Juec 6:39
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Dijo de nuevo a Dios: No se irrite contra mí tu furor, si aún hago una prueba más buscando otra señal por medio del vellocino. Suplícote ahora lo contrario, que sólo el vellocino esté seco, y se vea mojada del rocío toda la tierra;
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Juec 7:2
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Dijo entonces el Señor a Gedeón: Mucha gente tienes contigo: no será Madián entregado en manos de ella, porque no se gloríe contra mí Israel, y diga: Mi valor me ha libertado.
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Juec 8:18
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Dijo después a Zebee y Salmana: ¿Qué traza tenían aquellos hombres que matasteis en el Tabor? Le respondieron: Eran parecidos a ti, y uno de ellos así como hijo de rey.
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Juec 8:20
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Dijo entonces a Jeter su primogénito: Anda, ve y mátalos. Mas Jeter no sacó la daga porque tenía miedo, siendo como era muchacho.
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Juec 11:37
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Dijo después a su padre: Otórgame esto solo, que te suplico; y es, que me dejes ir dos meses por los montes a llorar mi virginidad con mis compañeras.
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Juec 13:15
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Dijo entonces Manué al ángel del Señor: Te ruego condesciendas con mis súplicas, y que te aderecemos un cabrito.
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Juec 14:3
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Le dijeron su padre y su madre: Pues qué, ¿no hay mujeres entre las hijas de tus hermanos, y en todo nuestro pueblo, que quieres tomar esposa de la nación filistea, gente incircuncisa? Dijo Sansón a su padre: Pide ésta para esposa mía: pues me ha caído en gracia.
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Juec 19:6
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Con eso se sentaron juntos, y comieron y bebieron. Dijo entonces el suegro a su yerno: Te ruego que te quedes hoy todavía aquí, y pasemos el día juntos alegremente.
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Rut 2:8
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Dijo entonces Booz a Rut: Oye, hija, no vayas a otra heredad a espigar, ni te apartes de este sitio, sino júntate con mis muchachas,
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Rut 3:18
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Dijo entonces Noemí: Espera, hija mía, hasta que veamos en qué para la cosa. Porque Booz es hombre honrado, que no parará hasta que cumpla lo que te ha prometido.
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I Rey 4:16
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Dijo, pues, el soldado a Helí: Yo soy el que acabo de venir de la batalla, y yo el que hoy escapé del combate. Le dijo Helí: ¿Qué ha sucedido, hijo mío?
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I Rey 7:5
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Dijo también Samuel: Convocad en Masfa a todo Israel, para que yo haga oración por vosotros al Señor.
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I Rey 8:22
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Pero el Señor dijo a Samuel: Haz lo que te piden, y nómbrales un rey. Dijo, pues, Samuel a los ancianos de Israel: Váyase cada cual a su ciudad.
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I Rey 9:7
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Dijo entonces Saúl a su criado: Bien está, iremos; pero, ¿qué presente llevaremos al varón de Dios? No hay ya pan en nuestras alforjas, ni tenemos dinero ni cosa alguna que darle.
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I Rey 10:24
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Dijo entonces Samuel a todo el pueblo: Ya véis a quien ha elegido el Señor, y que no hay en todo el pueblo uno semejante a él. Y gritó todo el pueblo, diciendo: ¡Viva el rey!
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I Rey 12:20
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Dijo entonces Samuel al pueblo: No temáis; vosotros es verdad habéis cometido todos esos pecados; sin embargo no os apartéis del camino del Señor, sino servidle de todo vuestro corazón,
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I Rey 13:9
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Dijo, pues, Saúl: Traedme el holocausto y las hostias pacíficas. Y él mismo ofreció el holocausto.
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I Rey 13:13
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Dijo Samuel a Saúl: Has obrado neciamente, no cumpliendo los mandatos que te dio el Señor Dios tuyo. Que si no hubieras hecho eso, desde ahora el Señor hubiera asegurado para siempre tu reino sobre Israel.
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I Rey 14:6
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Dijo, pues, Jonatás al joven escudero: Ven, y pasemos al apostadero de estos incircuncisos; quizá el Señor combatirá por nosotros, y venceremos; porque le es igualmente fácil a Dios el dar la victoria con mucha que con poca gente.
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I Rey 14:17
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Dijo estonces Saúl a los que con él estaban: Inquirid y averiguad quién se ha salido de nuestro campamento. Habiéndolo averiguado, hallaron que faltaban Jonatás y su escudero.
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I Rey 14:18
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Dijo Saúl a Aquías: Acércate al arca de Dios. (Porque aquel día el arca de Dios se hallaba allí con los hijos de Israel).
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I Rey 14:36
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Dijo después Saúl: Echémonos esta noche sobre los filisteos, y acabemos con ellos antes que amanezca, sin dejar hombre con vida. Respondió el pueblo: Haz todo lo que bien te parezca. Mas el sacerdote dijo: Acerquémonos antes aquí a consultar a Dios.
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I Rey 14:41
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Dijo entonces Saúl al Señor Dios de Israel: Oh Señor Dios de Israel, danos a entender, ¿por qué causa no has hoy respondido a tu siervo? Si la culpa está en mí o en Jonatás, mi hijo, decláralo; pero si tu pueblo es el culpado, manifiesta tu santidad. Y cayó la suerte sobre Jonatás y Saúl, quedando libre el pueblo.
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I Rey 14:42
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Dijo entonces Saúl: Echad suertes entre mí y Jonatás, mi hijo. Y salió Jonatás.
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I Rey 14:43
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Dijo, pues, Saúl a Jonatás: Declárame qué es lo que has hecho. Jonatás lo confesó todo, diciendo: Gusté ansiosamente con la punta del bastón que traía en la mano, un poquito de miel, y he aquí que voy a morir por eso. Aquí me tienes, yo moriré.
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I Rey 15:17
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Dijo, pues, Samuel: ¿No es verdad que siendo tú tan pequeño a tus ojos, fuiste hecho cabeza de las tribus de Israel, y que ungió el Señor para rey sobre Israel?
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I Rey 15:22
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Dijo entonces Samuel: ¿Por ventura el Señor no estima más que los holocaustos y las víctimas, el que se le obedezca a su voz? La obediencia vale más que los sacrificios, y el ser dócil importa más que el ofrecer la grasa de los carneros.
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I Rey 15:24
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Dijo Saúl a Samuel: He pecado por haber quebrantado el mandato del Señor, y despreciado tus dictámenes, temiendo al pueblo, y condescendiendo con él.
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I Rey 15:32
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Dijo entonces Samuel: Traedme aquí a Agag, rey de Amalec. Y le fue presentado Agag, que estaba gordísimo y temblando. Y dijo Agag: ¿Conque así me separará de todo la amarga muerte?
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I Rey 16:2
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A lo que respondió Samuel: ¿Cómo tengo que ir? Lo sabrá luego Saúl, y me quitará la vida. Dijo el Señor: Tomarás contigo un becerro de la vacada, y dirás que has ido allí a ofrecer sacrificios al Señor.
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I Rey 16:11
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Y añadió Samuel a Isaí: ¿No tienes ya más hijos? A lo que contestó: Aún tengo otro pequeño, que está apacentando ovejas. Dijo Samuel a Isaí: Envía por él, y tráelo aquí, que no nos pondremos a la mesa, hasta que él venga.
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I Rey 16:12
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Envió por él Isaí, y se lo presentó. Era David un joven rubio de gallarda presencia y hermoso rostro. Dijo entonces el Señor: Ea, úngele, porque ése es.
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I Rey 17:37
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Y añadió David: El Señor que me libró de las garras del león y del oso, él mismo me librará también de las manos de ese filisteo. Dijo Saúl a David: Anda, pues, y el Señor sea contigo.
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I Rey 18:25
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Dijo entonces Saúl: Hablad así a David: El rey no necesita de dote para su hija; únicamente exige de ti la cabeza de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos. Pero el designio de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos.
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I Rey 21:9
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Dijo todavía David a Aquimelec: ¿Tienes aquí a mano alguna lanza o espada? pues no he traído conmigo mi espada ni mis armas; porque urgía la orden del rey.
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I Rey 21:15
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Dijo, pues, Aquis a sus criados: ¿Habéis visto un tal mentecato? ¿Por qué me lo habéis traído aquí?
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I Rey 22:13
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Dijo entonces Saúl a Aquimelec: Oye, hijo de Aquitob. El cual respondió: ¿Qué es lo que mandas, señor?
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I Rey 22:17
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Dijo el rey: Morirás sin falta, Aquimelec, tú y toda la casa de tu padre.
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I Rey 23:13
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Dijo todavía David: ¿Los de Ceila me entregarán a mí y a toda mi gente en manos de Saúl? Y respondió el Señor: Os entregarán.
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I Rey 26:8
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Dijo entonces Abisai a David: Dios ha puesto hoy en tus manos a tu enemigo; ahora, pues, voy a clavarlo en tierra de una sola lanzada, y no será menester repetir golpe.
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I Rey 28:7
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Dijo entonces Saúl a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de Pitón, e iré a encontrarla, y a consultar al espíritu por medio de ella. Le respondieron sus criados: En Endor hay una mujer que tiene espíritu pitónico.
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I Rey 29:8
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Dijo David a Aquis: Pues, ¿qué he hecho yo, y qué has visto en mí, siervo tuyo, desde el día en que me presenté a ti hasta hoy, para que no pueda yo ir a pelear contra los enemigos del rey mi señor?
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I Rey 31:4
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Dijo entonces Saúl a su escudero: Desenvaina tu espada, y quítame la vida; para que no lleguen estos incircuncisos y me maten, mofándose de mí. Mas su escudero no quiso hacerlo, sobrecogido de un sumo terror. Con esto Saúl desenvainó su espada, y se arrojó sobre ella.
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II Rey 1:5
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Dijo David al joven que le daba esta nueva: ¿Cómo sabes tú que han muerto Saúl y Jonatás, su hijo?
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II Rey 1:13
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Dijo después David al joven que había traído la noticia: ¿De dónde eres tú? Soy hijo, respondió de un hombre extranjero, amalecita.
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II Rey 1:18
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Cántico llamado del Arco, que mandó a que se enseñase a los hijos de Judá, como está escrito en el Libro de los Justos. Dijo, pues, así: Considera, oh Israel, quiénes son los que fueron heridos y perdieron la vida sobre tus colinas.
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II Rey 2:1
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Después de todo esto, consultó David al Señor, diciendo: ¿Iré a alguna de las ciudades de Judá? Le respondió el Señor: Ve. Preguntó más David: ¿A cuál? Dijo el Señor: A Hebrón.
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II Rey 2:14
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Dijo entonces Abner a Joab: Salgan al campo algunos jóvenes, y escaramucen delante de nosotros. Respondió Joab: Salgan enhorabuena.
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II Rey 3:21
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Dijo después Abner a David: Voy a marchar para reunir a ti, mi rey y señor, todo Israel, y concertar contigo, a fin de que seas reconocido y reines sobre todos como deseas. Luego que David hubo despedido a Abner y se había marchado éste contento,
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II Rey 3:38
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Dijo también el rey a sus criados: ¿Acaso ignoráis que hoy ha perdido Israel un príncipe, y un príncipe grande?
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