía, hijo de Matanías, hijo de Mica. Los cantores que servían en la casa de Dios, eran de la estirpe de Asaf;
II Esd 12:12 Y en el templo de Joacim los sacerdotes cabezas de las familias sacerdotales eran: De la de Saraías, Maraía; de la de Jeremías, Hananía;
II Esd 12:24 Los príncipes, pues, de los levitas eran Hasebía, Serebía y Josué, hijo de Cedmihel, con sus hermanos empleados en cantar himnos y salmos por sus turnos, conforme a la disposición de David, varón de Dios, observando igualmente el orden establecido.
II Esd 12:25 Matanía y Becbecía, Obedía, Mosollam, Telmón, Accub, eran guardas de las puertas y de los vestíbulos de delante de ellas.
II Esd 13:5 y construyó para sí una gran habitación, allí donde antes se guardaban las ofrendas, y el incienso, y los vasos, y los diezmos del trigo, del vino y del aceite, que eran las porciones de los levitas, y de los cantores y porteros, y las primicias sacerdotales.
Jud 6:11 En aquel tiempo los príncipes o gobernadores de aquel distrito eran Ozías, hijo de Micas, de la tribu de Simeón, y Carmi, llamado también Gotoniel.
Jud 8:4 Tres años y medio eran ya pasados, desde que Judit había quedado viuda de Manasés.
Est 1:14 (Entre ellos eran los principales y más allegados Cársena, y Setar, y Admata, y Tarsia, y Marés y Marsana, y Mamucán, siete magnates de los persas y medos, que tenían entrada libre al rey, y ocupaban los primeros asientos después de él).
Est 5:11 Les hizo presente cuán grande eran sus riquezas, la multitud de sus hijos y el alto grado de gloria a que el rey le había elevado sobre los demás grandes y cortesanos suyos.
Est 9:22 por cuanto en tales días los judíos tomaron venganza de sus enemigos, y el llanto y tristeza se les convirtieron en júbilo y alegría; y así estos días eran días de banquetes y regocijos, en que debían enviarse mutuamente parte de los manjares, y regalar algo a los pobres.
Job 4:4 Tus palabras eran el sostén de los vacilantes, y tú fortalecías las trémulas rodillas de los débiles.
Job 19:19 Los que en otro tiempo eran mis consejeros, me abominaban; y el amigo a quien más amaba, ése me ha vuelto las espaldas.
Job 30:2 cuya fuerza y trabajo de sus manos estimaba yo en nada, y eran considerados por indignos aun de la misma vida;