II Cor 7:1
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Teniendo, pues, carísimos hermanos míos, tales promesas, purifiquémonos de cuanto mancha la carne y el espíritu, perfeccionando nuestra santificación con el temor de Dios.
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Gál 3:16
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las promesas se hicieron a Abrahán y al descendiente de él. No dice: y a los descendientes, como si fuesen muchos; sino como uno precisamente: y al desciendiente de ti, el cual es Cristo .
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Gál 3:21
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Luego replicaréis: ¿La ley es contra las promesas de Dios? No, por cierto. Porque si se hubiese dado una ley que pudiese vivificar o justificar, la justicia o santidad provendría realmente de la ley, y no de la fe.
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Ef 2:13
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Mas ahora que creéis en Cristo Jesús , vosotros que en otro tiempo estabais alejados de Dios y de sus promesas, os habéis puesto cerca por la sangre de Jesucristo.
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Heb 6:12
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a fin de que no os hagáis flojos, o remisos, sino imitadores de aquellos santos patriarcas, que por su fe, y larga paciencia han llegado a ser los herederos de las promesas celestiales.
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Heb 7:6
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Pero aquel cuyo linaje no se cuenta entre ellos, recibió los diezmos de Abrahán, y dio la bendición al que tenía recibidas las promesas.
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Heb 8:6
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Mas nuestro sumo sacerdote, Jesucristo, ha alcanzado un ministerio tanto más excelente, cuanto es mediador de un Testamento o alianza más apreciable, la cual fue otorgada sobre mejores promesas.
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Heb 11:17
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Por la fe de Abrahán, cuando fue probada su fidelidad por Dios, ofreció a Isaac, y el mismo que había recibido las promesas, ofrecía y sacrificaba al unigénito suyo;
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Heb 11:18
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aunque se le había dicho: De Isaac saldrá la descendencia que llevará su nombre, y heredará las promesas.
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Heb 11:33
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los cuales por la fe conquistaron reinos, ejercitaron la justicia, alcanzaron las promesas, taparon las bocas de los leones,
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II Ped 3:13
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Aunque esperamos, conforme a sus promesas, nuevos cielos y nueva tierra, donde habitará eternamente la justicia.
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