Juec 5:13
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Se sirvió de uno de la tribu de Efraín para derrotar a los cananeos en la persona de los amalecitas: después se sirvió de una de la tribu de Benjamín contra tus pueblos, ¡oh Amalec! De Maquir, primogénito de Manasés, descendieron los príncipes, y de Zabulón los que han capitaneado hoy el ejército para combatir.
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Juec 6:3
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Pues cuando los israelitas habían hecho la sementera se presentaban los madianitas, los amalecitas y los otros pueblos orientales,
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Juec 6:33
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Entretanto todos los de Madián y de Amalec, y los pueblos orientales se juntaron a una, y pasando el Jordán, acamparon en el valle de Jezrael para robar y talar.
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Juec 7:12
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Es de advertir que los madianitas y amalecitas, y todos los pueblos orientales yacían tendidos en el valle, como una muchedumbre de langostas; y sus camellos eran sin número, como las arenas de la orilla del mar.
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Juec 8:10
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Entretanto Zebee y Salmana estaban descansando con todo su ejército; porque de todas las tropas de los pueblos orientales habían quedado quince mil hombres, habiendo sido muertos ciento veinte mil soldados, que manejaban la espada.
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Juec 20:2
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Todos los caudillos de los pueblos, y las tribus todas de Israel concurrieron a la reunión del pueblo de Dios, en número de cuatrocientos mil guerreros de a pie.
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I Rey 27:8
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durante los cuales salía David con su gente a hacer correrías sobre Gesuri y Gerzi y sobre los amalecitas; porque antiguamente estaban aquellas aldeas por estos pueblos desde el camino del sur hasta la tierra de Egipto.
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I Rey 31:9
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Le cortaron a Saúl la cabeza, y lo despojaron de sus armas; y enviaron la noticia por todo el país de los filisteos, para que se publicara la victoria en el templo de los ídolos, y en los pueblos.
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III Rey 8:43
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tú le oirás desde el cielo, desde aquel firmamento en que tienes tu habitación, y otorgarás todo cuanto te suplicare el extranjero; para que así todos los pueblos del mundo aprendan a temer tu Nombre, como tu pueblo de Israel; y sepan por experiencia que tu Nombre es invocado en esta casa que yo he edificado.
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III Rey 8:53
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ya que tú, ¡oh Señor Dios!, los escogiste de todos los pueblos de la tierra para posesión tuya, como lo declaraste por boca de tu siervo Moisés, cuando sacaste de Egipto a nuestros padres.
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III Rey 9:21
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a los hijos, digo, de estos pueblos, que se mantenían en el país por no haberlos podido exterminar los hijos de Israel, los hizo Salomón tributarios, como lo son hasta hoy.
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III Rey 14:24
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Y aun hubo también en el país hombres afeminados, que renovaron todas las abominaciones de aquellos pueblos que el Señor había destruido al presentarse los hijos de Israel.
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IV Rey 17:29
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Con todo eso, cada uno de dichos pueblos se fabricó su dios, que colocaron en los adoratorios de las alturas, que habían erigido los de Samaria; cada nación puso el dios suyo en las poblaciones donde habitaba.
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IV Rey 17:32
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y no obstante todos estos pueblos adoraban al Señor. Crearon del bajo pueblo sacerdotes para los lugares altos, y los colocaban en los adoratorios de las alturas.
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I Par 4:32
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También fueron pueblos suyos Etam, y Aén, Remmón, y Toquén, y Asán, cinco ciudades.
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I Par 12:40
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Además los pueblos vecinos, hasta los de Isacar, y Zabulón, y Neftalí, les traían en asnos, y camellos, y mulos, y bueyes, panes o víveres para su sustento; harina, panes de higos, pasas, vino, aceite, vacas y carneros en abundancia, porque reinaba el gozo en Israel.
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I Par 16:24
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Publicad su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre todos los pueblos.
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I Par 16:28
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Tributad, oh pueblos, con todas vuestras familias, tributad al Señor la gloria y el poder.
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II Par 6:33
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tú lo oirás desde el cielo, firmísima morada tuya, y otorgarás todas las cosas que te pidiere aquel forastero; a fin de que tu Nombre sea conocido de todos los pueblos de la tierra, y te teman éstos, como hace tu pueblo de Israel, y conozcan que tu Nombre es invocado en esta casa que yo he edificado.
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II Par 13:9
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y habéis echado los sacerdotes del Señor, hijos de Aarón, y los levitas, y os habéis instituido otros sacerdotes a la manera de los demás pueblos de la tierra; cualquiera que se presente y consagre su mano inmolando un novillo y siete carneros, queda hecho sacerdote de aquellos que no son dioses.
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II Par 15:2
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fue a encontrar a Asá, y le dijo: Escuchadme tú, oh Asá, y pueblos todos de Judá y de Benjamín: El Señor ha estado con vosotros en la batalla, porque vosotros habéis permanecido adictos a él. Si vosotros lo buscareis, lo hallaréis; mas si lo abandonareis, os abandonará.
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II Par 18:27
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A lo que dijo Miqueas: Si regresases tú felizmente, no será verdad que el Señor haya hablado por mi boca. Y añadió: Oídlo, pueblos todos.
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II Par 20:22
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Luego que dieron principio al canto, convirtió el Señor contra sí mismos las estratagemas de los enemigos, es decir, de los amonitas, y de los moabitas, y de los pueblos de la montaña de Seir, que habían venido para pelear contra Judá, y quedaron derrotados.
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II Par 30:5
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Por lo que determinaron enviar mensajeros por todo Israel desde Bersabee hasta Dan, convidando a los pueblos a venir a celebrar la Pascua al Señor Dios de Israel en Jerusalén ; pues muchos no la habían celebrado hacía tiempo, a pesar de lo ordenado por la ley.
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II Par 30:10
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Iban, pues, corriendo los correos de ciudad en ciudad por el país de Efraín y de Manasés hasta el de Zabulón; mas estos pueblos se reían y mofaban de ellos.
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II Par 30:13
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Con esto se congregaron en Jerusalén muchos pueblos para celebrar la fiesta de los Azimos o la Pascua , el mes segundo.
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II Par 32:13
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¿Ignoráis por ventura lo que yo y mis padres hemos hecho con todos los pueblos de la tierra? Acaso los dioses de las naciones y de todos los países han tenido poder para librar de mis manos a sus regiones?
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II Par 32:17
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Escribió igualmente unas cartas llenas de blasfemias contra el Señor Dios de Israel, diciendo contra él: Así como los dioses de las demás naciones no pudieron librar a sus pueblos de caer en mis manos, tampoco podrá el Dios de Ezequías salvar a su pueblo del poder mío.
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I Esd 3:3
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Colocaron, pues, el altar de Dios sobre sus basas, a pesar del temor en que les ponían los pueblos idólatras de las religiones circunvecinas, y sobre este altar ofrecieron al Señor el holocausto de la mañana y el de la tarde.
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I Esd 6:12
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Disipe Dios, que estableció allí su santo Nombre, todos los nombres y pueblos que extendiesen la mano para oponerse, o destruir aquella casa de Dios, que está en Jerusalén . Yo Darío he firmado este decreto, que quiero se cumpla puntualmente.
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I Esd 9:1
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Cumplidas estas cosas, acudieron a mí los príncipes de las familias, diciendo: Ni el pueblo de Israel, ni los sacerdotes y levitas se han mantenido segregados de los pueblos de estos países y de sus abominaciones, es a saber, de los cananeos, heteos y ferezeos, de los jebuseos y amonitas, y moabitas, y egipcios, y amorreos;
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I Esd 9:11
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ordenados por medio de tus siervos los profetas, diciéndonos: La tierra en cuya posesión vais a entrar, es una tierra inmunda (como son inmundos los otros pueblos y demás países), por causa de los ídolos, que la han inundado de un cabo a otro;
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I Esd 9:14
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con la condición de que no volvamos atrás, ni violemos tus mandamientos, ni emparentemos con los pueblos reos de semejantes abominaciones. ¿Por ventura estás irritado contra nosotros hasta querer nuestro total exterminio, de suerte que no dejes salvos ni aun los restos de nuestro pueblo?
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I Esd 10:2
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Y tomando la palabra Sequenías, hijo de Jehiel, del linaje de Elam, dijo a Esdras: Nosotros hemos prevaricado contra nuestro Dios, y tomado por esposas mujeres extranjeras de los pueblos de esta tierra; mas ahora ya que Israel se arrepiente de ello,
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I Esd 10:11
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Ahora bien, dad gloria al Señor Dios de vuestros padres, pidiéndole perdón, y haced su voluntad, y separaos de los pueblos del país y de las mujeres extranjeras.
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II Esd 9:22
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Y los hiciste dueños de reinos y pueblos, y se los repartiste por suertes; y así poseyeron el país de Sehón, el país del rey de Hesebón, y el país de Og, rey de Basaán.
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II Esd 9:24
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En efecto, vinieron los hijos y la poseyeron; y tú abatiste delante de ellos a los cananeos que la habitaban, y los entregaste en su poder con sus reyes y pueblos del país, para que hiciesen de ellos lo que quisiesen.
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II Esd 9:30
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Sin embargo, tú los aguantaste por muchos años, y los amonestaste por medio de tu espíritu, hablándoles por boca de los profetas; pero no quisieron escuchar; y los entregaste en poder de los pueblos de las naciones.
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II Esd 13:24
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y así sus hijos hablaban medio azoto, y no sabían hablar judío, sino que hablaban un lenguaje mixto de ambos pueblos.
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Jud 1:8
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y a los pueblos que están en el Carmelo, y en Cedar, y a los moradores de la Galilea en la vasta campiña de Esdrelón,
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Jud 3:7
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Entonces bajó de las montañas, con la caballería y un ejército numeroso, y tomó posesión de todas las ciudades y de todos los pueblos del país.
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Jud 3:9
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Fue tan grande el espanto que se apoderó de aquellas provincias, que los más principales y distinguidos moradores de todas las ciudades, luego que se acercaba, le salían al encuentro junto con los pueblos,
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Est 1:16
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A lo que respondió Mamucán en presencia del rey y de los grandes: La reina Vasti no sólo ha ofendido al rey, sino también a todos los pueblos y señores de todas las provincias del rey Asuero.
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Est 1:22
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despachó cartas a todas las provincias de su imperio, en diversas lenguas y caracteres, para que cada nación las pudiera entender y leer diciendo en ellas que los maridos debían tener todo el poder y autoridad en sus respectivas casas; y que esto se publicase por todos los pueblos.
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Est 4:3
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Asimismo en todas las provincias, ciudades y pueblos, a donde había llegado el cruel edicto del rey, era grande la consternación de los judíos; ayunaban, prorrumpían en alaridos y lamentos, usando muchos de cilicio y ceniza en lugar de cama.
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Est 8:13
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La sustancia de las cartas era notificar a todas las tierras y pueblos sujetos al imperio del rey Asuero, que los judíos estaban dispuestos y autorizados a vengarse de sus enemigos.
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Est 8:17
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Asimismo en todos los pueblos, en las ciudades y provincias, doquiera que llegaban las órdenes del rey, se recibían con extraordinaria alegría, y había banquetes, y convites, y fiestas; en tanto grado, que muchos de otras naciones y sectas abrazaban la religión y ceremonias de los judíos. Tan grande era el terror que había infundido a todos el nombre judaico.
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Est 9:2
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Se juntaron, pues, en todas las ciudades, villas y lugares para acometer a sus enemigos y perseguidores; y nadie osó resistirles; porque estaban todos los pueblos poseídos del miedo de su poder y valimiento.
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Job 12:24
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Cambia el corazón de los soberanos de los pueblos de la tierra, y los ciega para que descaminados anden divagando.
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Job 34:20
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Morirán de repente, y los pueblos a medianoche se alborotarán y andarán de una parte a otra, y acabarán sin el menor esfuerzo con los tiranos.
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