Job 23:12
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He observado siempre los preceptos que han salido de sus labios, depositando en mi corazón las palabras de su boca.
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Job 23:16
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Dios ha ablandado mi corazón, y lo ha hecho dócil; y el Todopoderoso me ha conturbado,
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Job 29:13
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Me llenaba de bendiciones el que hubiera perecido sin mi auxilio; y yo confortaba el corazón de la viuda desolada.
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Job 31:7
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Si desvié mis pasos del camino recto, y si mi corazón se fue tras de mis ojos, y se apegó alguna mancha a mis manos,
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Job 31:9
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Si mi corazón se dejó seducir del amor de mujer, y si anduve acechando a la puerta de mi amigo,
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Job 31:27
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se regocijó interiormente mi corazón, y apliqué mi mano a la boca,
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Job 33:3
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Mis discursos saldrán de un corazón sencillo, y mis labios proferirán sentimientos de verdad.
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Job 34:14
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Si con su corazón airado se pusiese él a mirarle, se atraería otra vez a sí el espíritu y el aliento que le dio.
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Job 36:13
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Los hipócritas y de corazón doble provocan la ira de Dios, y no reclamarán a él sinceramente cuando se vean aprisionados.
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Job 37:1
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Por esto se estremeció mi corazón, y como que saltó de su lugar.
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Job 38:36
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¿Quién puso en el corazón del hombre la sabiduría? ¿O quién dio al gallo el instinto?
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Job 41:24
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Tiene el corazón duro, como piedra, y apretado como yunque de herrero golpeado de martillo.
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Salm 4:2
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Así que lo invoqué, me oyó Dios, que es mi justicia; tú, ¡oh Dios mío!, en mi angustia me ensanchaste el corazón. Apiádate aún de mí, y presta oídos a mi oración.
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Salm 4:3
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¡Oh, hijos de los hombres!, ¿hasta cuándo seréis de estúpido corazón?; ¿por qué amáis la vanidad y vais en pos de la mentira?
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Salm 4:7
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Impresa está, Señor, sobre nosotros la luz de tu rostro: tú has infundido la alegría en mi corazón.
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Salm 5:10
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Pues en su boca no se halla palabra de verdad; su corazón está lleno de vanidad y perfidia.
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Salm 7:11
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Mi socorro lo espero del Señor; el cual saca a salvo a los rectos de corazón.
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Salm 9:2
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A ti, ¡oh Señor!, tributaré gracias con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.
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Salm 9:27
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Pues él ha dicho en su corazón: Nunca jamás seré yo derrocado; viviré siempre libre de todo infortunio.
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Salm 9:32
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Porque él dijo en su corazón: Dios ya de nada se acuerda; ha vuelto su rostro para no ver jamás nada.
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Salm 9:34
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¿Por qué razón el impío ha irritado así a Dios? Es porque ha dicho en su corazón: Dios de nada se cuida.
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Salm 9:38
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Atendiste, ¡oh Señor!, al deseo de los pobres; prestaste benignos oídos a la rectitud de su corazón,
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Salm 10:3
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Mira que los pecadores han apuntado el arco, y tienen preparadas saetas dentro de sus aljabas, para asaetar a escondidas a los que son de corazón recto.
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Salm 11:3
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Cada uno de ellos no habla sino con mentira a su prójimo; habla con labios engañosos y con un corazón doble.
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Salm 12:2
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¿Hasta cuándo, oh Señor, me has de tener en profundo olvido? ¿Hasta cuándo apartarás de mí tu rostro? ¿Cuánto tiempo andaré yo cavilando conmigo mismo, penando mi corazón todo el día?
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Salm 12:6
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Pero yo tengo puesta mi confianza en tu misericordia. Mi corazón saltará de júbilo por la salvación que me vendrá de ti; cantaré al Señor bienhechor, y haré resonar con himnos de alabanza el nombre del Señor altísimo.
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Salm 13:1
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Para el fin: Salmo de David. Dijo en su corazón el insensato: No hay Dios. Los hombres se han corrompido, y se han hecho abominables por seguir sus pasiones; no hay quien obre bien, no hay uno siquiera.
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Salm 14:3
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Aquel que habla la verdad que tiene en su corazón y no ha forjado ningún dolo con su lengua; ni ha hecho mal a sus prójimos ni ha consentido que fuesen infamados.
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Salm 15:7
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Alabaré, pues, al Señor, que me ha dado este entendimiento; a lo cual, aun durante la noche, mi corazón me excitaba.
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Salm 15:9
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Por eso se regocijó mi corazón, y prorrumpió en cánticos alegres mi lengua; y además también mi carne descansará con la esperanza.
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Salm 16:3
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Pusiste a prueba mi corazón, y le has visitado durante la noche; me has acrisolado al fuego, y en mí no se ha hallado iniquidad.
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Salm 18:15
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Con lo que te serán gratas las palabras o cánticos de mi boca, como también la meditación de mi corazón que haré yo siempre en tu acatamiento. ¡Oh Señor, amparo mío y redentor mío!
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Salm 19:5
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Que te conceda lo que desea tu corazón, y cumpla todos sus designios.
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Salm 20:3
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Tú le has cumplido el deseo de su corazón, y no has frustrado los ruegos que formaron sus labios.
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Salm 21:15
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Me he disuelto como agua, y todos mis huesos se han dispersado. Mi corazón está como una cera, derritiéndose dentro de mis entrañas.
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Salm 23:4
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El que tiene puras las manos y limpio el corazón; el que no ha recibido en vano su alma, ni hecho juramentos engañosos a su prójimo.
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Salm 24:17
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Las tribulaciones de mi corazón se han multiplicado: líbrame de mis congojas.
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Salm 25:2
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Pruébame, Señor, y sondéame; acrisola el fuego mis afectos y todo mi corazón.
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Salm 26:3
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Aunque acampen ejércitos contra mí, no temblará mi corazón. Aunque me embistan en batalla, entonces mantendré firme mi esperanza.
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Salm 26:8
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Contigo ha hablado mi corazón; en busca de ti han andado mis ojos. ¡Oh, Señor! tu cara es la que yo busco.
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Salm 26:14
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Aguarda al Señor, y pórtate varonilmente; cobre aliento tu corazón, y espera con paciencia el Señor.
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Salm 27:7
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El Señor es el que me auxilia y protege; en él esperó mi corazón, y fui socorrido. Y resucitó mi carne; y así le alabaré con todo mi afecto.
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Salm 30:13
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Fui borrado de su corazón, y puesto en olvido como un muerto; fui considerado como un mueble inútil.
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Salm 31:11
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Alegraos, ¡oh justos!, y regocijaos en el Señor, y gloriaos en él vosotros todos los de recto corazón.
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Salm 32:1
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Salmo de David. Regocijaos, ¡oh justos!, en el Señor; a los rectos de corazón es a quienes les está bien alabarle.
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Salm 32:15
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El es el que formó el corazón de cada uno; el que conoce todo lo que hacen.
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Salm 32:21
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En él hallará nuestro corazón su alegría, y en su santo Nombre tenemos puesta la esperanza.
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Salm 33:19
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El Señor está al lado de los que tienen el corazón atribulado; y él salvará a los humildes de espíritu.
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Salm 34:13
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Pero yo mientras ellos me afligían, me cubría de cilicio, humillaba mi alma con el ayuno, no cesando de orar en mi corazón.
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Salm 35:2
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Resolvió el impío en su corazón el hacer el mal; no hay temor de Dios ante sus ojos.
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