Col 1:14
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por cuya sangre hemos sido nosotros rescatados y recibido la remisión de los pecados,
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Col 1:20
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y reconciliar por él todas las cosas consigo, restableciendo la paz entre cielo y tierra por medio de la sangre que derramó en la cruz.
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Heb 2:14
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Y por cuanto los hijos tienen comunes la carne y sangre, él también participó de las mismas cosas, para destruir por su muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo,
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Heb 2:16
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Porque no tomó jamás la naturaleza de los ángeles, sino que tomó la sangre de Abrahán.
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Heb 7:5
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Lo cierto es que aquellos de la tribu de Leví que son elevados al sacerdocio, tienen por la ley orden o derecho de cobrar los diezmos del pueblo, esto es, de sus hermanos; aunque también éstos mismos vengan como ellos de la sangre de Abrahán.
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Heb 9:7
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pero en el segundo el solo sumo sacerdote, una vez al año, no sin llevar allí sangre, la cual ofrecía por sus ignorancias y por las del pueblo,
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Heb 9:12
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y presentándose no con sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino con la sangre propia, entró una sola vez para siempre en el santuario del cielo habiendo obtenido una eterna redención del género humano.
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Heb 9:12
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y presentándose no con sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino con la sangre propia, entró una sola vez para siempre en el santuario del cielo habiendo obtenido una eterna redención del género humano.
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Heb 9:13
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Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la ternera sacrificada, esparcida sobre los inmundos, los santifica en orden a la purificación legal de la carne,
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Heb 9:14
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¿cuánto más la sangre de Cristo , el cual por impulso del Espíritu Santo se ofreció a sí mismo inmaculado a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas de los pecados, para que tributemos un verdadero culto al Dios vivo?
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Heb 9:18
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Por eso ni aun aquel primer Testamento fue celebrado sin sangre,
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Heb 9:19
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puesto que Moisés, después que hubo leído todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando de la sangre de los novillos, y de los machos cabríos, mezclada con agua, lana teñida de carmesí o de grana, y el hisopo, roció al mismo libro de la ley, y también a todo el pueblo,
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Heb 9:20
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diciendo: Esta es la sangre que servirá de sello del Testamento que Dios os ha ordenado o hecho en favor vuestro.
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Heb 9:21
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Y así mismo roció con sangre el Tabernáculo, y todos los vasos del ministerio.
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Heb 9:22
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Y según la ley casi todas las cosas se purifican con sangre, y sin derramamiento de sangre no se hace la remisión.
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Heb 9:22
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Y según la ley casi todas las cosas se purifican con sangre, y sin derramamiento de sangre no se hace la remisión.
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Heb 9:25
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y no para ofrecerse muchas veces a sí mismo como entra el sumo sacerdote de año en año en el lugar santísimo con sangre ajena y no propia.
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Heb 10:4
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porque es de suyo imposible que con sangre de toros y de machos cabríos se quiten los pecados.
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Heb 10:19
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Esto supuesto, hermanos, teniendo la firme esperanza de entrar en el lugar santísimo o santuario del cielo, por la sangre de Cristo ,
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Heb 10:29
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Pues ahora, ¿cuánto más acerbos suplicios, si lo pensáis, merecerá aquel que hollare al Hijo de Dios, y tuviese por vil e inmunda la sangre divina del Testamento, por la cual fue santificado, y ultrajare al Espíritu Santo autor de la gracia?
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Heb 11:28
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Por la fe celebró la Pascua , e hizo aquella aspersión de la sangre del cordero; a fin de que no tocase a los suyos el ángel exterminador, que iba matando a los primogénitos de los egipcios.
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Heb 12:4
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Pues aun no habéis resistido hasta derramar la sangre, como Jesucristo, combatiendo contra el pecado;
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Heb 12:24
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y a Jesús mediador de la nueva alianza, y a la aspersión de aquella su sangre que habla mejor que la de Abel.
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Heb 13:11
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Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre por el pecado ofrece el sumo sacerdote en el santuario, son quemados enteramente fuera de los alojamientos o de la población;
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Heb 13:12
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que aun por eso Jesús , para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de la puerta de la ciudad.
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Heb 13:20
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Y el Dios de la paz que resucitó de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, Jesucristo Señor nuestro, por la virtud y méritos de la sangre del eterno Testamento,
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I Ped 1:2
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elegidos según la previsión, o predestinación, de Dios Padre, para ser santificados del Espíritu Santo, y obedecer a Jesucristo, y ser rociados con su sangre, muchos aumentos de gracia y de paz.
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I Ped 1:19
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sino con la sangre preciosa de Cristo como de un cordero inmaculado y sin tacha,
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I Jn 1:7
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Pero si caminamos a la luz de la fe y santidad como él está así mismo en la luz, se sigue de ahí que tenemos nosotros una común y mutua unión, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos purifica de todo pecado.
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I Jn 5:6
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Jesucristo es el que vino a lavar nuestros pecados con agua y sangre, no vino con el agua solamente, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu es el que testifica que Cristo es la misma verdad.
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I Jn 5:6
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Jesucristo es el que vino a lavar nuestros pecados con agua y sangre, no vino con el agua solamente, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu es el que testifica que Cristo es la misma verdad.
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I Jn 5:8
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Y tres son los que dan testimonio en la tierra:El espíritu y el agua, y la sangre; y estos tres testigos son para confirmar una misma cosa.
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Apoc 1:5
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y de parte de Jesucristo, el cual es testigo fiel, primogénito, o el primero que resucitó de entre los muertos, y soberano de los reyes de la tierra, el cual nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
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Apoc 5:9
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Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres, Señor, de recibir el libro y de abrir sus sellos; porque tú has sido entregado a la muerte, y con tu sangre nos has rescatado para Dios de todas las tribus, y lenguas, y pueblos y naciones,
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Apoc 6:10
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Y clamaban a grandes voces, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor (tú que eres santo y veraz), difieres hacer justicia y vengar nuestra sangre contra los que habitan en la tierra?
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Apoc 6:12
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Vi así mismo cómo abrió el sexto sello; y al punto se sintió un gran terremoto, y el sol se puso negro como un saco de cilicio, o de cerda, y la luna se volvió toda roja como sangre.
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Apoc 7:14
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Yo le dije: Mi señor, tú lo sabes. Entonces me dijo: Estos son los que han venido de una tribulación grande, y lavaron sus vestiduras, y las blanquearon, o purificaron, en la sangre del Cordero.
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Apoc 8:7
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Tocó, pues, el primer ángel la trompeta; y se formó una tempestad de granizo y fuego, mezclados con sangre, y descargó sobre la tierra, con lo que la tercera parte de la tierra se abrasó, y con ella se quemó la tercera parte de los árboles, y toda la hierba verde.
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Apoc 8:8
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El segundo ángel tocó también la trompeta; y al momento se vio caer en el mar como un gran monte, todo de fuego, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre;
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Apoc 11:6
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Los mismos tienen poder de cerrar el cielo, para que no llueva en el tiempo que ellos profeticen, y tienen también potestad sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para afligir la tierra con toda suerte de plagas siempre que quisieren.
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Apoc 12:11
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Y ellos le vencieron por los méritos de la sangre del Cordero, y en virtud de la palabra de la fe que han confesado, y por la cual desamaron sus vidas hasta perderlas por obedecer a Dios.
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Apoc 14:20
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Y la vendimia fue pisada en el lagar fuera de la ciudad santa, y corrió sangre del lagar en tanta abundancia que llegaba hasta los frenos de los caballos por espacio de mil seiscientos estadios.
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Apoc 16:3
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El segundo ángel derramó su taza en el mar y quedó convertido en sangre como de un cuerpo muerto; y todo animal viviente en el mar murió.
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Apoc 16:4
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El tercer ángel derramó su taza sobre los ríos y sobre los manantiales de aguas, y se convirtieron en sangre.
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Apoc 16:6
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Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, sangre les has dado a beber, que bien lo merecen.
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Apoc 16:6
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Porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, sangre les has dado a beber, que bien lo merecen.
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Apoc 17:6
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Y vi a esta mujer embriagada con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús . Y al verla quedé sumamente atónito.
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Apoc 17:6
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Y vi a esta mujer embriagada con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús . Y al verla quedé sumamente atónito.
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Apoc 18:24
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Al mismo tiempo se halló en ella la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra.
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Apoc 19:2
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porque verdaderos son y justos sus juicios, pues ha condenado a la gran ramera, la cual estragó la tierra con su prostitución, y ha vengado la sangre de sus siervos, derramada por las manos de ella.
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