Juec 11:31
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el primero, sea el que fuere, que saliere de los umbrales de mi casa y se encontrare conmigo cuando yo vuelva victorioso de los amonitas, lo ofreceré al Señor en holocausto.
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Juec 13:17
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Y así le dijo: ¿Cuál es tu nombre, para que, cumplida que sea tu promesa, te demos las gracias?
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Juec 18:4
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El cual les respondió: Esto y esto hizo conmigo Micás; y me tiene asalariado para que sea su sacerdote.
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Juec 18:25
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Le replicaron los hijos de Dan: Guárdate de hablarnos más palabras sobre esto; no sea que se echen sobre ti los hombres llenos de indignación, y vengas a perecer con toda tu casa.
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Juec 19:20
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El anciano le respondió: La paz sea contigo; yo te daré todo lo necesario: te ruego únicamente que no te detengas más en la plaza.
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Juec 21:18
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No obstante, no podemos darles nuestras hijas, ligados como estamos con el juramento, y con la maldición que nos echamos, diciendo: Maldito sea el que diere alguna hija suya en matrimonio a los hijos de Benjamín.
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Rut 2:4
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Y he aquí que el mismo Booz llegó de Betlehem; y saludó a los segadores, diciendo: El Señor sea con vosotros. Los cuales le respondieron: Bendígate el Señor.
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Rut 2:19
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Le preguntó su suegra: ¿Dónde has espigado hoy, y dónde has empleado tu trabajo? Bendito sea el que se ha apidado de ti. Le declaró Rut en qué campo había espigado, y dijo que el amo de él se llamaba Booz.
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Rut 2:20
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A la cual contestó Noemí: Bendito sea el Señor; pues la misma buena voluntad que tuvo a los vivos, la conserva todavía a los difuntos. Y añadió: ese hombre es pariente nuestro.
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Rut 2:22
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Le respondió la suegra: Más vale, hija mía, que vayas a espigar entre sus criadas, no sea que en el rastrojo de otro, se te opusiese alguno a que espigases.
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Rut 3:13
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Descansa esta noche que venida la mañana, si él quiere quedarse contigo por el derecho de proximidad, sea en horabuena: mas si no quiere, vive el Señor que yo sin falta te tomaré: y así, duerme hasta mañana.
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Rut 4:11
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Entonces todo el pueblo que estaba en la puerta, respondió con los ancianos: Nosotros somos testigos. El Señor haga que esa mujer que entra en tu casa, sea como Raquel y Lía, las cuales fundaron la casa de Israel; para que sea como aquéllas dechado de virtud en Efrata, y tenga un nombre célebre en Betlehem;
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Rut 4:11
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Entonces todo el pueblo que estaba en la puerta, respondió con los ancianos: Nosotros somos testigos. El Señor haga que esa mujer que entra en tu casa, sea como Raquel y Lía, las cuales fundaron la casa de Israel; para que sea como aquéllas dechado de virtud en Efrata, y tenga un nombre célebre en Betlehem;
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Rut 4:12
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y sea tu casa como la casa de Fares (hijo de Tamar y de Judá), por la posteridad que el Señor te diere de esta joven.
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Rut 4:14
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Con este motivo, las mujeres dijeron a Noemí: Bendito sea el Señor que no ha permitido que faltase heredero en tu familia, y ha querido conservar el nombre de ella en Israel;
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Rut 4:15
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para que tengas tú también quien consuele tu alma, y sea el sostén de tu vejez. Pues que te ha nacido un niño de tu nuera, la cual te ama, y es para ti mucho mejor que si tuviéses siete hijos.
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I Rey 3:18
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Le manifestó, pues, Samuel, una por una todas las palabras, sin ocultarle nada; y Helí respondió: El es el Señor, haga lo que sea agradable a sus ojos.
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I Rey 9:5
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Venidos finalmente al territorio de Suf, dijo Saúl al criado que le acompañaba: Ven y volvámonos; no sea que mi padre, dejando ya el cuidado de las burras, esté en pena por nosotros.
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I Rey 12:3
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Declarad contra mí delante del Señor y de su ungido, si acaso yo he usurpado el buey o el asno u otra cosa de ninguna persona; si he calumniado a nadie, si le he oprimido; si he aceptado cohecho, ni regalo alguno de quienquiera que sea, que hoy os satisfaré, y lo restituiré.
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I Rey 14:24
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Se reunieron entonces los israelitas; y Saúl juramentó al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que probare bocado antes de la noche, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos. Y toda la gente se abstuvo de comer.
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I Rey 14:28
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Entonces le advirtió uno del pueblo, diciéndole: Tu padre ha obligado al pueblo con juramento, diciendo: Maldito sea el hombre que probare hoy bocado. (Estaban ya todos desfallecidos).
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I Rey 15:6
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Y dijo a los cineos: Marchad, retiraos, y separaos de los amalecitas, no sea que os destruya con ellos; por cuanto vosotros ejercisteis la misericordia con los hijos de Israel, cuando venían de Egipto. Se retiraron, pues, los cineos de entre los amalecitas.
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I Rey 16:17
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Respondió Saúl a sus criados: Enhorabuena, buscadme alguno que sea hábil en tañer y cantar, y traédmele.
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I Rey 17:37
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Y añadió David: El Señor que me libró de las garras del león y del oso, él mismo me librará también de las manos de ese filisteo. Dijo Saúl a David: Anda, pues, y el Señor sea contigo.
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I Rey 18:17
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Por lo que dijo Saúl a David: He aquí a Merob, mi hija mayor, voy a dártela por esposa. Tú sobre todo sé valiente, y pelea al servicio del Señor. Al mismo tiempo decía Saúl para consigo: No sea yo el que lo mate; sino sean los filisteos los que lo hagan.
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I Rey 18:21
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Porque dijo Saúl interiormente: Se la daré, para que sea ella la causa de su ruina, y muera a manos de los filisteos. Y así dijo Saúl a David: Por dos títulos o servicios vas a ser luego mi yerno.
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I Rey 19:15
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Despachó segunda vez otras gentes con orden de ver a David, diciéndoles: Traédmelo acá en su cama, para que sea muerto.
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I Rey 20:13
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no hagáis, oh Señor, bien a Jonatás, sino mucho mal. Pero si continuare la mala voluntad de mi padre contra ti, te lo avisaré también, y te daré licencia a fin de que te vayas en paz, y el Señor sea contigo, como estuvo con mi padre.
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I Rey 20:23
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En cuanto a lo que tú y yo hemos tratado, sea el Señor para siempre testigo entre los dos.
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I Rey 20:42
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En conclusión Jonatás le dijo a David: Vete en paz; todo aquello que los dos hemos jurado en el nombre del Señor, diciendo: El Señor sea testigo entre mí y entre ti, entre mi descendencia y la tuya para siempre...
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I Rey 21:4
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Ahora, pues, si tienes a mano aunque no sea más que cinco panes, dámelos, o cualquier cosa que hallares pues tenemos gran necesidad.
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I Rey 25:6
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y decidle: La paz o felicidad sea con mis hermanos y contigo, y paz a tu casa, y paz a todas cuantas cosas tienes.
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I Rey 25:32
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Respondió David a Abigaíl: Bendito sea el Señor Dios de Israel por haberte hoy enviado a mi encuentro, y bendito sea el consejo que me has dado.
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I Rey 25:32
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Respondió David a Abigaíl: Bendito sea el Señor Dios de Israel por haberte hoy enviado a mi encuentro, y bendito sea el consejo que me has dado.
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I Rey 25:39
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Y habiendo sabido David la muerte de Nabal, dijo: Bendito sea el Señor que me ha vengado de la afrenta que me hizo Nabal y que preservó a su siervo del mal que iba a hacer, y que ha hecho recaer la iniquidad de Nabal sobre su propia cabeza. Envió después David a tratar con Abigaíl sobre casarse con ella.
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I Rey 26:20
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Ahora, pues, no sea derramada en tierra mi sangre en presencia del Señor. ¿Y era necesario que el rey de Israel saliese a campaña para preseguir a una pulga, así como se va tras de una perdiz en los montes?
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I Rey 26:24
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Pues así como tu vida ha sido hoy tan estimada en mis ojos, así lo sea también la mía en los ojos del Señor, y me libre él de cualquier tribulación.
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I Rey 27:11
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No dejaba David hombre ni mujer con vida; ni conducía prisionero ninguno a Get. No sea caso, decía, que hablen contra nosotros. Esta era la conducta de David, y éste era su proceder todo el tiempo que habitó en el país de los filisteos.
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I Rey 29:4
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Mas los príncipes de los filisteos se irritaron contra él, y le dijeron: Retírese ese hombre, y quédese allá en el lugar que le señalaste, y no venga con nosotros a la guerra, no sea que comenzando el combate se revuelva contra nosotros; porque, ¿de qué otro modo podrá aplacar a su Señor, sino a costa de nuestras cabezas?
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II Rey 1:20
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¡Ah! No sea contada en Get esta nueva; no sea contada en las plazas de Ascalón; para que no hagan fiestas por ellas las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
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II Rey 1:20
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¡Ah! No sea contada en Get esta nueva; no sea contada en las plazas de Ascalón; para que no hagan fiestas por ellas las hijas de los filisteos, para que no salten de gozo las hijas de los incircuncisos.
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II Rey 7:26
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para que tu nombre sea eternamente engrandecido, y se diga: El Señor de los ejércitos es el Dios de Israel. Sí, la casa de tu siervo David será estable delante del Señor;
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II Rey 10:12
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Pórtate como hombre de valor, y peleemos por nuestro pueblo y por la ciudad de nuestro Dios; por lo demás el Señor dispondrá lo que sea de su mayor agrado.
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II Rey 11:15
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Decía en ella: Pon a Urías al frente en donde esté lo más recio del combate; y desamparadle para que sea herido y muera.
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II Rey 15:14
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Entonces David dijo a sus criados, que tenía consigo en Jerusalén : Daos prisa, huyamos; de lo contrario vamos a caer en manos de Absalón; apresurémonos a salir; no sea que nos sorprenda, y se arroje sobre nosotros, y pase a cuchillo la ciudad.
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II Rey 17:16
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Ahora, pues, enviad cuanto antes a decir a David: No pares esta noche en las campiñas del desierto; antes bien pasa sin dilación a la otra parte del Jordán. No suceda que sea arrollado el rey con toda su gente.
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II Rey 18:28
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En esto Aquímaas gritando de lejos, dijo al rey: Señor, Dios te guarde. Y postrándose en tierra delante del rey, y haciéndole profundo acatamiento, dijo: Bendito sea el Señor Dios tuyo que ha entregado en tus manos a los que se habían sublevado contra el rey, mi señor.
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II Rey 19:37
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y te suplico que dejes volver a este tu siervo a morir en su patria, y a que sea sepultado junto a su padre y a su madre. Aquí tienes a mi hijo Camaán, tu siervo; éste puede ir contigo, mi rey y señor; y haz con él lo que bien te parezca.
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II Rey 20:6
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Por lo que dijo David a Abisai: Ahora nos ha de dar más que hacer Seba, hijo de Bocri, que Absalón, y corre tras él, no sea que se apodere de algunas de las ciudades fuertes, y se nos escape de las manos.
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II Rey 22:44
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Tú me libertarás, Señor, de las contradicciones de mi pueblo; me conservarás para que sea yo la cabeza de las naciones; un pueblo a quien no conozco me servirá.
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