EL Señor habló a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando por ofrecer fuego extraño fueron muertos,

2 y le dio esta orden, diciendo: Di a tu hermano Aarón que no en todo tiempo entre en el santuario que está del velo adentro, ante el propiciatorio que cubre el arca , so pena de muerte (porque yo he de aparecer en una nube sobre el oráculo);

3 sino en el día de la Expiación, en que antes habrá hecho estas cosas: ofrecerá un becerro por el pecado, y un carnero en holocausto. 4 Se vestirá la túnica de lino; se pondrá los calzoncillos de lino, con que cubrirá sus vergüenzas, se ceñirá con su ceñidor de lino y pondrá sobre su cabeza la tiara de lino: pues éstas son las vestiduras santas con las cuales, después de lavado, se ha de vestir. 5 Y recibirá de todo el pueblo de los hijos de Israel dos machos cabríos por el pecado y un carnero para holocausto.

6 Y habiendo ofrecido el becerro y hecha oración por sí y por su casa,

7 presentará los dos machos cabríos al Señor a la puerta del Tabernáculo del Testimonio. 8 y echando suertes sobre los dos, para ver cuál ha de ser inmolado al Señor, y cuál el macho cabrío emisario o que se ha de enviar al desierto, 9 aquél que por suerte tocare al Señor, le ofrecerá por el pecado; 10 mas al que tocare ser macho cabrío emisario, le presentará vivo ante el Señor para hacer las preces sobre él y echarle al desierto.

11 Celebrado así este rito ofrecerá el becerro, y hecha oración por sí y por su casa, le sacrificará. 12 Después tomará el incensario o badil que habrá llenado de las brasas del altar de los holocaustos, y cogiendo con la mano perfume confeccionado para incensar, entrará del velo adentro en el lugar santísimo; 13 para que, puestos los perfumes sobre el fuego en el altar de oro, la humareda y vapor de ellos cubra el oráculo que está sobre el arca del Testamento y con eso no muera. 14 Tomará asimismo parte de la sangre del becerro, y hará siete aspersiones con el dedo enfrente del propiciatorio hacia el oriente. 15 Degollado después el macho cabrío por el pecado del pueblo, entrará su sangre del velo adentro, conforme a lo dispuesto acerca de la sangre del becerro, a fin de hacer las aspersiones enfrente del oráculo,

16 y purificar el santuario de las inmundicias de los hijos de Israel, y de sus prevaricaciones y de todos los pecados. El mismo rito observará con respecto al Tabernáculo del Testimonio, que se ha fijado entre ellos en medio de las inmundicias que se cometen en sus tiendas.

17 No haya persona ninguna en el Tabernáculo, cuando entre el sumo sacerdote dentro del lugar santísimo para rogar por sí y por su casa, y por todo el pueblo de Israel, hasta que salga.

18 Y el sumo sacerdote cuando haya llegado al altar de los perfumes, colocado ante el Señor, hará oración por sí, y cogiendo de la sangre del becerro y del macho cabrío, la derramará sobre las puntas del altar alrededor, 19 y haciendo siete aspersiones con el dedo, le purificará y limpiará de las inmundicias de los hijos de Israel.

20 Y purificado que haya el santuario o sagrario, y el Tabernáculo y el altar, entonces ha de ofrecer el macho cabrío vivo; 21 y puestas las dos manos sobre la cabeza de éste, confesará todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todos los delitos y pecados de los mismos: los cuales descargados con imprecaciones y plegarias sobre la cabeza del animal, le echará al desierto por medio de un hombre destinado a este fin. 22 Y luego que el macho cabrío haya transportado todas las maldades de ellos a tierra solitaria, y quedado suelto en el desierto,

23 volverá Aarón al Tabernáculo del Testimonio; y desnudándose de las vestiduras que tenía puestas antes al entrar en el santuario, y dejándolas allí, 24 lavará su cuerpo en el lugar santo, y se revestirá de sus ornamentos sacerdotales. Y después que, salido fuera, hubiere ofrecido el holocausto suyo y del pueblo, hará oración igualmente por sí que por el pueblo, 25 y quemará sobre el altar la grasa ofrecida por los pecados. 26 El conductor del macho cabrío emisario lavará sus vestidos y cuerpo en agua y así entrará en el campamento. 27 Y al becerro y macho cabrío, que fueron inmolados por el pecado, y cuya sangre fue introducida en el santuario para cumplir la ceremonia de la expiación, los sacarán fuera del campamento, y quemarán en el fuego tanto sus pieles, como las carnes y el excremento;

28 y el que los quemare lavará sus vestidos y cuerpo con agua, y así entrará en el campamento.

29 Y esto será para vosotros un estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, mortificaréis vuestras almas, y no trabajaréis, ni los naturales, ni los extranjeros que están domiciliados entre vosotros.

30 En este día se hará la expiación vuestra y la purificación de todos vuestros pecados; y así quedaréis limpios delante del Señor; 31 por cuanto es el sábado de los sábados, y habéis de hacer penitencia con tal culto religioso y perpetuo. 32 Esta expiación la hará el sumo sacerdote, que recibió la unción santa, y cuyas manos fueron consagradas para ejercer el sacerdocio en lugar de su padre; y se vestirá la túnica de lino y las vestiduras sagradas, 33 y purificará el santuario, y el Tabernáculo del Testimonio, y el altar, y también a los sacerdotes y a todo el pueblo. 34 Y será ley eterna para vosotros el orar por los hijos de Israel y por todos sus pecados una vez al año. Lo hizo, pues, Moisés como el Señor lo había mandado.
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Hijo
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Ilustración
Atlas