IV Rey 15:5
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Mas el Señor castigó al rey; el cual estuvo leproso hasta el día de su muerte, y habitó separado en una casa aislada. Mientras tanto Joatam, hijo del rey, gobernaba el palacio, y administraba justicia al pueblo de aquella tierra.
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IV Rey 17:2
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E hizo el mal delante del Señor; aunque no tanto como los reyes de Israel sus predecesores.
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IV Rey 17:18
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Por tanto el Señor se indignó altamente contra Israel, y lo arrojó de delante de sí, y no quedó sino la sola tribu de Judá.
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IV Rey 17:23
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Hasta tanto que el Señor arrojó de su presencia a Israel, como lo tenía predicho por medio de todos los profetas, sus siervos. Y fue Israel transportado de su tierra a la Asiria, en donde se halla hasta hoy día.
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IV Rey 18:32
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hasta tanto que yo vaya y os traslade a un país semejante al vuestro, a una tierra fructífera y abundante de vino, tierra de pan llevar, y de viñas y de olivares, tierra de aceite y de miel. Con eso viviréis en paz y no moriréis. No queráis escuchar a Ezequías , que os engaña diciendo: El Señor nos librará.
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IV Rey 21:12
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Por tanto, esto dice el Señor Dios de Israel: Sabed que yo lloveré sobre Jerusalén y Judá tales calamidades, que a cualquiera que las oyere contar le retiñirán de terror ambas orejas;
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IV Rey 24:20
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Porque la ira del Señor iba creciendo contra Jerusalén y contra Judá, hasta tanto que los arrojara de su presencia. Y se rebeló Sedecías contra el rey de Babilonia.
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IV Rey 25:15
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Se llevó también el general del ejército los incensarios y las ampollas, tanto los vasos de oro como los de plata,
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I Par 5:26
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Por tanto, el Dios de Israel movió el ánimo de Ful, rey de los asirios, y después el de Telgatfalnasar, rey de Asur; y transportó las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés, y las condujo a Lahela, y a Habor, y a Ara, y a las riberas del río Gozam, donde permanecen hasta hoy día.
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I Par 9:23
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tanto a ellos como a sus hijos para guardar por sus turnos las puertas del templo del Señor y las del Tabernáculo.
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I Par 17:18
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¿Qué más le queda desear a David, habiendo tú ensalzado tanto a tu siervo, y dándole tales muestras de aprobación?
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I Par 20:3
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A cuyos habitantes los hizo salir fuera, e hizo pasar por encima de ellos trillos y rastras, y carros armados de cortantes cuchillos, de manera que quedaban hechos piezas y añicos; otro tanto hizo David con todas las ciudades de los amonitas; y, concluido esto, volvió con todo su ejército a Jerusalén .
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I Par 21:15
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Asimismo envió su ángel a Jerusalén para que la castigase; pero cuando se hallaba en la mayor desolación, echó el Señor sobre ella una mirada, y tuvo compasión de tanto estrago, y comunicó al ángel exterminador esta orden: Basta, retira ya tu mano. Estaba a la sazón el ángel del Señor sobre la era de Ornán, jebuseo.
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I Par 21:16
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Y alzando David los ojos vio al ángel del Señor, que estaba en el aire, con una espada desenvainada en su mano, vuelta contra Jerusalén ; y a su vista, tanto él como los ancianos, vestidos de cilicios, se postraron rostro por tierra.
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I Par 23:31
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tanto en la oblación de los holocaustos del Señor, como en los días de sábado, y en las calendas, y en las demás festividades, según el número prescrito, observando constantemente delante del Señor las ceremonias particulares a cada cosa.
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I Par 25:8
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Todos igualmente echaron suertes, clase por clase, entrando tanto los mayores como los menores, tanto los maestros como los discípu-los.
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I Par 25:8
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Todos igualmente echaron suertes, clase por clase, entrando tanto los mayores como los menores, tanto los maestros como los discípu-los.
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I Par 29:30
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con la historia de todo su reinado, y de las empresas de valor y acontecimientos que ocurrieron en su tiempo, tanto en Israel como en los demás reinos de las tierras vecinas.
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II Par 1:12
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te son otorgadas sabiduría y ciencia; y además te daré riquezas, y hacienda, y gloria en tanto grado, que ninguno de los reyes ni antes ni después de ti te igualará.
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II Par 5:12
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tanto los levitas como los cantores, esto es, los que estaban a las órdenes de Asaf, y los que estaban a las de Emán, y los que estaban a las de Iditún, sus hijos y hermanos, vestidos de lino finísimo, tañían címbalos, y salterios y cítaras, puestos en pie a la parte oriental del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban sus trompetas o clarines.
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II Par 8:15
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Y tanto los sacerdotes como los levitas observaron puntualmente todas cuantas órdenes les dio el rey sobre esto, y sobre la custodia de los tesoros.
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II Par 9:6
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Yo no acababa de creer a los que lo contaban, hasta tanto que yo misma he venido, y visto con mis propios ojos y palpado con mis manos, que apenas se me había dicho la mitad de tu sabiduría; tus virtudes exceden a lo que de ti publica la fama.
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II Par 9:27
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e hizo abundar tanto la plata en Jerusalén como las piedras, y los cedros como las higueras silvestres que crecen en los cam-pos.
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II Par 12:2
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Por tanto, el año quinto del reinado de Roboam (por haber pecado los israelitas contra el Señor), vino Sesac, rey de Egipto, contra Jerusalén ,
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II Par 13:12
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Por tanto el caudillo de nuestro ejército es Dios, y sus sacerdotes los que tocan los clarines y dan la señal contra vosotros. Oh hijos de Israel, no queráis pelear contra el Señor Dios de vuestros padres, porque no os tiene cuenta.
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II Par 13:17
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Con esto Abía y su gente hicieron en ellos gran destrozo, tanto que cayeron heridos quinientos mil valientes por parte de Israel.
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II Par 16:3
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Hay alianza entre yo y tú; al modo que la hubo entre mi padre y el tuyo; por tanto te remito ese oro y plata, para que, rompiendo el tratado que tienes hecho con Baasa, rey de Israel, le obligues a retirarse de mi país.
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II Par 19:2
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a cuyo encuentro vino Jehú, profeta, hijo de Hanani, y le dijo: Tú das socorro a un impío, y te estrechas en amistad con gente que aborrece al Señor; por tanto merecías experimentar la ira del Señor.
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II Par 20:25
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Llegó, pues, Josafat con todo su ejército para coger los despojos de los muertos; y hallaron entre los cadáveres muchas alhajas, y vestidos, y vasos preciosísimos, y lo cogieron todo; siendo tanto el botín, que no sabían cómo llevarlo, ni pudieron en tres días recoger todos los despojos.
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II Par 21:19
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De esta suerte, sucediéndose unos a otros los días y estaciones, se pasaron años; hasta que consumido lentamente de la podredumbre, tanto que arrojaba sus mismas entrañas, acabó al tiempo de pensar y de vivir. Muerto que fue de una tan horrible enfermedad, el pueblo no le celebró exequias, quemándole perfumes como a sus antecesores, según costumbre.
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II Par 28:9
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Había allí en aquella sazón un profeta del Señor, llamado Oded, el cual, saliendo al encuentro del ejército que venía a Samaria, les dijo: Habéis visto que el Señor Dios de vuestros padres, irritado contra los hijos de Judá, los ha entregado en vuestras manos; mas vosotros les habéis quitado la vida atrozmente; tanto que vuestra crueldad ha subido hasta el cielo.
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II Par 30:25
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Así pues, rebosaba de alegría toda la gente de Judá, junto con los sacerdotes y levitas, no menos que todo el concurso que había acudido de Israel, como también los extranjeros, tanto los del país de Israel, como los que habitaban en tierra de Judá.
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II Par 31:12
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metieron en ellos fielmente, tanto las primicias como los diezmos, y las ofrendas por voto. Se encargó la superintendencia o custodia de todo esto a Conenías, levita, y en segundo lugar a Semei, su hermano.
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II Par 32:26
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Mas después se humilló arrepentido de haberse ensoberbecido en su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén ; por cuya razón no descargó sobre ellos la ira del Señor, mientras vivió Ezequías .
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II Par 35:8
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También sus oficiales o magnates presentaron lo que espontáneamente habían ofrecido, tanto al pueblo como a los sacerdotes y levitas. Además Helcías sumo sacerdote, y Zacarías, y Jahiel, principales de la casa del Señor, dieron a los sacerdotes para celebrar la Pascua entre unas y otras dos mil seiscientas reses menores, y trescientos bueyes.
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II Par 35:25
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sobre todo Jeremías, cuyas lamentaciones sobre Josías repiten todos los cantores y cantoras hasta hoy día, tanto que ha venido a ser este uso como una ley en Israel. Se hallan escritas estas cosas entre las Lamentaciones.
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II Par 36:18
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Y transportó a Babilonia todos los vasos de la casa del Señor tanto los grandes como los pequeños, y los tesoros del templo, y del rey, y de los magnates.
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I Esd 2:63
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Y les dijo Atersata que no comiesen de las ofrendas santificadas, hasta tanto que se presentase un sumo sacerdote docto y perfecto.
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I Esd 3:5
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y además el holocausto perpetuo, tanto en las calendas como en todas las solemnidades consagradas al Señor, y siempre que se ofrecía espontáneamente ofrenda al Señor.
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I Esd 4:21
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Ahora, pues, oíd nuestra decisión: Prohibid a esa gente la reedificación de dicha ciudad, hasta tanto que yo quizá mande otra cosa.
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I Esd 8:16
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Por tanto, despaché a Eliezer, y Ariel, y Semeías, y Elnatán, y Jarib, y el otro Elnatán, y a Natán, y a Zacarías y a Mosollam personas principales, y a Joyarib y Elnatán, hombres sabios;
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I Esd 9:8
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Si bien ahora por un poco, y como por un momento, han sido admitidos nuestros ruegos por el Señor Dios nuestro, a fin de que fuesen puestos en libertad los restos de nuestro pueblo, y se nos diese estabilidad o morada segura en su lugar santo, y alumbrase el Señor Dios nuestros ojos, y nos concediese respirar algún tanto en nuestra esclavitud,
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I Esd 9:12
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por tanto no daréis vuestras hijas a sus hijos, ni tomaréis sus hijas por esposas de vuestros hijos, ni procuraréis jamás la amistad ni su prosperidad, si queréis haceros poderosos, y comer de los bienes de esta tierra, y dejarla a vuestros hijos en perpetua herencia.
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II Esd 5:5
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Ahora, bien, nuestra carne no es mas ni menos como la carne de estos ricos que son nuestros hermanos, y nuestros hijos valen tanto como los suyos, y, con todo, nosotros les vendemos por esclavos nustros hijos e hijas; y no tendremos con qué rescatar nuestras hijas de la esclavitud, y nuestros campos y viñas están en manos de otros.
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II Esd 7:65
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Y les dijo Atersata, esto es, Nehemías, que no comiesen de las carnes santificadas, hasta tanto que hubiese un sumo sacerdote docto y perfecto, que decidiese el punto.
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II Esd 8:17
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De esta suerte toda la multitud de los que habían vuelto de la cautividad hicieron sus tabernáculos, y habitaron en ellos; que nunca lo habían practicado los hijos de Israel como ahora con tanto gozo, desde el tiempo de Josué, hijo de Nun. Su regocijo fue sin igual.
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II Esd 13:25
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Por tanto los reprendí, y los maldije. E hice azotar algunos de ellos, y mesarles los cabellos, y que jurasen por Dios que no darían sus hijas a los hijos de los tales, ni tomarían de las hijas de ellos para sus hijos ni para sí mismos. Y dije:
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Tob 4:22
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Por tanto procura buscar modo cómo vayas allá, y recobres de él esa cantidad de dinero, devolviéndole su recibo.
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Tob 7:14
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y creo que por eso os ha traído a mi casa, a fin de que ésta reciba esposo de su parentela, según la ley de Moisés. Por tanto no dudes ya de que te la daré.
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Tob 8:16
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y volvió a dar la buena noticia; con lo que alabaron a Dios tanto Raguel como Ana, su mujer,
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