Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

salud

II Mac 9:20 Si gozáis de salud, tanto vosotros como vuestros hijos, y si os sucede todo según lo deseáis, nosotros damos por ello a Dios muchas gracias.
II Mac 9:22 no porque desespere de mi salud, antes confío mucho que saldré de esta enfermedad;
II Mac 11:16 La carta que Lisias escribió a los judíos era del tenor siguiente: Lisias al pueblo de los judíos, salud:
II Mac 11:22 La carta del rey decía así: El rey Antíoco a Lisias su hermano, salud.
II Mac 11:27 La carta del rey a los judíos era del tenor siguiente: El rey Antíoco al Senado de los judíos y a todos los demás judíos, salud:
II Mac 11:34 Asimismo los romanos enviaron también una carta en estos términos: Quinto Memmio y Tito Manilio, legados de los romanos, al pueblo de los judíos, salud.
Mt 13:15 Porque ha endurecido este pueblo su corazón, y ha cerrado sus oídos, y tapado sus ojos a fin de no ver con ellos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón, por miedo de que, convirtiéndose, yo le dé la salud.
Mc 11:9 Y tanto los que iban delante, como los que seguían detrás, le aclamaban diciendo: ¡Hosanna, salud y gloria!
Lc 6:19 Y todo el mundo procuraba tocarle; porque salía de él una virtud que daba la salud a todos.
Lc 9:2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a dar la salud a los enfermos.
Lc 9:11 Lo que sabido por los pueblos se fueron tras él; y los recibió Jesús con amor, y les hablaba del reino de Dios, y daba salud a los que carecían de ella.
Lc 15:27 El cual le respondió: Ha vuelto tu hermano, y tu padre ha mandado matar un becerro cebado, por haberle recobrado en buena salud.
Jn 4:22 Vosotros adoráis lo que no conocéis, pues sabéis poco de Dios; pero nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salud o el Salvador procede de los judíos.
Hech 2:39 porque la promesa de este don es para vosotros, y para vuestros hijos, y para todos los que ahora están lejos de la salud, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro.
Hech 15:23 remitiendo por sus manos esta carta: Los apóstoles y los presbíteros hermanos, a nuestros hermanos convertidos de la gentilidad, que están en Antioquía, Siria y Cilicia, salud.
Hech 20:32 Y ahora, por último, os encomiendo a Dios, y a la palabra o promesa de su gracia, a aquel que puede acabar el edificio de vuestra salud, y haceros participar de su herencia con todos los santos.
Hech 23:26 Claudio Lisias al óptimo gobernador Félix, salud.
Hech 23:30 Y avisado después de que los judíos le tenían urdidas acechanzas, te lo envío a ti, previniendo también a sus acusadores que recurran a tu tribunal. Ten salud.
Hech 28:27 Porque embotando este pueblo su corazón, ha tapado sus oídos, y apretado las pestañas de sus ojos, de miedo que con ellos vean y oigan con sus oídos, y entiendan con el corazón, y así se conviertan, y yo les dé la salud.
Hech 28:28 Por tanto tened entendido todos vosotros, que a los gentiles es enviada esta salud de Dios, y ellos la recibirán.
Rom 9:3 hasta desear yo mismo ser apartado de Cristo por la salud de mis hermanos, que son mis deudos según la carne,
Rom 11:11 Mas esto supuesto, pregunto: ¿Los judíos están caídos para no levantarse jamás? No por cierto. Pero su caída ha venido a ser una ocasión de salud para los gentiles, a fin de que el ejemplo de los gentiles les excite la emulación para imitar su fe.
Rom 13:11 Cumplamos, pues, con él, y tanto más que sabemos que el tiempo insta, y que ya es hora de despertarnos de nuestro largo letargo. Pues estamos más cerca de nuestra salud, que cuando recibimos la fe.
II Cor 1:6 Porque si somos atribulados, lo somos para vuestra edificación y salud; si somos consolados, lo somos para vuestra consolación; si somos confortados, lo somos para confortación y salvación vuestra, cuya obra se perfecciona con la paciencia con que sufrís las mismas penas que igualmente sufrimos nosotros.
II Cor 7:10 Puesto que la tristeza que es según Dios, produce una penitencia constante para la salud, cuando la tristeza del siglo causa la muerte.
II Cor 12:15 Yo por mi gusto expenderé cuanto tenga, y aun me entregaré a mí mismo por la salud de vuestras almas, a pesar de parecerme que cuanto más os quiero, soy menos querido de vosotros.
Ef 1:13 En él habéis esperado también vosotros los gentiles, luego que habéis oído la palabra de la verdad (el evangelio de vuestra salud) y en quien habiendo así mismo creído, recibisteis el sello del Espíritu Santo que estaba prometido,
Ef 6:17 Tomad también el yelmo de la salud; y empuñad la espada espiritual o del espíritu (que es la palabra de Dios);
Filip 1:6 Porque yo tengo una firme confianza, que quien ha empezado en vosotros la buena obra de vuestra salud, la llevará a cabo hasta el día de la venida de Jesucristo;
I Tes 5:8 Nosotros que somos hijos del día, o de la luz de la fe, vivamos en sobriedad, vestidos de cota de fe y de caridad, y teniendo por casco la esperanza de la salud eterna;
I Tes 5:9 porque no nos ha puesto Dios para blanco de venganza, sino para hacernos adquirir la salud por nuestro Señor Jesucristo,
Heb 1:14 ¿Por ventura no son todos ellos unos espíritus que hacen el oficio de servidores o ministros enviados de Dios, para ejercer su ministerio en favor de aquellos que deben ser los herederos de la salud?
Heb 2:3 ¿cómo lo evitaremos nosotros, si desatendemos la buena nueva de tan gran salud? La cual habiendo comenzado el Señor a predicarla, ha sido después confirmada hasta nosotros por los que la habían oído,
Heb 9:28 así también Cristo ha sido una sola vez inmolado u ofrecido en sacrificio para quitar de raíz los pecados de muchos, y otra vez aparecerá no para expiar los pecados ajenos, sino para dar la salud eterna a los que le esperan con viva fe.
I Ped 1:5 a quienes la virtud de Dios conserva por medio de la fe para haceros gozar de la salud, que ha de manifestarse claramente en los últimos tiempos.
I Ped 1:9 alcanzando por premio de vuestra fe la salud de vuestras almas.
I Ped 1:10 De la cual salud tanto inquirieron e indagaron los profetas, los cuales pronunciaron la gracia que había de haber en vosotros,
I Ped 2:2 como niños recién nacidos, apeteced con ansia la leche del espíritu, pura o sin mezcla de fraude, para que con ella vayáis creciendo en salud y robustez,
III Jn 1:2 Carísimo, ruego a Dios que te prospere en todo, y goces salud, como la goza dichosamente tu alma.
Judas 1:3 Carísimos, habiendo deseado vivamente antes de ahora escribiros acerca de vuestra común salud, me hallo en la necesidad de practicarlo, para exhortaros a que peleéis valerosamente por la fe, o doctrina, que ha sido enseñada una vez a los santos.