Ecli 22:7
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Quien pretende amaestrar a un necio, es como el que quiere reunir con engrudo los pedazos de un tiesto.
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Ecli 22:9
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Habla con un dormido quien discurre de la sabiduría con un necio, el cual al fin del discurso suele decir: ¿Quién es éste?
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Ecli 22:14
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Con el necio no hables mucho, y no te acompañes con el insensato.
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Ecli 22:17
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¿Qué otra cosa se nombrará que sea más pesada que el plomo, a no ser el necio?
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Ecli 23:8
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En su mismo necio hablar queda cogido el pecador, y el soberbio y maldiciente se arruinarán por sus mismos labios.
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Ecli 23:19
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para que no suceda que Dios se olvide de ti a vista de los mismos; y que necio con su familiaridad, tengas que sufrir tales oprobios que quisieras más no haber venido al mundo, y maldigas el día de tu nacimiento .
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Ecli 27:12
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El hombre santo persevera en la sabiduría como el sol; mas el necio cambia como la luna.
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Ecli 31:40
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La embriaguez hace osado al necio para ofender; enerva las fuerzas y es ocasión de heridas."
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Ecli 34:1
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Las vanas esperanzas y las mentiras son el entretenimiento del necio; y los sueños dan alas a los imprudentes.
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Isa 27:11
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Sus mieses se echarán a perder de sequedad. Vendrán mujeres, y harán con ella de maestras. Porque no es pueblo sabio, sino necio y obstinado; por eso aquel Señor que lo hizo no tendrá compasión de él; y no le perdonará el que lo formó.
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Isa 32:6
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Porque el necio hablará necedades y su corazón maquinará maldades usando de hipocresía y hablando de Dios con doblez y consumiendo el alma del hambriento y quitando el agua al que muere de sed.
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Isa 44:20
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Una parte de éste es ya ceniza y no obstante un corazón necio lo adora, y no se desengaña a sí mismo diciendo: Quizá la obra hecha por mi mano es una falsedad.
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Jer 4:22
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El necio pueblo mío, dice el Señor, no me conoció, hijos insensatos son y mentecatos; para hacer el mal son sabios; mas el bien no saben hacerlo.
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Jer 51:17
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En necio paró todo hombre con su saber. La estatua misma del ídolo es la confusión de todo artífice; porque cosa mentirosa es la obra que él ha hecho; no hay en ella espíritu de vida.
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I Cor 3:18
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Nadie se engañe a sí mismo, si alguno de vosotros se tiene por sabio según el mundo, hágase necio a los ojos de los mundanos, a fin de ser sabio a los de Dios.
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