II Mac 1:3
|
y os dé a todos un mismo corazón para adorarlo y cumplir su voluntad con gran espíritu y con un ánimo fervoroso.
|
II Mac 1:4
|
Abra vuestro corazón, para que entendáis su ley, y observéis sus preceptos, y os conceda la paz.
|
II Mac 2:3
|
y añadiéndoles otros varios avisos, los exhortó a que jamás apartasen de su corazón la ley de Dios.
|
II Mac 3:16
|
Mas ninguno podía mirar el rostro del sumo sacerdote sin que su corazón quedase traspasado de aflicción; porque su semblante y color pálido manifestaban el intenso dolor de su ánimo.
|
II Mac 3:17
|
Una cierta tristeza esparcida por todo su rostro, y un temblor que se había apoderado de todo su cuerpo mostraban bien a los que le miraban, la pena de su corazón.
|
II Mac 4:25
|
Y recibidas las órdenes del rey, se volvió. Y en verdad que nada se veía en él digno del sacerdocio; pues tenía el corazón de un cruel tirano, y la rabia de una bestia feroz.
|
II Mac 4:37
|
Y Antíoco, afligido en su corazón y enternecido por la muerte de Onías, prorrumpió en llanto, acordándose de la sobriedad y modestia del difunto;"
|
II Mac 9:7
|
De esta suerte, lleno de soberbia, respirando su corazón llamas contra los judíos, y mandando siempre acelerar el viaje, sucedió que, corriendo furiosamente, cayó de la carroza, y con el gran golpe que recibió, se le quebraron gravemente los miembros del cuerpo.
|
II Mac 13:4
|
Mas el rey de los reyes movió el corazón de Antíoco contra aquel malvado; y habiendo dicho Lisias que él era la causa de todos los males, mandó prenderlo, y que le quitasen la vida en aquel mismo lugar, según el uso de ellos.
|
Mt 5:8
|
Bienaventurados los que tienen puro su corazón, porque ellos verán a Dios.
|
Mt 5:28
|
yo os digo más: Cualquiera que mirare a una mujer con mal deseo hacia ella, ya adulteró en su corazón.
|
Mt 6:21
|
Porque donde está tu tesoro, allí está también tu corazón.
|
Mt 11:29
|
Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis el reposo para vuestras almas.
|
Mt 12:34
|
¡Oh raza de víboras! ¿Cómo es posible que vosotros habléis cosa buena, siendo, como sois, malos? Puesto que de la abundancia del corazón habla la boca.
|
Mt 12:35
|
El hombre de bien, del buen fondo de su corazón saca buenas cosas, y el hombre malo, de su mal fondo saca cosas malas.
|
Mt 13:15
|
Porque ha endurecido este pueblo su corazón, y ha cerrado sus oídos, y tapado sus ojos a fin de no ver con ellos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón, por miedo de que, convirtiéndose, yo le dé la salud.
|
Mt 13:15
|
Porque ha endurecido este pueblo su corazón, y ha cerrado sus oídos, y tapado sus ojos a fin de no ver con ellos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón, por miedo de que, convirtiéndose, yo le dé la salud.
|
Mt 13:19
|
Cualquiera que oye la palabra del reino de Dios y no para en ella su atención, viene el mal espíritu y le arrebata aquello que se había sembrado en su corazón; éste es el sembrado junto al camino.
|
Mt 15:8
|
Este pueblo me honra con los labios; pero su corazón lejos está de mí.
|
Mt 15:18
|
Mas lo que sale de la boca, del corazón sale, y eso es lo que mancha al hombre.
|
Mt 15:19
|
Porque del corazón es de donde salen los malos pensamientos, los homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.
|
Mt 18:35
|
Así de esta manera se portará mi Padre celestial con vosotros, si cada uno no perdonare de corazón a su hermano.
|
Mt 19:8
|
Les dijo Jesús : A causa de la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; mas desde el principio no fue así.
|
Mt 22:37
|
Respondió Jesús : Amarás al Señor Dios tuyo de todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente:
|
Mt 23:25
|
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, y por dentro, en el corazón, estáis llenos de rapacidad e inmundicia!
|
Mt 24:48
|
Pero si este siervo fuere malo, y dijere en su corazón: Mi amo no viene tan presto;
|
Mc 3:5
|
Entonces Jesús clavando en ellos sus ojos llenos de indignación, y deplorando la ceguedad de su corazón, dijo al hombre: Extiende esa mano; la extendió y le quedó perfectamente sana.
|
Mc 6:52
|
Y es que no habían hecho reflexión sobre el milagro de los panes; porque su corazón estaba aún ofuscado.
|
Mc 7:6
|
Mas Jesús les dio esta respuesta: ¡Oh, hipócritas!, bien profetizó de vosotros Isaías en lo que dejó escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está bien lejos de mí.
|
Mc 7:19
|
puesto que nada de esto entra en su corazón, sino que va a parar en el vientre, de donde sale y se echa en lugares secretos?
|
Mc 7:20
|
Mas las cosas, decía, que salen del corazón del hombre, ésas son las que manchan al hombre;
|
Mc 7:21
|
porque del interior del corazón del hombre es de donde proceden los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
|
Mc 8:12
|
Mas Jesús , arrojando un suspiro de lo íntimo del corazón, dijo: ¿Por qué pedirá esta raza de hombres un prodigio? En verdad os digo, que a esa gente no se le dará el prodigio que pretende.
|
Mc 8:17
|
Lo cual, habiéndolo conocido Jesús , les dijo: ¿Qué andáis discurriendo sobre que no tenéis pan? ¿Todavía estáis sin conocimiento ni inteligencia?; ¿aún está oscurecido vuestro corazón?;
|
Mc 10:5
|
A los cuales replicó Jesús : En vista de la dureza de vuestro corazón os dejo mandado eso.
|
Mc 11:23
|
En verdad os digo, que cualquiera que dijere a este monte: Quítate de ahí, y échate al mar, no vacilando en su corazón, sino creyendo que cuanto dijere se ha de hacer, así se hará.
|
Mc 12:30
|
Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas; éste es el mandamiento primero;
|
Mc 12:33
|
y que el amarle de todo corazón, y con todo el espíritu, y con toda el alma, y con todas las fuerzas, y al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios.
|
Mc 16:14
|
En fin, apareció a los once cuando estaban a la mesa; y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón; porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
|
Lc 1:51
|
Hizo alarde del poder de su brazo; deshizo las miras del corazón de los soberbios.
|
Lc 1:66
|
Y cuantos los oían, los meditaban en su corazón, diciéndose unos a otros: ¿Quién pensáis será este niño? Porque la mano del Señor estaba con él.
|
Lc 2:19
|
María conservaba todas estas cosas dentro de sí, ponderándolas en su corazón.
|
Lc 2:51
|
En seguida se fue con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto. Y su madre conservaba todas estas cosas en su corazón.
|
Lc 4:18
|
El Espíritu del Señor reposó sobre mí, por lo cual me ha consagrado con su unción divina, y me ha enviado a dar buenas nuevas a los pobres; a curar a los que tienen el corazón contrito;
|
Lc 6:45
|
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas; así como el mal hombre las saca malas del mal tesoro de su corazón. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
|
Lc 6:45
|
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas; así como el mal hombre las saca malas del mal tesoro de su corazón. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
|
Lc 6:45
|
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas; así como el mal hombre las saca malas del mal tesoro de su corazón. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
|
Lc 8:12
|
los granos sembrados a lo largo del camino, significan aquellos que la escuchan, sí; pero viene luego el diablo, y se las saca del corazón, para que no crean y se salven;
|
Lc 8:15
|
En fin, la que cae en buena tierra, denota aquellos que con un corazón bueno y muy sano oyen la palabra de Dios, y la conservan con cuidado, y mediante la paciencia dan fruto sazonado.
|
Lc 9:44
|
Con lo que todos quedaban pasmados del gran poder de Dios; y mientras todo el mundo no cesaba de admirar las cosas que hacía, él dijo a sus discípulos: Grabad en vuestro corazón lo que voy a deciros: El Hijo del hombre está para ser entregado en manos de los hombres.
|