Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

venganza

II Mac 8:3 que se apiadase igualmente de la ruina de la ciudad, que iba a ser destruida y después arrasada, y escuchase la voz de la sangre derramada, que le estaba pidiendo venganza;
II Mac 8:4 que tuviese también presente las inicuas muertes de los inocentes niños, y las blasfemias proferidas contra su santo Nombre, y tomase de ello justísima venganza.
II Mac 9:4 Con lo que montando en cólera, pensó en desfogarla en los judíos, y vengarse así del ultraje que le habían hecho los que le obligaron a huir. Por tanto mandó que anduviese más aprisa su carroza, caminando sin pararse, movido para ello del juicio o venganza del cielo por la insolencia con que había dicho que él iría a Jerusalén , y que la convertiría en un cementerio de cadáveres hacinados de judíos.
II Mac 9:18 Mas como no cesasen sus dolores (porque al fin había caído sobre él la justa venganza de Dios), perdida toda esperanza, escribió a los judíos una carta, en forma de súplica del tenor siguiente:
Lc 21:22 Porque días de venganza son éstos, en que se han de cumplir todas las cosas como están escritas.
Hech 7:7 si bien, dijo el Señor, yo tomaré venganza de la nación a la cual servirán como esclavos; y al cabo saldrán libres de aquel país, y me servirán a mí en este lugar.
Hech 28:4 Cuando los bárbaros vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Este hombre sin duda es algún homicida, pues que, habiéndose salvado de la mar, la venganza divina no quiere que viva.
Rom 2:5 Tú, al contrario, con tu dureza y corazón impenitente vas atesorándote ira y más ira para el día de la venganza y de la manifestación del justo juicio de Dios,
Rom 12:19 No os venguéis vosotros mismos, queridos míos, sino dad lugar a que se pase la cólera; pues está escrito: A mí toca la venganza; yo haré justicia, dice el Señor.
Rom 12:21 No te dejes vencer del mal, o del deseo de venganza, mas procura vencer al mal con el bien, o a fuerza de beneficios.
I Tes 5:9 porque no nos ha puesto Dios para blanco de venganza, sino para hacernos adquirir la salud por nuestro Señor Jesucristo,
II Tes 1:8 cuando vendrá con llamas de fuego a tomar venganza de los que conocieron a Dios, y de los que no obedecen la buena nueva de nuestro Señor Jesucristo;
Heb 10:30 Pues bien conocemos quién es el que dijo: A mí está reservada la venganza, y yo soy el que la ha de tomar. Y también: El Señor ha de juzgar a su pueblo.
II Ped 2:1 Verdad es que hubo también falsos profetas en el antiguo pueblo de Dios, así como se verán entre vosotros, maestros embusteros, que introducirán con disimulo sectas de perdición, y renegarán del Señor que los rescató, acarreándose a sí mismos una pronta venganza.
Apoc 18:20 ¡Oh cielo!, regocíjate sobre ella; como también vosotros, ¡oh santos apóstoles y profetas!, pues Dios condenándola ha tomado venganza por vosotros, os ha hecho justicia.