ENTONCES respondió Tobías a su padre, diciendo: Haré, oh padre mío, todo lo que me has mandado. 2 Mas no sé cómo he de ir a recobrar ese dinero; él no me conoce a mí, ni yo lo conozco a él; ¿qué señas le daré? cuánto más que aún no sé el camino para ir allá. 3 A lo que su padre le contestó diciendo: Tengo en mi poder el recibo de su mano; así que lo mostrares, te pagará al instante. 4 Mas ahora anda, y haz diligencia de algún hombre fiel que vaya contigo, pagándole su salario, para que hagas esa cobranza mientras yo vivo todavía. 5 Saliendo, pues, Tobías de casa, encontró un gallardo joven, que estaba ya con el vestido ceñido, y como a punto de viajar. 6 Y sin saber que era un ángel de Dios, lo saludó, y dijo: ¿De dónde eres, buen mancebo? 7 A lo que respondió: De los hijos de Israel. Le replicó Tobías: ¿Sabes el camino que va al país de los medos? 8 Sí que lo sé, respondió, y muchas veces he andado todos aquellos caminos, y me he hospedado en casa de Gabelo, nuestro hermano, que mora en Ragés, ciudad de los medos, situada en las montañas de Ecbatana.

9 Le dijo Tobías: Aguárdame, te ruego, mientras doy aviso de todo esto a mi padre. 10 Entró, pues, Tobías en casa, y se lo contó todo a su padre. De lo cual admirado el padre, envió a rogarle que entrase en su casa. 11 Entrado que hubo, saludó a Tobías, diciendo: Sea siempre contigo la alegría. 12 Respondió Tobías: ¿Qué alegría puedo yo tener viviendo en tinieblas y sin ver la luz del cielo? 13 Replicó el joven: Buen ánimo, que no tardará Dios en curarte. 14 Le dijo entonces Tobías: ¿Podrás acaso llevar a mi hijo a casa de Gabelo en Ragés, ciudad de los medos? Yo te pagaré tu salario a la vuelta. 15 Respondió el ángel: Yo lo llevaré, y te lo volveré a traer acá. 16 Le replicó Tobías: Dime, te ruego, ¿de qué familia y tribu eres tú? 17 Y le dijo el ángel Rafael: ¿Buscas tú el linaje del jornalero, o la persona del jornalero que vaya con tu hijo? 18 Mas por no ponerte en cuidado, yo soy Azarías, hijo de Ananías el grande. 19 Respondió Tobías: Tú eres de una gran familia. Te ruego que no te ofendas de que haya querido saber tu linaje.

20 Le dijo el ángel: Yo llevaré sano a tu hijo, y sano te lo restituiré. 21 Y tomando la palabra Tobías, dijo: Id en buena hora, y Dios os asista en vuestro viaje, y su ángel os acompañe. 22 Con esto, prevenido todo lo necesario para el viaje, se despidió Tobías de su padre y de su madre, y echaron a andar los dos juntos. 23 Apenas partieron cuando comenzó su madre a llorar, y decir: Nos has quitado y enviado lejos de nosotros el báculo de nuestra vejez.

24 Ojalá que nunca hubiera habitado en el mundo tal dinero, que ha sido la causa de que alejases a nuestro hijo. 25 Porque nosotros estábamos contentos con nuestra pobreza, y teníamos por una gran riqueza ver a nuestro hijo. 26 Le dijo Tobías: No llores; nuestro hijo llegará salvo, y salvo volverá a nosotros, y tus ojos lo verán; 27 porque creo que el buen ángel de Dios lo acompaña, y cuida bien de todo lo perteneciente a él, a fin de que vuelva con gozo a nuestra casa. 28 A estas palabras cesó la madre de llorar, y se aquietó.
父亲
圣子
圣灵
天使
撒旦
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