IENDO Jonatás que el tiempo o circunstancias le eran favorables, eligió diputados y los envió a Roma, para confirmar y renovar la amistad con los romanos;
e igualmente envió a los lacedemonios y a otros pueblos cartas en todo semejantes.
Partieron, pues, aquellos para Roma, y habiéndose presentado al Senado dijeron: Jonatás, sumo sacerdote, y la nación de los judíos nos han enviado a renovar la amistad y alianza, según se hizo en tiempos pasados.
Y los romanos les dieron después cartas para los gobernadores de las plazas a fin de que viajasen con seguridad hasta la Judea.
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El tenor de la carta que Jonatás escribió a los lacedemonios, es el siguiente:
Jonatás, sumo sacerdote, y los ancianos de la nación, y los sacerdotes, y todo el pueblo de los judíos, a los lacedemonios sus hermanos, salud:
Ya hace tiempo que Ario, vuestro rey, escribió una carta a Onías, sumo sacerdote, en la cual se leía que vosotros sois nuestros hermanos, como se ve por la copia que más abajo se pone.
Y Onías recibió con gran honor al enviado del rey y también sus cartas, en las cuales se hablaba de hacer amistad y alianza.
Y aunque nosotros no teníamos necesidad de nada de eso, teniendo como tenemos en nuestras manos para consuelo nuestro los libros santos,
con todo hemos querido enviar a renovar con vosotros esta amistad y unión fraternal, no sea que os parezca que nos hemos extrañado de vosotros; porque ha transcurrido ya mucho tiempo desde que nos enviasteis aquella embajada.
Nosotros, en todo este intermedio, jamás hemos dejado de hacer conmemoración de vosotros en los sacrificios que ofrecemos a Dios, en los días solemnes, y en los demás que corresponde, y en todas nuestras oraciones, pues es justo y debido acordarse de los hermanos.
Nos regocijamos, pues, de la gloria que disfrutáis.
Mas por lo que hace a nosotros, hemos sufrido grandes aflicciones y muchas guerras, habiéndonos acometido varias veces los reyes circunvecinos.
Sin embargo, en estas guerras no hemos querido cansaros ni a vosotros, ni a ninguno de los demás aliados y amigos;
pues hemos recibido el socorro del cielo, con el cual hemos sido librados nosotros y humillados nuestros enemigos.
Por tanto, habiendo ahora elegido a Numenio, hijo de Antíoco, y Antípatro, hijo de Jasón, para enviarlos a los romanos, a fin de renovar con ellos la antigua amistad y alianza,
les hemos dado también la orden de pasar a veros y a saludaros de nuestra parte, cuyo objeto es el renovar nuestra unión fraternal.
Y así nos haréis un favor respondiéndonos sobre su contenido.
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Este es el traslado de la carta que Ario escribió a Onías:
Ario, rey de los lacedemonios, a Onías, sumo sacerdote, salud:
Aquí se ha encontrado en cierta escritura que los lacedemonios y los judíos son hermanos, y que son todos del linaje de Abrahán.
Por tanto, ahora que hemos descubierto esta noticia, nos haréis el gusto de escribirnos si gozáis de paz.
Pues nosotros desde luego os respondemos: Nuestros ganados y nuestros bienes vuestros son, y nuestros los vuestros; y esto es lo que les encargamos que os digan.
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Entretanto supo Jonatás que los generales de Demetrio habían vuelto contra él con un ejército mucho mayor que antes.
Con esto partió de Jerusalén , y fue a salirles al encuentro en el país de Amat, o Emat, para no darles tiempo de entrar en su tierra de Judea;
y enviando espías a reconocer su campo, volvieron éstos con la noticia de que los enemigos habían resuelto sorprenderle aquella noche.
Con esto Jonatás, puesto que fue el sol, mandó a su gente que estuviese alerta toda la noche, y sobre las armas, prontos para la batalla, y puso centinelas alrededor del campamento.
Pero cuando los enemigos supieron que Jonatás estaba preparado con sus tropas para la batalla, temieron y huyeron despavoridos, dejando encendidos fuegos, u hogueras, en su campamento.
Mas Jonatás y su tropa, por lo mismo que veían los fuegos encendidos, no lo conocieron hasta la mañana.
Bien que fue después en su seguimiento; pero no los pudo alcanzar, pues habían pasado ya el río Eleutero.
Entonces convirtió sus armas contra los árabes llamados zabadeos, a quienes derrotó y tomó sus despojos;
y reunida su gente fue a Damasco, y anduvo haciendo varias correrías por todo aquel país.
Entretanto Simón marchó y llegó hasta la ciudad de Ascalón y las fortalezas vecinas; y dirigiéndose a Joppe se apoderó de ella,
(pues había sabido que los de aquella ciudad querían entregar la plaza a los partidarios de Demetrio, y le puso guarnición para que la custodiase.
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Habiendo vuelto Jonatás de su expedición, convocó a los ancianos del pueblo, y de acuerdo con ellos resolvió construir fortalezas en la Judea,"
reedificar los muros de Jerusalén , y levantar una muralla de gran altura entre el alcázar y la ciudad para separar aquel de ésta, de modo que el alcázar quedase aislado, y los de dentro no pudiesen comprar ni vender ninguna cosa."
Se reunió, pues, la gente para reedificar la ciudad, y hallándose caída la muralla que estaba sobre el torrente Cedrón hacia el Oriente, la levantó Jonatás, la cual se llama Cafeteta."
Simón también construyó a Adiada en Sefela, y la fortificó, y aseguró con puertas y barras de hierro."
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Por este tiempo proyectó Trifón hacerse rey de Asia, y ceñirse la corona, y quitar la vida al rey Antíoco."
Mas temiendo que Jonatás le sería contrario y le declararía la guerra, andaba buscando medios para apoderarse de él y quitarle la vida. Se fue, pues, con este intento a Betsán."
Pero Jonatás le salió al encuentro con cuarenta mil hombres de tropa escogida, avanzando también hasta dicha ciudad."
Mas cuando Trifón vio que Jonatás había ido contra él con tan poderoso ejército, entró en miedo,"
y así lo recibió con agasajo, y le recomendó a todos sus amigos; le hizo varios regalos, y mandó a todo su ejército que le obedeciese como a él mismo."
Dijo luego a Jonatás: ¿Por qué has cansado a toda esa tu gente, no habiendo guerra entre nosotros?"
Ahora bien, despáchalos a sus casas, y escoge solamente algunos pocos de entre ellos que te acompañen, y vente conmigo a Tolemaida, y yo te haré dueño de ella, y de las demás fortalezas, y del ejército, y de todos los encargados del gobierno; ejecutado lo cual me volveré, pues para eso he venido acá."
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Le dio crédito Jonatás, y haciendo lo que le dijo, licenció sus tropas, que se volvieron a la tierra de Judá,"
reteniendo consigo tres mil hombres; de los cuales envió aún dos mil a la Galilea, y mil le acompañaron."
Mas apenas Jonatás hubo entrado en Tolemaida, cerraron sus habitantes las puertas de la ciudad, y lo prendieron; y pasaron a cuchillo a todos los que le habían acompañado."
Y Trifón envió su infantería y caballería a la Galilea y a su gran llanura para acabar con todos los soldados que habían acompañado a Jonatás."
Estos, oyendo decir que habían puesto preso a Jonatás, y que había sido muerto con cuantos le acompañaban, se animaron los unos a los otros, y se presentaron con denuedo para pelear."
Mas viendo los que les iban persiguiendo que estaban resueltos a vender muy caras sus vidas, se volvieron."
De esta suerte siguieron su camino, regresando todos felizmente a Judea, donde hicieron gran duelo por Jonatás y por los que le habían acompañado; y lo lloró todo Israel amargamente."
Entonces todas las naciones circunvecinas intentaron nuevamente abatirlos. Porque dijeron:"
No tienen caudillo, ni quién los socorra; ahora es tiempo de echarnos sobre ellos y de borrar su memoria de entre los hombres."
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas