Jer 32:8
|
En efecto, según la palabra del Señor, Hanameel, hijo de mi tío paterno, vino a encontrarme en el patio de la cárcel, y me dijo: Cómprame el campo que tengo en Anatot, tierra de Benjamín; pues a ti te toca por derecho de herencia poseerlo, por ser tú el pariente más cercano. Conocí que aquello venía del Señor;
|
Jer 35:2
|
Anda, ve a la familia de los recabitas, y habla con ellos, y condúcelos a la casa o templo del Señor, a uno de los aposentos de los tesoros o repuestos, y preséntales vino para que beban.
|
Jer 35:5
|
Y presenté a los hijos de la casa de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed vino.
|
Jer 35:5
|
Y presenté a los hijos de la casa de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed vino.
|
Jer 35:6
|
Mas ellos respondieron: No lo beberemos porque nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, nos dejó este precepto: Nunca jamás beberéis vino, ni vosotros, ni vuestros hijos;
|
Jer 35:8
|
Hemos, pues, obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, en todo cuanto nos dejó mandado, y por eso no bebemos vino en toda nuestra vida nosotros, ni nuestras mujeres, ni los hijos, ni las hijas;
|
Jer 35:14
|
Las palabras con que Jonadab, hijo de Recab, comunicó a sus hijos que no bebieran vino, han sido tan fielmente observadas que no lo han bebido hasta el día de hoy, obedeciendo el precepto de su padre; mas yo os he hablado a vosotros de continuo y a todas horas, y no me habéis obedecido.
|
Jer 39:1
|
En el año noveno de Sedecías, rey de Judá, en el décimo mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército a Jerusalén , y le puso sitio.
|
Jer 41:1
|
Mas sucedió que al séptimo mes vino Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisama, que era de estirpe real, y los grandes del rey, con diez hombres atrevidos y valientes, a encontrar a Godolías, hijo de Ahicam, en Masfat, y comieron allí con él.
|
Jer 48:11
|
Fértil viña fue Moab desde su mocedad; y como un vino que permaneció en sus últimos tragos, ni fue trasegado de una tinaja a otra, ni cambiado a otro país; por eso ha conservado el mismo sabor suyo, ni se ha cambiado o mejorado su olor.
|
Jer 48:12
|
Pero he aquí que llega el tiempo, dice el Señor, en que yo le enviaré hombres prácticos en disponer las tinajas y en trasegar el vino, y harán el trasiego; y vaciarán después las tinajas, y las harán pedazos.
|
Jer 48:33
|
Al país fértil y delicioso como el Carmelo y a la tierra de Moab se les ha quitado la alegría y el regocijo; se acabó el vino para sus lagares, no cantará sus canciones acostumbradas el pisador de la uva.
|
Jer 51:7
|
Babilonia ha sido hasta ahora en la mano del Señor como un cáliz de oro para embriagar o hacer beber su ira a toda la tierra. Todas las naciones bebieron de su vino, y quedaron como fuera de sí.
|
Jer 52:4
|
Y en el año noveno de su reinado, el día diez del mes décimo, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él mismo con todo su ejército, contra Jerusalén ; le pusieron sitio, y levantaron rampas alrededor de ella.
|
Lam 2:3
|
En medio del ardor de su ira ha reducido a polvo todo el poderío de Israel; retiró atrás su derecha auxiliadora cuando vino el enemigo; y encendió en Jacob un fuego, que con su llama devora cuanto hay en contorno.
|
Lam 2:12
|
Ellos decían a sus madres: ¿Dónde está el pan y vino?, cuando, a manera de heridos, iban muriéndose por las calles de la ciudad, cuando exhalaban su alma en el regazo de sus madres.
|
Lam 2:16
|
Abrieron contra ti su boca todos sus enemigos; daban silbidos, y rechinaban sus dientes, y decían: Nosotros la arrimaremos; ya llegó el día que estábamos aguardando; ya vino, ya lo tenemos delante.
|
Ezeq 9:11
|
Y he aquí que el varón que llevaba la vestidura de lino, y tenía en su cintura el recado de escribir, vino a dar parte, diciendo: He hecho lo que me mandaste.
|
Ezeq 11:5
|
Y vino sobre mí el Espíritu del Señor, y me dijo: Habla: Esto dice el Señor: Vosotros habéis hablado así, ¡oh familia de Israel!, y yo conozco los pensamientos de vuestro corazón.
|
Ezeq 17:3
|
Diles, pues: Así habla el Señor Dios: Una gran águila, de grandes alas y de miembros muy extendidos, poblada de plumas de varios colores, vino al Líbano, o a la Judea, y se llevó lo mejor del cedro.
|
Ezeq 17:7
|
Y vino otra águila grande, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que aquella parra, como que volvió sus raíces, y extendió sus sarmientos hacia ella, para ser regada con sus fecundos canales.
|
Ezeq 17:12
|
Di a esa familia provocadora: ¿No sabéis vosotros lo que esto significa? Mirad, el rey de Babilonia vino a Jerusalén , y se apoderó del rey y de sus príncipes, y se los llevó a su reino, a Babilonia.
|
Ezeq 33:21
|
En el año duodécimo de nuestra transportación al cautiverio, el día cinco del décimo mes, vino a mí uno que había huido de Jerusalén , el cual me dijo: Ha sido asolada la ciudad.
|
Ezeq 43:3
|
Y tuve una visión semejante a aquella que yo había tenido cuando el Señor vino para destruir la ciudad, y su semblante era conforme a la imagen que yo había visto cerca del río Cobar, y me postré sobre mi rostro.
|
Ezeq 44:21
|
Y ningún sacerdote beberá vino cuando hubiere de entrar en el atrio interior.
|
Dan 1:1
|
En el año tercero del reinado de Joakim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, contra Jerusalén , y la sitió.
|
Dan 1:5
|
Y dispuso el rey que todos los días se les diese de comer de lo mismo que él comía y del vino mismo que él bebía; a fin de que mantenidos así por espacio de tres años, sirviesen después en la presencia del rey.
|
Dan 1:8
|
Daniel resolvió en su corazón no contaminarse con comer de la vianda de la mesa del rey, ni con beber del vino que el rey bebía; y rogó al prefecto de los eunucos que le permitiese no contaminarse.
|
Dan 1:16
|
Malasar, pues, tomaba para sí las viandas, y el vino que ellos habían de beber; y les daba a comer legumbres.
|
Dan 4:5
|
hasta tanto que vino a mi presencia el compañero Daniel (que se llama Baltasar, del nombre de mi dios; y el cual tiene dentro de sí el espíritu de los santos dioses) y expuse delante de él mi sueño.
|
Dan 4:28
|
No había aun acabado el rey de decir esto, cuando vino súbito una voz del cielo que dijo: A ti, ¡oh rey Nabucodonosor!, se te dice: Tu reino te ha sido quitado;
|
Dan 5:2
|
Estando, pues, él ya lleno de vino, mandó traer los vasos de oro y plata, que su padre Nabucodonosor se había llevado del templo que hubo en Jerusalén , para que bebiesen en ellos el rey, y sus grandes, y sus mujeres, y sus concubinas.
|
Dan 5:4
|
Bebían el vino, y celebraban a sus dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.
|
Dan 5:23
|
sino que te has levantado contra el dominador del cielo, y has hecho traer a tu presencia los vasos sagrados de su santo templo, y en ellos has bebido el vino tú, y los grandes de tu corte, y tus mujeres, y tus concubinas; has dado también culto a dioses de plata, y de oro, y de cobre, y de hierro, y de madera, y de piedra, los cuales no ven, ni oyen, ni sienten; pero a aquel gran Dios, de cuyo arbitrio pende tu respiración y cualquier movimiento tuyo, a ése no le has glorificado.
|
Dan 7:22
|
hasta tanto que llegó el anciano de muchos días, y sentenció en favor de los santos del Altísimo, y vino el tiempo, y los santos obtuvieron el reino.
|
Dan 8:17
|
Con esto vino, y se paró junto al sitio en que yo estaba; y así que llegó, me postré por tierra, despavorido, y me dijo él entonces: ¡Oh hijo de hombre!, entiende el modo con que se cumplirá esta visión en el tiempo prefijado.
|
Dan 9:13
|
Todo este mal vino sobre nosotros, conforme está escrito en la ley de Moisés, y no recurrimos a ti, ¡oh Señor Dios nuestro!, para convertirnos de nuestras maldades y meditar la verdad de tus promesas.
|
Dan 10:3
|
Pan delicado o sabroso no lo probé; carne ni vino no entraron en mi boca, ni me perfumé con ungüento; hasta tanto que fueron cumplidos los días de estas tres semanas.
|
Dan 10:13
|
Pero el príncipe del reino de los persas se ha opuesto a mí por espacio de veintiún días; y he aquí que vino en mi ayuda Miguel, uno de los primeros príncipes, y yo me quedé allí al lado del rey de los persas.
|
Dan 13:30
|
La cual vino acompañada de sus padres e hijos y de todos sus parientes.
|
Dan 14:2
|
Había a la sazón en Babilonia un ídolo llamado Bel; y se consumían para él cada día doce artabas o fanegas de flor de harina, y cuarenta ovejas, y seis cántaros de vino.
|
Dan 14:10
|
Dijeron, pues, los sacerdotes de Bel: He aquí que nosotros nos salimos fuera; y tú, ¡oh rey!, haz poner las viandas y servir el vino, y cierra la puerta, y séllala con tu anillo:
|
Os 2:8
|
Y no sabía ella que fui yo, y no los ídolos, quien le dio el trigo, y el vino, y el aceite, y el que le dio la abundancia de plata y de oro que ofrecieron a Baal.
|
Os 2:9
|
Por esto yo me portaré de otro modo, y a su tiempo recogeré mi trigo y mi vino, y quitaré de sus manos mis lanas y mis linos, que cubren sus vergüenzas.
|
Os 2:22
|
Y la tierra atenderá a dar el grano, y el vino, y el aceite; y estas cosas atenderán o consolarán a Jezrael.
|
Os 4:11
|
La deshonestidad, y el vino y embriaguez, quitan el buen sentido.
|
Os 7:5
|
Es el día del cumpleaños de nuestro rey, dicen los israelitas; los príncipes, o cortesanos, tomados del vino, comenzaron a loquear, y el rey daba la mano a aquellos bufones o libertinos.
|
Os 7:8
|
Se mezclaba Efraín con las naciones idólatras; vino a ser Efraín como un pan que se cuece al rescoldo, y al cual no se le da la vuelta.
|
Os 7:14
|
No han clamado a mí de corazón; sino que aullaban angustiados en sus lechos; sobre el trigo y sobre el vino era sobre lo que únicamente rumiaban. Se alejaron de mí.
|
Os 9:4
|
No ofrecerán libaciones de vino al Señor, ni le serán gratas sus ofrendas; sus sacrificios serán como los convites de los funerales, cualquiera que en ellos comiere, quedará contaminado. Guárdense para sí su inmundo pan; no entre en el templo del Señor hostia impura.
|