DURO anuncio revelado a Habacuc profeta. 2 ¿Hasta cuándo, Señor, estaré clamando, sin que tú me atiendas? ¿Hasta cuándo daré voces a ti en la violencia que sufro, sin que tú me salves? 3 ¿Por qué me haces ver delante de mí no más que iniquidad y trabajos, rapiñas e injusticias? Prevalecen los pleitistas y pendencieros. 4 Por eso la ley se ve burlada, y no se hace justicia, por cuanto el impío puede más que el justo, por eso salen corrompidos los juicios.

5 Poned los ojos en las naciones y observad lo que pasa: Admirados quedaréis y espantados; porque ha sucedido una cosa en nuestros días que nadie la querrá creer cuando sea contada.

6 Pues he aquí que yo haré venir a los caldeos, nación fiera y veloz, que recorre toda la tierra para alzarse con las posesiones ajenas. 7 Ella es horrible y espantosa, por sí misma sentenciará y castigará. 8 Sus caballos son más ligeros que leopardos, y corren más que los lobos por la noche. Se extenderá por todas partes su caballería; de lejos vendrán sus jinetes; volarán como águila que se arroja sobre la presa. 9 Todos vendrán al botín, su presencia será como un viento abrasador, y amontonarán cautivos como arena. 10 Y el rey de Babilonia triunfará sobre los demás reyes, y se mofará de los potentados; se reirá de todas las fortalezas, levantará rampas y las tomará. 11 En este estado se mudará o trastornará su espíritu, y se desvanecerá y caerá; tal es el poder de aquel su dios en quien confiaba.

12 Mas qué ¿no existes tú desde el principio , ¡oh Señor Dios mío mi Santo!, y el que nos librará de la muerte? ¡Oh Señor!, tú has destinado a este Nabucodonosor para ejercer tu venganza, y le has dado tan gran poderío para castigarnos por medio de él. 13 Limpios son siempre tus ojos, no puedes tú ver el mal ni podrías sufrir delante de ti la iniquidad. ¿Por qué, pues, te quedas contemplando a aquellos que obran mal, y callas cuando el impío está tragándose al que es más justo que él?

14 Y tú dejas que a los hombres les suceda lo que a los peces del mar, y lo que a los insectos, los cuales no tienen rey que los defienda. 15 Todo lo ha sacado fuera con el anzuelo, lo ha arrastrado con su red barredera, y recogido con sus redes. De todo esto se gozará y regocijará. 16 Por tanto, ofrecerá víctimas a su barredera, y sacrificios a sus redes; pues por medio de éstas se ha engrosado su porción, y se ha provisto de exquisitos manjares. 17 Por esto tiene tendida su red barredera, y no cesa jamás de devastar a las naciones.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
Comentario
Referencia
Ilustración
Atlas