ESPUÉS de Abimelec fue caudillo de Israel Tola, hijo de Fúa, y tío de Abimelec, de la tribu de Isacar, que habitó en Samir de la montaña de Efraín,
y gobernó a Israel veintitrés y murió, y fue sepultado en Samir.
A éste sucedió Jair, galaadita, que fue juez de Israel veintidós años;
y tenía treinta hijos que cabalgaban en treinta pollinos, y eran señores de treinta poblaciones en el país de Galaad; las cuales de su nombre se llamaron Havot-Jair, esto es, Villas de Jair, hasta el día presente.
Murió Jair, y fue sepultado en un lugar llamado Camón.
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Pero los hijos de Israel, añadiendo nuevos pecados a los antiguos, cometieron la maldad delante del Señor, adorando a los ídolos, a Baal y a Astarot, y a los dioses de Siria y de Sidón, y de Moab, y de los hijos de Amón, y de los filis-teos; y abandonaron al Señor, y dejaron de adorarlo.
Airado el Señor contra ellos, los entregó en manos de los filisteos y de los hijos de Amón.
Con lo cual fueron afligidos y oprimidos cruelmente, por espacio de dieciocho años, todos los habitantes de la otra parte del Jordán en el país de los amorreos que pertenece a Galaad.
Tanto que los hijos de Amón, atravesando el Jordán, devastaban las tribus de Judá, y de Benjamín, y de Efraín; y así lo vio Israel en una extrema aflicción.
Clamaron, pues, los israelitas al Señor, diciendo: Pecado hemos contra ti; porque dejamos al Señor Dios nuestro, y hemos servido a los ídolos.
Mas el Señor les dijo: Pues qué, ¿No fuisteis oprimidos por los egipcios y los amorreos, y por los hijos de Amón y los filisteos,
y también por los sidonios, amalecitas y cananeos, y clamasteis a mí, y os libré de sus manos?
Y con todo eso, ahora me habéis abandonado, y dado culto a dioses extraños: por tanto no os libraré ya más en adelante.
Id, y clamad a los dioses que os habéis escogido: que os libren ellos en el tiempo de la tribulación.
Dijeron entonces al Señor los hijos de Israel: Hemos pecado: haz tú de nosotros lo que te agradare: líbranos solamente ahora de nuestros opresores.
Dicho esto, arrojaron fuera de sus confines todos los ídolos de los dioses ajenos, y sirvieron al Señor Dios; el cual se compadeció de sus miserias.
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Entretanto los hijos de Amón con gran algazara fijaron los reales en Galaad; y juntándose contra ellos los hijos de Israel acamparon en Masfa.
Entonces los príncipes de Galaad convinieron entre sí, diciendo unos a otros: El primero de nosotros que comenzare a pelear contra los hijos de Amón, será caudillo del pueblo de Galaad.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas