Mt 26:39
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Y adelantándose algunos pasos, se postró en tierra, caído sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, no me hagas beber este cáliz; pero, no obstante, no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú.
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Mc 14:36
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¡Oh Padre, Padre!, decía, todas las cosas te son posibles, aparta de mí este cáliz. Mas no sea lo que yo quiero, sino lo que tú.
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Lc 4:6
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y le dijo: Yo te daré todo este poder y la gloria de estos reinos; porque se me han dado a mí, y los doy a quien quiero.
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Lc 12:5
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Yo quiero mostraros a quién habéis de temer: Temed al que, después de quitar la vida, puede arrojar al infierno. A éste es, os repito, a quien habéis de temer.
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Lc 16:2
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Le llamó, pues, y le dijo: ¿Qué es esto que oígo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque no quiero que en adelante cuides de mi hacienda.
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Lc 20:3
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Pero Jesús , por respuesta, les dijo a ellos: También yo quiero haceros una pregunta, respondedme:
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Lc 20:8
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Entonces Jesús les dijo: Tampoco yo quiero deciros con qué autoridad hago estas cosas.
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Jn 21:22
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Le respondió Jesús : Si yo quiero que así se quede hasta mi venida, ¿a ti qué te importa? Tú sígueme a mí.
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Jn 21:23
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Y de aquí se originó la voz que corrió entre los hermanos, de que este discípulo no moriría. Mas no le dijo Jesús : No morirá, sino: Si yo quiero que así se quede hasta mi venida, ¿a ti qué te importa?
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Hech 18:15
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mas si éstas son cuestiones de palabras, y de nombres, y cosas de vuestra ley, allá os las hayáis, que yo no quiero meterme a juez de esas cosas.
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Hech 22:21
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Pero el Señor me dijo: Anda, que yo te quiero enviar lejos de aquí hacia los gentiles.
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Rom 1:12
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quiero decir, para que hallándome entre vosotros podamos consolarnos mutuamente los unos a los otros, por medio de la fe, que es común a vosotros y a mí.
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Rom 1:13
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Mas no quiero, hermanos, que dejéis de saber, que muchas veces he propuesto hacer este viaje, para lograr también entre vosotros algún fruto, así como entre las demás naciones; pero hasta ahora no me ha sido posible.
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Rom 7:18
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Que bien conozco que nada de bueno hay en mí, quiero decir en mi carne. Pues aunque hallo en mí la voluntad para hacer el bien, no hallo cómo cumplirla.
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Rom 7:19
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Por cuanto no hago el bien que quiero; antes bien hago el mal que no quiero.
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Rom 7:19
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Por cuanto no hago el bien que quiero; antes bien hago el mal que no quiero.
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Rom 7:20
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Mas si hago lo que no quiero, ya no lo ejecuto yo, sino el pecado que habita en mí.
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Rom 7:21
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Y así es que, cuando yo quiero hacer el bien, me encuentro con una ley o inclinación contraria, porque el mal está pegado a mí.
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Rom 11:25
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Por tanto, no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio (a fin de que no tengáis sentimientos presuntuosos de vosotros mismos) y es, que una parte de Israel ha caído en la obcecación, hasta tanto que la plenitud de las naciones haya entrado en la Iglesia,
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I Cor 10:20
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No, sino que las cosas que sacrifican los gentiles, las sacrifican a los demonios, y no a Dios. Y no quiero que tengáis ninguna sociedad, ni por sombra, con los demonios; no podéis beber el cáliz del Señor y el cáliz de los demonios.
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I Cor 11:3
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Mas quiero también que sepáis que Cristo es el jefe y la cabeza de todo hombre, como el hombre es cabeza de la mujer, y Dios lo es de Cristo .
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I Cor 12:1
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Mas en orden a los dones espirituales no quiero, hermanos míos, que estéis ignorantes.
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I Cor 14:19
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Pero en la Iglesia más bien quiero hablar cinco palabras de modo que sea entendido, e instruya, también a los otros, que diez mil palabras en lengua extraña.
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I Cor 16:7
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Porque esta vez no quiero visitaros solamente de paso; antes espero detenerme algún tiempo entre vosotros, si el Señor me lo permitiere.
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II Cor 1:8
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Pues no quiero, hermanos, que ignoréis la tribulación que padecimos en el Asia, los males de que nos vimos abrumados, tan excesivos y tan superiores a nuestras fuerzas, que nos hacían pesada la misma vida.
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II Cor 5:11
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Sabiendo, pues, el temor que se debe al Señor, procuramos justificarnos delante de los hombres, mas Dios conoce bien lo que somos. Y aun quiero creer que también somos conocidos de vosotros allá en vuestro interior.
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II Cor 12:15
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Yo por mi gusto expenderé cuanto tenga, y aun me entregaré a mí mismo por la salud de vuestras almas, a pesar de parecerme que cuanto más os quiero, soy menos querido de vosotros.
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II Cor 12:20
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Lo que temo que suceda es, que cuando vaya yo a veros, no os halle tales como yo quiero, y a mí me veáis cual no queréis; que por desgracia haya quizá entre vosotros contiendas, envidias, animosidades, discordias, detracciones, chismes, hinchazones, sediciones, y bandos;
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Gál 3:17
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Lo que quiero, pues, decir, es que habiendo hecho Dios una alianza con Abrahán en debida forma, la ley dada cuatrocientos treinta años después no ha podido anularla, ni invalidar la promesa.
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Filip 1:12
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Entretanto, ¡oh hermanos!, quiero que sepáis que las cosas que han sucedido han redundado en mayor progreso del Evangelio,
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Judas 1:5
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Sobre lo cual quiero haceros memoria, puesto que fuisteis ya instruidos en todas estas cosas, que habiendo Jesús sacado a salvo al pueblo hebreo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que fueron incrédulos,
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