Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

pensamientos

Dan 7:28 Aquí acabó el razonamiento. Yo Daniel, quedé muy conturbado con mis pensamientos, y se cambió el color de mi rostro; conservé en mi corazón esta visión admirable.
Miq 7:13 Y aquella tierra de los caldeos será asolada, a causa de sus moradores y en pago de sus perversos pensamientos.
Mt 9:4 Mas Jesús , viendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Mt 12:25 Entonces Jesús , penetrando sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido en facciones contrarias será desolado; y cualquier ciudad o casa dividida en bandos no subsistirá.
Mt 15:19 Porque del corazón es de donde salen los malos pensamientos, los homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.
Mc 2:8 Mas como Jesús penetrase al momento con su espíritu esto mismo que interiormente pensaban, les dijo: ¿Qué andáis revolviendo esos pensamientos en vuestros corazones?
Mc 7:21 porque del interior del corazón del hombre es de donde proceden los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
Lc 2:35 lo que será para ti misma una espada que traspasará tu alma; a fin de que sean descubiertos los pensamientos en los corazones de muchos.
Lc 5:22 Mas Jesús , que conoció sus pensamientos, respondiendo, les dijo: ¿Qué es lo que andáis resolviendo en vuestros corazones?,
Lc 6:8 Pero Jesús , que calaba sus pensamientos, dijo al que tenía seca la mano: Levántate, y ponte en medio. Se levantó y se puso en medio.
Lc 11:17 Pero Jesús penetrando sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido en partidos contrarios quedará destruido; y una casa dividida en facciones, camina a su ruina.
Lc 24:38 Y Jesús les dijo: ¿De qué os asustáis y por qué dais lugar en vuestro corazón a tales pensamientos?
Ef 4:17 Os advierto, pues, y yo os conjuro de parte del Señor, que ya no viváis como todavía viven los otros gentiles que proceden en su conducta según la vanidad de sus pensamientos,
Heb 4:12 Puesto que la palabra de Dios es viva, y eficaz, y más penetrante que cualquier espada de dos filos, y que entra y penetra hasta los pliegues del alma y del espíritu, hasta las junturas y tuétanos, y discierne y califica los pensamientos y las intenciones más ocultas del corazón.