Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

oído

II Rey 7:22 En lo cual, ¡oh Señor Dios mío! has ostentado tu grandeza; que nadie hay semejante a ti, ni hay Dios fuera de ti, según todas las cosas que hemos oído con nuestros mismos oídos.
II Rey 13:21 Habiendo David oído este suceso, se afligió sobremanera; mas no quiso contristar el ánimo de su hijo Amnón; porque lo amaba muy particularmente por ser su primogénito.
III Rey 1:11 Por lo que dijo Natán a Betsabé, madre de Salomón : ¿No has oído que Adonías, hijo de Haggit, se ha hecho rey, sin que David nuestro señor lo sepa?
III Rey 1:45 y Sadoc, sumo sacerdote, y el profeta Natán lo han ungido por rey en Gihón, y han regresado de allí en medio de aclamaciones de júbilo, que resuenan por toda la ciudad. Estas son las voces de alborozo que habéis oído.
III Rey 5:8 Inmediatamente Hiram envió a decir a Salomón : He oído todo lo que me pides; cumpliré todos tus deseos en orden a las maderas de cedro y abeto.
III Rey 9:3 y le dijo: He oído tu oración y la súplica que me has hecho; he santificado esta casa que me has edificado, a fin de que permanezca en ella mi Nombre para siempre; y en todo tiempo mis ojos y mi corazón estarán fijos sobre este lugar.
III Rey 19:13 Habiendo oído esto Elías, cubrió su rostro con el manto, y saliendo fuera, se paró a la puerta de la cueva, y de repente oye una voz que le dice: ¿Qué haces aquí, Elías?
III Rey 20:31 Y le dijeron sus criados: Nosotros hemos oído decir que los reyes de la casa de Israel son clementes y piadosos; vistámonos, pues, de sacos con sogas al cuello, y presentémonos así al rey de Israel; que tal vez nos salvará las vidas.
IV Rey 19:4 Mas el Señor Dios tuyo habrá sin duda oído todas las palabras de Rabsaces, enviado de su amo, el rey de los asirios, a ultrajar al Dios vivo, y a llenarlo de denuestos con las palabras que acaba de escuchar el Señor tu Dios; haz, pues oración por estos pocos israelitas que han quedado.
IV Rey 19:6 Y les dijo Isaías: Esto diréis a vuestro amo: Así habla el Señor: No tienes que intimidarte por las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado contra mí los criados del rey de los asirios.
IV Rey 19:9 Mas Sennaquerib, habiendo oído que Taraca, rey de Etiopía, había salido a campaña contra él al tiempo de marchar contra este rey envió embajadores a Ezequías , diciéndole:
IV Rey 19:11 Ya que tú mismo has oído lo que han hecho los reyes de los asirios en todos los demás países, y cómo los han asolado. ¿Serás por ventura tú solo el que podrás librarte?
IV Rey 19:20 Entonces Isaías, hijo de Amós, envió a decir a Ezequías : Esto dice el Señor Dios de Israel: He oído la plegaria que me has hecho acerca de Sennaquerib, rey de los asirios.
IV Rey 19:25 Pues, ¿no has oído decir tú lo que yo hice desde el principio ? Desde antes de los siglos primeros tengo yo ideado esto para castigo suyo, y ahora lo ejecuto; las ciudades fuertes por sus valerosos combatientes, quedarán reducidas a unas colinas desiertas.
I Par 17:25 Puesto que tú, Señor Dios mío, revelaste al oído de tu siervo que quieres fundarle una casa, y por eso tu siervo se atreve a presentar delante de ti esta súplica.
I Par 18:9 Habiendo, pues oído Tou, rey de Hemat, cómo David había deshecho todo el ejército de Adarecer, rey de Soba,
I Par 21:28 Inmediatamente David viendo que el Señor había oído su oración en la era de Ornán, jebuseo, ofreció allí sacrificios.
II Par 7:12 Se le apareció después el Señor de noche por segunda vez, y le dijo: He oído tu oración, y me he escogido este lugar, para casa de sacrificio y oración.
II Par 9:1 Habiendo oído la reina de Saba la fama de Salomón , vino a Jerusalén a fin de hacer prueba de él por medio de preguntas difíciles y enigmáticas, trayendo consigo grandes riquezas, y camellos cargados de aromas, y muchísimo oro y piedras preciosas. Y llegada que fue a la presencia de Salomón , le propuso todas cuantas dificultades tenía en su corazón.
II Par 9:5 y dijo al rey: Verdadera es la fama que yo había oído en mi tierra de tus virtudes y de tu sabiduría.
II Par 10:2 Lo que oído por Jeroboam, hijo de Nabat, que se hallaba en Egipto (a donde se había refugiado huyendo de Salomón ), al punto dio la vuelta.
II Par 23:12 Mas habiendo oído Atalía el alborozo del pueblo, que iba corriendo y vitoreando al rey, se presentó al pueblo en el templo del Señor;
II Par 25:16 Y diciéndole esto el profeta, le respondió Amasías: ¿Eres tú, por ventura, consejero del rey? Calla, si no quieres te mande quitar a vida. Mas el profeta dijo al partir: Sé que Dios ha decretado hacerte morir a ti por esa maldad que has cometido, y porque además no has dado oído a mis consejos.
II Par 33:19 Asimismo su oración, y cómo fue oído, y todos sus pecados, y apostasía, los lugares altos que fundó, los bosques o arboledas profanas que plantó, y las estatuas que levantó antes de hacer penitencia, se describen en los Libros de Hozai.
II Par 34:19 y oído éste las palabras de la ley, rasgó sus vestiduras;
II Par 34:26 Al rey de Judá que os ha enviado para que yo ruegue al Señor, le diréis: Esto dice el Señor Dios de Israel: Ya que por haber oído las palabras del libro,
II Par 34:27 se ha enternecido tu corazón, y te has humillado en el acatamiento de Dios, con motivo de lo que en él hay escrito contra este lugar, y contra los habitantes de Jerusalén ; y temblando de mi majestad, has rasgado tus vestiduras, y llorado en mi presencia; yo también te he oído, dice el Señor.
II Esd 4:1 Entretanto, habiendo oído Sanaballat que reedificábamos las murallas, montó en gran cólera; y enfurecido en extremo, hizo mofa de los judíos,
II Esd 6:1 Mas habiendo oído Sanaballat, y Tobías, y Gosem árabe y los demás enemigos nuestros, que yo había reedificado ya la muralla, y que no quedaba en ella ningún portillo (aunque no se había puesto todavía las hojas de las puertas),
II Esd 13:3 Así que hubieron oído la ley, separaron del pueblo de Israel a todo extranjero.
Tob 4:1 Pensando, pues, Tobías que Dios habría oído la oración que le había hecho para que lo sacase de este mundo, llamó cerca de sí a su hijo Tobías,
Tob 6:14 Replicó entonces Tobías, y dijo: Tengo entendido que se ha desposado con siete maridos, y que han fallecido todos; y aun he oído decir que un demonio los ha ido matando.
Jud 14:14 Pero aplicando el oído y no percibiendo ni el más leve movimiento, cual suele hacer una persona dormida, se arrimó más a la cortina de la puerta, y alzándola, y viendo el cadáver de Holofernes sin cabeza, tendido en tierra y bañado en su propia sangre, prorrumpió en grandes gritos y lágrimas, y rasgó sus vestidos.
Est 2:22 Lo que oído por Mardoqueo, lo comunicó inmediatamente a la reina Ester, la cual dio parte al rey en nombre de Mardoqueo, por quien había sido informada de la conjuración.
Est 3:6 Pero considero en nada vengarse de sólo Mardoqueo, pues había oído ser judío de nacimiento , y quiso más bien exterminar toda la nación de judíos que vivían en el reino de Asuero.
Job 2:11 Entretanto tres príncipes amigos de Job, habiendo oído todas las desgracias que le habían sobrevenido, partieron cada cual de su casa y estados: Elifaz de Temán, Baldad de Suhá, Sofar de Naamat; porque habían concertado entre sí venir juntos a visitarle y consolarle.
Job 4:12 Se me dijo en cierta ocasión una palabra recóndita, y mi oído, así como a hurtadillas, percibió algo de aquel blando zumbido.
Job 12:11 ¿No es el oído el que discierne las palabras; y el paladar del que come, los sabores?
Job 16:2 Muchas veces he oído esas mismas cosas; consoladores bien pesados sois todos vosotros.
Job 26:14 Todo lo dicho hasta aquí es una pequeña parte de sus grandes obras; mas si esto que hemos oído es solamente una pequeñísima muestra de las infinitas cosas que pueden decirse de él, ¿quién podrá sostenerse firme al trueno de su grandeza?
Job 34:3 puesto que el oído atento juzga de los razonamientos, como el paladar discierne por el gusto los manjares.
Job 36:15 Al contrario al pobre le libertará Dios de su angustia, y en la tribulación le hablará al oído.
Salm 6:9 Apartaos lejos de mí todos los que obráis la iniquidad; porque ha oído el Señor benignamente la voz de mi llanto.
Salm 16:6 Yo he clamado a ti, Dios mío, porque siempre me has oído benignamente; inclina, pues, hacia mí tus oídos, y escucha mis palabras.
Salm 17:45 Un pueblo a quien yo no conocía, se sometió a mi dominio; apenas hubo oído mi voz, me rindió la obediencia.
Salm 18:5 Su sonido se ha propagado por toda la tierra, y hasta el cabo del mundo se han oído sus palabras.
Salm 27:6 Bendito sea el Señor, pues ha oído la voz de mi humilde ruego.
Salm 43:2 Nosotros, oh Dios, hemos oído por nuestros propios oídos, nuestros padres nos han contado las obras que tú hiciste en sus días y en los tiempos antiguos.
Salm 44:11 Escucha, ¡oh hija!, y considera. y presta atento oído, y olvida tu pueblo y la casa de tu padre.
Salm 48:5 Tendré atento el oído a la parábola o inspiración divina; al son del salterio descifraré mi enigma.