Jer 38:3
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Esto dice el Señor: Sin falta será entregada esta ciudad en poder del ejército del rey de Babilonia, el cual se apoderará de ella.
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Jer 38:4
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Entonces dijeron los príncipes al rey: Te pedimos que sea condenado a muerte ese hombre; porque él procura de intento que desmayen los brazos de los valientes, y el esfuerzo de los guerreros que han quedado en esta ciudad, y de todo el pueblo, con aquellas palabras que dice. Pues está visto que ese hombre no procura el bien sino el mal de este pueblo.
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Jer 38:9
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¡Oh rey y señor mío!, muy mal han obrado estos hombres en todo lo que han atentado contra el profeta Jeremías, echándolo en la cisterna para que allí muera de hambre, pues ya no hay pan en la ciudad.
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Jer 38:17
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Dijo, pues, Jeremías a Sedecías: Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Si te sales de Jerusalén , y te pones en manos de los príncipes o generales del rey de Babilonia, salvarás tu vida, y esta ciudad no será entregada a las llamas, y te pondrás a salvo tú y tu familia.
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Jer 38:18
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Pero si no vas a encontrar a los príncipes del rey de Babilonia, será entregada la ciudad en poder de los caldeos, los cuales la abrasarán, y tú no escaparás de sus manos.
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Jer 38:23
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Y todas tus mujeres y tus hijos serán llevados a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que caerás prisionero del rey de Babilonia, el cual incendiará esta ciudad.
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Jer 39:2
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Y el año undécimo de Sedecías, en el día cinco del cuarto mes, fue asaltada por la brecha la ciudad.
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Jer 39:4
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Así que los vieron Sedecías, rey de Judá, y todos sus guerreros, echaron a huir; y salieron de noche de la ciudad, por el camino del jardín del rey, y por la puerta que está entre las dos murallas, y tomaron el camino del desierto.
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Jer 39:9
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Y a los restos del vecindario que habían quedado en la ciudad, y a los desertores que se habían refugiado a él, y a lo restante de la plebe, los condujo a Babilonia Nabuzardán, general del ejército.
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Jer 39:16
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Anda, y di a Abdemelec etíope: Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Mira, yo voy a ejecutar todo lo que he anunciado para daño o castigo, no para bien de esa ciudad, y tú verás en aquel día el cumplimiento de esto.
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Jer 41:7
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Pero así que llegaron al medio de la ciudad, Ismael, hijo de Natanías, los mató a todos con la ayuda de aquellos hombres que tenía consigo, y los echó en medio de la cisterna o foso.
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Jer 46:8
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Egipto, que se hincha cual torrente, cuyas olas se conmueven como ríos y ha dicho: Yo avanzaré, inundaré la tierra; destruiré la ciudad y sus habitantes.
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Jer 47:2
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Esto dice el Señor Dios: He aquí que vienen aguas o tropas del norte, a manera de un torrente que todo lo inunda, y cubrirán la tierra y cuanto hay en ella, la ciudad y los habitantes; los hombres darán gritos, y aullarán todos los moradores de la tierra
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Jer 48:1
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Esto dice contra Moab el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Desdichada Nabo!, devastada ha sido y abatida. Tomada ha sido Cariataím; la ciudad fuerte avergonzada está y temblando.
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Jer 48:2
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No hay ya alegría en Moab; han formado malignos proyectos contra Hesebón: Venid, exterminémosla de en medio de la nación. Y tú, ¡oh Madmen!, ciudad silenciosa, no chistarás; y la espada te irá siguiendo.
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Jer 48:31
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Por tanto, yo prorrumpiré en llanto sobre Moab, y a toda Moab haré sentir mis voces, a los hombres de la ciudad del muro de ladrillos, los cuales están lamentándose.
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Jer 48:36
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Por todo esto, mi corazón se desahogará por amor de Moab en voces tristes, como de flauta en los entierros; e imitando el triste sonido de flauta, se explayará por amor de aquellos que habitan en la ciudad del muro de ladrillos, los cuales perecieron por haber emprendido más de lo que podían.
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Jer 49:25
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¡Cómo han abandonado ellos la ciudad famosa, la ciudad de delicias!
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Jer 49:25
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¡Cómo han abandonado ellos la ciudad famosa, la ciudad de delicias!
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Jer 51:31
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Un correo alcanzará a otro correo, un mensajero a otro mensajero, van a contar al rey de Babilonia que su ciudad ha sido tomada desde un cabo al otro;
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Jer 52:5
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Y estuvo la ciudad sitiada hasta el año undécimo del rey Sedecías.
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Jer 52:6
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Mas en el mes cuarto, a nueve del mes, se apoderó el hambre de la ciudad, y la gente del pueblo no tenía con qué alimentarse.
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Jer 52:7
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Y se abrió brecha en la ciudad, y huyeron todos sus guerreros, saliéndose de noche por la puerta que hay entre los dos muros, y va a la huerta del rey (mientras los caldeos tenían cercada la ciudad) y tomaron el camino que conduce al desierto.
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Jer 52:7
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Y se abrió brecha en la ciudad, y huyeron todos sus guerreros, saliéndose de noche por la puerta que hay entre los dos muros, y va a la huerta del rey (mientras los caldeos tenían cercada la ciudad) y tomaron el camino que conduce al desierto.
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Jer 52:11
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A Sedecías le hizo sacar los ojos y le puso grillos; y el rey de Babilonia se lo llevó a esta ciudad, y lo condenó a prisión perpetua.
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Jer 52:15
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Y a los pobres del pueblo, y a los restos de la gente que había quedado en la ciudad, y a los fugitivos que se habían pasado al rey de Babilonia, y al resto de la multitud, los transportó Nabuzardán, general del ejército, a Babilonia.
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Jer 52:25
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Y además se llevó de la ciudad un eunuco, que era el comandante de las tropas, y a siete personas de las principales de la corte del rey, que fueron halladas en la ciudad; y al secretario, jefe o inspector de la milicia (el cual instruía a los soldados nuevos) y a sesenta hombres del vulgo del país, que se hallaron en la ciudad.
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Jer 52:25
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Y además se llevó de la ciudad un eunuco, que era el comandante de las tropas, y a siete personas de las principales de la corte del rey, que fueron halladas en la ciudad; y al secretario, jefe o inspector de la milicia (el cual instruía a los soldados nuevos) y a sesenta hombres del vulgo del país, que se hallaron en la ciudad.
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Jer 52:25
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Y además se llevó de la ciudad un eunuco, que era el comandante de las tropas, y a siete personas de las principales de la corte del rey, que fueron halladas en la ciudad; y al secretario, jefe o inspector de la milicia (el cual instruía a los soldados nuevos) y a sesenta hombres del vulgo del país, que se hallaron en la ciudad.
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Lam 1:1
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¡Cómo ha quedado solitaria la ciudad antes tan populosa! La señora de las naciones ha quedado como viuda desamparada; la soberana de las provincias es ahora tributaria.
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Lam 1:19
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Recurrí a los amigos míos, y me engañaron. Mis sacerdotes y mis ancianos han perecido dentro de la ciudad, habiendo buscado en vano alimentación para sustentar su vida.
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Lam 2:11
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Se cegaron mis ojos de tanto llorar; se estremecieron mis entrañas, se derramó en tierra mi corazón al ver el quebranto de la hija del pueblo mío, cuando los pequeñuelos y niños de pecho desfallecían de hambre en las plazas de la ciudad.
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Lam 2:12
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Ellos decían a sus madres: ¿Dónde está el pan y vino?, cuando, a manera de heridos, iban muriéndose por las calles de la ciudad, cuando exhalaban su alma en el regazo de sus madres.
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Lam 2:15
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Todos cuantos pasaban por el camino te insultaban dando palmadas; te silbaban y meneaban su cabeza contra la hija de Jerusalén , diciendo: ¿Es ésta la ciudad de extremada belleza, el gozo de todo el mundo?
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Bar 4:30
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Buen ánimo, ¡oh Jerusalén !, pues te consuela aquel Dios que te dio el nombre de ciudad suya.
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Ezeq 4:1
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Y tú, hijo de hombre, toma un ladrillo y póntelo delante; y dibujarás en él la ciudad de Jerusalén ,
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Ezeq 4:3
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Coge luego una plancha de hierro, y la pondrás, cual si fuera una muralla de hierro, entre ti y la ciudad delineada; y a ésta la mirarás con un rostro severo, y ella quedará sitiada, pues tú le pondrás cerco. Todo lo dicho es una señal o vaticinio contra la casa de Israel.
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Ezeq 5:2
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Una tercera parte la quemarás al fuego en medio de la ciudad, concluidos que estén los días del sitio; y cogiendo otra tercera parte la cortarás con cuchillo alrededor de la ciudad; y la otra tercera parte la esparcirás al viento; y en seguida desenvainaré yo la espada en seguimiento de ellos.
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Ezeq 5:2
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Una tercera parte la quemarás al fuego en medio de la ciudad, concluidos que estén los días del sitio; y cogiendo otra tercera parte la cortarás con cuchillo alrededor de la ciudad; y la otra tercera parte la esparcirás al viento; y en seguida desenvainaré yo la espada en seguimiento de ellos.
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Ezeq 7:15
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Por fuera espada, y por dentro peste y hambre, el que está en la campiña perecerá al filo de la espada; y la peste y el hambre devorarán al que esté en la ciudad.
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Ezeq 7:23
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Haz la conclusión de esta dura profecía, porque está la tierra llena de delitos sanguinarios, y llena está la ciudad de maldades.
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Ezeq 9:1
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Y gritó el Señor con gran voz a mis oídos, diciendo: Se acerca la visita o castigo de la ciudad, y cada uno tiene en su mano un instrumento de muerte.
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Ezeq 9:4
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Y le dijo el Señor: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén , y señala con la letra Tau las frentes de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella.
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Ezeq 9:5
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A aquéllos les dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad, siguiendo en pos de él, y herid de muerte a los restantes, no sean compasivos vuestros ojos, ni tengáis piedad.
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Ezeq 9:7
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Y les dijo él: Contaminad el templo, llenad sus pórticos de cadáveres, salid. Y salieron, y mataron a cuantos estaban en la ciudad.
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Ezeq 9:9
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Y me dijo: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es excesivamente grande, y la tierra está cubierta de enormes delitos, y llena de apostasías la ciudad; pues dijeron: Abandonó el Señor la tierra; el Señor no lo ve.
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Ezeq 10:2
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Y el Señor habló al varón aquel que llevaba la vestidura de lino, y le dijo: Métete por entre las ruedas que están bajo los querubines, y coge con tu mano brasas de fuego de las que están entre los querubines, y arrójalas sobre la ciudad. Y entró aquél a vista mía.
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Ezeq 11:2
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Y me dijo el Señor: Hijo de hombre, éstos son los varones que meditan la maldad; y forman en esta ciudad pésimos designios,
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Ezeq 11:3
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diciendo: ¿No han sido edificadas hace poco varias casas? Esta ciudad es la caldera, y nosotros las carnes.
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Ezeq 11:6
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Vosotros habéis muerto a muchísimos en esta ciudad y llenado sus calles de cadáveres.
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