Lc 20:42
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siendo así que David mismo en el libro de los Salmos, dice: Dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi diestra,
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Jn 20:30
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Muchos otros milagros hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritos en este libro.
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Hech 1:1
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He hablado en mi primer libro, ¡oh Teófilo!, de todo lo más notable que hizo y enseñó Jesús , desde su principio ,
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Hech 1:20
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Así es que está escrito en el libro de los Salmos: Quede su morada desierta, ni haya quien habite en ella, y ocupe otro su lugar en el episcopado.
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Hech 7:42
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Entonces Dios les volvió las espaldas, y los abandonó a la idolatría de los astros o la milicia del cielo, según se halla escrito en el libro de los profetas: ¡Oh casa de Israel!, ¿por ventura me has ofrecido víctimas y sacrificios los cuarenta años del desierto?
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Gál 3:10
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En lugar de que todos los que se apoyan en las obras de la ley, están sujetos a maldición. Pues está escrito: Maldito es cualquiera que no observare constantemente todo lo que está escrito en el libro de la ley.
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Filip 4:3
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También te pido a ti, ¡oh fiel compañero!, que asistas a ésas que conmigo han trabajado por el Evangelio con Clemente y los demás coadjutores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
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Heb 9:19
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puesto que Moisés, después que hubo leído todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando de la sangre de los novillos, y de los machos cabríos, mezclada con agua, lana teñida de carmesí o de grana, y el hisopo, roció al mismo libro de la ley, y también a todo el pueblo,
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Heb 10:7
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Entonces dije: Heme aquí que vengo, según está escrito de mí al principio del libro, o Escritura sagrada, para cumplir, ¡oh Dios!, tu voluntad.
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Apoc 1:11
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que decía: Lo que ves, escríbelo en un libro, y remítelo a las siete Iglesias de Asia, a saber, a Efeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Tiatira, a Sardis, a Filadelfia, y a Laodicea.
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Apoc 3:5
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El que venciere será igualmente vestido de ropas blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, antes bien le celebraré delante de mi Padre y delante de sus ángeles.
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Apoc 5:1
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Después vi en la mano derecha del que estaba sentado en el solio, un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
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Apoc 5:2
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Al mismo tiempo vi a un ángel fuerte y poderoso pregonar a grandes voces: ¿Quién es el digno de abrir el libro, y de levantar sus sellos?
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Apoc 5:3
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Y ninguno podía, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni aun mirarlo.
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Apoc 5:4
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Y yo me deshacía en lágrimas, porque nadie se halló que fuese digno de abrir el libro ni registrarlo.
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Apoc 5:5
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Entonces uno de los ancianos me dijo: No llores. Mira cómo ya el león de la tribu de Judá, la estirpe de David, ha ganado la victoria para abrir el libro y levantar sus siete sellos.
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Apoc 5:7
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El cual vino, y recibió el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el solio.
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Apoc 5:8
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Y cuando hubo abierto el libro, los cuatro animales y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero, teniendo todos cítaras y copas, o incensarios de oro, llenos de perfumes, que son las oraciones de los santos.
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Apoc 5:9
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Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres, Señor, de recibir el libro y de abrir sus sellos; porque tú has sido entregado a la muerte, y con tu sangre nos has rescatado para Dios de todas las tribus, y lenguas, y pueblos y naciones,
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Apoc 6:14
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Y el cielo desapareció como un libro que es enrrollado; y todos los montes y las islas fueron movidos de sus lugares.
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Apoc 10:8
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Y oí la voz del cielo que hablaba otra vez conmigo, y decía: Anda, y toma el libro abierto de la mano del ángel que está sobre el mar y sobre la tierra.
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Apoc 10:9
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Fui, pues, al ángel, pidiéndole que me diera el libro. Y me dijo: Tómalo, y devóralo, que llenará de amargura tu vientre, aunque en tu boca será dulce como la miel.
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Apoc 10:10
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Entonces recibí el libro de la mano del ángel, y lo devoré, y era en mi boca dulce como la miel; pero habiéndolo devorado, quedó mi vientre lleno de amargura.
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Apoc 20:12
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Y vi a los muertos grandes y pequeños estar delante del trono, y se abrieron los libros de las conciencias, y se abrió también otro libro, que es el de la vida, y fueron juzgados los muertos por las cosas escritas en los libros según sus obras.
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Apoc 22:7
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Mas he aquí, dice el Señor, que yo vengo a toda prisa. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
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Apoc 22:9
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Pero él me dijo: Guárdate de hacerlo, que yo soy un consiervo tuyo, y de tus hermanos los profetas, y de los que observan las palabras de la profecía de este libro. Adora a Dios.
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Apoc 22:10
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Me dijo también: No selles las palabras de la profecía de este libro, pues el tiempo está cerca.
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Apoc 22:18
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Ahora bien, yo protesto a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro, que si alguno añadiere a ellas cualquier cosa, Dios descargará sobre él las plagas escritas en este libro.
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Apoc 22:18
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Ahora bien, yo protesto a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro, que si alguno añadiere a ellas cualquier cosa, Dios descargará sobre él las plagas escritas en este libro.
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Apoc 22:19
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Y si alguno quitare cualquier cosa de las palabras del libro de esta profecía, Dios le quitará a él del Libro de la vida y de la ciudad santa, y no le dará parte en lo escrito en este libro.
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Apoc 22:19
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Y si alguno quitare cualquier cosa de las palabras del libro de esta profecía, Dios le quitará a él del Libro de la vida y de la ciudad santa, y no le dará parte en lo escrito en este libro.
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