II Rey 6:21
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Pero David respondió a Micol: Delante del Señor, que me eligió en lugar de tu padre y de toda su descendencia, y que me mandó ser el caudillo del pueblo del Señor en Israel,
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II Rey 7:14
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Yo seré su padre, y él será mi hijo; que si en algo obrare mal, yo lo corregiré paternalmente con vara de hombres, y con castigos de hijos de hombres.
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II Rey 9:7
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Y David: No tienes que temer, le dijo, pues yo pienso colmarte de mercedes por amor de Jonatás, tu padre, y restituirte todas las heredades de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.
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II Rey 10:2
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Dijo entonces David: Quiero demostrar mi afecto y compasión a Hanón, hijo de Naas, según hizo su padre conmigo. Le envió, pues, embajadores para consolarlo de la muerte de su padre. Mas luego que llegaron éstos al país de los hijos de Amón,
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II Rey 10:2
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Dijo entonces David: Quiero demostrar mi afecto y compasión a Hanón, hijo de Naas, según hizo su padre conmigo. Le envió, pues, embajadores para consolarlo de la muerte de su padre. Mas luego que llegaron éstos al país de los hijos de Amón,
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II Rey 10:3
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dijeron los magnates de los amonitas a Hanón, su señor: ¿Crees tú que David te ha enviado éstos para consolarte, y honrar así la memoria de tu padre; y no más bien que te ha enviado sus criados para espiar y reconocer el estado de la ciudad, y destruirla algún día?
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II Rey 13:5
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Replicó Jonadab: Quédate en cama, como que estás malo, y cuando venga tu padre a visitarte, dile: Te suplico que venga mi hermana Tamar a darme la comida, y me componga ella misma algún plato con que me alimente.
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II Rey 14:9
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Replicó la mujer tecuita al rey: Recaiga sobre mí la culpa, oh rey y señor mío, y sobre la casa de mi padre; y queden sin ella el rey y su trono.
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II Rey 15:34
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pero si volvieres a la ciudad y dijeres a Absalón: Siervo tuyo soy, oh rey; como serví a tu padre, así te serviré a ti; entonces podrás desconcertar los consejos de Aquitofel.
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II Rey 16:3
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Preguntó más el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió: Se ha quedado en Jerusalén , diciendo: Hoy me restituirá la casa de Israel el reino de mi padre.
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II Rey 16:19
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Además, ¿a quién debo servir yo?, ¿no es al hijo del rey? Como he obedecido a tu padre, de la misma manera te obedeceré también a ti.
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II Rey 16:21
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Y dijo Aquitofel a Absalón: Abusa de las mujeres de tu padre, las cuales dejó para guardar su palacio; a fin de que sabiendo todo Israel que has hecho esta afrenta a tu padre, se comprometan más en su partido.
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II Rey 16:21
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Y dijo Aquitofel a Absalón: Abusa de las mujeres de tu padre, las cuales dejó para guardar su palacio; a fin de que sabiendo todo Israel que has hecho esta afrenta a tu padre, se comprometan más en su partido.
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II Rey 16:22
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Levantaron, pues, un pabellón para Absalón en el terrado del palacio; y a vista de todo Israel fue a estar con las mujeres secundarias de su padre.
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II Rey 17:8
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Y añadió Cusai: No ignoras que tu padre y la gente que te sigue son varones muy esforzados, y en la actualidad de ánimo exasperado, como una osa embravecida en un bosque cuando le han robado sus cachorillos. Sobre todo, tu padre es un hombre aguerrido, y así no se detendrá con su gente.
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II Rey 17:8
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Y añadió Cusai: No ignoras que tu padre y la gente que te sigue son varones muy esforzados, y en la actualidad de ánimo exasperado, como una osa embravecida en un bosque cuando le han robado sus cachorillos. Sobre todo, tu padre es un hombre aguerrido, y así no se detendrá con su gente.
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II Rey 17:10
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Y al oír esto, los más valientes de tu ejército, cuyo corazón es como de leones, desmayarán de temor; pues sabe todo el pueblo de Israel que tu padre es un varón esforzado, y que es gente valerosa la que lo sigue.
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II Rey 17:23
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Mientras tanto Aquitofel, viendo que no se había seguido su consejo aparejó su asno, montó, y se fue a su casa de Gilo, su patria; y dispuestos los negocios de su familia, se ahorcó; y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
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II Rey 17:25
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Dio Absalón el mando del ejército a Amasa, en lugar de Joab, que seguía el partido de David. Era Amasa hijo de un varón natural de Jezrael, llamado Jetra, el cual había casado con Abigaíl, hija de Naas, padre de David, y hermano de Sarvia, madre de Joab.
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II Rey 19:28
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Porque la casa de mi padre no ha recibido del rey mi señor, sino la muerte; y con todo me colocaste a mí, siervo tuyo, entre los que comen en tu mesa; ¿de qué, pues, puedo yo quejarme justamente?, o ¿cómo podré todavía reclamar nada del rey?
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II Rey 19:37
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y te suplico que dejes volver a este tu siervo a morir en su patria, y a que sea sepultado junto a su padre y a su madre. Aquí tienes a mi hijo Camaán, tu siervo; éste puede ir contigo, mi rey y señor; y haz con él lo que bien te parezca.
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II Rey 21:14
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los hizo sepultar con los de Saúl y de Jonatás, su hijo, en la tierra de Benjamín, a un lado del sepulcro de Cis, su padre. Ejecutado así todo lo ordenado por el rey, se mostró después Dios propicio con la tierra.
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II Rey 24:17
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Y dijo David al Señor, así que vio que el ángel castigaba al pueblo: Yo soy el que he pecado; yo el que tengo la culpa. ¿Qué han hecho éstos, que son unas ovejas? ¡Oh Señor!, te ruego que descargues tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre.
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III Rey 1:6
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Ni por eso su padre lo reprendió nunca, ni le dijo: ¿Por qué haces eso? Era Adonías de hermosísima presencia, y el segundo hijo después de Absalón.
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III Rey 2:12
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Y sucedió Salomón en el trono a su padre David; y quedó su reino firmísimamente establecido.
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III Rey 2:24
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Ahora, pues, vive Dios, que me ha establecido y colocado sobre el solio de mi padre David, y que me ha fundado casa como lo tenía prometido, que hoy ha de morir Adonías.
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III Rey 2:26
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Dijo asimismo el rey a Abiatar, sumo sacerdote: Retírate a la posesión que tienes en Anatot. Tú, a la verdad, mereces la muerte, pero yo no te quito hoy la vida, por cuanto llevaste el arca del Señor Dios delante de mi padre David, y acompañaste a mi padre en todos los trabajos que padeció.
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III Rey 2:26
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Dijo asimismo el rey a Abiatar, sumo sacerdote: Retírate a la posesión que tienes en Anatot. Tú, a la verdad, mereces la muerte, pero yo no te quito hoy la vida, por cuanto llevaste el arca del Señor Dios delante de mi padre David, y acompañaste a mi padre en todos los trabajos que padeció.
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III Rey 2:31
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Y el rey le contestó: Hazlo como él ha dicho; mátale y dale sepultura; y con eso me lavarás a mí y a la casa de mi padre de la sangre inocente que derramó Joab.
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III Rey 2:32
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Y el Señor hará recaer su sangre sobre su cabeza, puesto que él asesinó a dos varones justos, y mejores que él, atravesando con su espada, sin que mi padre David lo supiese, a Abner, hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, general del ejército de Judá.
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III Rey 2:44
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Y añadió el rey a Semei: Tú bien sabes y tu misma conciencia es testigo de todo el mal que hiciste a mi padre David. El Señor ha hecho caer sobre tu cabeza el castigo de tu maldad.
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III Rey 3:3
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Y Salomón amó al Señor, y siguió los preceptos de David su padre; solamente que ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los lugares altos.
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III Rey 3:6
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Respondió Salomón : Tú usaste de gran misericordia con tu siervo David, mi padre; así como él anduvo en tu presencia con verdad, y justicia, y rectitud de corazón para contigo; tú le conservaste tu gran misericordia, y le diste un hijo que se sentase sobre su trono, según que hoy se verifica.
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III Rey 3:7
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Ahora, pues, Señor Dios, tú me has hecho reinar a mí, siervo tuyo, en lugar de mi padre David; mas yo soy aún como un niño pequeño que no sabe la manera de conducirse.
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III Rey 3:14
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Y si tú siguieres mis caminos, y observares mis preceptos y mis leyes, conforme lo hizo tu padre, te concederé larga vida.
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III Rey 5:1
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Además de eso, Hiram, rey de Tiro, envió sus embajadores a Salomón , habiendo sabido que le habían ungido rey en el lugar de su padre; porque Hiram había sido siempre amigo de David.
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III Rey 5:3
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Bien sabes el deseo que tuvo mi padre David, y que no pudo edificar el templo al Nombre del Señor su Dios a causa de las guerras que tenía con sus vecinos, hasta que el Señor se los puso bajo las plantas de sus pies.
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III Rey 5:5
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Por eso pienso edificar un templo al Nombre del Señor Dios mío, como lo dejó el Señor ordenado a mi padre David, diciendo: Tu hijo a quien pondré en tu lugar sobre tu solio, ése ha de edificar el templo al Nombre mío.
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III Rey 6:12
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En esta casa que tú has edificado (si tú siguieres mis preceptos, y practicares mis determinaciones, y guardares todos mis mandamientos, sin desviarte de ellos), verificaré en ti la promesa que hice a David, tu padre;
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III Rey 7:14
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hijo de una mujer viuda de la tribu de Neftalí y de padre tirio; artífice dotado de gran saber, inteligencia y maestría para ejecutar toda clase de obras de bronce. El cual habiéndose presentado al rey Salomón , le hizo todas sus obras.
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III Rey 7:51
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Así completó Salomón toda la obra que tenía trazada para la casa del Señor, y metió en ella el oro, la plata y todos los vasos que su padre David había consagrado a Dios, y lo mandó guardar todo en los tesoros de la casa del Señor.
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III Rey 8:15
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Y añadió Salomón : Bendito sea el Señor Dios de Israel, el cual por su propia boca predijo a David, mi padre, lo que con su poder ha ejecutado, diciendo:
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III Rey 8:17
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Quiso, pues, David, mi padre, edificar una casa al Nombre del Señor Dios de Israel.
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III Rey 8:18
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Pero el Señor dijo a mi padre David: Bien has hecho en haber ideado en tu corazón construir casa a mi Nombre, formando en tu mente tal designio.
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III Rey 8:20
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El Señor puso en ejecución la palabra que pronunció; y yo ocupé el lugar de mi padre, y me senté sobre el trono de Israel como el Señor lo había dicho, y he edificado la casa al Nombre del Señor Dios de Israel.
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III Rey 8:24
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Tú has cumplido a tu siervo David, mi padre, la palabra que le diste; la pronunció tu boca, y la ejecutaron tus manos, como lo acredita este día.
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III Rey 8:25
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Ahora, pues, Señor Dios de Israel, confirma a tu siervo David, mi padre, lo que le prometiste, diciendo: No faltará jamás de tu linaje quien se siente ante mí sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos vigilen sobre sus pasos, y anden delante de mí como tú has andado en mi presencia.
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III Rey 8:26
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Sí, oh Señor Dios de Israel, confírmense hoy tus promesas hechas a tu siervo David, mi padre.
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III Rey 9:4
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Por lo que a ti toca, si tú anduvieres en mi presencia, como anduvo tu padre, con un corazón recto y sencillo, e hicieres todo lo que te tengo mandado, y guardares mis leyes y mandamientos,
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III Rey 9:5
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yo aseguraré para siempre el trono de tu reino sobre Israel, como se lo prometí a tu padre David, diciendo: Será siempre de tu linaje el que ocupe el trono de Israel.
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