I Rey 23:19
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Renovaron entonces los dos su alianza en presencia del Señor; y David se quedó en el bosque, pero Jonatás volvió a su casa.
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I Rey 23:25
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Con esto se despidieron, y volvieron a Zif delante de Saúl. Estaban entonces David y su gente en el desierto de Maón, y se quedó allí. Enterado de ello Saúl, fue en persecución de David en el desierto de Maón.
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I Rey 25:37
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Pero al amanecer, cuando ya Nabal había digerido el vino, le contó su mujer lo que había pasado, y al oírlo se le heló el corazón y se quedó inmóvil como una piedra.
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I Rey 30:24
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Nadie habrá que apruebe vuestra proposición; porque igual parte deberá caber al que se halló en el combate y al que se quedó guardando el bagaje; y así la partición deberá ser igual.
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II Rey 4:1
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Cuando Isboset, hijo de Saúl, oyó que Abner había perecido en Hebrón, desmayó su corazón y todo Israel quedó consternado.
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II Rey 4:4
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Quedábale a Jonatás, hijo de Saúl, un hijo tullido de los pies, porque siendo de cinco años, cuando llegó de Jezrael la funesta noticia de Saúl y de Jonatás, lo tomó su ama de leche en brazos y echó a huir, y con la precipitación de la fuga cayó, y el niño quedó cojo. Se llamaba Mifiboset.
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II Rey 6:7
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Y el Señor indignado en gran manera contra Oza, lo castigó por su temeridad, y quedó allí muerto junto al arca de Dios.
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II Rey 8:6
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Con lo que puso David guarniciones en la Siria de Damasco, la cual le quedó sujeta y tributaria; y le guardó el Señor en todas las expediciones que hizo.
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II Rey 11:1
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Y acaeció a la vuelta de un año, al tiempo que suelen los reyes salir a campaña, que David envió a Joab y con él a sus oficiales, y a todo el ejército de Israel, a talar el país de los amonitas, y sitiaron a Rabba, su capital. David se quedó en Jerusalén .
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II Rey 11:12
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Le dijo entonces David: Quédate también hoy aquí, que mañana te despacharé. Se quedó, pues, Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente.
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II Rey 11:21
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¿Quién mató a Abimelec, hijo de Jerobaal? ¿No fue una mujer la que en Tebes desde la muralla arrojó sobre él un pedazo de una piedra de molino, y la mató? ¿Cómo, pues os arrimasteis al muro? Tú entonces dirás: También quedó muerto tu siervo Urías, heteo.
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II Rey 13:20
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Le dijo Absalón, su hermano: ¿Es acaso que tu hermano ha abusado de ti? Mas por ahora, hermana mía calla; que al fin es hermano tuyo; no te desesperes por esa desgracia. Con eso Tamar se quedó en casa de su hermano Absalón, consumiéndose de tristeza y de dolor.
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II Rey 17:19
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La mujer de la casa tomó una cubierta y la extendió sobre la boca del pozo, como para secar la cebada mondada; y así quedó oculta la cosa.
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II Rey 18:9
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Y sucedió que huyendo Absalón montando en un mulo, se encontró con la gente de David, y como se metiese el mulo debajo de una frondosa y grande encina, se le enredó a Absalón la cabeza en dicho árbol, y pasando adelante el mulo en que iba montado, quedó colgado en el aire entre el cielo y la tierra.
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II Rey 20:15
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Llegaron, pues, y pusieron sitio a Abela y Betmaaca, cercando la ciudad con trincheras, y quedó la plaza sitiada, y toda la gente de Joab se esforzaba para batir el muro.
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II Rey 20:23
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De este modo quedó Joab con el mando en jefe de todo el ejército de Israel; siendo Banaías, hijo de Joíada, capitán de los cereteos y feleteos;
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II Rey 23:10
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y huyendo los israelitas, Eleazar se mantuvo firme, y estuvo hiriendo a los filisteos hasta que, cansado su brazo, se quedó yerto con la espada en la mano. El Señor concedió aquel día una gran victoria. Y la tropa que había huido, volvió para recoger los despojos de los muertos.
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III Rey 2:12
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Y sucedió Salomón en el trono a su padre David; y quedó su reino firmísimamente establecido.
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III Rey 7:22
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Sobre las cabezas de las columnas puso remates, que tenían la figura de azucena; y con esto quedó concluida la obra de las columnas.
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III Rey 9:25
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Ofrecía asimismo Salomón tres veces al año holocaustos y víctimas pacíficas sobre el altar que había erigido al Señor; ante el cual hacía quemar los perfumes, después que quedó el templo todo acabado.
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III Rey 10:5
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y la manera con que era servida su mesa, y las habitaciones de sus criados, y las varias clases de los ministros, y sus vestidos, y los coperos, y los holocaustos que ofrecía en el templo del Señor, se quedó atónita.
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III Rey 13:6
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Dijo entonces el rey al varón de Dios: Ruega al Señor Dios tuyo, y ora por mí, para que me sea restituida mi mano. Hizo el varón de Dios oración al Señor, y el rey recobró su mano, y quedó como antes estaba.
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III Rey 13:24
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Y luego que partió, lo encontró un león por el camino y lo mató, y quedó su cadáver tendido en medio del camino. Estaba el asno parado junto a él, y el león se estaba también cerca del cadáver.
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III Rey 17:17
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Sucedió después que enfermó el hijo de aquella mujer dueña de la casa, y la enfermedad era mortal, de suerte que quedó sin respiración alguna.
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III Rey 18:35
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de suerte que corría el agua alrededor del altar, y quedó la zanja llena de agua.
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III Rey 19:5
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Y tendiéndose en el suelo, se quedó dormido a la sombra del enebro, cuando he aquí que el ángel del Señor le tocó y dijo: Levántate, y come.
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IV Rey 5:14
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Fue, pues, y se lavó siete veces en el Jordán conforme a la orden del varón de Dios, y se volvió su carne como la carne de un niño tierno, y quedó limpio.
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IV Rey 7:20
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Así le aconteció, como estaba predicho, pues lo atropelló el pueblo a la puerta, y quedó muerto.
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IV Rey 9:33
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A los cuales dijo él: Arrojadla de ahí abajo. La arrojaron, y quedó la pared salpicada con su sangre; y la hollaron con sus pies los caballos.
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IV Rey 10:21
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y lo hizo publicar en todos los términos de Israel. Con esto acudieron todos los ministros de Baal; no quedó ni uno siquiera que no asistiese. Y entraron en el templo de Baal, y se llenó la casa de Baal de punta a cabo.
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IV Rey 11:20
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Y todo el pueblo de la tierra se regocijó, y quedó en reposo la ciudad después que Atalía pereció a filo de espada en la casa del rey.
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IV Rey 13:6
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Mas no por eso se desviaron de los pecados con que la casa de Jeroboam hizo pecar a Israel, sino que los imitaron, tanto que aun el bosque de Samaria quedó en pie.
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IV Rey 17:18
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Por tanto el Señor se indignó altamente contra Israel, y lo arrojó de delante de sí, y no quedó sino la sola tribu de Judá.
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IV Rey 20:7
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Y dijo Isaías: Traedme una masa de higos. Traída que fue, y aplicada sobre la úlcera del rey, quedó éste curado.
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IV Rey 23:29
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En su reinado, el faraón Necao, rey de Egipto, se puso en marcha hacia el río Eufrates para batir al rey de los asirios, y salió contra él el rey Josías, que al primer encuentro quedó muerto en Mageddo.
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IV Rey 25:2
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Con lo que la ciudad quedó cerrada y circunvalada hasta el año undécimo del reinado de Sedecías,
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IV Rey 25:4
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Al cabo quedó abierta una brecha en la ciudad; y toda la gente de guerra huyó de noche por el camino de la puerta, que está entre los dos muros, junto al jardín del rey, mientras los caldeos estrechaban el cerco de la ciudad. Huyó, pues, Sedecías por el camino que va a las llanuras del desierto.
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I Par 11:6
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Había dicho antes: El que fuere el primero en vencer a los jebuseos, será hecho príncipe y general del ejército. Acometió, pues, el primero Joab, hijo de Sarvia, y quedó constituido príncipe.
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I Par 20:1
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Al cabo de un año, en la estación en que suelen los reyes salir a campaña, juntó Joab el ejército y la flor de las tropas, y taló el país de los amonitas, y avanzando puso sitio a Rabba. David se quedó en Jerusalén , cuando batió Joab a Rabba, y la destruyó.
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II Par 5:9
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aunque como las varas, con que se llevaba el arca , eran algo más largas, se descubrían sus remates delante del oráculo; aunque el que estuviese un poco afuera, ya no podía verlas. Así quedó el arca allí, hasta el día de hoy.
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II Par 8:11
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A la hija del faraón la mudó de la ciudad de David a la casa que edificó para ella. Porque dijo el rey: No habitará mi mujer en la casa de David, rey de Israel; pues quedó esta casa santificada, por haberse hospedado en ella el arca del Señor.
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II Par 9:4
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y la manera con que era servida su mesa, y las habitaciones de sus cortesanos, y las diferentes clases de los que le servían y la magnificencia de sus vestidos, y los coperos con sus ricos trajes, y las víctimas que se inmolaban en el templo del Señor, quedó atónita y como fuera de sí;
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II Par 10:17
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Y Roboam quedó reinando sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de la tribu de Judá.
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II Par 20:30
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Con esto quedó en paz el reino de Josa-fat, y le dio el Señor tranquilidad por todas partes.
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II Par 22:9
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Y andando en busca del mismo Ocozías, que se había escondido en Samaria, se apoderó de él; y traído a su presencia, le hizo quitar la vida; y le dieron sepultura en Jerusalén , por ser hijo o nieto de Josafat, el cual había seguido al Señor con todo su corazón. Ni quedó ya esperanza alguna de que pudiese reinar nadie de la estirpe de Ocozías;
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II Par 23:21
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Con eso, todo el pueblo del país celebró fiestas, y la ciudad quedó sosegada; habiendo perecido Atalía al filo de la espada.
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II Par 24:25
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y al partir lo dejaron en grandes dolores; finalmente, sus propios criados se conjuraron contra él para vengar la sangre del hijo de Joíada, sumo sacerdote, y lo asesinaron en su misma cama, y quedó muerto; y lo enterraron en la ciudad de David, mas no en los sepulcros de los reyes.
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II Par 29:35
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Así fueron muchísimos los holocaustos, y la grasa de las víctimas pacíficas, y las libaciones de los holocaustos; y quedó restablecido el culto del templo del Señor.
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II Esd 12:44
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Se escogieron también aquel mismo día de entre los sacerdotes y levitas algunos para cuidar las salas del tesoro, a fin de que por sus manos los magnates de la ciudad presentasen en honorífico tributo de acción de gracias las ofertas de los licores y de las primicias, y de los diezmos; porque el pueblo de Judá quedó sumamente satisfecho de los sacerdotes y levitas que asistieron a las funciones;
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Tob 2:10
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Sucedió, pues, que un día volviendo a su casa fatigado de enterrar, se echó junto a la pared, y se quedó dormido;
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