Jos 8:33
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Y todo el pueblo, tanto los extranjeros como los naturales, y los ancianos, y los caudillos y jueces, estaban en pie al uno y al otro lado del Arca , en frente de los sacerdotes que llevaban en hombros el Arca del Testamento del Señor. La mitad de ellos junto al monte Garizim, y la otra mitad junto al monte Hebal, como lo había ordenado Moisés, siervo del Señor. Y ante todas cosas Josué bendijo al pueblo de Israel.
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Juec 18:30
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Y en ella colocaron la imagen, y establecieron a Jonatam, hijo de Gersam, hijo de Moisés y a sus descendientes por sacerdotes en toda la tribu de Dan hasta el día de su cautiverio.
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I Rey 1:3
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Subía este hombre desde su ciudad a Silo en los días señalados a adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos. Allí residían entonces los dos hijos de Helí: Ofni y Finees, sacerdotes del Señor.
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I Rey 2:13
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ni la obligación de los sacerdotes para con el pueblo, sino que cuando alguno, fuese el que fuese, había inmolado una víctima, venía el criado del sacerdote, mientras se cocían las carnes, y trayendo en su mano un garfio u horquilla de tres dientes,
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I Rey 5:5
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de suerte que sólo el tronco de Dagón había quedado allí donde cayó. Por esta razón, aún en el día de hoy, los sacerdotes de Dagón, y todos los que entran en su templo, no ponen el pie sobre el umbral del templo de Dagón en Azoto.
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I Rey 6:2
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Y convocando los filisteos a los sacerdotes y adivinos, les dijeron: ¿Qué haremos del arca del Señor? Instruidnos en qué forma debamos remitirla a su lugar. A lo que les respondieron:
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I Rey 22:12
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Envió luego el rey a llamar al sumo sacerdote Aquimelec, hijo de Aquitob, y a todos los sacerdotes de la casa de su padre, que se hallaban en Nobe; los cuales vinieron todos a presentarse al rey.
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I Rey 22:18
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Y en seguida dijo el rey a los de su guardia, que le rodeaban: Embestid y matad a los sacerdotes del Señor; porque están coligados con David y sabiendo que iba huido, no me lo denunciaron. Pero los criados del rey no quisieron poner sus manos en los sacerdotes del Señor.
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I Rey 22:18
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Y en seguida dijo el rey a los de su guardia, que le rodeaban: Embestid y matad a los sacerdotes del Señor; porque están coligados con David y sabiendo que iba huido, no me lo denunciaron. Pero los criados del rey no quisieron poner sus manos en los sacerdotes del Señor.
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I Rey 22:19
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Entonces dijo el rey a Doeg: Embiste tú, y arrójate sobre los sacerdotes. Y embistiendo Doeg, idumeo, se arrojó sobre los sacerdotes, matando en aquel día ochenta y cinco varones que vestían el efod de lino.
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I Rey 22:19
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Entonces dijo el rey a Doeg: Embiste tú, y arrójate sobre los sacerdotes. Y embistiendo Doeg, idumeo, se arrojó sobre los sacerdotes, matando en aquel día ochenta y cinco varones que vestían el efod de lino.
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I Rey 22:20
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Después de esto pasó a cuchillo a Nobe, ciudad de los sacerdotes, matando a hombres y mujeres, muchachos y niños de pecho, hasta los bueyes, los asnos y las ovejas.
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I Rey 22:22
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Y le contó cómo Saúl había hecho matar a los sacerdotes del Señor.
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I Rey 28:6
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Consultó, pues, al Señor; mas no le respondió, ni por sueños, ni por los sacerdotes, ni por los profetas.
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II Rey 8:17
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Sadoc, hijo de Aquitob, y Aquimelec, hijo de Abiatar, eran los sumos sacerdotes, y Saraías le servía de escribano.
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II Rey 15:35
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Allí tienes contigo a Sadoc y Abiatar, sumos sacerdotes; todo cuanto oyeres decir en la casa del rey, se lo comunicarás a ellos.
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II Rey 17:15
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En seguida dijo Cusai a los sumos sacerdotes Sadoc y Abiatar: Esto y esto ha aconsejado Aquitofel a Absalón y a los ancianos de Israel; y yo le he aconsejado esto otro.
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II Rey 19:11
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Advertido el rey David de esta buena disposición de todo Israel a su favor, envió a decir a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Hablad a los ancianos de Judá y decidles: ¿Cómo sois los últimos en procurar que el rey vuelva a su casa?
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II Rey 20:25
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Siva escribano; y Sadoc y Abiatar sumos sacerdotes,
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III Rey 4:4
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Banaías, hijo de Joíada, general de los ejércitos; Sadoc y Abiatar, sumos sacerdotes;
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III Rey 8:3
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Y acudieron todos los ancianos de Israel; y los sacerdotes tomaron el arca del Señor,
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III Rey 8:4
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y el Tabernáculo de la alianza en que estaba y todos los vasos del santuario que había en el Tabernáculo, y los llevaban los sacerdotes y levitas.
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III Rey 8:6
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Por fin, los sacerdotes colocaron el arca del Señor en el lugar destinado del oráculo del Templo, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.
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III Rey 8:10
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Y sucedió que al salir los sacerdotes del santuario, una niebla llenó la casa del Señor;
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III Rey 8:11
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de manera que los sacerdotes no podían estar allí para ejercer su ministerio por causa de la niebla; porque la gloria del Señor tenía ocupada de lleno la casa del Señor.
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III Rey 12:31
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Hizo también adoratorios en lugares elevados, y puso por sacerdotes a gentes del vulgo, y que no eran del linaje de Leví;
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III Rey 12:32
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y estableció un día de fiesta solemne en el mes octavo, a los quince del mes, a semejanza de la solemnidad que se celebraba en Judá; subiendo él mismo al altar que había erigido en Betel, ofreció por su mano sacrificios a los becerros de oro que había fabricado; y estableció en Betel sacerdotes en los adoratorios de los lugares elevados que había erigido.
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III Rey 13:2
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y exclamó contra el altar, diciendo de parte del Señor: Altar, altar, oye lo que dice el Señor: Tiempo vendrá en que ha de nacer en la familia de David un hijo que se llamará Josías; el cual hará degollar sobre ti los sacerdotes de los lugares altos, que ahora queman sobre ti inciensos, y él quemará sobre ti huesos de hombres.
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III Rey 13:33
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Después de todos estos sucesos, no se convirtió Jeroboam de su vida perversa; antes al contrario, creó sacerdotes de los lugares altos, hombres del común del pueblo; todo el que quería se consagraba, y quedaba hecho sacerdote de los lugares altos.
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IV Rey 10:11
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Hizo, pues, matar Jehú a cuantos habían quedado en la familia de Acab en Jezrael, y a todos sus magnates, y familiares, y sacerdotes, sin dejar ninguno con vida.
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IV Rey 10:19
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Ahora, pues, convocadme a todos los profetas de Baal, y a sus adoradores todos, y a todos sus sacerdotes; ninguno deje de venir, porque voy a hacer un sacrificio grandioso a Baal; todo aquel que faltare, morirá. Mas Jehú trazaba todo esto astutamente para acabar con todos los adoradores de Baal.
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IV Rey 12:4
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Y Joás había dicho a los sacerdotes: Todo el dinero de cosas consagradas que fuere presentado en el templo del Señor por los forasteros que pasaren, y el que se ofrece por rescate de la persona, y el que voluntariamente y al arbitrio de su corazón trae cada cual al templo del Señor,
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IV Rey 12:5
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lo han de recibir los sacerdotes según su turno para reparar las quiebras de la casa del Señor, según vieren que necesite repararse alguna cosa.
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IV Rey 12:6
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Sin embargo, los sacerdotes no habían cuidado hasta el año veintitrés del reinado de Joás de hacer los reparos del templo.
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IV Rey 12:7
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Entonces llamó el rey Joás al sumo sacerdote Joíada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no habéis hecho los reparos en la construcción del templo? No tenéis, pues, que recibir de aquí en adelante el dinero en vuestros turnos o semanas, sino dejadlo para reparar el templo.
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IV Rey 12:8
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Y así se prohibió a los sacerdotes continuar recibiendo del pueblo el dinero, y cuidar de la construcción y reparos de la casa.
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IV Rey 12:9
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Entonces el sumo sacerdote Joíada mandó hacer una arca , y abrir encima de ella un agujero; y la colocó cerca del altar, a mano derecha de los que entraban en la Casa del Señor. Y los sacerdotes que estaban de guardia en las puertas echaban en ella todo el dinero que se ofrecía al templo del Señor.
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IV Rey 12:16
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Es de advertir que no se metía en el templo del Señor el dinero ofrecido por los delitos, o por los pecados, pues éste era propio de los sacerdotes.
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IV Rey 17:27
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En consecuencia el rey de los asirios dio orden diciendo: Llevad allá uno de los sacerdotes que se han traído de allí cautivos, y vaya a habitar con ellas, y enséñeles el culto del Dios de aquel país.
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IV Rey 17:28
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Habiendo, pues, ido uno de los sacerdotes que habían sido traídos cautivos de Samaria, habitó en Betel, y les enseñaba la manera de honrar al Señor.
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IV Rey 17:32
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y no obstante todos estos pueblos adoraban al Señor. Crearon del bajo pueblo sacerdotes para los lugares altos, y los colocaban en los adoratorios de las alturas.
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IV Rey 19:2
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Y envió a Eliacim, su mayordomo mayor, y a Sobna, su secretario, y a los más ancianos de los sacerdotes cubiertos de sacos, a hablar a Isaías profeta, hijo de Amós,
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IV Rey 23:2
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Y subió el rey al templo del Señor, acompañado de todos los varones de Judá y de los moradores de Jerusalén , de los sacerdotes y profetas, y de todo el pueblo, pequeños y grandes, y leyó delante de ellos todas las palabras del Libro de la Alianza hallado en la casa del Señor.
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IV Rey 23:4
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Al mismo tiempo mandó el rey al sumo sacerdote Helcías y a los sacerdotes de segundo orden, y a los porteros, que arrojasen del templo del Señor todos los vasos o alhajas consagradas a Baal, y al ídolo del bosque, y a todos los astros del cielo, y los quemó fuera de Jerusalén en el valle de Cedrón, e hizo llevar las cenizas a Betel.
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IV Rey 23:8
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Recogió también a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá y profanó los lugares altos, donde sacrificaban los sacerdotes, desde Gabaa hasta Bersabee, y derribó los altares de las puertas de Jerusalén , situados a la entrada de la casa o puerta de Josué, príncipe de la ciudad, que habitaba a mano izquierda de la puerta de la ciudad.
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IV Rey 23:8
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Recogió también a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá y profanó los lugares altos, donde sacrificaban los sacerdotes, desde Gabaa hasta Bersabee, y derribó los altares de las puertas de Jerusalén , situados a la entrada de la casa o puerta de Josué, príncipe de la ciudad, que habitaba a mano izquierda de la puerta de la ciudad.
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IV Rey 23:9
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Y de allí en adelante los sacerdotes que habían sacrificado en las alturas subieron al altar del Señor en Jerusalén ; sólo se le permitía comer los panes ázimos en compañía de sus hermanos.
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IV Rey 23:20
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Y degolló a todos los sacerdotes de las alturas, que estaban allí encargados de los altares; y quemó sobre estos altares huesos humanos, y volvió a Jerusalén .
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I Par 9:2
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Los que después habitaron los primeros en sus posesiones y ciudades fueron de cuatro clases; israelitas, sacerdotes, levitas, y los natineos.
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I Par 9:10
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De los sacerdotes fueron Jedaya, Joyarib y Joaquín.
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