Ef 5:29
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Ciertamente que nadie aborreció jamás a su propia carne; antes bien la sustenta y cuida, así como también Cristo a la Iglesia.
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Ef 5:30
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Porque nosotros que la componemos somos miembros de su cuerpo, formados de su carne y de sus huesos.
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Ef 5:31
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Por eso está escrito: Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se juntará con su mujer, y serán los dos una carne.
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Ef 6:12
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Porque no es nuestra pelea solamente contra hombres de carne y sangre, sino contra los príncipes y potestades, contra los adalides de estas tinieblas del mundo, contra los espíritus malignos esparcidos en los aires.
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Filip 3:3
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Porque los verdaderos circuncisos somos nosotros, que servimos en espíritu a Dios y nos gloriamos en Jesucristo, lejos de poner confianza en la carne.
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Filip 3:4
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aunque podría gloriarme yo también en la carne. Si alguno, pues, presume aventajarse según la carne, sepa que más puedo yo,
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Filip 3:4
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aunque podría gloriarme yo también en la carne. Si alguno, pues, presume aventajarse según la carne, sepa que más puedo yo,
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Col 1:22
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ahora, en fin, os ha reconciliado en el cuerpo mortal de su carne por medio de la muerte que ha padecido, a fin de presentaros santos sin mancilla, e irreprensibles delante de él en la gloria,
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Col 1:24
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Yo que ahora gozo de lo que padezco por vosotros, y estoy cumpliendo en mi carne lo que resta que padecer a Cristo en sus miembros, sufriendo trabajos en pro de su cuerpo místico, el cual es la Iglesia,
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Col 2:11
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En el cual fuisteis vosotros también circuncidados, con circuncisión no carnal o hecha por mano que cercena la carne del cuerpo, sino con la circuncisión de Cristo ,
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Col 2:13
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En efecto, cuando estabais muertos por vuestros pecados y por la incircuncisión o desorden de vuestra carne, entonces os hizo revivir con él, perdonándoos graciosamente todos los pecados;
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Col 2:23
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Pero en ellas hay verdaderamente una especie de sabiduría cristiana en su observancia libre y acompañada de humildad, y en castigar al cuerpo y no contemplar nuestra carne.
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I Tim 3:16
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Y es ciertamente grande a todas luces el misterio de la piedad, o amor divino, en que el Hijo de Dios se ha manifestado en carne mortal, ha sido justificado por el Espíritu Santo, ha sido visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, elevado a la gloria.
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Heb 2:14
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Y por cuanto los hijos tienen comunes la carne y sangre, él también participó de las mismas cosas, para destruir por su muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo,
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Heb 5:7
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El cual en los días de su carne mortal, ofreciendo plegarias y súplicas con gran clamor y lágrimas a aquel que podía salvarse de la muerte, fue oído en vista de su reverencia.
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Heb 9:13
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Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la ternera sacrificada, esparcida sobre los inmundos, los santifica en orden a la purificación legal de la carne,
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Heb 10:20
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con la cual nos abrió camino nuevo y de vida para entrar por el velo, esto es, por su carne;
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I Ped 1:24
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Porque toda carne es heno; y toda su gloria como la flor del heno, se secó el heno, y su flor se cayó al instante:
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I Ped 3:18
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porque también Cristo murió una vez por nuestros pecados, el justo por los injustos, a fin de reconciliarnos con Dios, habiendo sido a la verdad muerto según la carne, pero vivificado por el Espíritu de Dios.
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I Ped 3:21
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Lo que era figura del bautismo de ahora, el cual de una manera semejante os salva a vosotros, no con quitar las manchas de la carne, sino justificando la conciencia para con Dios por la virtud de la resurrección de Jesucristo;
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I Ped 4:1
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Habiendo, pues, Cristo padecido por nosotros la muerte en su carne, armaos también vosotros de esta consideración, y es que quien mortificó o murió a la carne por el bautismo , ha acabado de pecar.
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I Ped 4:1
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Habiendo, pues, Cristo padecido por nosotros la muerte en su carne, armaos también vosotros de esta consideración, y es que quien mortificó o murió a la carne por el bautismo , ha acabado de pecar.
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I Ped 4:6
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que aun por eso ha sido predicado también la buena nueva a los muertos; para que habiendo sido juzgados, o castigados, delante de los hombres según la carne, recibiesen delante de Dios la vida del espíritu.
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II Ped 2:10
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y sobre todo aquellos que para satisfacer sus impuros deseos siguen la concupiscencia de la carne, y desprecian las potestades; osados, pagados de sí mismos, que blasfemando no temen sembrar herejías,
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I Jn 2:16
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porque todo lo que hay en el mundo, es concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia u orgullo de la vida, lo cual no nace del Padre, sino del mundo.
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I Jn 4:2
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En esto se conoce el espíritu de Dios, todo espíritu, que confiesa que Jesucristo vino al mundo en carne verdadera, es de Dios;
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II Jn 1:7
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Puesto que se han descubierto en el mundo muchos impostores que no confiesan que Jesucristo haya venido en carne verdadera; negar esto es ser un impostor y un anticristo.
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Judas 1:8
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De la misma manera manchan éstos también su carne, menosprecian la dominación y blasfeman contra la majestad.
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Judas 1:23
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a los unos ponedlos a salvo, arrebatándolos de entre las llamas; y tened lástima de los demás temiendo por vosotros mismos, aborreciendo aun o huyendo hasta de la ropa, que está contaminada con la corrupción de la carne.
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Apoc 19:18
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a comer carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de poderosos, y carne de caballos, de sus jinetes, y carne de todos, libres y esclavos, y de pequeños y de grandes.
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Apoc 19:18
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a comer carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de poderosos, y carne de caballos, de sus jinetes, y carne de todos, libres y esclavos, y de pequeños y de grandes.
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Apoc 19:18
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a comer carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de poderosos, y carne de caballos, de sus jinetes, y carne de todos, libres y esclavos, y de pequeños y de grandes.
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Apoc 19:18
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a comer carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de poderosos, y carne de caballos, de sus jinetes, y carne de todos, libres y esclavos, y de pequeños y de grandes.
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Apoc 19:18
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a comer carne de reyes, y carne de tribunos, y carne de poderosos, y carne de caballos, de sus jinetes, y carne de todos, libres y esclavos, y de pequeños y de grandes.
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Apoc 19:21
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Mientras los demás fueron muertos con la espada que sale de la boca del que estaba montado en el caballo blanco; y todas las aves se hartaron de la carne de ellos.
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